capítulo 3.

En la plaza comercial.

Después de un largo y exhausto viaje, por fin Athena, Milo y los caballeros por fin llegaron a Japón y se adentraron a una de las plazas, Saori estaba más que contenta porque en esta ocasión iba acompañada de una “amiga", sus ojitos habían adquirido un brillo especial al ver tantas cosas nuevas y en oferta, por otro lado Milo no dejaba de verle el trasero a cada chica que pasaba, llamando la atención de las demás personas que se encontraban allí.

Aioria.- Milo ¿eres lesbiana?

Milo.- eres la segunda persona que me lo pregunte y te responderé lo mismo, me encantan las chicas.

Aioria.- ¿no has considerado tener un novio ahora que eres una chica?

Camus.- ¿Qué hombre seria tan ciego como para estar con Milo?

Milo le dedicó una mirada desafiante, la verdad era que Camus no quería que otro hombre se fijará en su pequeña rareza, Milo iba a ser suya de una u otra manera. Milo se había enojado ante tal comentario así que sin previo aviso tomó a Death Mask y lo besó en los labios, desconcertando al italiano y poniendo celoso a Camus y a Afrodita que no podía creer lo que su “compañera" acababa de hacer, Death Mask solo se quedo totalmente petrificado ante aquel beso, Milo solo le guiñó un ojo para después posar su mirada en Camus quien estaba rojo de furia, la peli azul solo le sonrió maliciosamente y se fue junto a Saori quien aún no decidía a que tienda entrar primero. Después de un rato Saori arrastró a Milo a una tienda de ropa interior femenina.

Aioria.- creo que haber venido de compras no está tan mal.- dijo Aioria poniendo un pie adentro de la tienda.

Saori.- Oh no.- lo jaló hacia afuera.- esta es ropa interior femenina, los chicos se quedan afuera.

Y así Saori volvió a jalar a Milo hacia los adentros de la tienda, comenzó a buscar y elegir ropa interior que le hiciera ver sexy pero no una mujerzuela. Afuera de la tienda estaban los cuatro caballeros esperando a Saori y a a Milo.

Camus.- ¿y para qué se supone que venimos?

Afrodita miro a Death Mask quien solo le sonrió.

Death Mask.- ya lo sabrán.

Después de una hora y media por fin ambas chicas salieron de la tienda cargando una pequeña bolsita en las manos y detrás de ellas dos jovenes quien cargaba unas veinte bolsas más cada uno, Milo iba a tomar las bolsas pero Saori se lo impidió.

Saori.- No Milo, ahora eres una chica, las chicas no cargamos nada. Camus, Aioria, Afrodita y Death Mask encarguense.

Camus y Aioria vieron a sus otros compañeros quienes ya cargaban lo que serían las bolsas de su querida diosa por lo que optaron en imitar a sus compañeros, pasaron de esa tienda a otra en donde se vendía el calzado femenino, Saori había escogido los tacones más hermosos y elegantes de toda la tienda, en cambio la de ojos zafiros había escogido unas bonitas zapatillas de deporte que hicieron que Saori diera un estruendoso grito, por lo que decidió ser ella misma quien elegiría los zapatos de Milo, saliendo de la tienda cada caballero tenia cinco cajas de zapatos, más las bolsas de hace unos momentos, pero ahí no acababa todo, no señor, pasaron a una tienda llena de ropa.
Y allí podíamos ver a nuestros grandes héroes sentados viendo entrar y salir a su diosa y a su amiga de los probadores, claro que toda la ropa que Milo se probaba era escogida por Saori.

Camus.- ¿cómo soportan venir de compras con Athena?

Afrodita.- Bueno, creo que ya nos acostumbramos.

Death Mask.- la empezamos a acompañar desde que se mudo al santuario.

Aioria.- pero es que... Solo han visitado dos tiendas sin mencionar esta y mira la cantidad de cosas que llevamos nosotros.

El caballero de cáncer y el peli celeste solo se encogieron de hombros, la verdad era que un principio no les gustaba ir de compras con su diosa ya que ésta siempre compra en exceso, sin embargo con el tiempo se acostumbraron y por hacer tan buen trabajo Saori les compraba una que otra cosa como recompensa.
Despues de media hora de estar sentados sin hacer nada, Saori pagó todo y los chicos tuvieron que cargar con otras veinte bolsas más, Milo se dio cuenta de que tanto Camus como Aioria tenían problemas con la carga por lo que se le ocurrió hacerlos sufrir, sobre todo a Camus por aquel cometario hiriente.

Milo.- emmm Athena, ¿que es esa tienda?- dijo la peli azul señalando una tienda de cosméticos.

Saori.- oh es verdad, hay que entrar, escoge lo que gustes Milo.

Y así fue Milo entro y eligió varias cosas, terminando con un total de seis bolsas más para sus queridos acompañantes.
Después de estar en esa tienda Saori pensó que a Milo le harían falta algunos accesorios, entraron a una joyería en donde Milo, solo para joder a los chicos escogió otro montón de cosas, incluso cosas que hasta él sabía... Ella sabía que jamás usaría. El caso es que Aioria y Camus iban cada uno con veinte  bolsas y cinco cajas de zapatos, los pobres no podían ni caminar bien con tanta carga, en cambio Afrodita y Death Mask iban de lo más normal.

Saori.- Bueno creo que es todo.

Camus y Aioria.- ¡Al fin!

Milo.- Sí me lo permite Athena, hay otra cosa que me gustaría tener.

La mirada del acuariano y del león se clavaron en Milo como cuchillos afilados.

Saori.- Claro, dime de que se trata.

Milo.- Quiero libros, me encanta leer.

Camus.- No es cierto.

Milo miró con una mirada asesina a su mejor amigo, era verdad, no le gustaba leer pero con tal de ver a sus amigos cargando más cosas compraría libros para hacerle más pesada la carga.

Saori.- por supuesto Milo, vamos hay una librería cerca.

Milo miró a Camus y Aioros con una gran sonrisa de satisfacción en sus labios mientras que con su mano derecha les enseñaba el dedo de en medio lo que hizo que el peli celeste y Death Mask comenzaran a reír por las caras que tenían Aioria y Camus. Cuarenta minutos más tarde Milo, bueno más bien los caballeros de acuario y leo llevaban una pila de libros más las otras compras.

Saori.- Bien, ahora si a irnos.

Milo.- esperen.

Aioria y Camus.- ¡¿Ahora que Milo?!

Milo.- solo debo ir al baño.

La peli azul fue corriendo al baño ya que se estaba meando, pero al no estar acostumbrada a lo que ahora era, entró al baño de caballeros encontrándose con tres chicos quienes lo primero que vieron fue aquella figura que poseía Milo.

Milo.- lo siento ya me iba.

Chico 1.- ¿ya te vas tan rápido muñequita?

Milo.- No me llames muñequita.- dijo tornándose fría.

Chico 2.- Esta bien nena, es solo que no queremos que te vallas tan pronto.

Milo.- Idiota.- mascullo la joven, al darse la vuelta para salir de aquel lugar se percató que el tercero de los chicos se habia colocado en la puerta cerrándola con seguro.

Chico 1.- Vamos nena, solo un ratito.

Chico 3.- queremos jugar contigo.- dijo el tercero dándole una fuerte nalgada a Milo.

Milo.- Oh viejo, no debiste hacer eso.- fue entonces cuando la uña de su dedo índice se alargó y se torno completamente roja.- entonces quieren jugar.

La miarada de Milo se volvió sombría y de su labios una sonrisa sádica apareció, los tres chicos comenzaron a retroceder.

Milo.- Si les lanzo la aguja escarlata morirían en cuestión de minutos.- se acercó a los chicos.- pero ustedes quieren jugar.- con la uña acarició el rostro de uno de los chicos.

Chico 3.- ¿qu... Qué nos vas a... A hacer?

Milo.- es una muy buena pregunta.

Fue entonces cuando Milo le dio un rodillazo en la entrepierna a uno de ellos.

Chico 1.- ¿qué esperan? ¡agarrenla!- dijo tocandoce en la parte donde recibió el golpe.

Los otros chicos se abalanzaron contra Milo pero esta les dio una buena madrina, dejandolos inconscientes, se arregló el vestido y salió del baño como si nada.
Al llegar con los otros se disculpó con la excusa de que había mucha gente en el baño.

                           ...

Ya en el santuario, Milo guardó toda su ropa nueva y en una caja metió toda la ropa de hombre que ya no podía usar, se llenó de nostalgia, extrañaba la compañía femenina, poder hablar cosas de hombres con su mejor amigo, poder embriagarse o bañarse hasta después se tres días, sonará asqueroso pero era la verdad, cuando a Milo le daba flojera bañarse lo hacia hasta el día siguiente o incluso hasta dos o tres días después, ahora, odiaba ser una chica, tener que escojer ropa, bañarse todos los días y soportar idiotas como los que se había encontrado en aquel baño, dio un suspiro y se metió a su cama a dormir.

Al día siguiente se levantó como de costumbre, a excepción de que la cama estaba manchada de algo rojo.

Milo.- ¡¿pero qué carajos?! ¡Me voy a morir!

Milo se levanto de su cama e inspeccionó lo que se hallaba entre sus sábanas, SANGRE, nuestra pobre escorpiona había sangrado, es decir le había llegado su menstruación, pero ella al no saber nada de las mujeres, excepto de que tienen vagina pensó que se estaba muriendo, así que llamó a Afrodita.

Afrodita.- Hola ¿pasa algo Milo?

Milo.- ¡Dita es terrible!

Afrodita.- ¡¿qué sucede?!- dijo ya un poco alarmado.

Milo.- ¡Ven pronto te necesito!

Afrodita colgó y salio corriendo como alma que lleva el diablo hasta el templo de Escorpio, no lo pensó ni dos veces y entro a la habitación de la peli azul quien tenia las manos llenas de sangre.

Milo.- ¡Afrodita me estoy muriendo!

Milo se acercó a Dita y con las manos llenas de aquel liquido espeso le tocó la cara para después tirarse al piso a llorar.

Milo.- ¡Adiós mundo cruel!

Afrodita sintió un olor asqueroso, como a pescado echado a perder, fue entonces cuando se dio cuenta de que provenía de la sangre, miro hacia la cama en donde vio una gran macha roja.

Afrodita.- Milo... Deja tus payasadas, no te estas muriendo.

Milo.- ¡¿entonces por qué sangró por mi chuchi?!

Afrodita rodó los ojos y suspiró.

Afrodita.- porque te ha llegado tu mes.

Milo.- ¿mi mes? ¿qué es eso?

Afrodita.- tu menstruación, animal.

Milo.- ah, ¿entonces no me voy a morir?

Afrodita.- no Milo, hagamos esto, iré a Rodorio por unas cosas para ti, cambia las sabanas y date un baño.

Milo solo asintió y se puso hacer lo que el peli celeste le había ordenado y éste después de limpiarse la cara se fue hacia el pueblo.
Pero había alguien quien se estaba riendo de esta pequeña situación, allá en el olimpo, el gran dios del trueno observaba cada movimiento de la peli azul, estos días se había reído mucho, pero con esto rebozaba de risa.

Para cuando Afrodita llegó Milo ya se había bañando y solo estaba en una toalla.

Afrodita.- Toma.- le dio una bolsa.- son tampones y toallas femeninas.

Milo sacó uno de los tampones y se lo quedó viendo.

Milo.- ¿y esto como me lo pongo?

Afrodita.- lo metes por la vagina.

Milo.- ¡¿qué?! No me meteré esto por el hueco de mi chuchi.

Afrodita.- entonces usa las toallas intimas, en el empaque dice como usarlas.

La peli azul tomó sus ropas y la bolsa con las toallas íntimas y metió al baño que está en su habitación.
Comenzó a leer las instrucciones, paso a paso empezó a ponerse la toalla.

Es como un jodido pañal.

Pensó, pero... Más de una vez la toalla no le quedó sujeta a las bragas, haciendo encabronar a la de ojos zafiro, pero después de varios intentos lo logró, se vistió y salió.

Milo.- ¿cuánto dura esto?

Afrodita.- depende, hay mujeres a las que les tarda tres días o una semana.

Milo.- ¡¿Una semana con esto?!

El pisciano solo asintió y se quedó observando a su compañera quien no dejaba de blasfemar el día en que se volvió una mujer.

Milo.- ¿cada cuánto llega esto?

Afrodita.- cada mes, Milo ¿enserio no sabes nada sobre chicas?

Milo.- ¿y tú como sabes tanto de ellas?

Afrodita.- el patriarca tiene un libro sobre anatomía femenina.

Milo.- ¿una revista porno?

Afrodita.- aparte de esa, debes de pedirle el libro e informarte, las chicas no solo sirven para follar.

Milo se quedó en silencio, durante mucho tiempo siempre pensó eso de las chicas, que solo eran para estar un rato o una noche.

Afrodita.- oye Milo, ¿has pensado en tener novio y perder tu virginidad?

La de cabellos azules puso cara de WTF ante aquella pregunta, solo llevaba tres días en ese cuerpo.

Milo.- no dejaré que ningún pito entre en mi chuchi, yo prefiero a las mujeres.

Afrodita.- ¿si eres lesbiana?

Milo.- Puta madre, a lo que me refiero es a que no pienso quedarme siendo una mujer, Saori y su padre deben de estar buscando la manera de regresarme a mi estado anterior.

Si claro.

Pensó el dios Zeus seguido de una carcajada.

Milo.- Iré a ver Camus.

Milo se fue a Acuario acompañado de Dita quien se fue de largo hasta su templo.

Milo.- ¡Camus!

Llamó Milo desde la sala.

Milo.-¡Camus!

Volvió a llamar sin respuesta alguna, fue a la cocina y no estaba, fue a la pequeña biblioteca de Camus pero tampoco se encontraba allí, fue entonces cuando se le ocurrió buscarlo en su cuarto, se metió silenciosamente, la cama estaba bien arreglada y no se veía a Camus por ninguna parte, cuando se dio la vuelta para irse escuchó unos sonidos provenientes del baño de la habitación de Camus. Milo se fue acercando y pegó su oído a la puerta para escuchar lo que pasaba adentro, de donde escucho gemidos por parte de francés, por un momento pensó que estaría teniendo sexo con alguna mujer pero no había escuchado gemidos femeninos, hací que se debía estar masturbando pensó Milo, ya se iba para dejar a su amigo hacer sus “cosas" hasta que escuchó...

Camus.- Oh Milo...

Milo abrió los ojos como platos y abrió la puerta de golpe asustando a Camus quien no tenia pantalones.

Milo.- ¡¿Te estas masturbando pensando en mi?!

Camus.- ¡Carajo Milo!

Dijo Camus cubriéndose con las manos su miembro erecto para ocultarlo de Milo.

Camus.- ¿qué haces aquí?

Milo.- Bien, solo venia a ver a mi mejor amigo y me lo encuentro masturbándose mientras decía mi nombre.

Camus.- escuchaste mal, dije Mijo.

Milo.- ¿quien es Mijo?

Camus.- una chica que conocí en rodorio.

Milo.- no te creo.

Milo se fue acercando a Camus quien aun tenia la parte de abajo desnuda, se acercó a él y pego su cuerpo al del francés.

Milo.- Así qué, te gusto Camusito.

Milo colocó sus manos detrás del cuello de Camus pegando más su cuerpo y sintiendo el miembro de Camus que aun estaba algo erecto.

Camus.- Milo... ¿qué haces? Tú...

Fue callado por un beso que Milo le dio, al principio se sorprendió pero después le siguió el beso, aquel beso era caliente y apasionado, pero Milo lo había hecho con la sola intención de molestar a su amigo, mientras que Camus disfrutaba de aquella sensación que su amiga le provocaba, pero después se separaron por falta de aire.

Camus.- ¿por qué lo hiciste?

Milo.- por esto.

Milo rozó el miembro de Camus que ahora se había erguido una vez más. Milo sonrió y se apartó de su amigo.

Milo.- que te diviertas pensando en mi.

Y salió corriendo dejando a un desconcertado Camus, la peli azul sabia que Camus solo había hecho aquello porque ahora era una mujer que tenia buenos atributos, no por otra cosa, es decir, ella hubiera hecho lo mismo si Camus estuviese en su lugar, o al menos eso pensaba , pero no se imaginaba que realmente su mejor amigo se había enamorado de ella incluso antes de que se volviera una mujer.

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