Capítulo 7

Después de los acontecimientos ocurridos un día anterior Perla ya no se sentía tan sola, ahora sabía que podría contar con alguien, con alguien con la que solía discutir en el pasado. Amatista ahora la apoyaba y esto fortaleció su amistad. Perla siempre se sintió sola en el mundo. Nunca le contó nada a nadie, como se sentía y guardaba todo para sí. Estaba más que contenta de saber que podía contar con el apoyo incondicional de la morada.

A la mañana siguiente...

Steven se levantó y fue a desayunar como de costumbre pero no encontró a las chicas por ningún lado, entonces pensó que habían salido solas más temprano sin él en una misión. Así que se dispuso a preparar su desayuno teniendo la casa sola para él.

Mientras que la morada y la pálida se encontraban afuera del templo, cerca el faro conversando sobre la situación de Perla

—Y.... Entonces... ¿Desde cuándo te gusta el muchacho?—preguntó la pequeña

—¿Gustarme? Yo... Lo amo con todo mi ser, sin él yo no podría vivir—

—¿Se lo piensas decir en algún momento?—

—No creo que pueda, es muy complicado, él solo me ve como una amiga, ni creo que pueda decirle... Me rechazará y no quiero perder nuestra amistad. Es a lo que me aferro ahora mismo. A veces me gustaría decirle todo lo que siento, cuanto lo amo, cuanto lo adoro, cuanto lo necesito, cuan enamorada estoy del joven cuarzo, para poder aligerar mi corazón, pero despierto de golpe con la dura realidad—

—¿Por qué al menos no intentas acercarte un poco al chico?— Quizás logres tener un efecto en él—

—Cuando estoy junto a él suelo ponerme muy nerviosa, además no soy tan divertida como tú, fuerte y genial como Garnet o interesante como Connie, soy tan solo una simple perla—

Connie... solo habla de Connie...

—No digas eso, tú eres genial y divertida, sabes cosas que los demás no sabemos, por eso te... admiro...—Se avergonzó un poco al decirle tan tierno cumplido a su amiga—Yo creo que eres grandiosa—

—Oh Amatista, es muy tierno de tu parte pero me gustaría que Steven piense eso de mí—el comentario de la pequeña había causado una momentánea sonrisa en la delgada, que se borró al terminar su oración. Perla se sentó en el suelo y abrazó sus rodillas.

—Vamos P, no seas tan dura contigo, tú en serio eres genial y Steven lo sabe, quizás tan solo debas tratar de acercarte más a él—

  —De hecho no estoy segura si algún día lleguemos a ser algo,veo ese futuro muy distante y tan lejos de mi, quizás no deba decirle nada y empezar a superarlo— dijo Perla resignada.

—¡No! ¡Vamos! No cometas ese error, si sientes algo ahora mismo, debes hacer algo, antes de que alguien más te lo quite— dijo Amatista tratando de animar a su compañera.

—Ahora que lo mencionas, Steven solo habla de Connie— respiró profundamente y dijo—Desearía ser ella, para que él se fije en mi— 

— Solo debes ser tú misma, ¡créeme!— replicó la morada con firmeza.

—Gracias, no se que haría sin ti....— respondió Perla forzando una ligera sonrisa a pesar de lo triste que estaba.

  —Solo pasa más tiempo con él; a pesar de que vivimos con él ,tú apenas hablabas con él sobre algo que no fuesen las misiones, Steven no es tonto y pronto quizás note algo más en ti—sugirió Amatista.

Ese mismo día en la noche

Amatista estaba en su habitación y no había señales de Garnet cerca, Perla pensó que sería una buena oportunidad para hablar con Steven, tal como le había aconsejado Amatista en la mañana.El joven se encontraba jugando en la consola que tenía ahí arriba. La pálida se le acercó con cuidado y le preguntó qué hacía, un poco insegura porque no quería molestarlo.

— H-Hola Steven... ¿Q-Qué estas jugando?— preguntó la nariz puntiaguda balbuceando un poco por el nerviosismo.

  —No es nada, es sólo uno videojuego de mi programa favorito— respondió el muchacho sin quitar la mirada de la pantalla.

Hubo un silencio de unos pocos segundos hasta que la pálida terminó de pensar en lo que diría.

  — ¿Y... hay lugar para un segundo jugador en esa máquina de entretenimiento para humanos?— preguntó Perla un tanto insegura por la respuesta del muchacho.

Steven pausó el juego y se le quedó mirando por segundos y luego le dijo —Vaya, nunca antes te habías interesado por estas cosas, me sorprende un poco—

  — Oh yo... yo solo...— Perla trataba de buscar rápidamente alguna excusa y luego fue interrumpida por el chico, este le había dando un segundo control.

—Será divertido, la única vez que jugué con alguien fue con Connie cuando vino hace unas semanas— aseguró el muchacho aún teniendo el mando en una mano y para dárselo a Perla.

   Connie... qué tiene esa Connie con mi chico...

  —Vamos, tómalo y siéntate— dijo Steven mientras se hacía un lado para hacerle un espacio a Perla. A él le emocionó un poco la idea de jugar con ella. Perla volvió en sí y dejo de pensar en lo que había dicho el chico sobre su amiga.

  — Pero... yo... la verdad es que no sé... no sé jugar— respondió con cierta timidez.

— No te preocupes, yo te enseño, es realmente sencillo una vez que practicas un poco— lo dijo mientras miraba a Perla a los ojos, y ella se lo quedó mirando por unos segundos y dejó de escuchar lo que el joven le decía. Ella se perdió en la mirada de Steven, el rostro del chico la había hipnotizado y ella no podía parar de pensar en lo hermoso ,que para ella, él era.

Oh Steven... si tan solo supieras lo que siento por ti, si tan solo supieras lo que en mi ocasionas... aliviarías mi corazón...

  —Muy bien, comencemos— dijo el híbrido de manera entusiasta.

Aunque Perla no escuchó mucho de su explicación, ella se dispuso a hacer su mejor esfuerzo. Así los dos se quedaron un par de horas hasta que a Steven le llegó la hora de dormir.





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Espero que les haya gustado el cap. Lo siento si no actualicé el domingo como de costumbre, pero esta semana actualizaré antes del viernes o ese mismo día para compensar. Aprovecharé este pequeño espacio para agradecer los que me siguen, muchas gracias en serio ^^

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