Capítulo 14
Hola mis chibi-chibis, ojalá y les guste
La Reina del Inframundo salió de su habitación, se vistió con túnicas oscuras y joyas que su madre le había dado en el pasado, su peinado era una simple trenza de lado. Perséfone solo quería ir a su jardín para recordar su antiguo hogar en el Olimpo
-Madre, te extraño tanto-unas lágrimas corrieron por su rostro
La diosa llegó a su jardín, sonrió al ver las hermosas flores con los colores del arcoíris a su alrededor, recordando sus días al lado de su madre, quiso hacer algo que no había hecho desde que sus hijas eran muy pequeñas, coronas de flores
-Una para Macaria y otra para Melinoe-dijo con una sonrisa-y una cadena de flores para cada una, para nunca olvidar nuestros lazos-se concentro en buscar las flores más hermosas que pudiera encontrar, como no veía las suficientes, decidió usar sus poderes para crear más
-Este es mi jardín, no un cementerio, necesita más color y vida-creo más flores y otras plantas, de todo color, de todo tipo, así parecía que estaba en los dominios de su madre en el Olimpo
Tan ocupada estaba en su labor, que no noto como alguien venía hacía ella, la diosa pego un grito cuando su brazo derecho fue tirado bruscamente, la estaban alzando de un solo brazo, sentía un fuerte dolor en su extremidad y creía que en cualquier momento se lastimaría
-Una simple humana como tú, no merece estar aquí-Rhadamanthys tiro aun más de su brazo para rompérselo o dislocarlo-te matare yo mismo, nadie te rescatara-se preparo para darle el golpe de gracia
-Marioneta Cósmica-los hilos de Minos detuvieron al ingles, el noruego movió sus hilos y Rhadamanthys se vio forzado a soltar a la diosa-eres un estúpido, por algo yo soy quien manda de los tres, estás frente a la diosa Perséfone, reina del Inframundo, esposa del Dios Hades-le rompió el brazo sin piedad alguna
-Tsk, maldito-gruño el rubio-te matare por esto-
-Inténtalo, si es que te atreves-se burlo-ahora, largo de aquí-el juez de Wyvern se fue furioso
Minos dirigió su mirada hacía la diosa y la alzo en brazos
-¿Por qué?-
-¿Que cosa?-se hizo el desentendido
-¿Por qué me ayudaste?, te mate en la superficie y bueno...-
-Es la señora del inframundo-dijo sin ninguna emoción-soy el líder de los Tres Jueces del Inframundo, debo mantenerlos a raya, eso y fui victima de su ira, por eso la respeto-
-Gracias, le dire a mi esposo sobre tu ayuda, volveré a mi templo, obviamente sé quien lo mando y planeo darle una lección-no quería ser mala, pero sería despiadada de ser necesario
Minos se retiro con una sonrisa de satisfacción adornando su rostro, esperaba que Hipnos cumpliera con su parte del trato
-Rhadamanthys, Pandora, me avisan que tan horrible es el Tártaro, me asegurare de dirigir a la perfección el ejercito de nuestro señor Hades-
Sakura se encerró en su cuarto y se dejo caer en el piso para llorar amargamente, no sabía como escapar de su prisión, no sabía como sobrevivir en este lugar por su cuenta, no quería pedirle nada a Hades
-Recuerda-la voz de Asmita la calmo-recuerda quien eres, recuerda lo que eres capaz de hacer, yo no entrene a alguien débil, se fuerte y encuentra la salida, la mujer que amo no se rinde tan fácilmente-
-Tienes razón, hui por años de ellos, es hora de plantarles cara y recordarles quien soy yo, no soy una niña o una simple chica asustadiza-se levanto decidida-como gitana, sobreviví a muchas cosas y como diosa, las he vivido, prometí que ayudaría a mi hermana a acabar con esta maldita guerra, para que nadie pierda a su ser amado, no más amores destruidos-
-Mi señora-una de las lampades entro con la cabeza gacha-el Dios Hades se entero de lo ocurrido con el Juez de Wyvern, desea que venga para aplicar el castigo-
-Entiendo, iré enseguida-
La diosa busco otra ropa, si iba a imponer respeto, lo haría luciendo como la diosa que era; solo que no uso los colores de su esposo, había agarrado las ropas que su madre le había entregado y como corona, agarro el tocado que su marido le había entregado tras su boda
-Hora de salir-la diosa camino erguida y orgullosa, no se dejaría pisotear por nadie y menos por Pandora
La diosa llego a la sala donde estaba su marido, los dioses gemelos, sus hijas, la bruja Medea, Pandora, los 3 Jueces del Inframundo y sus respectivos asistentes estaban ahí
La diosa noto la mirada recelosa de su hija Melinoe hacía Hipnos, eso la hizo sospechar, pero decidió preguntarle en privado
-Perséfone, mi amada esposa-Pandora rechino los dientes-me alegra verte, me entere del incidente ocurrido con uno de mis jueces-la fría mirada de Hades se clavo en el ingles, Rhadamanthys no lo quería demostrar, pero estaba asustado
-Cariño-le sonrio de una manera tan falsa y filosa-me gustaría decir que he estado a salvo, pero tus hombres no entienden de rangos-
-Me sorprende que Rhadamanthys te haya atacado de esa manera, no sé porque hizo eso-dijo el dios queriendo ganar la aprobación de su mujer-lamento no haber estado ahí para cuidarte, como mi amada reina, mereces estar cuidada siempre-
-Hades-tomo su cara con cuidado-te dije hace siglos que nos deshiciéramos de Pandora-su tono fue helado-esa descarada cree que por haber recibido el honor de servirte, puede atacarme e intentar matarme cada que quiera, parece que no le dijiste que la única mujer que manda aquí, soy yo-
-Te veo celosa, cariño-
-Yo no soy Hera para aguantar estas faltas de respeto, te lo pondré fácil, ella o yo-
-Perséfone, me duele tu desconfianza, pero entiendo porque lo haces-observo a Pandora con desprecio-este fue tu ultimo error, Pandora-la mujer estaba aterrada-es hora de deshacerme de ti, para siempre-
-¡No!-se arrastro hacía Hades-mi señor Hades, yo siempre lo cuidado y servido en todas y cada una de mis vidas, esa mujer lo esta engañando, va a ayudar a esa odiosa de Athena y...-
-¡Muere ya!-el dios hizo aparecer su espada y la decapito sin piedad alguna, su cabeza rodo por las escaleras, los espectros estaban asustados
-Ya te habías tardado-comento Melinoe como si nada-yo la hubiera tirado al Tártaro-
-O la habría hecho renacer como una esclava de los Otomanos-Macaria se encogió de hombros-lo que se me ocurriera primero-
-Nosotros la creamos, podemos desecharla cuando queramos-Hades no sonaba afectado-como si fuera a elegir a una simple humana sobre su madre-
-¿Que pasará con Rhadamanthys?-pregunto Melinoe con una sonrisa maliciosa-traiciono a su ama por una perra humana, patético-
-Y tenía un buen puesto, ahora recuerdo porque Minos era el líder de los 3 Jueces del Inframundo-comento Macaria sin demostrar expresión alguna
-De él, yo me encargo-la diosa estiró la mano, enredaderas salieron del suelo, envolviendo a Rhadamanthys lentamente, el juez no podía escapar, esas enredaderas absorbían su cosmos
-¿Que harás?-pregunto Alone
-Mis enredaderas absorben su cosmos y lo usaran para mantenerlo encerrado hasta que el cosmos de agote por completo, al ser bastante poderoso, tardará siglos en volver y sufrirá un dolor agónico en su interior-Rhadamanthys soltó alaridos de dolor al sentir las filosas espinas atravesar su sapuri y su carne-esta es la Furia de la Naturaleza-el juez desapareció y solo quedó un enorme capullo en su lugar
-Ahora que conocen las consecuencias de dañar a su reina, largo de aquí-los espectros de fueron asustados en distintos grados, menos Minos, él lo había disfrutado y mucho
-Ese si es poder, con razón nuestro señor se casó con ella-
La bruja Medea volvió a su estancia
-Es hora de ayudar al señor Hades en su lucha-empezó a preparar algo en su caldero-con este veneno, esa maldita entrometida de Athena morirá, para siempre-la vieja bruja no vio que había alguien detrás suyo hasta que fue demasiado tarde
Su cabeza rodó por el suelo, una expresión de horror adornaba su horrible y demacrado rostro marcho
-Es hora de que Hades caiga, ustedes 3 solo fueron los primeros de varios-
La persona misteriosa tiro la espada que tenía al suelo y se marchó, nadie vio nada y nadie sabría quién fue
Athena seguía rezando en su templo, una luz cálida y reconfortante iluminó el lugar, una mujer de cabello dorado y ojos verdes hizo aparición, tenía una expresión de profunda aflicción y gran furia en ella
-Diosa Deméter-Sasha estaba sorprendida-no pensé que pudiera intervenir en la Guerra Santa-
-Por fin el estúpido de mi hermano decidió detener a Hades de una vez por todas y por eso vine-dijo la tía de la joven-toma-era un pequeño frasco con un líquido dorado resplandeciente en su interior-esta hecho con una planta que ha recibido el sol sin parar durante 1000 años, es veneno para Hades, con esto lo podrás acabar, mis nietas serán mejores gobernantes del Inframundo y mi pobre hija por fin volverá conmigo, a dónde pertenece, en mi jardín-
-No creo que vuelva, ella se enamoró, sé que era un humano pero él...-
-Lo sé-dijo con calma la madre de Perséfone-lo sé, vi la pureza de ese amor y lo trágico de su final, pero eso lo arreglaremos después de terminar está horrible guerra, mata a ese maldito de una vez por todas-la diosa se retiro de vuelta al Olimpo, no podía hacer más aunque quisiera
-Lo...lo haré-Sasha no quería matar a Alone, pero no había opción, era lo mejor-Hades, pagarás por todo lo que has hecho, a mi hermano, a mis caballeros, a mi hermana; pagarás por haber separado a dos enamorados de una manera tan trágica, lo juro-
<<Esta guerra acaba ya y está vez, para siempre>>pensó decidida
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