Capítulo 26: Especial de San Valentín

¡Hola!
Antes que nada, me quiero disculpar por publicar este capítulo tan tarde, pero me faltaba un poco de inspiración, sin mencionar que me enfermé y que la tarea de especialidad y ajá, cosas.

Pero este es mi trabajo honesto y espero lo disfruten al leerlo tanto como yo disfruté escribirlo.

Ya, vayan al cap.

×××

X había decidido darse una ducha temprano en la mañana para luego salir con Zero.

Todos los mesiversarios estaba emocionado, pero hoy no, hoy era la excepción.

Realmente no tenía muchas ganas de salir.

A los Reploids varones no les molestaba verse semi desnudos en los pasillos por la mañana, así que X no tenía problema por caminar en el pasillo con una toalla cubriendo sus partes bajas y otra su cabello.

No esperaban tener un contratiempo en su cita, así que buscaría una linda camisa que ponerse, así como también un lindo par de jeans.

El narcisismo lo golpeó por un momento mientras se miraba al espejo tratando de buscar la ropa adecuada.

Seguro las chicas tenían más opciones creativas para vestir, aunque ni modo que se pusiera una falda o algo así.

Optó por un jeans azul junto a una camiseta de color gris.

¿Debería llevar una maleta o algo así? Tal vez sí, tomó una maleta de tela, la dejó colgar a un costado de su cuerpo y salió de su habitación luego de peinarse y usar un poco de losión.

Llegó a la entrada donde se encontró con el rubio. Llevaba su cabello recogido en una coleta baja como siempre, usaba una camisa de color blamco, y sobre ella otra camiseta a botones de color rojo a cuadros junto a unos lindos pantalones ajustados de cuero y unas botas.

Zero llamaba bastante la atención. Solo necesitaba aparecer y ya robaba miradas, y si no estaba, la gente hablaba de él.

X, por su parte, no se sentía de la misma forma, no era tan relevante, sí, la gente hablaba de él de vez en cuando, pero no como Zero.

Al verle, el ojiazul le saludó campante, el menor sonrió mientras se acercaba.

-Zero- saludó al llegar junto al rubio. Lo inundó un aroma dulce y varonil, Zero solía usar bastante perfume.

-¿Nos vamos?- preguntó Zero al recibirle.

-¿A donde iremos?- preguntó X de vuelta con curiosidad.

El ojiazul observó su reloj. El ojiverde no había notado que lo trajera.

-Aún tenemos tiempo, es temprano ¿Quieres ir a dar una vuelta por ahí? Podemos ir al centro comercial, al parque, lo que quieras- ofreció Zero.

-Seguro, me gustaría comprar un par de zapatos nuevos- dijo al pensar que sus zapatos se estaban desgastando.

-Lo que quieras- Zero avanzó hacia la salida seguido de X, pidieron un taxi y se dirigieron camino al centro comercial.

×××

Zero pagó el taxi en cuanto llegaron y X no dudo en tomar su mano. Estaban en un lugar seguro. Debía admitir que aún sentía culpa, pero no quería pensar en ello.

-Vamos a alguna tienda de dulces, se me antoja un poco de azúcar- exclamó guiando a Zero por los pasillos llenos de gente. El rubio solo sonreía y decía que sí a todo lo que X decía. Estaba embelesado.

X llevó a Zero por todas partes como Axl había hecho alguna vez, pero solo era para distraerse un poco de su situación actual.

Zero tomó la iniciativa para la hora del almuerzo, hora en la que llevó a X a un lindo restaurante en el cual había hecho una reservación

Fue un largo día para ambos.

Tomaron un taxi de vuelta. Ambos parecían un poco cansados, Zero se tomó la libertad de cerrar la ventanilla para luego acostarse sobre las piernas de X.

-¿Te divertiste?- preguntó el rubio mientras X acariciaba su largo cabello.

-Mucho- respondió el ojiverde mirando a un relajado Zero.

-Me alegra- sonrió. Era difícil pensar que aquellos dos Reploids tenían más preocupaciones.

Zero se levantó rápidamente, cosa que sobresaltó a X un poco.

-¿Quieres estar arriba hoy?- preguntó el ojiazul. Su mirada se veía demasiado inocente para a lo que se refería.

-No es mala idea ¿Alguna razón en específico?- cuestionó el ojiverde.

-Ninguna... Es solo que estoy un poco cansado, pero sí traigo ganas- el rubio se sonrojó un poco mientras X sonreía.

-Será todo un placer complacerte- dijo X tomando entre sus manos el rostro del rubio para luego plantar un beso sobre los no tan delgados labios del menor. Zero le siguió la corriente llevando sus manos a las caderas del menor, no sin antes acariciar sus muslos.

X dejó que Zero se colocara sobre él y besara su cuello. No planeaban acostarse en el taxi, solo divertirse un poco antes de llegar a casa.

X sostuvo los hombros de Zero y lo detuvo, levantó su dedo índice y lo llevó a su labios pronunciando un "Shhhh" para luego señalar con la mirada al asiento del conductor.

-Mejor esperemos a llegar- dijo Zero -No podré detenerme si continuamos- se incorporó y ayudó al azul a levantarse. X se acostó sobre el hombro del mayor y este apoyó su cabeza sobre la cabeza del menor.

X estaba cómodo, pero no estaba tranquilo. Tenía un nudo en la garganta y sus pies no paraban de moverse al ritmo de una canción que se le había pegado.

-Te amo- susurró Zero entonces, tomando la mano de X.

-También te amo... Zero- se sentía extraño decirle eso, no mentía pero sentía que lo hacía.

Estaba mintiendo de muchas formas.

-Hemos llegado- dijo el chófer deteniéndose frente a los HQ. Recibió la paga correspondiente por parte de Zero y ambos se bajaron del taxi para entrar a los HQ.

Era de noche, el cielo estaba lleno de estrellas, miles de millones de estrellas brillaban sobre los dos Reploids qur caminaban juntos.

Zero empujó levemente con su hombro al azul. X lo empujó de vuelta con un poco más de fuerza.

Empezaron a empujarse mientras se dirigían al garage. Llegó un punto en el que se tomaron de las manos para empujarse, para ver quién tenía más fuerza entre los dos.

Ambos reían mientras empujaban al otro, sus pies se deslizaban en el pavimento.

Zero se dejó vencer para desequilibrar a X y cuando este estuvo a punto de caer, Zero lo tomó de la cintura y lo levantó dando un par de vueltas con él entre sus brazos, parecían estar bailando.

Carcajearon, nadie los vería de todas maneras, así que no tenían razón para no ponerse cursis para cuando llegaron al garage.

Entraron tras desbloquear la puerta, no había nadie, ya todos se habían ido a casa o estarían en sus habitaciones durmiendo.

-¿Sabes? Podríamos aprovechar la soledad del muy romántico garage- dijo Zero con sorna.

-¡Ja! Ya quisieras- X se adelantó dando un par de saltos hasta quedar frente a Zero, sonrió -¡Una carrerita hasta las habitaciones! ¡Uno, dos, tres!- y salió corriendo atravesando todo el garage, sabía que Zero lo alcanzaría en cuestión de segundos, no era tan rápido como él.

Zero logró ponerse a la par del menor como X había predicho.

-¡Adelantarte es trampa!- se quejó Zero sin borrar esa sonrisa divertida del rostro.

Cualquiera podría pensar que Zero era un aburrido y hasta un amargado, pero X sabía que no era así, Zero podía llegar a ser el Reploid más divertido del mundo.

Cuando alguien le importaba lo suficiente, Zero haría cualquier cosa por ver a esa persona feliz y X le importaba lo suficiente y hasta más.

Estaban un poco cansados para cuando llegaron a la habitación de X, el ojiazul había llegado primero.

-¿Qué gané?- preguntó el rubio entre jadeos.

X, quién aún trataba de recuperar el aliento lo pensó por un momento.

-Un beso- dijo para luego darle un pequeño beso en la mejilla al mayor.

Zero se sonrojó un poco, pero aún parecía seguro de sí mismo.

-Que bueno que no será lo único que tendré esta noche- dijo mientras X abría la puerta de su habitación.

Al entrar, X se dirigió directamente a la cama y se lanzó sobre ella para descansar un rato.

Zero por su parte, decidió encender la lámpara de la mesa de noche para no quedar completamente a oscuras.

Fue ahí donde lo notó.

-¿De donde sacaste este reloj?- dijo tomando entre sus manos el reloj de mesa.

X volteó angustiado mientras Zero le daba vueltas al reloj para analizar cada detalle de él.

-Lo compré- dijo rápidamente.

-Parece demasiado caro como para que lo compraras, no te gustan las cosas caras- señaló el rubio. Lo conocía tan bien que podía hacer toda una lista de cosas que a X le gustaban y cosas que no, posiblemente mencionaría cada simple detalle, como que X odiaba las bombillas de luz amarilla, o que no le gustaban las cortinas con adornos, que odiaba que tocaran o vieran su cabello porque creía que lo había descuidado o que no le gustaban las series para adultos.

-Quise saber que se sentía comprar uno de esos, lo vi por casualidad y me pareció bonito, gasté mis ahorros en él- dijo X mintiendo.

-Tendrías que vender el culo para comprar uno de estos- bromeó Zero. X rió -¿Qué pasó con el otro?-

-Lo rompí por accidente, por eso compré otro- respondió X -De todas maneras no te gustaba-

-Cierto, era horrible, pero imagino que a ti sí te agradaba- dijo Zero volviendo su vista a un X de ojos llorosos.

-Guardé los pedazos en una caja- dijo con su voz quebrándose. Zero rió ante esto y dejó el reloj de nuevo en su lugar.

Se acostó junto al menor mientras este se limpiaba las lágrimas.

-¿Sabes? Ayer fui a visitar a Signas, no llevaba su gorra- comentó Zero -Él es de los que siempre respeta el uniforme-

La gorra.

X abrió los ojos como platos. Eso era lo que había notado en él que parecía diferente.

-¿En serio? No he hablado con él desde que le dije que me sentía un poco cansado- dijo X tratando de sonar convincente.

-No se ve mal- señaló el rubio. El joven dirigió su mirada al ojiverde -Pero ya no quiero hablar de otras personas, hoy es nuestro día-

X le devolvió la mirada.

-¿Ya tienes ganas?- preguntó X con más curiosidad que lujuria.

-Un poco, depende... Tengo un poco de sueño- respondió soltando un bostezo. Se talló los ojos.

-Bueno, sabes que yo soy quien toma el control hoy- dijo X para luego colocarse encima de Zero acorralándolo entre las sábanas.

-¿Tú tomando la delantera? Eso no es usual en ti- dijo Zero con una sonrisa -Me gusta-

-Te va a encantar- respondió el ojiverde dirigiéndose directo a besar el cuello del rubio mientras este tomaba sus hombros.

Esa no era una situación muy usual para Zero. Usualmente era él quien comenzaba con todo el acto, X era demasiado tímido como para tomar la delantera, a menos que estuviera claramente borracho.

Pero X no estaba borracho esta vez.

X llevó una de sus manos debajo de la camisa de Zero para poder sentir su piel artificial.

Oh no, Zero no iba a dejar que X lo tratara de esa forma.

Hizo una maniobra y logró hacer que X cayera sobre la cama, el ojiverde se quejó tras esta acción hasta que el rubio le acorraló.

-¿En serio crees que voy a dejar que me trates como una niña tímida?- cuestionó el de ojos color zafiro -No, ese día no ha llegado todavía- el Reploid procedió a levantar la camisa de X para besar su abdomen mientras una de sus manos bajaba hasta su cinturón y desabrochaba su pantalón. Zero dibujó un camino de besos por todo el cuerpo del menor haciendo que este se excitara cada vez más.

Más pronto que tarde, Zero había desabrochado el pantalon de X y bajado su ropa interior dejando al descubierto su miembro semi erecto, aún faltaba un poco para que estuviera realmente excitado.

Tomó entonces el miembro de X entre sus manos y pareció abrazarlo pues su mejilla se pegó al pene de X haciéndolo ver un poco tierno en el acto.

X se incorporó para observar aquella escena mientras su miembro se ponía más duro.

-Ja- rió el ojiverde -Te ves lindo-

-¿Ah sí?- dicho esto, el rubio lamió el miembro del mayor desde la base hasta la punta con lentitud y suavidad provocando un placentero escalofrío en la espalda de X.

Zero se llevó el miembro del menor a la boca practicándole así una felación.

X soltó un suspiro, esta vez ya estaba excitado y quería empezar con la verdadera acción rápidamente, pero no quería detener a Zero tampoco, lo estaba disfrutando demasiado.

El ojiazul emitía unos pequeños quejidos mientras hacía su labor, un pene erecto suele crecer y el de X lo hacía como tal, de modo que tenerlo entero en la boca no era una tarea fácil, ni siquiera para el mismísimo Zero.

El de ojos esmeralda se sonrojó, pero procuró mantenerse en silencio, solo soltó un par de jadeos hasta que Zero finalmente se detuvo.

-Vamos, tú y yo sabemos que no podemos esperar más- afirmó el rubio mientras colocaba tras su oreja un mechón dorado.

X asintió.

Ya sobre la cama, Zero se retiró la camisa.

Cualquiera podría pensar que su cuerpo estaría intacto por la armadura que usualmente llevaba, pero la verdad era que su cuerpo había sufrido múltiples lesiones que parecían cicatrices, esto debido a que Cinnamon no conocía el sistema de Zero y temía dañarlo por cambiar algunas piezas, por lo que había optado por hacer pequeñas reparaciones en el sistema y tratar de unir de nuevo la piel artificial del rubio.

Si los Hunters no se sometieran a reparación casi a diario, seguramente se verían igual.

A veces, esto le dolía a Zero. El de cabellos color trigo sabía que era atractivo, no necesitaba que se lo recordaran, pero estas "cicatrices" lo hacían inseguro de vez en cuando.

Por supuesto, todo mejoraba cuando X lo acariciaba y besaba cada una de sus heridas, haciéndolo sentir como si no importara cómo se viera, ese ojiverde lo amaría como fuera.

No pasó mucho tiempo para que los pantalones desaparecieran junto a la ropa interior.

Al igual que cualquier otra cosa que anduvieran puesta.

El ojiverde sonrió al sentir la mano del mayor sobre su mejilla, besó su antebrazo con ternura y llevó lentamente a Zero a acostarse sobre la cama.

-¿Estás listo?- preguntó X sin despegar su vista ni un solo segundo de los ojos zafiros de su pareja.

-Nací más que listo- respondió el otro. Con alguien como X, no se sentía inseguro, se sentía bien, se sentía querido e incluso más guapo.

El menor levantó entonces la pierna del rubio para tener un poco más que comódidad. La punta de su miembro rozó la entrada del mayor hasta que finalmente fue penetrado lentamente. Zero soltó un suspiro, cerró los ojos tratando de concentrarse en otra cosa que no fuera el dolor inicial.

Entró entera.

-¿Estás bien?- preguntó X al ver como su pareja fruncía el ceño.

-Sí... Lo estoy- el rubio se relajó un poco, se acomodó mejor apoyándose con su antebrazo sobre la cama. De lado se sentía mejor.

X comenzó a moverse lentamente, no quería lastimar a Zero, sabía lo mucho que aquello podía doler.

Zero también era bastante considerado en ese sentido. El miembro de Zero era grande, aunque no tanto como el de Signas, pero sin duda dolía sentirlo entrar.

Aumentó la velocidad poco a poco hasta que Zero le rogó que lo hiciera con más rudeza.

Ambos comenzaron a jadear hasta que el ojiazul comenzó a gemir, lo hacía en voz baja, o al menos trataba, no quería ser escuchado por otros que tal vez podrían estar despiertos o despertar a alguien con el ruido.

Cerró los ojos para concentrarse en el placer que sentía.

El ojiverde notó entonces que las pestañas rubias del mayor resaltaban más cuando este cerraba los ojos, en ese momento, el rostro sumido en placer de Zero le pareció la cosa más hermosa que jamás vería y quería mantener esa imagen en su cabeza para siempre.

-¡Ah, X! ¡Más... Ah!- su voz era melodiosa para los oídos del menor, quería escucharla por siempre, quería escucharlo gemir su nombre, que lo llamara, que lo deseara.

Hasta que...

"¡Comandante Signas! ¡Más... Ah!"

El de ojos esmeralda se detuvo, sacó su miembro y esto dejó totalmente desconcertado al rubio.

-¿Qué pasa?- cuestionó el mayor al castaño al ver su placer interrumpido.

-Ya no traigo ganas- respondió X dándole la espalda a Zero y acomodándose sobre la cama -Buenas noches, Zero, felices siete meses- se arropó con las sábanas.

-¿Qué? Pero si todo iba tan bien ¿Qué te sucede?- el rubio estaba indignado, molesto, confundido.

-Dije "Buenas noches, Zero"- exclamó el menor subiendo un poco el tono de su voz.

Zero guardó silencio por un segundo.

¿Había hecho algo mal? No entendía nada ¿Qué estaba sucediendo? Quería... No... Necesitaba respuestas pero aparentemente, X no estaba dispuesto a dárselas.

Comenzó a rendirse.

-Buenas noches... X- respondió con voz queda. Se acomodó sobre la cama dándole la espalda al ojiverde y se dispuso a dormir.

Mañana sería un nuevo día.

×××

¿

Y? ¿Les gustó? Espero que sí.

También espero que la hayan pasado bonito en San Valentín, cuéntenme cómo les fue UwU.

En mi caso, no pasó mucho, recibí saludos de algunos de ustedes, gracias UwU, se les quiere.

Se me cuidan y los veo en el siguiente cap.

Imagen bonus censurada por mí.

El diseño es mi pasión.

No recuerdo el nombre del artista pero publicaré el link de donde lo encontré (Rule 34 cof cof) en los comentarios para que vayan a verlo y lo descarguen, no c.

Por cierto, el diseño de Damerov lo publicaré en el otro libro, so... estén atentos wi.

Me despido, bai <3

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