Capítulo 10 (1/2)

Pasaron los días y Steven se sentía un poco raro con lo que respecta a su compañera, era como si ahora él necesitara de la compañía de Perla, él no sabía describirlo realmente. Solo disfrutaba de su compañía ahora más que nunca. Cuando pensaba en ella no podía evitar sonreír pensando en lo linda que era pero él no se lo decía porque sentía que lo vería un poco raro. 

Sonó el timbre de la casa y Perla salió para ver quien llamaba. Allí estaba Connie con la gigante espada de Rose sobre la espalda, esperando que la delgada le enseñase más sobre el arte de ser un espadachín. 

 —  H-Hola Perla, tan sólo vine por las lecciones... vine la semana pasada y la anterior a esa pero parecía que no estabas y no q-quería molestarte—  Dijo Connie titubeando un poco al estar en una posición más baja a la de Perla por lo que se sentía intimidada,sentía que no era la misma Perla. 

Connie...

La pálida la inspeccionó de pies a cabeza con una mirada estoica y hasta cierto punto hostil  estando con los brazos cruzados. Ella sabía que tenía algo con Steven o quizás eran tan solo celos e ideas locas de la nariz puntiaguda. Después de haberla mirado un rato decidió responder.

 —  Lo siento tanto estoy ocu— Perla fue interrumpida por Steven 

  — ¿Quién es Perla?  ¿Es Connie? Vino por su entrenamiento— dijo el gem gritando desde la sala.

Connie miró a Perla y al ver su mirada seria ella soltó una risilla nerviosa. 

— Muy bien, pasemos— dijo Perla y acto seguido se dio la vuelta dándole la espalda. 

Connie la siguió y por ende Steven también, al chico le entretenía ver sus dos mejores amigas entrenar.

Llegaron a la arena flotante donde suelen entrenar y comenzó el entrenamiento, Steven desde las gradas siempre alentando a Connie. 

Steven.... por qué siempre tienes que decirle lo bien que lo hace.... 

Perla empieza a atacar más agresivamente.  

  — ¡Vamos! ¿Es qué no has aprendido nada aún? —  dijo Perla con el ceño fruncido.

Connie responde adecuadamente a cada ataque y logra bloquear todos los intentos de desequilibrarla 

— H-Hago lo mejor que .... ¡puedo!— replicó Connie con el poco aliento que tenía.

Perla se da cuenta de que ella aún no pierde el equilibrio. La delgada quería humillar (qué cruel suena esto) a Connie frente a Steven. 

Perla cierra los ojos y utiliza su fuerza sobrehumana para lanzar a Connie por los aires, Connie cae de espaldas y suelta un alarido de dolor.

Perla se da cuenta de lo que acaba de hacer, está aterrada. 

¿Sigue viva? ¿Esta viva? ¿Respira? Dios, qué pensara Steven ahora de mi....

Steven corre hacia donde está su compañera derribada.

  — ¿Estás bien? ¿Te rompiste algo? —  preguntó preocupado el muchacho. 

  —Sí... estoy... bien...— Dijo Connie tratando de tomar un poco aire y levantarse, aunque lo hacía con cierta dificultad. Estaba totalmente empolvada y despeinada, se había lastimado un poco el codo al caer pero se encontraba bien.

  — Dios tus padres no volverán a dejarte ir a mi casa — exclamó el híbrido muy preocupado.  

  — No si no se enteran— Connie rió un poco adolorida. 

Perla miraba en shock la situación, no podía creer lo que había hecho, había usado su fuerza para lastimar a un humano, estaba ligeramente aliviada que Connie esté bien. Perla corre hacia donde está Connie 

— Lo siento, lo siento tanto, no medí mi fuerza y me dejé llevar por el momento— Perla mentía, ella sabía perfectamente lo que hacía. Esos celos casi le costaron la vida a la morena.

—No te preocu— La lastimada fue interrumpida por el joven cuarzo.

—¡¿Perla qué te pasa?! — Steven estaba molesto, esto casi nunca se veía. Ella había hecho algo muy pero muy malo—Pudiste haberla matado— .

  Perla miraba atónita la reacción del muchacho. Ella estaba avergonzada y arrepentida.

—Steven, tranquilo, son cosas que pasan en este... arte—  la morena trataba de minimizar la situación, mitigar el daño que la nariz puntiaguda había causado.

— Claro que no, ella sabe que no puede utilizar su fuerza contra ti, tú eres pequeña y humana— Steven sonaba protector. 

Trate de hacer quedar mal a Connie frente a mi Steven, pero ahora le está reconfortando.... qué tonta fui.... no importa cuanto lo intente.... nunca seré como Connie....

  — Será mejor terminar el entrenamiento por hoy — dijo Connie cogiéndose el codo.

  — Déjame ayudarte— ofreció ayuda el gem mientras trataba de cargar a su amiga en brazos.

— Lo siento tanto, hice mal... l-lo lamento— Perla estaba totalmente arrepentida. 

Perla se levantó, uso el teletransportador y fue hacia su habitación. Quería estar sola ahora mismo.

Perla llegó hasta su habitación y se desplomó en llanto. Se sostenía de las rodillas sobre el suelo....

¿Cómo? Mis celos hicieron que casi dañe a Connie y lo peor de todo es que Steven fue a ayudarla... Ahora pasarán tiempo juntos, se enamorarán, se casarán y vivirán felices. Y yo me quedaré aquí, sola con mi miserable vida... pensé que Steven y yo... podríamos ser algo..... pensé que él y yo podríamos... ser felices juntos.... pensé que con su amor pondría fin a mi sufrimiento. ¿En qué estaba pensando? Aunque lo intente nunca podré con nadie, ni con un humano, soy tan solo una perla , no puedo hacer nada bien....

Perla se sentía deprimida, sentía que perdía al muchacho.

Nunca pensé que esto de enamorarse sería tan difícil.... no lo sé... ahora es como si quisiera no vivir... desearía que mi gema se rompa... desearía desaparecer...

Steven... me gustaría qué te des cuenta.... de cuanto.... te amo.... 

Ahora Perla imaginaba al muchacho junto a ella, ella sólo quería que él le correspondiese, que él sintiese lo mismo por ella, que la ame como ella lo ama.  Lo necesitaba demasiado. Pero ahora ella se ahogaba en desesperación. ¿Quién podría consolarla ahora? 

Mi... corazón pesa...







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