Cómo?, no queréis mi introducción, pues vaya porque la había preparado durante toda la noche... Casi mejor porque este capítulo es largo.

....

Violeta movió su mano varias veces para examinar, era una humana pero ella no se sentía como una humana.

Se sentía tremendamente poderosa, fuerte, con energía, capaz de cualquier cosa.

Quitó las sábanas blancas de encima de su cuerpo y se topó con que iba vestida con un vestido de hospital blanco pero lo más impresionante es que su cuerpo ya no estaba demacrado ni flaco, estaba perfecta como antes, ni siquiera su barriga estaba diferente, estaba como antes del embarazo, incluso algo mejor, podría decirse.

Se levantó de la camilla y estiró sus brazos al aire, había dormido un montón, recordaba como cuando se moría algo se activó en ella y se convirtió en fénix.

Examinó lentamente el cuarto y se topó con sus hijos de una manera algo especial... Con toda la ilusión del mundo corrió fuera dispuesta a abrir la manilla y reencontrarse con su marido pero cuando miró la manilla se percató de una cosa.

Su cara seguía pálida como siempre, su pelo moreno seguía ondulado y sus labios rojizos... pero sus ojos, sus ojos marrones oscuros ya eran historia porque ahora tenía los ojos de color violeta intenso.

Inmediatamente sonrió, ¡sus ojos!, los había recuperado por fin, ya era Violeta de ojos violetas con toda regla, por fin se sentía completa, el Ulr estaba en su sangre.

Abrió la puerta lentamente y allí sentado en una de las sillas azules oscuras con la cabeza ladeada y durmiendo se encontraba su marido.

Sonrió al verlo, estaba tan mono durmiendo que casi le daba pena despertarlo, pero.... no lo suficiente.

Se acercó a él y posó lentamente sus manos en sus rodillas:

-Ey, bello durmiente-susurró-es hora de despertar.

Jonás pestañeó lentamente pero con energía y la vió, vió a la mujer que pensaba que no iba a volver a ver nunca más.

Rápidamente Jonás se levantó y la abrazó.

-Violeta-murmuró mientras se abrazaban con fuerza-¿estás bien?, ¿te encuentras bien?

-Sí-asintió ella mientras se dejaba abrazar-la verdad es que creo que nunca me he sentido tan bien.

Jonás se separó de su abrazo y la miró:

-¡Tus ojos!, son violetas otra vez.

-Yo tampoco entiendo el por qué, Jonás-dijo ella-pero sí, se podría decir que he recuperado mi Ulr.

Jonás la cogió en brazos y dio una vuelta con ella:

-Tenías razón, Violeta-dijo apoyando su cabeza contra la de Violeta-los milagros existen.

Violeta rió con picardía:

-Diría "te lo dije" pero creo que arruinaría el momento-dijo sacando una sonrisa a Jonás- Te he echado tanto de menos, por un momento pensé que iba a morir y conmigo los trillizos.

-¿Están ellos bien?-preguntó rápidamente Jonás

Violeta apoyó su cabeza en su pecho y dejó que Jonás la rodeara con sus brazos.

-Debes de prometerme que no escaparás huyendo de ellos.-dijo Violeta.

-¿Por qué haría eso?-dijo Jonás mirando a los ojos violetas de Violeta.

-No son normales-dijo Violeta

Jonás besó a Violeta en la cabeza:

-Sean lo que sean los voy a querer-dijo con una sonrisa-¡Perdón!, los vamos a querer, ahora los dos juntos y Tobby podremos criarlos.

-Que combo, ¿no?-dijo Violeta-a ver si alguno sale bien

-Hombre son tres, mal será que ninguno salga bien-dijo con una risa Jonás.

Violeta rió, cogió la mano de Jonás y entrelazó sus dedos con los de su marido:

-Lo primero que quiero hacer al llegar a casa es encender la chimenea y tumbarme en el salón contigo.

-¿Y las palomitas?-dijo Jonás sacándole una risa a Violeta

-Palomitas también y a lo mejor un beso-dijo riendo

-¿Solo uno?-se quejó Jonás con una sonrisa pícara

-Bueno... a lo mejor dos-dijo Violeta riendo-¿qué pasa?, ¿no quieres conocer a nuestros hijos?, deben de ya estar casi fuera-susurró.

-¿Fuera?-dijo sin entender Jonás.

Violeta apretó la mano de Jonás y ambos entraron el la habitación:

-Ahora lo entenderás.

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Tobby, Nahele y Alejandro entraron a Iliac y ambos fueron a la cocina con David, Mara, Flora y Atlantes mientras Kira y Nandis iban a ver a las enfermeras.

La cocina estaba toda cerrada sin ventanas, pequeña, algo sucia y con enormes cajones.

-¡Tobby!-gritó Mara al verlo

Tobby sonrió y salió de su abrazo

-Cuánto tiempo, ¿No?

Mara asintió rápidamente y se fue a saludar con Alejandro y Nahele, Tobby en cambio se fue con David.

-¡Tío!-gritó David antes de darle un abrazo de oso-te he echado demasiado de menos, ¿cómo se te ocurre dejarme con la Mara solito?

-Bueno, a la vista está de que..... HAY AMOR EN EL AIRE-gritó Tobby.

-¿Te quieres callar?, bocazas-dijo enfadado David poniéndole la mano en la boca.

-Vale vale-dijo riendo Tobby moviendo su moreno pelo.

-¿Y el "amor en el aire" de la ciega y tú que?-preguntó inmediatamente David

Tobby se quedó inmóvil en el sitio y fue Nahele la que habló:

-Es mejor no echarle limón a la herida-dijo Nahele apartando a Tobby de David que después corrió y abrazó a Alejandro y a su hermana adoptiva Flora.

Todos se sentaron en el suelo y tomó la palabra Mara:

-Perdón pero necesito preguntarlo, ¿dónde está Cris?-dijo con preocupación, a lo largo del viaje había aprendido que debía de aceptarla pero ahora la había perdido.

-A lo mejor te lo quiere contar Alejandro-dijo Tobby-que lleva todo el viaje calladito.

Alejandro comenzó a hablar pero se calló:

-Yo, yo.....

Se mantuvo en silencio unos segundos y Nahele tomó la palabra

-No es por echarle limón a la herida pero Alejandro besó a Cris y Tobby se enfadó con ella y en un ataque de rabia la echó para fuera del bosque.

-¡Tobby!, ¡es ciega!, podría morir en el bosque-gritó David-es nuestra amiga.

-Una falsa amiga-dijo dándole la razón Flora

-¿Estás de acuerdo con él?-dijo Atlantes asombrado de la reacción de su amiga.

-No me parece bien que la echara para el bosque pero sí que me parece normal que se enfadara con ella, lo utilizó, a él y bueno, no sé pero a mí no me da vibraciones de que Alejandro la ame-dijo Flora.

-Gracias-dijo Tobby-por fin alguien me comprende y vosotros, contarnos, dónde.... ¿Chicos?, ¿qué ocurre?-dijo Tobby, la luz se había apagado y todo estaba a oscuras- ¡Chicos!, ¡¡Chicos!!-gritó Tobby sumiéndose en la oscuridad con los demás.

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Prosiguieron andando hasta una pequeña camilla donde había un enorme huevo, más grande o igual que un enorme huevo de avestruz.

El huevo tenía unas pequeñas grietas por todos los lados y se notaba que había algo en su interior.

-Este huevo es enorme, debe de pesar....

-Unos doce kilos, Jonás-dijo Violeta que se volvió contra él-se que es difícil de explicar pero creo que cuando yo me transformé en fénix para dar a luz ellos también lo hicieron y nacieron en forma de fénix dentro de este huevo.

-Es...-dijo Jonás mirando sus violetas ojos que lo enamoraban, esos violetas ojos que deseaba desde hacía tanto tiempo volver a ver-es impresionante.

Violeta asintió sonriendo y se abrazó a Jonás mientras miraba el cascarón romperse.

-Ahí vienen-dijo Jonás de repente.

El cascarón se rompió y salieron sus trozos casi disparados, ahí estaban durmiendo dos fénix azul y rojo y debajo de ellos estaba el fénix violeta que suponían que era el más joven.

Eran los tres hermosos y bastante grandes, el triple de grandes que una cría de águila y con larguísimas alas, unos híbridos perfectos, mitad fénix, mitad humanos.

Violeta se fue a acercar a ellos pero inmediatamente, a la velocidad de la luz, Jonás la paró.

-Espera un segundo

Los fénix se movieron unas cuantas veces y de repente se volvieron a transformar en unos bebés normales, en unos trillizos, dos niñas y un niño, como con Nandis, Kira y Violeta solo que en este caso el que llevaba el poder del fuego era una niña y el que llevaba el poder del hielo era un niño, a diferencia de Nandis y Kira.

Los bebés eran realmente hermosos y se podía ver con claridad que el niño de ojos azules era el mayor, después la niña de ojos avellanados y finalmente la niña de ojos violetas algo claritos era la menor de todos.

Eran de más o menos unos 48 centímetros los dos mayores y la más pequeña de 46 centímetros y de un peso normal.

Violeta cogió a la niña de ojos avellanados y Jonás al de ojos azules para calmarlos ya que estaban llorando como todo bebé recién nacido.

-Menos mal que somos tres en la familia-dijo Jonás-si no la pequeña no tiene a nadie que la acune.

-Ahora somos seis en la familia, tenemos cuatro hijos, Jonás, ¡cuatro!, esto va a ser un desorden enorme-dijo algo preocupada pero sin perder la sonrisa.

Violeta posó a la niña de ojos avellanados que ya había acabado de llorar y cogió a la niña de ojos violetas.

-Tranquila mujer-dijo Jonás-esto es la alegría de la huerta, ahora ya no vamos a poder dormir nada.

-Son hermosos, ¿verdad?-dijo Violeta posando a la otra niña de ojos violetas-¡aún sigues con el niño!

-Parece que no le caigo bien-dijo Jonás que lo acunaba pero nada, el niño de ojos azules no paraba de llorar.

-Anda trae-dijo Violeta que cogió al niño, lo acunó varias veces-qué bonito eres...

Jonás puso las manos en la cadera de Violeta mientras esta acunaba al niño:

-Creo que me voy a poner celoso-dijo Jonás susurrando.

-¿Ah, sí?-dijo Violeta-tú y Tobby lo vais a pasar muy mal-dijo riendo y posando al niño que dejó de llorar-creo que mis ojos los calman, los hacen dejar de llorar.

Jonás le dio la vuelta a Violeta para que mirase hacia él:

-Deberíamos haberlo sabido antes, nos habría ayudado en unas cuantas noches con Tobby.

-Sí-rió Violeta-casi todas-dijo pasando sus brazos por encima del cuello de Jonás mientras este mantenía sus manos en la cadera de Violeta.

-Violeta me has hecho el hombre más feliz del mundo entero-dijo Jonás-si hay una persona en este momento más feliz que yo que baje Dios y lo vea.

-Sí-dijo Violeta-hay una, yo

-Eso habrá que verlo-dijo Jonás que se acercó a ella y besó los labios de Violeta varias veces con mucha pasión.

Jonás lejos de desear que se acabara, como Violeta, notó como ella se iba un poco para abajo, la sostuvo entre brazos para que no se cayera.

-Necesitas reponer energías, Violeta.-dijo rápidamente y cogió a Violeta en sus regazos poniendo una mano en su espalda y otra donde sus rodillas hacían la flexión.

-No estoy cansada, me siento fuerte-se quejó-soy fuerte, ya no estoy cansada.

Jonás la tumbó en la cama:

-Superman también es superfuerte y necesita descansar, Dios descansó al séptimo día.-dijo Jonás con una dulce sonrisa en la cara.

-No se puede pelear contra gente como tú, Jonás-dijo Violeta sonriendo-descansaré un poco y luego.... Luego nos iremos a casa.

Jonás agarró la mano de Violeta:

-No hay nada más que desee.

Tras decir eso Jonás se levantó y Violeta se durmió mirando a Jonás con sus hijos.

-Hola peques-cogió a la niña de ojos violetas en los brazos que reía todo el rato-contigo creo que me voy a llevar bien, al fin de cuentas serás como tu madre y tú-dijo cogiendo a la de ojos avellanados que daba palmitas-tu eres mi Nandis en niña-dijo chocando su nariz contra la de la niña-me vas a romper la cabeza-dejó a la niña y cogió al niño que no hacía nada-elegante y silencioso, si llegué a ser aceptado por mi cuñada Kira creo que a ti también te ablandaré el corazón.

Escuchó como la niña de ojos avellanados lloraba y la cogió:

-Shh... Aquí está papá... No grites mucho que mamá está durmiendo y no queremos despertarla, ¿vale?

Violeta los miró a los cuatro con ternura y cerró los ojos, definitivamente Jonás era el mejor padre, mejor amigo, amante, compañero de vida y marido que había en todo el mundo.

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Todos comenzaron a gritar buscando el interruptor.

-PARAD-gritó Nahele-creo que me se el hechizo para encender la luz sin interruptor.

-Muy oportuno Nahele-dijo inmediatamente David-¡a buenas horas nos lo dices!

-Soleum aleum acüxs häix chic frëx ...-dijo Nahele gritando-¡Mierda!, no funciona, ¿en qué me he equivocado?, Atlantes, Flora, ¿os lo sabéis?

-Yo suelo dormir en clase-dijo Atlantes que solía observar a Flora en clases.

-Yo dibujo en mi cuaderno-dijo Flora.

-¡Mierda!, pues no me acuerdo del conjuro.

-La puerta por más que lo intento no se abre de ninguna de las maneras-dijo Tobby.

-¿A lo mejor era frïx en vez de frëx?, no, frïx es "soñar", ¡mierda Nahele!-se dijo a sí misma-haz memoria.

-Es igual-dijo Mara-encontré el interruptor-dijo rápidamente y lo pulsó-estaba muy abajo para los gnomos y yalukamas, por eso no los veíamos.

La luz se encendió lentamente y parpadeó varias veces, cada uno estaba en un lugar de la cocina diferente, David se encontraba al lado de Mara que esta estaba en el interruptor, Tobby en la puerta, Nahele estaba contra la pared pensando en el hechizo, Flora estaba por el medio de la sala, Atlantes estaba en una de las paredes palpando y finalmente Alejandro se encontraba en el suelo con un cuchillo clavado.

Estaba muerto.

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Jonás entró a la velocidad de la luz en el cuarto donde estaban los trillizos y Violeta durmiendo.

-Violeta, despierta, tenemos que irnos-dijo Jonás rápidamente casi gritando.

Mientras Jonás cogía a un bebé en brazos Violeta se quitó el vestido blanco del hospital y se puso su ropa.

-Jonás ¡qué ocurre!-dijo Violeta cogiendo a la niña de ojos violetas en brazos.

-Los niños, eso es lo que ocurre-dijo Jonás que en su otro brazo cogió al último trillizo cargando con los dos.-Los van a matar, dicen que van a ocasionar el apocalipsis final.

-¡Tenemos que huir entonces!-gritó Violeta y abrió la puerta, de repente vieron a Kira y a Nandis

-Kira nosotros...-dijo Violeta con miedo de que Kira los matara-los conduciremos por el buen camino, no ocasionarán el apocalipsis final de mi tierra.

Kira sonrió:

-Lo sé, anda Jonás, pásame a ese pequeño de ojos azules que parece que le caes algo mal.

Jonás rápidamente se lo pasó:

-A lo mejor podemos huir si llegamos hasta la habitación del gran mago, anda Jonás, dame a la niña de ojos avellanados, que quiere venir al regazo del tío Nandis.

Jonás se la pasó y se quedó sin ninguno de sus hijos que agarrar, los tres eran tan diferentes a él... Le consolaba saber que tenía a Tobby que era el más parecido a él.

Los cuatro corrieron a la velocidad de la luz:

-No va a ser fácil-dijo Kira-hay un montón de magos bloqueando entradas y salidas.

-¿Acaso alguna vez tuvimos algo fácil?-dijo riendo Violeta.

-Vamos-asintió Nandis.

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Todos corrieron hacia Alejandro que yacía en el suelo muerto:

-¡Vamos!-gritó Mara-taponar la herida, tenemos que llevarlo a la enfermería.

-Está muerto, ¿no lo ves?-dijo David apoyando una mano en el hombro de Mara-Alguien lo ha asesinado.

-Y ese alguien debe de ser el que tiene el espíritu de El Zhur en sus venas-dijo Atlantes.

-Los cuchillos son los mismos-dijo David inmediatamente sacando uno del cajón de los cuchillos.

-¿Cómo sabes que estaba ahí el cajón de los cuchillos?-dijo con miedo Flora

-Intuición-dijo David-además yo estaba con Mara todo el rato, no me acuses.

-Es verdad, Mara fue la que primero corrió al cuerpo, nosotros tuvimos que mirar a los alrededores porque estaba en una esquina pero ella no, ella fue directamente-dijo Nahele-como si ya supiera donde estaba.

-Guapita de cara vuelves a hacer una insinuación de esas y si que clavaré un cuchillo de verdad, a tí-dijo enfadada Mara-además yo estuve buscando el estúpido interruptor mientras tu no sabías el conjuro.

-Es verdad Nahele, estabas sentada en la esquina contraria al asesinato, después de matar sería al primer sitio al que huirías, tiene sentido-dijo David

-Me choqué con Atlantes cuando me iba a sentar allí por eso fui a esa esquina, ¿verdad hermano?

-Sí-dijo Atlantes.

-Es verdad Atlantes-dijo Mara-tu estabas en una esquina, ¿haciendo lo que?

-Buscar el interruptor-dijo

-¡Pero si ya había dicho yo que había encontrado el interruptor!, tendrías que haberlo dejado de buscar-dijo Mara-a menos que estuvieras fingiendo.

-Quítatelo de la cabeza, realmente pensé que te habrías equivocado y por eso seguía buscando, además no tendría razones no como tú, Tobby, que estabas cabreado por lo de Cris, tu tendrías intenciones de matarlo.

-Le juró venganza-dijo Nahele-le dijo que se las pagaría.

-¡Jamás mataría a mi amigo!, sé que todo afirma que soy yo pero creo que el que tiene el espíritu de El Zhur lo hizo por eso, para ocultarlo, ¡ha muerto mi amigo! y lo último que hice... fue tratar de malas maneras a un buen amigo-dijo entristecido-no quiero jugar a detectives, prefiero llorar por su muerte.

-Necesitamos buscar al culpable-dijo Flora-¿de quién desconfías tú?

-¿Yo?-preguntó Tobby-pues fíjate que de ti, entiéndeme, se encienden las luces ¿y estás por el medio de la sala como si nada?, ahí no hay interruptores.

-Si lo hubiera asesinado jamás me hubiera ido para el medio si no para una pared a esconderme, es lo más lógico.

Nahele suspiró:

-Parece que todos podemos ser culpables y todos tenemos coartadas.

De repente se escuchó como mucha gente andaba por los pasillos de Iliac:

-¿Qué es eso?-dijo David.

-Será un cambio de clase-dijo Mara quitándole importancia.

-No, son una tropa, una tropa de magos.

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Los cuatro fantásticos, los cuatro iniciales a los cual esta narradora tristemente no llegó a conocer, comenzaron a correr para todos los lados, se metieron en la octava torre y observaron, mientras iban subiendo, como les bloqueaban el paso muchísimos magos experimentados y cuando se dieron dar cuenta e intentaron bajar observaron que estaban siendo también bloqueados por los caballeros y magos del castillo que venían de abajo.

Nandis, Kira y Violeta le dieron los tres bebés a Jonás que los sujetó como pudo, inmediatamente en las escaleras de caracol hicieron un círculo con Jonás dentro para proteger a los bebés en el que tanto Violeta como sus hermanos activaron rápidamente sus poderes.

-Echaba de menos la mezcla de fuego y hielo-dijo Violeta moviendo su pelo ondulado.

-Echaba de menos estas batallas, si te digo la verdad-dijo Kira-luchar con vosotros es genial.

-Echaba de menos los ojos violetas tuyos, Violeta, transmiten energía-dijo Nandis

-Echaba de menos ser el rayado de la pandilla que es una carga-dijo Jonás mientras todos se reían pero la risa duró poco hasta que el gran mago hizo su aparición:

-Violeta, Jonás, debemos de matar a vuestros trillizos.

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-No creo que todos podáis pasar-les dijo Tobby-pero yo necesito ver lo que pasa porque esto lleva la firma de mis padres.

-Concuerdo-asintió Flora.

-Después averiguaremos quién mató a Alejandro e iré a buscar a Cris.

-Te acompañaremos-dijo Nahele-a mi primo se le acompaña a todos lados.

Tobby sonrió y se metió por donde todos los magos para encontrar arriba de la torre a sus padres.

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-¡No puedes matarlos!-dijo Violeta que tiró una bola de hielo cerca de los pies del gran mago mientras sus ojos tomaban un color más intenso y oscuro.

-Has recuperado tu Ulr.-dijo el mago.

-Sí-asintió ella-realmente no sé como lo he hecho pero sí, lo tengo-dijo Violeta

El mago dio otro paso y Violeta lanzó una bola de fuego nuevamente a sus pies:

-Yo no haría eso, váyase, déjenos en paz-dijo Violeta-no le queremos hacer daño, gran mago, pero como toque a mis bebes le juro que solo quedará ceniza de usted.

El mago comenzó a reírse muy fuertemente con un tono hasta vulgar y horrible.

-¿Qué le hace tanta gracia?-dijo Jonás

-Solo diría "Soleum aleum..." y podría destruiros, y tú...-dijo riendo- tú amenazas con quemarme. Seamos realistas Violeta, yo ganaría por goleada.

-No lo diga muy alto gran mago-dijo Nandis-bien vió usted que el otro día casi acabo con su vida en el duelo.

-Déjelos ir-dijo Kira-sabemos que los guiarán en el buen camino, que los ayudarán.

De repente Tobby corrió hacia su madre.

-Tobby ¿qué haces aquí?-dijo Violeta mientras lo metía con Jonás para dentro del círculo.

-Alejandro ha muerto, alguien de los que estábamos ahí tenía el espíritu de El Zhur y lo ha matado.

-Luego hablamos-dijo Violeta y Tobby miró para su padre y las tres criaturas que sostenía en brazos.

-Estos son tus nuevos tres hermanos-dijo Jonás sonriendo-¿me coges uno?

Tobby cogió al niño de ojos azules rápidamente.

-Tobby no te encariñes mucho de ellos-dijo una voz detrás del gran mago-deben morir.

La voz femenina andó y se colocó delante del gran mago, era la pitonisa.

-¿Pitonisa?-dijeron los cinco a la vez.

-Los Dioses han hablado, los trillizos causarán el apocalipsis final en la tierra de Violeta.

-¡Entonces nos iremos para la Tierra!, mi tierra natal es Elferion y para que el apocalipsis final no suceda nunca traeré a los trillizos a Elferion.

-¿No ves que es más fácil acabar con ellos?-dijo el gran mago-así que si te tienta de ninguna forma irán a Elferion.

-No-dijo la pitonisa-Violeta siempre ha dado su palabra y lo único que no tiene que hacer es traerlos a Elferion, cosa que yo creo que ya no iría a hacer, debemos de dejarla marchar. Así debe de hacerse.

Tanto los magos como los caballeros antes de retirarse gritaron al aire:

-¡Que así se haga!

....

Todos los que estaban abajo subieron, a excepción de Flora que ya partió para El paso del Sur, hasta llegar con los cinco, Nahele se abrazó de sus padres y el gran mago y la pitonisa sonrieron al verlo.

Violeta sonrió y miró a Jonás y a Tobby:

-Es hora de irnos a la Tierra-dijo Violeta con una sonrisa-Mara, David, vosotros también, lleváis cuatro meses fuera de casa.

El gran mago abrió un enorme portal verde hacia la Tierra y Tobby suspiró:

-Yo no me puedo ir

-¿Por qué no?-dijo Jonás

-Cris está perdida por todo Elferion y Alejandro ha muerto, ¡ha muerto! No me perdonaré jamás irme de aquí sin ella y sin descubrir lo que le pasó a mi amigo.

-Pero...-dijo Jonás.

-Jonás, tiene razón el niño-dijo Violeta-debe de encontrarla de cualquiera forma, no nos podemos ir sin ella.

-Debéis de ir ya-dijo la pitonisa-o si no también cabe la posibilidad de matarlos y de fingir que esos demonios nunca existieron-dijo con maldad.

-¡No!-negó Violeta rápidamente.-Es que buscarla por todo el mundo va a ser difícil, tirando a imposible.

-Lo sé Violeta-dijo el gran mago-pero existe un conjuro con el que la podemos encontrar, podremos encontrar a Cris.

-Hágalo-dijo Kira desesperada.

-No puedo, solo puede hacerlo él, porque él lo desea, él la conoce, solo él lo puede realizar.

-¿Entonces?-dijo Nandis.

-Si aprende magia básica yo le podría enseñar el hechizo de localización en algo así como un año.

-¡Un año!-gritaron Jonás y Violeta a la vez.

El gran mago asintió.

-Mamá-rogó Tobby-necesito encontrarla, es necesario.

-¡Pero te perderás diez años terrestres!-dijo Violeta inmediatamente.

-El mago me dará una poción para seguir teniendo mi edad-dijo Tobby.-solo que vosotros tendréis diez años más.

-Nosotros lo cuidaríamos pero tenemos que ir a la guerra en Prignom y Arcagol.

-Jonás, debe de hacerlo-dijo segura Violeta-va a ser muy bueno para él.

-¿Y quién se quedará con él?-dijo Jonás.

-Yo me quedaré con él-dijo Violeta mirando a los ojos de Jonás-después nos reuniremos en la Tierra.

-No, de ninguna de las maneras, me niego. Yo voy a ir con él, tu eres la madre, necesitas ir con los trillizos, además que yo no me entero de nada de sus poderes, tu eres la única que les puedes ayudar-dijo agarrando sus manos.

-Sea como sea os tenéis que ir ya, quién sabe cuando podrá desatar el apocalipsis alguno de los trillizos o los tres mismo-dijo la pitonisa.

Mara miró a David rápidamente.

-Adiós Nahele, adiós Atlantes, David y yo ya nos vamos, si llegáis a ver a Flora decirle que era una buenísima persona que quería muchísimo-dijo Mara mientras se acercaba al portal.

-No os olvidaremos-fue lo último que dijo antes de traspasar el portal.

Jonás se acercó a Violeta mientras unos guardias agarraban a Violeta de los brazos para forzarla a que se fuera.

-Prométeme que hasta que no encontréis a Cris no volveréis, prométemelo-dijo Violeta mientras las lágrimas bajaban por su cara.

-Prometido. Cuando vaya para allá ya tendrán diez años-dijo pasándole a los niños mientras Tobby también le daba el suyo.

-Lo sé... Van a ser diez años muy duros sin vosotros dos-dijo Violeta mientras las lágrimas bajaban por sus pómulos rápidamente.-Maldito destino.

Jonás asintió y cuando se fue a besar con su mujer y sus labios se rozaban los guardias la empujaron hacia el portal y con ella el portal desapareció, la pitonisa se marchó, el gran mago también, la familia de reyes se fue a luchar en la batalla y solo quedaron con las lágrimas en las mejillas Jonás y Tobby rogando encontrar a Cris para poder volver a casa.

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