- Vamos Yoongi hyung, anímese... ¡Nos va a ir bien! - intenta Jimin sacarle una sonrisa a su hyung.

Habían pasado ya un par de semanas de intensos ensayos de horas y horas, llegando al inevitable día en que evaluarían sus progresos.

El alumnado completo se encontraba en el auditorio de la universidad esperando ser llamados por parejas.

- ¡Park Chaeyoung y Jung Hoseok! - llamó Jackson, uno de los asistentes del Director Bang.

La rubia muchacha y el amigo de Yoongi caminan hacia el cuarto contiguo al auditorio. Cinco minutos después, salen con sonrisas en sus caras anunciando que quizá la devolución haya sido satisfactoria.

- ¡Min Yoongi y Park Jimin!

Ambos jóvenes se levantan de sus asientos y se dirigen hacia aquél cuarto donde los esperaba el Director con algunos profesores de diversas disciplinas. Había implementos de todo tipo incluyendo un teclado y un amplio espacio para los bailarines.

- Min, Park... - ambos hacen una reverencia a sus profesores y directivos. - ¿Qué prepararon?

- Por mi parte compuse algunas melodías de las que, junto a Jimin, elegimos una. Cómo él es el experto en esa área creó la coreografía.

- Bien, cuando quieran entonces...

Yoongi se posiciona tras el teclado mientras Jimin estira rápidamente. Segundos después se miran acordando implícitamente comenzar.

Yoongi posiciona sus dedos en aquellas teclas deseando - en vano - que aquél sea su gran piano.

La melodía que Min denominó 'House of Cards' empieza con seguridad y con sorprendente sincronización por parte de Jimin y sus suaves movimientos.

Atentos, los profesores de las diversas disciplinas observan con ojo crítico la performance que se presenta frente a sus ojos. El nivel de talento de aquellos dos jóvenes por separado era sin duda alguna enorme.

Yoongi y Jimin finalizan un tanto cansados y dispuestos a escuchar a sus mayores.

Se colocan uno al lado del otro mirando a los demás.

- Okay, ¿a quién le gustaría tomar la palabra? - pregunta Bang. El profesor de baile levanta la mano. - Profesor Kim, tiene la palabra...

- Chicos, está clarísimo que ambos son talentosos. En eso creo que estamos todos de acuerdo... - todos asienten. - Esta performance está muy bien, excelente técnicamente hablando. - los jóvenes sonríen. - Pero, - la sonrisa se borra automáticamente. - parecen robots, por dios. Falta sentimiento, falta que ustedes dos se conecten entre sí... - La profesora de artes escénicas levanta la mano. - Irene, ¿te gustaría decir algo?

- Si, Profesor Kim. - responde. Mira a Park y Min. - No se trata de que dos artistas junten sus talentos así como así. Tiene que existir una unión profunda donde aquellas disciplinas se desdibujen para formar otra, para complementarse... ¿Entienden?

Ambos asienten y prontamente son despachados con un sabor amargo en la boca.

Les había ido muy mal.

- ... y después nos dijeron que no estábamos conectados. ¿Qué clase de estupidez es esa? - le cuenta a sus amigos lo sucedido, consternado. - ¡Estaba perfecto lo que hicimos!

- Yah, hyung... - contesta Namjoon. - Acepta que tienen un poco de razón.

- ¡Claro que no la tienen!

- ¿Es lo mismo un poco de café y agua separados que un café ya preparado?

Por todos los dioses, ¿qué había hecho de mal para escuchar esta clase de cosas?

- Namjoon, esa es la comparación más estúpida que dijiste en mucho tiempo. - responde Hoseok.

- Pero es la realidad. Para que Jimin y tú funcionen tienen que conectarse.

Pff, conectarse.

Ni que fueran a ser amigos o lo que sea. Aunque el enano le desagradara un poco menos que los demás aquél vínculo terminaba junto al proyecto.

¿Porqué, entonces, molestarse tanto?

Pero aquello iba a significar parte vital de sus calificaciones y las de Jimin. No podía simplemente ignorar eso.

- ¿Sugerencias? - pregunta hastiado.

En ese mismo instante entran Jungkook y Taehyung entre risas a la casa.

- Quizá podrían componer algo juntos.

Yoongi suspira, rendido.

- Okay, si no tengo chance... - toma su teléfono y textea a Jimin.

"Park, ¿estás libre mañana?"