CAPÍTULO 2: KURT

CAPÍTULO 2: KURT

–Bueno, chicos... –Will entró, dispuesto a comenzar la clase. –Debemos escoger las canciones para los regionales.

–Blaine tiene que tener un solo. –Sam propuso automáticamente.

–¿Por qué? Todos merecemos la oportunidad... –El moreno miró a su novio sorprendido.

–Había pensado en un dúo entre él y Marley. –Schuester explicó mientras miraba a la aludida. –Las otras dos actuaciones serán grupales y todos tendréis una pequeña parte en al menos una de las dos. ¿Os parece bien?

–Yo solo quiero bailar. –Brittany sonrió. –Pero me gustaría que me pusieras un reto... Algo como lo que hice con Mike el año pasado.

–Yo puedo ayudar con eso. –Jake se ofreció rápidamente.

–¿Cantamos tres canciones movidas? –Kitty propuso porque no le importaría bailar y suponía que Blaine, Ryder y Sam se podrían turnar para bailar en cada canción con ella.

–Las dos grupales lo serán, pero el dúo será una balada. –El profesor informó.

–Habrá que empezar a trabajar. –Anderson propuso, no querían que, como el año anterior, dejaran todo para el último momento. Tenían un título que defender y tenían que trabajar de manera muy dura para conseguirlo.

Conforme se acercaban los regionales, todos estaban más nerviosos. Tenían muchas cosas que hacer y, además, Blaine se había propuesto que Sam se graduara con unas notas buenas... O al menos, decentes. Por eso pasaba casi todos sus días estudiando, cantando, bailando y ayudando a su novio con los estudios. Por eso no era de extrañar que se olvidara de hablar con Kurt para contarle la evolución que su relación con Evans había sufrido.

Faltaba una semana para los regionales y por eso tenían más horas de Glee que de costumbre. Estaban ensayando una parte de la coreografía cuando tres personas entraron. Tal vez no deberían haberse sorprendido, parecía que los antiguos miembros de New Directions no tenía nada mejor que hacer que volver a Lima para ayudar al coro del McKinley a ganar la competición.

En el fondo no sabían si estar agradecidos de que dejaran sus obligaciones (si es que tenían vida fuera de esas cuatro paredes) para volver a ayudarlos o sentirse poco valorados porque parecía que su profesor pensaba que si no recibían ayuda no ganarían.

Blaine y Sam se alegraron al ver a Mike y Puck, al final eran parte de los chicos y sabían que saldrían después a tomar algo y ponerse al día. El problema venía porque Kurt era el tercero.

–B... ¿Le has dicho a Kurt que estamos juntos? –El rubio preguntó en un susurro.

–La verdad es que no... –El moreno lo miró a los ojos.

–¿Por qué no? –Evans frunció el ceño.

–No he pensado en él... Tengo la mente en otras cosas... –Anderson sonrió. En ese momento todo lo que quería hacer era besar a su novio para tranquilizarlo, pero no podía hacer nada... Al menos hasta que hablara con su ex. Verlos besándose no era la manera en la que planeaba que se enterara de que estaban juntos...

–¡Blaine! –Kurt lo llamó mientras recogía sus cosas.

–Hola... –El moreno miró de reojo a su novio que se marchaba para dejarlos a solas. Se notaba que no estaba muy contento, pero era algo que debía hacerse.

–¿Te apetece que vayamos a tomar un café? –El castaño preguntó. Parecía algo nervioso, lo que incomodó a la pareja. No sabían que quería, pero tenían la sospecha de que quería retomar su relación con Anderson.

–La verdad es que quiero contarte algo... Aunque no sé si será buena idea que vayamos a tomar algo... –El más joven explicó.

–Claro que sí... Vamos...

Blaine sabía que Sam estaba preocupado, pero él quería solucionar el problema lo antes posible. En el fondo se alegraba de no haber hablado con Kurt porque así podía decirle que estaba con otro en persona. Sabía que no sería agradable, pero él nunca había evitado hacer frente a las consecuencias de sus actos y esa no iba a ser la primera vez.

Pidieron sus cafés y se sentaron en la mesa. El moreno notó que su ex estaba nervioso y sólo podía encontrarle dos explicaciones, o que quisiera que volvieran o que hubiera encontrado una pareja que le ilusionara de verdad... Sinceramente, esperaba que fuera la segunda opción.

–¿Qué tal en Nueva York? –El más joven preguntó, esperando encontrar respuestas. Además, tenía la necesidad de que acabara ese silencio incómodo. Lejos quedaba cuando los dos podían estar horas mirándose y sonriéndose, simplemente disfrutando de la compañía del otro.

–Muy bien, muy ocupado... Supongo que es lo normal, entre estudiar y trabajar... Sólo me falta algo de estabilidad en mi vida personal... –El castaño intentó alcanzar la mano del otro para sostenerla un rato, pero Anderson fue rápido en alejarla.

–Kurt... ¿Qué estás intentando decirme? –Blaine lo sabía, pero quería asegurarse porque no confiaba en que fuera real. Después de tanto tiempo queriendo volver con su ex, cuando por fin había rehecho su vida, el otro quería que volvieran.

–Quiero que volvamos...

–Kurt...

–Escúchame...

–No...

–Espera a que termine... –El mayor insistió sin dejarle hablar. –Sé que todavía no estás en Nueva York y que fue la distancia la que terminó nuestra relación... Pero sé que tengo que darte una segunda oportunidad antes de que sea demasiado tarde o me arrepentiré de no haberlo intentando... –El otro no sabía qué decir, por lo que aprovechó para seguir hablando. –Por supuesto que espero que no vuelvas a repetir tu error, ya hemos tenido bastante drama como para que vuelvas a ser infie... Pero, he decidido confiar en ti.

–¿Has decidido? ¿Qué...? –Blaine estaba perplejo. –¿Y lo que yo opine de todo esto no importa?

–Claro...

–¿Sabes cuánto tiempo había esperado escucharte decir eso? He intentado que volviéramos durante mucho tiempo y vienes ahora, cuando yo ya he rehecho mi vida. –El moreno estaba molesto. No era eso lo que quería escuchar de su ex... Tal vez unas semanas antes sí, pero en ese momento no.

–¿Qué es eso de que has rehecho tu vida? –Kurt preguntó casi indignado, como si no pudiera concebir que el joven que tenía frente a él ya no estuviera enamorado de él.

–Estoy saliendo con...

–Blaine, deja de inventarte cosas. No necesitas ponerme celoso... Los dos sabemos que vamos a volver...

–Estoy con Sam. –Anderson afirmó realmente molesto. ¿Tan difícil de creer era que él hubiera encontrado a alguien que le amaba?

–¿Qué? Vamos, Blaine... ¿Eso es lo mejor que se te ha ocurrido? Sam es hetero...

–¿Sabes? A veces me sorprendes... Sam se ha enamorado de mí, por muy imposible que te parezca a ti. No todo el mundo se da cuenta que es homosexual con doce años y existe una cosa que se llama bisexualidad... Deberías ser más tolerante con los demás si esperas que todos sean tolerantes contigo. Estoy con Sam y soy feliz, te guste o no.

Blaine se levantó deseando ir a casa de su novio para contarle lo que había pasado y para tranquilizarlo. Por mucho que el moreno hubiera amado a Kurt, él era su presente y su futuro, que era lo que realmente le importaba...

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top