CAPITULO 42


CLARENCE




Me encontraba sentado en la orilla de la cama. Los minutos se me hacían eternos cada que pasaban. Tenía dos días sin poder dormir. Ni siquiera había intentado dormir. Sara y Lucas habían llegado hace horas. Tuvieron que explicarle todo a Falco y a la mamá de Samadhi sobre lo ocurrido con Hanna y ella porque, para ser honesto ni siquiera podía mirarlos a la cara.

Había prometido cuidarla, y no lo cumplí.

—¿Puedo pasar? —volvió a insistir Sara desde el umbral de la puerta de la habitación que compartía con Sam.

Apenas si le hice caso, pero ella siguió hablando. Decía que las autoridades ya estaban en su búsqueda. Que gracias a Falco y sus contactos habían actuado a la brevedad en cuanto éste último supo lo de Sam. Su madre estaba devastada, y si ella lo estaba, yo estaba que me quería morir si algo le pasaba. Ya no solo era ella, llevaba a nuestros pequeños en el vientre, y con tan solo pensar en perder a los tres en un solo momento se me desgarraba el alma.

El dolor y la angustia eran indescriptibles. Quería buscarla, quería saber quién la tenía, y nada de eso estaba. No quería ver a nadie. Necesitaba desahogarme. ¡Joder! No sabía qué hacer en estos momentos.

Después de explicarme como estaba todo, Sara salió de la habitación dejándome otra vez solo. Ella y Lucas se estaban quedando en una de las habitaciones de nuestro apartamento, seguro solo para cerciorarse de que no hiciera una locura.

Traté de tomar una siesta cuando salió de mi habitación, pero no logré dormir, lo único que hacía era estar sentado en la orilla de la cama mirando la fotografía que tenía con Sam.

La puerta rechinó, pero ni siquiera me di la oportunidad de ver quien era la persona que entraba por ahí. Decidí volver la mirada y en cuanto vi a Isabela ahí parada en el umbral de la puerta, con la mirada desgastada y los ojos llorosos, lo único que cruzó por mi mente fue parame e ir caminando hasta ella para abrazarla.

Sollocé, lloré. No sabía lo mucho que necesitaba ese abrazo hasta que la abracé. Era mi madre, y a pesar de sus errores, los rencores en estos momentos no se hacían presentes. Estaban escondidos, y lo único que quería era sentir su cálido abrazo. Necesitaba llorar y desahogarme tanto por esta mierda que estaba pasando.

—Van a estar bien, cariño —susurró —. Lo van a estar hijo mío.

—Me muero si les pasa algo —sollocé.

No quería hacerlo, pero lo hice, hacerme el fuerte ya era demasiado.

Trató de tranquilizarme. Pero a estas alturas ya era imposible para mí el no recibir ningún mensaje.

Isabela me dijo que llevaba algunos meses tratando de localizar a William sin éxito alguno. Según ella, Will había desecho todo trato con ella y su esposo quien era el investigador, después de que se detuvo todo por la muerte de Christopher.

Decidí recostarme por un rato mientras Isabela decía que iría a su casa para preparar comida y traerla.


(***)


Escuchaba murmullos en la estancia del apartamento de personas que aún no sabía quiénes eran. Decidí salir apenas vestido con un pantalón de chándal puesto y la remera que Samadhi me había regalado en su momento. Falco estaba sentado en la encimera de cocina junto a Brad.

De William seguía sin saber nada aún. No respondía mis mensajes, y las llamadas ya ni siquiera entraban. Ya no sabía en qué día estaba, y mi estabilidad emocional divagaba.

Según Sara, Charlize, la madre de Sam, había estado aquí por la mañana pero Falco la había enviado a su casa para que descansara. El padre de ella ya estaba enterado de la situación que no dudó ni por un segundo viajar hasta acá.

Tomé asiento en el sofá, y en cuanto Brad me vio hacerlo se acercó a mí.

—Todo va estar bien, ya lo verás hermano —me alentó apretándome el hombro como símbolo de apoyo.

Solté un bufido quejumbroso. Quería cerrar los ojos y que al abrirlos ya estuviera Samadhi aquí conmigo quejándose de su barriga enorme. La extrañaba tanto. Extrañaba sus enojos, sus antojos de media noche que me volvían loco, extrañaba despertar en las mañanas antes que ella solo para admirar su belleza, para mirar las tenues pecas que tanto me fascinaban en ella a pesar de que sabía ella misma las odiaba. Me sentía vacío, incompleto.

Después de una hora en la que solamente estábamos nosotros, llegó William.

—¿Dónde mierda estabas? —espeté molesto.

—Tranquilo, perdí el móvil entre mi equipaje, el vuelo se atrasó y tuve que hacer otras cosas antes de mostrarte lo que tienes que ver.

Miró de reojo a Brad quien se encontraba con su padre. William sacó de un maletín una laptop colocándola en la mesilla frente a los sofás. Lo encendió, y cuando lo hizo puso en el reproductor uno de los videos de aquel día.

Estaba nervioso por cada una de las escenas que veía, porque, quien aparecía en la pantalla no era nada más y nada menos que Brad. Era él quien estaba en esas imágenes, era él quien se encontraba al otro lado de la pantalla discutiendo con Hanna para después darle una bofetada que, después de unas cuantas palabras se convertiría en un abrazo. ¿Era él el culpable de su muerte? ¿Habia sido él todo este tiempo?

Me levanté con furia del sofá y sin pensarlo tomé del cuello de la camiseta a Brad. Después, le metí un derechazo en la mandibula y solo sentí los brazos de alguien deteniéndome para no seguirlo golpeando.

—¡Fuiste tú! —espeté furioso —, tú fuiste quien mató a Hanna.

Brad soltó un bufido cuando lo acusé.

—Ni siquiera tienes pruebas Johnson —inquirió —, deberías dormir, estas delirando.

—¿Pruebas? ¡Mira esas putas pruebas!

William volteó la pantalla de su laptop, y Brad, junto con Falco visualizaron el video.

—No sabes Johnson lo que pasó ese día...

—Fuiste tú Brad. —Lo acusó William —Fuiste tú quien le tomó las fotografías a Sam, ¿no es así?

Brad se quedó callado, y lo único que quería en estos momentos era golpearlo. Pero Lucas me tenía sujeto a él sin apenas poderme mover.

—No saben ni una puta mierda, dime Clar, dime Will ¿En verdad conocían a Hanna? ¿En verdad sabían lo que la atormentaba? ¡Por Dios Will! ¡Mató a tus padres y a tú hermana quien apenas salía de su última quimioterapia, y te quedas como sí nada!

Falco lo miraba extrañado, como si no conociera a la persona que tenía frente a él. No tenía pruebas suficientes, pero ahora que sabía más, estaba seguro que había sido él.

Brad se soltó de Falco para después dirigirse a la puerta del apartamento. Salió, y a pesar de que quería correr tras él, William se ofreció para hacerlo antes que yo pidiéndole a Lucas que me mantuviera aquí y no me dejase salir hasta encontrar a Brad.

Estaba furioso, no sabía que decir o en quien confiar. Lo único que quería era estar con Sam, abrazarla tanto y no soltarla jamás. Me sentía cansado, pero la angustia no me dejaba en paz.







El ultimo de ésta semana mis Perfeccionistas ♥

¿Quién creen que sea el culpable?

Pásenla bien este fin de semana largooo, les amooo ♥ 

31/03/2021♥

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