Capítulo I: El club del almacén del conserje
Todo comienza con una destrucción.
Si nos decidimos fijar en la ciencia en vez de en las religiones veremos que todo comienza por una destrucción, lo llaman "Big Bang", y... ¿qué fue?, básicamente una explosión que lanzó materia a todas las direcciones y gracias a esa explosión o destrucción nosotros estamos aquí leyendo y contando historias que serán olvidadas cuando llegue nuestra propia destrucción.
También es cierto que todo lo que se empieza de una forma u otra se acaba.
Los humanos lo aceptamos, cierto es que nos da pena cuando muere un ser querido o cuando alguien fallece bastante joven, pero todos estamos acostumbrados a la imparable muerte y destrucción, a fin de cuentas nos acabará tocando a nosotros.
Los humanos tenemos la capacidad de omitir pensamientos negativos en nuestra cabeza.
El mundo se podría acabar ahora, en 3h, en 3 min o en 3 s pero nosotros seguimos plácidamente con nuestra vida rogando que se alargue lo máximo posible.
¿Vas a morir?, ¡sí!, todos lo harán, ¿Iré al cielo?, ¿Me pudriré en la tumba?, ¿Me reencarnaré?...
Los humanos somos en cierta medida idiotas.
Porque creemos y tenemos fe, esperanza de que habrá algo más allá y básicamente eso es lo que nos ayuda a luchar contra la Muerte, nos impulsa a querer vivir.
Por mucho que roguemos o pidamos eso no se irá porque la Muerte es parte de nosotros, de todos los seres vivos.
Todos los humanos inconscientemente tenemos el instinto de la destrucción en nuestras venas.
Está en nuestra sangre.
...
Ráfagas rojas en un cielo azaroso lleno de grandes y tenebrosas nubes negras.
Apocalipsis
La tierra sin apenas un índice de vida, sin vegetación, animales, agua. Toda bañada por un fuego pernicioso.
Apocalipsis
La tierra mostraba grietas profundas que llevaban hasta el núcleo de esta.
Apocalipsis.
Era el apocalipsis final de aquella tierra donde solo se podía ver un alma viva. Era una chica, rozaría sus 46 años y corría tan veloz como si fuera una atleta. Su pelo volaba con el viento, era moreno oscuro, ondulado y muy largo, sus ojos eran violetas oscuros y resaltaban con su piel pálida y sus labios rojizos.
Llevaba una camisa de asas verdes y unos pantalones negros con unos zapatos también del mismo color.
Estaba muerta de miedo.
Había visto a lo lejos un cuerpo tirado en el suelo y sus esperanzas la hacían creer que no era la persona que pensaba que era.
Pero desgraciadamente sí que era quien pensaba ella.
Tenía una espada clavada en todo el pecho y creaba su camiseta blanca en una camisa roja ensangrentada.
Sus pantalones eran unos vaqueros azules y sus zapatillas eran blancas.
Su cara no mostraba indicios de dolor y menos de pérdida pero su mirada estaba vacía y perdida y sus ojos marrones miraban de reojo al suelo. Su piel estaba pálida porque llevaba muerto mucho tiempo y sus labios habían perdido el color, él era castaño, su pelo estaba alborotado y su barba era del mismo color que su pelo.
Tendría unos 46 años.
La mujer se puso las manos a la boca con mucha fuerza y cerró los ojos dejando que las lágrimas bajaran una y otra vez por sus mejillas.
Era su marido.
-¡Ayuda!, ¡Ayudadme!- Gritó a los cuatro vientos la señora.
Miró con miedo a la derecha y a la izquierda con fe de ver a alguien que le pudiera ayudar.
Entonces aún con los ojos empapados corrió porque vió a otra figura llorando de rodillas al suelo.
Corrió todo lo que pudo pero cuando iba a llegar a junto aquel niño de 13 años vió cómo lloraba y sufría gritando desconsoladamente.
Tenía un cuerpo en sus brazos.
El niño le estaba dando la espalda, tenía el pelo de color negro y alborotado, llevaba una camisa de rayas azules y unos pantalones azules.
Era su hijo.
La mujer paró en seco asustada y retrocedió un poco mientras escuchaba voces infantiles y risas.
-¡Violeta!
...
La mujer abrió los ojos prácticamente con el corazón en el puño y con el temor en las venas.
Esta se encontraba en la cama y mirando directamente a sus ojos marrones estaba Jonás, su marido, observándola con su pijama de rayas azules puesto.
-Jonás- suspiró llevándose la mano a la cabeza lo cual hizo que disminuyera su ritmo cardíaco y se tranquilizara- Menos mal, estás bien...
Jonás sonrió
-Claro, estoy bien, ¿y tú?, tuve que despertarte porque parecías alterada.-dijo Jonás.
-Una mala pesadilla-Dijo Violeta- Solo fue eso, una mala pesadilla, nada más.
-¿Estás bien?, ¿seguro?, desde que llegó la nota de tus hermanos cada noche tienes pesadillas.-dijo asegurándose Jonás.
-Sí, tranquilo, es que me tiene de los nervios todo esto pero ya está-Dijo sonriendo.
Apenas pasaron 2 segundos que Jonás no lo pudo esperar más y lo preguntó:
-¿De qué iba?-Dijo intrigado
Violeta resopló.
-Si no me lo quieres contar no pasa nada-Dijo Jonás tocándole el pelo- Lo entiendo.
-No, claro, te lo contaré-Dijo Violeta sonriendo- Era un apocalipsis tenía los ojos otra vez violetas y 10 años más, 46, y tú también...-Dijo tragando saliva lentamente- estabas. Estabas en el suelo muerto con una espada clavada y también ví a Tobby, estaba un poco más mayor y estaba llorando y no sé me asusté-Redactó brevemente Violeta.
-Fue una pesadilla, simplemente una pesadilla-Dijo Jonás tranquilizando a su mujer.
Violeta lo miró con un brillo de pena:
-No quiero que os pase nada malo ni a tí ni a Tobby, sois lo que más quiero.
-No nos pasará nada malo-Dijo sonriendo Jonás
Violeta vaciló apenas unos segundos:
-¿Lo prometes?-Dijo con felicidad en sus ojos marrones oscuros y con un brillo infantil.
-Lo prometo-Dijo Jonás.
Ella cogió su mentón, lentamente lo acercó a sus labios y unió sus comisuras de sus labios con las suyas besándolo lentamente.
-Gracias-Musitó Violeta apenas separándose un poco.
La puerta se abrió de golpe y Tobby estaba completamente cambiado y con la mochila a la espalda.
-¡Mamá!-Gritó Tobby-¡Papá!, son las 7:45 y vosotros aún en cama, ¡vamos a perder el autobús!
Jonás y Violeta se miraron y no pudieron evitarlo y se rieron al mirarlo fijamente.
-¿Qué os hace tanta gracia?-Dijo un poco serio Tobby
-Hoy se atrasa la hora, son aún las 6:45-Dijo Violeta riendo.
Tobby los miró decepcionado:
-Hice todo esto ¿para nada?-Dijo realmente decepcionado
-Lo siento...-Dijo Jonás -Pero sí.
Tobby dejó la mochila en el suelo
-Buenas noches-Dijo con sarcasmo Tobby.
Violeta sonrió
-Buenas noches-Dijo Violeta apoyó su cabeza en el pecho de Jonás rogando que el demonio no azotara más sus pesadillas.
...
...
...
...
...
Galicia.
Es el nombre más bello que pudo recibir la tierra ubicada en el norte de España.
Es una tierra que muchos visitantes de España pasan completamente por largo dejándola a un lado pero olvidan lo bella que es.
Sus florestas y bosques rodeando cada tramo de esta bella comunidad autónoma son prácticamente la belleza más deslumbrante.
Sus mareas y sus playas frías son relajantes y abundan en la mayoría de provincias.
Y finalmente su comida.
A cualquiera que sea "De bo dente" debe visitar la gastronomía de Galicia. * Expresión que significa que come muy bien, muy variado y mucha cantidad.
Es bella. No tiene más palabras para un verdadero gallego.
"É máis doado facer escoitar a un xordo que sacar un galego de Galicia"
O por lo menos eso pensaba Silvia, la profesora de gallego de Tobby, que aún no había llegado aunque, en cierta medida, eso ya era usual en ella.
Tobby estaba en su clase, la única clase de 7⁰ de E.G.B, él estaba sentado en el pupitre del medio mientras todos armaban jaleo y gritaban a los aires.
Pegó con el pié en la silla de delante de su pupitre que estaba su amigo Alejandro.
-Alejandro-Musitó somnoliento Tobby apoyando su cabeza en su mano- Madre mía, tengo un sueño...
Alejandro se dio la vuelta y asintió frenéticamente, era un niño más bien taciturno que otra cosa.
Su pelo era moreno y estaba muy liso, era muy largo y casi cubría un ojo de su cara.
Era un niño muy alto, mucho más alto que cualquier niño de 12 años.
-¿Apostamos?-Dijo Tobby un poco cansado- Te apuesto que llega antes Silvia que David. 800 pesetas, ¿Aceptas?
Alejandro se lo pensó apenas unos segundos y asintió lentamente, pasaron apenas tres segundos y de repente entró David, él tenía el pelo marrón largo para aquella época, su pelo era parecido a un tupé, sus ojos eran verdes y su piel estaba amarronada.
Era el hijo de Claudia
-¡Siento llegar tarde!-Gritó David mientras se acercaba a su pupitre que era el de la derecha de Tobby.
-¡¡Shh!!- Gritó Mara, era la delegada de clase y se sentaba detrás de Tobby
A Tobby Mara le parecía un ángel del cielo prácticamente.
Sus labios rojizos hacían contraste con su tez pálida y eran del mismo color que su rojizo pelo.
Sus ojos eran azules como el cielo en los días despejados y su mirada solía ser intensa, interesante y cautivadora.
Era la hija de Ester.
Pero David tenía una manía incontrolable a Mara...
-¡Metomentodo!-Dijo David- Todos están gritando.-Dijo David mientras Tobby estaba oponiéndose a Alejandro:
-¡No es justo!, Seguro que ya lo habías visto.-Dijo muy enfadado Tobby.
David se sentó en el pupitre
-¿Qué pasó?-Dijo David con curiosidad.
-A Alejandro debo 800 pesetas.-Dijo Tobby con rabia.
Los dos miraron directamente a Alejandro.
-Es cierto-Dijo con voz seria Alejandro- Llegas 12 min. 27 s. y 9 milésimas tarde.
-Por lo menos llego antes que la señora. Está con el amante así que aún tardará.-Dijo sonriente David.
-¡¡Puaj!!- Dijo asqueado Tobby
-¿Por qué le hace eso a su marido?-Dijo Mara
-¡Metomentodo!-Gritó otra vez David.
-Tiene razón-Dijo seriamente Alejandro- ¿Por qué le hace eso a su marido?
Antes de que fueran a responder Sonia y Blanca gritaron:
-¡¡Viene Silvia!!
El silencio se hizo y la profesora entró en la clase lentamente.
Sus ojos eran marrones y su pelo castaño estaba recogido en una coleta larga.
Su cara hosca y su nariz grande la hacían parecer una bruja.
Silvia se paró en medio de la clase aún mirándolos con la misma mirada seria y con su habitual circunspección.
Todos la miraron atentamente con seriedad.
-¿¡A qué esperáis!?-Dijo gritando Silvia-¡Vamos!, Sacar las libretas y los libros
...
Violeta corrió como pudo para llegar al baño de profesores.
-¡Rosa!-Gritó mientras entraba al baño y la vió.
Rosa lavaba cuidadosamente sus manos y se sorprendió mucho al verla.
-Buenas Victoria-Dijo sonriendo Rosa.
-¿Puedes cubrirme 5 minutos?-Dijo rápidamente entrando en un retrete de los que había.
-Claro-Dijo Rosa rápidamente saliendo del baño.
Violeta cogió su pelo y comenzó a vomitar:
"Ya decía yo que la carne no olía bien" pensó Violeta.
Tras unos segundos llegó a su clase y se encontró a Rosa hablándoles sobre su vida.
-¿¡Os lo podéis creer!? Me dijo que no, que no me quería acompañar a comprar ropa-Dijo muy indignada Rosa.
-Ya te digo Rosa-Dijo Violeta sonriente.
Rosa la miró, no había notado que había entrado en la clase.
Luis levantó la mano:
-¿Pu pu puedo ir al ba ba baño?- Dijo tartamudeando.
Violeta iba a responder pero no pudo porque en vez de escuchar esa voz escuchó la voz de El Zhur hablando:
-Eso Victoria, mejor dicho Violeta, ¿pu pu puedo ir al baño?- Dijo con sarcasmo la voz de El Zhur.
Violeta perdió el instinto y cayó al suelo desmayada, perdiendo la conciencia.
Pasaron unos segundos y Violeta parpadeó y se encontraba tirada en el suelo y su expresión era de miedo.
Rosa miró con miedo a Violeta.
-Victoria ¿Estás bien?- Dijo Rosa
Violeta miró a todos los niños que la miraban con miedo.
Se llevó la mano a la cabeza
-Luis puedes ir al baño- Dijo levantándose lentamente.
...
-¡Cris!, ¡Cris!, ¡Cristina!-Gritó un chico desesperado de pelo despeinado y moreno. Sus ojos eran marrones, su tez era pálida y tenía pecas marrones que nadie comprendía de dónde habían salido.
Estaba en una situación de tensión.
Sus manos estaban sobre una placa de metal. Una estaba agarrada a una bola de plástico agarrada a una barra cilíndrica de metal, se llamaba "joystick", la otra mano estaba sobre una cruz pequeña apoyada en la base de metal.
Sus ojos miraban directamente a una pantalla donde se podía ver a una bola amarilla con boca rodeada de caminos y esta estaba rodeada de 4 fantasmas de colores: rosa, rojo, azul y amarillo.
Sí, Tobby estaba jugando en una máquina de arcade al famoso juego PAC-MAN.
-¡Cris!, ¡Cris!, ¡Cristina!-Gritó desesperado el chico.
Una chica que estaba a su lado pasaba los dedos por un libro leyendo con braille. Era ciega.
Sus ojos eran azules y no portaba gafas negras para ocultarlos. Su melena era rubia y lisa y estaba recogida en una coleta.
Portaba una camisa negra y una larga falda blanca.
Apoyado en una máquina estaba su bastón, estaba muy enfadada, demasiado.
-¡¡Te dije que no me llamaras Cristina!!-Gritó enfadada Cris, odiaba que la llamasen así.
-Lo siento Cris-Se disculpó Tobby sin despejar la vista de la pantalla del recreativo.-¡Pero ayúdame!, ¡Cris!, ¡¡Cris!!-Gritó desesperado.
Entonces en la pantalla se proyectaron las únicas 2 palabras inglesas que conocía y justo eran las que más odiaba
"Game over"
Tobby suspiró y con rencor miró a Cris.
-He perdido.-Dijo enfadado Tobby-¿Qué pasa que ahora además de ser ciega también eres sorda?-Farfulló.
En vez de ponerse triste, Cris sonrió.
-No, pero estaba leyendo este libro de neurología.
-¡Ya lo has leído 200 veces!-Protestó Tobby- Es el único del pueblo que está en braille.
-¡Pero es que tiene un apartado muy interesante sobre la cortisona en el cerebro!-se quejó Cris
Así se habían conocido Tobby y ella, por el libro de neurología:
Él había ido a visitar la biblioteca por primera vez en años para ver información sobre su trabajo de las piedras preciosas, como le había dicho que hiciera su padre, y ella había ido a recoger un libro que el alcalde le había comprado explícitamente a la niña ya que era la única ciega de aquella pequeña ciudad:
"La niña con un bastón negro y con la mirada perdida en sus ojos azules oscuros iba andando por la amplia biblioteca municipal.
Hasta que sin querer al mover su bastón pegó a un chico.
-Perdón-Dijo disculpándose Cris.
-No pasa nada-Dijo el niño-Soy yo el torpe-Dijo Tobby agachándose a coger el libro que había tirado la niña.
Se levantó y al ver sus ojos con una mezcla de color entre blanco y azul con la mirada perdida supuso que era ciega.
-Acabo de volver de la planta de los libros encargados-Dijo aún alucinado el chico y empezó a mover su mano delante de sus ojos y a fingir que la pegaba pero ella no pestañeaba.
-Yo voy para allá-Dijo la chica-¿Puedes dejar de hacer aspavientos?, soy ciega pero no idiota.
El chico sonrió con timidez
-Lo siento...
-Me llamo Cris.
-Yo soy Tobby y si quieres nos podemos ver en los recreativos a la tarde, "El grupo del almacén del conserje" queda todos los días a las tardes.
-¿"El grupo del almacén del conserje"?-Dijo atónita.
-Sí, te gustará-Dijo Tobby-Buen día Cristina.-Dijo yéndose.
-¡No!-Gritó molesta Cris.
Él volvió junto a ella.
-¿Ocurre algo?-Dijo preocupado Tobby por la pobre ciega.
-No me llames Cristina-Dijo dolida la muchacha.-No soporto que me llamen así.
-Pues adiós Cris-Dijo encogiendo los hombros y saliendo de la biblioteca".
Desde ahí se habían hecho buenos amigos. Alejandro y David la habían aceptado como integrante del "grupo del almacén del conserje".
Gracias a eso Tobby había descubierto que la pobre tenía la peor suerte del mundo porque no solo era ciega, también era huérfana, sus padres fallecieron a bordo de un avión cuando ella tenía apenas solo unos pocos meses.
-Pues me debes 25 pesetas-Dijo Tobby.
-No-Dijo Cris-A mí no me eches la bronca, perdiste tú y punto.
Alejandro apareció de repente que había ido a jugar a Galaga que valía 20 pesetas.
-Récord en Galaga-Dijo serio Alejandro.
Cris movió su mano decisiva delante de Alejandro y después apoyó su mano en su hombro.
-Felicidades.-Dijo sonriendo Cris.
Alejandro con su expresión flemática de siempre miró a Cris y asintió lentamente:
-Gracias.
-Alejandro-Profirió Tobby y Alejandro y Cris lo miraron enseguida-Necesito dinero, ¿cuánto dinero nos queda de la profe?-Dijo preguntando.
-5 pesetas, tenemos que hacer muchos más trabajos.-Dijo Alejandro-Ya no le queda dinero para que juegue David.
-¡Qué se fastidie!, ¡qué llegara antes!-Dijo Tobby.
-No me parece justo que por limpiar el patio y las clases la profe os dé dinero-Dijo Cris-Yo en el orfanato al acabar las clases hago lo mismo y no me dan nada de dinero.
-Es que ella es muy buena-Dijo Tobby-Ven a nuestro colegio.
-Paso-Dijo sonriendo ella-Me gusta el orfanato
Apenas pasaron dos segundos que de repente, derrapando con el skate, apareció David veloz:
-¡Hola!, siento tardar, estaba practicando mi "combat skate"-Dijo aspirando mucho aire.
-No me digas, ¿has llegado a ser el peor?, estabas casi consiguiendolo el otro día.-Dijo Tobby
-Qué gracioso-Dijo con sarcasmo David.
-Llegas 17 min., 40 seg. y 39 milésimas tarde-Anunció Alejandro como siempre hacía.
-Bueno, ¿podemos empezar la estúpida reunión?-Preguntó bufando David.
-Vale, vamos para el almacén del conserje-Dijo Cris cogiendo su bastón lentamente y andando hacia el almacén.
...
...
...
...
Estaban los 4 en el almacén.
Alejandro estaba sentado en una silla.
David estaba sentado en un cubo de metal del revés.
Cris estaba en el suelo y finalmente delante de ella estaba Tobby mirándolos fijamente de pie.
-Cuenta, ¿por qué nos has solicitado?-Dijo David.
-Es sobre mis padres-Dijo Tobby.
-Ya lo hablamos Tobby-Dijo harta y bufando Cris-Que se llamen por los nombres "Violeta" y "Jonás" y no por sus nombres reales no significa que sean agentes de máxima seguridad del gobierno.
-Me acuerdo de aquella reunión-Dijo riendo David.
-¡No es risa!-Dijo gritando Tobby-A mi madre le pasa algo malo. No para de tener pesadillas.
-Muchos factores pueden desencadenar las pesadillas, como: Estrés o ansiedad. A veces el estrés común de la vida diaria, como un problema en casa o en el trabajo... Neurológicamente hablando tener pesadillas es muy típico y normal en las personas-Dijo Cris tranquila intentando explicárselo.
-No pero no es eso-Dijo Tobby-En sueños grita, habla, siempre dice "El Zhur" gritando o mi nombre, o el de mi padre y los de "Kira" y "Nandis"-Dijo preocupado.
-Sabelotodo, ¿qué es lo que le pasa?-Dijo David hacia Cris.
-Supongo que la pesadilla tendrá una importante carga emocional para tu madre.-Dijo Cris.
-¿Qué es "El Zhur"?-Dijo Alejandro que había permanecido toda la conversación callado.
-No lo sé-Dijo Tobby.
-A lo mejor es una cosa o un lugar.-Propuso David.
-O una persona-añadió el flemático Aljandro.
-Pregúntaselo-Dijo David.
-Ja, ja-Dijo sarcásticamente Tobby.
-No, es en serio, si quieres saberlo deberías preguntárselo-Dijo sin más David.
-¡¡Eh!!-Gritó el conserje Frank al entrar a su almacén-¡¡Vosotros otra vez!!
David y Alejandro comenzaron a correr y Tobby cogió rápidamente con una mano la muñeca de Cris y con otra su bastón.
Ambos corrieron, Tobby montó en su bicicleta y Alejandro también lo hizo.
Cris que iba por la otra dirección e iba andando entonces se despidió con la mano y emprendió su viaje mientras David se montaba a su skate y el conserje, que era cojo, salía de los recreativos.
-¡Malditos!, ¡no volváis a entrar!
Estos pedalearon y skaitearon lo más rápido que pudieron, tiempo después Alejandro se fue y David y Tobby pasaron por el bosque donde era la parada de Tobby y ya le esperaba Jonás.
Tobby se bajó de la bicicleta.
-Buen día David-Dijo Jonás-Saluda a tu padre y a Claudia de mi parte-Dijo sonriendo.
-Claro, señor Jonh.-Dijo David, chocó el puño con Tobby y se fue.
-¿Te lo has pasado bien?-Preguntó Jonás
-Sí, pues me lo he... -Empezó a hablar Tobby y notó de repente una colleja que lo hizo callarse.-¡Auch!
-Son las 21:00-Dijo Jonás enfadado-Tu madre estaba muy preocupada y ya sabes como se pone.
-¿¡Era necesario pegarme!?-Dijo Tobby.
-Así la siguiente vez te lo piensas dos veces antes de llegar tan tarde.
...
...
...
...
-¡Te digo que no pasó nada!-Dijo estresada Violeta.
Hacía poco que acababan de cenar y Tobby ya estaba acostado.
Jonás hablaba con Violeta mientras esta lavaba los platos y este dialogaba sentado en la mesa.
-Puedes contarmelo, de verdad-Dijo Jonás tranquilo.-No me burlaré ni nada, es que Rosa me contó todo lo que pasó enredado y no le entendí nada.
-Rosa es una exagerada.-Dijo Violeta.
-Y tú te desmayaste por una visión-Dijo contrastando Jonás.
Violeta se dio la vuelta con el plato en la mano y lo miró con mucha agonía retenida.
-¿Y si dice la verdad aquella nota?, ¿y si de verdad El Zhur resucitó? Dios sabe qué hará con Elferion y con la Tierra. Los dos sabemos que no podríamos volver a vencerlo, sería imposible, y ambos sabemos por quién iría primero-Dijo con lágrimas en los ojos mirándolo.
El Zhur siempre había odiado a Jonás y la oportunidad de matarlo sin que ella se lo pudiera impedir sería sin duda algo que claramente no pasaría por alto.
-¿Quién es El Zhur?-Dijo Tobby con su pijama verde que acababa de aparecer de repente.
Casi se le cayó el plato a Violeta de la mano pero con los reflejos que tenía pudo lograr que no se le cayera.
-Tobby, ¿no se suponía qué estabas durmiendo?-Dijo Jonás un poco enfadado.
-Se suponía así que nada.-Respondió Tobby e instintivamente le recordó Jonás a Nandis cuando estaban en la casa de El Aer.-¿Quién es?-Dijo sentándose en una silla de la mesa redonda.
-Eres-Dijo aún atónita Violeta-Eres muy...
-¿Pequeño?-Acertó Tobby-Tengo 12 años, a saber qué hacías vosotros con mi edad.
Violeta y Jonás se sonrojaron apenas unos segundos pensando que era verdad que ellos habían hecho muchas más cosas que el pequeño Tobby.
-No pienso irme hasta que me lo digáis.-Dijo cabezón Tobby.
Jonás instintivamente miró a Violeta y ella asintió lentamente.
-Si te decimos quién es, ¿te irás?-Dijo con miedo Violeta-¿Y no preguntarás nada?
-Acepto-Dijo Tobby firme mientras las miradas de sus padres no cesaban de cruzarse una y otra vez.
-Es tu abuelo-Dijo Violeta seria.
Jonás se levantó y Tobby también, lo miró con confusión:
-Me dijisteis que los abuelos estaban muertos-Dijo mirándolo con confusión mientras Jonás apoyaba con un poco de fuerza su espalda para que se dirigiera a su dormitorio.
-Y es donde tienen que estar, ambos son unos malditos asesinos.-Dijo rápidamente Jonás pensando en su padre y en el de Violeta
Tobby lo miró más confuso que antes.
-Pero...
-Mañana hablamos-Dijo con dulzura Violeta- Ahora a dormir que se te van a pegar las sábanas.
...
...
...
...
Apenas habían pasado unos segundos desde que Jonás acostara a su hijo.
Cerró la puerta del cuarto de Tobby y se apoyó contra ella mirando hacia el techo.
-¿Querías una vida normal?, aquí la tienes-Dijo sonriendo Jonás.
Violeta, que seguía lavando los platos delante de él, dándole la espalda, sonrió por el comentario.
-No, yo solo quería una vida a tu lado, nada más.-Dijo Violeta sonriendo-Y, ¡Pum!, la tengo.
Jonás se acercó lentamente y apoyó sus manos sobre sus caderas y las deslizó por ellas hasta que acarició su barriga.
Esto hizo que Violeta se diera la vuelta mientras él acariciaba su barriga.
-Sobre lo de tu padre-Dijo Jonás-A lo mejor la culpa es de Edelweiss que te pone nerviosa y te causa esas "alucinaciones".
Ella puso su mano en la de su marido.
-No le eches la culpa a la pobre Edelweiss, ella no tiene la culpa.-Dijo sonriendo Violeta.
-¿Cuando se lo contaremos a Tobby?-Dijo Jonás curioso.
-No sé-Dijo sinceramente Violeta-Lo único que deseo que El Zhur no me quite esto, jamás quiero volver a usar una prolía.
-Yo tampoco-Dijo Jonás.
Violeta lo abrazó y este la besó en la cabeza.
-Todo va a salir bien-Musitó Jonás brevemente sin dejar de pensar en la niña y en el destructivo El Zhur que, aunque por fuera pareciera seguro, por dentro estaba indeciso.
Solo sabía una cosa: que no quería volver a perder a Violeta, ese era, sin dudarlo, su mayor deseo.
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¿Qué tal el primer capítulo?, ¿os ha gustado aunque solo sea un poquito?
Si necesitais preguntar o algo por supuesto que podéis.
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