O2O | Mom, save me!

- Por favor, no me odies por eso. Yo...

- ¿Odiarte? - murmura Kim soltandose del agarre de Jeon. - No te has dado cuenta aún, ¿no?

- ¿Darme cuenta de qué...?

- Oh, Kookie... - sonríe ampliamente. - En serio eres despistado. - el otro lo observa, confundido, mientras Kim se acerca a sus labios, besándolos con delicadeza. - Tú también me gustas, tontito. - pega su frente con la de Jeon y apoya sus brazos en sus hombros. Como un acto reflejo, Jungkook apoya sus manos en sus caderas, acercándolo más a él y así continuar. - El otro día... - explica. - Ése día no me escapé porque mi madre me había llamado, sino porque me sentía algo avergonzado.

[Flashback: un mes antes, luego del primer beso de Jungkook y Taehyung.]

Kim termina por sellar el espacio que consideró sobrante entre sus labios y los del muchacho que lo sostenía, siendo ese oscuro cielo testigo del primer beso que Taehyung y Jungkook compartían.

Era una sensación hermosa. Besar a esa persona que se robó tus suspiros y los latidos de tu corazón es simplemente algo magestuoso. Un beso tan dulce y lento como si el tiempo no los corriese, como si tuvieran décadas y décadas para ser huéspedes en los labios del otro.

Ah, cada acción que efectuaban volvía loco al otro. No era adrede, sólo eran pequeños movimientos que no podían evitar.

Jeon, primeramente, había cruzado ahora sus brazos tras la cintura de Taehyung, aprovechando que éste ya estaba estable en tierra firme, parado en las puntas de sus pies.

Kim - mientras tanto - había apoyado ahora sus dos manos en el pecho del muchacho de cabello largo, sonriendo en medio del beso cuando notó cómo el otro lo abrazaba.

Sólo la luna sabe dónde aquello hubiese terminado de no ser por el incesante sonido del teléfono de Taehyung.

- Oh, debo atender... - podría ser su padre, su madre. Podría ser algo realmente importante.

Aquella notificación pertenecía a Jimin, quien le había mensajeado preguntándole cómo le había ido.

Soulmate:

TaeTae, ¿cómo te fue con Jungkookie? 👀

Quiero detalles...

Claro que su mejor amigo sabía de sus sentimientos por el pelilargo. Jimin era su mayor confidente, su compañero de crímenes.

Para: Soulmate

Minnie, llámame...

Voltea su mirada y ve a Jeon a lo lejos, entreteniéndose con su celular mientras él planeaba un plan de escape para evitar el incómodo momento.

Se sentía muy avergonzado de esos minutos aunque los hubiese disfrutado muchísimo. Se preguntaba como seguiría ahora - por lo menos el resto de esa noche - viendo al chico de manos tatuadas sin parecer un pequeño y avergonzado tomate.

[Llamada entrante de Soulmate...]

Se apresura a presionar el botón que daba inicio a la llamada y habla.

- ¡Mami! - habla, siendo escuchado por Jeon.

- Ahora si perdiste la cabeza... - dice Jimin.

- ¿Cómo que Yeontan...? - hace una falsa expresión de terror. - Oh, no te preocupes... Ya estoy en camino.

- Kim Taehyung, ¿tomaste otra vez los licores de tu padre? - pregunta Jimin.

La última vez que Taehyung había echado mano en los carísimos y fuertes licores de su padre había confesado fechorías que ni siquiera eran obra suya.

- Esperame allí, ma. - corta la llamada dejando a Jimin con la palabra en la boca.

Jungkook se aproxima a él, algo alarmado por la conversación que Taehyung pareció mantener con su madre.

- ¿Está todo bien, Tae? - pregunta.

- Es Yeontan... Estos días está algo mal de la pancita y siempre vomita. Cuando lo hace se queda llorando un buen rato por el susto... - dice con un poco de nerviosismo. No quería mentir, sólo quería evitar una incómoda conversación en la que probablemente Jungkook le diga que esos besos no habían significado nada. - Debo irme a mi casa, perdóname...

- Oh, no... - lo calma. - Lo entiendo. - guarda la cámara luego de apagarla y toma las llaves del auto de Hoseok. - Ven, te llevo...

[Fin del flashback.]

- ¡Jiminnie! - llama la señora Park desde el primer piso. - ¡Yoongi-ah vino a verte!

Luego de la muestra Yoongi y Jimin habían vuelto a sus respectivos hogares sin mediar palabra alguna, pero Min sabía que había ciertos asuntos que tenían pendientes resolver.

Park baja las escaleras vestido con ropa más cómoda y sonríe a Yoongi, quien estaba parado en la entrada de su hogar.

- ¿Damos una vuelta, Jiminnie? - le tiende una mano que es rápidamente tomada por el castaño.

- Encantado, hyung. - le sonríe.

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