CAPITULO 23


CLARENCE





Estaba hecho una furia cuando salí del apartamento. No lo dude ni un segundo en ir a un bar cercano y tomar algo de licor. Una cerveza no me era suficiente, así que opte por algo más fuerte, que me calara hasta la garganta y me hiciese olvidar éste trago amargo.

¡Joder!

No esperaba ver a Isabela sonriente con Samadhi. ¿Cómo es que la ha invitado? ¿Isabela la habrá manipulado? Cuando me vio lo primero que hice fue mirarla a los ojos y tratar de leer lo que estaba pensando, pero lo único que vi era esa mirada. Una mirada de melancolía, sabía que estaba arrepentida pero lo mío no era el perdón. Si no había perdonado a mi padre así nada más gracias a sus problemas con el alcohol, ¿Qué le hacía pensar que yo la perdonaría por habernos abandonado?

Me encontraba exhausto. Quería llegar, cenar con Samadhi y hundirme en ella un rato simplemente para relajarme. Ella sabía cómo hacer mi día placentero y agradable después de una carga de trabajo pesado. Pero encontrarla con Isabela fue lo único que me faltaba para explotar.

Me arrepentí por haberle dicho eso que le dije, por haberle dicho que no tenía el derecho de tomar decisiones en lo que respecta al apartamento, nuestro hogar. ¡Joder! Me arrepiento de haber soltado aquello, pues no era verdad. Al contrario, ese es nuestro lugar. El lugar donde deberíamos estar sólo Sam y yo.

Di el último trago al chupito de tequila que tenía en una de mis manos. Me sentía un poco ebrio, así que decido estrechar la tarjeta de crédito para la paga dejando sobre la barra algo de propina para el barman, tomándome un momento para pararme del banco. No quería conducir ebrio.

—¿Clar? —masajee mis sienes, y al girar la mirada pude divisar a Steph quien iba llegando con unas cuantas chicas. —Vaya, es extraño verte aquí.

Tomó asiento justo al lado de mí. Me removí en mi lugar y simplemente la salude haciendo mención a su nombre.

—Y... ¿Vienes sólo? —buscaba con la mirada seguramente a Sam —¿O acompañado?

—Sólo por ésta ocasión —le hago saber.

Esbozando una sonrisa lasciva, es como me doy cuenta que se va acercando más a mí, sin embargo, lo ignoro. Ignoro el hecho que está demasiado cerca, hasta que siento una de sus manos tocar mi pierna. Pero no hago nada para detenerla.

—¿Qué ha pasado Clar? — pregunta sobre mi cuello la voz sensual de Stephany. Y yo, simplemente reprimo un soplido.

Con la mano que tiene libre trata de acercarme a su boca, pero al momento la detengo con brusquedad. Da un respingo que no dejo pasar.

—Te he dejado claro Stpehany, ¡No quiero nada contigo!

La suelto, y en cuanto lo hago llega el barman con la tarjeta. Se la arrebato de mala gana y salgo del lugar molesto. Molesto por su jodido arrebato, y por las miles de cosas que ahora mismo se encuentran en mi mente.

Me encamino al estacionamiento y en cuanto llego al coche el sentimiento de culpa vuelve a mí. No debí hablarle así a Sam. Me apresuro a encender el coche y después de veinte minutos ya estoy subiendo por el ascensor para llegar al apartamento. Salgo del mismo y camino por el desolado pasillo hasta llegar a la puerta donde yace mi hogar con Sam.

Abro la puerta y en la estancia reina el silencio y la oscuridad. Me voy a la habitación y ahí se encuentra, acostada boca abajo abrazando una almohada con su brazo. La visión que tengo de ella es fenomenal, que no lo pienso ni por un momento y me recuesto a su lado para estrecharla a mis brazos. Rodeo su cintura y la abrazo.

—Perdóname Sam— susurro en su oído. Me acomodo y logro ver sus pestañas castañas al abrir los ojos —, no quería decir eso, este lugar es tan mío como tuyo, es sólo que...

—No estás seguro — confirma.

—¡Joder, no! —la giro para que quede frente a mí y pueda mirarme a los ojos.

—Has bebido...

—Un poco, sí. Pero es que verla a ella aquí me ha hecho enfurecer como no tienes una puta idea —le hago saber —. Perdóname, siento haberte hablado de esa manera...

—¿No te has puesto a pensar que tal vez, ha sido muy rápido? —¡Joder, no! —¿Qué tal vez debimos esperar más tiempo y...

—¡No, no, no Sam! — espeto molesto y me siento en la cama haciendo que también ella se levante —¿Eso es lo que piensas tú? — pregunto, esperando que su respuesta sea un no. Da un suspiro y niega —Éste es nuestro hogar Samadhi, lo hemos formado sólo tú y yo, dime, ¿No estas segura de querer estar conmigo aquí?

—Si lo estoy — responde sin dudarlo ni un segundo, y un rotundo alivio me invade todo el cuerpo.

La tomo de las mejillas y dejo un reguero de besos en el puente de su nariz. Sam sonríe. Dejo besos en todo su rostro y la envuelvo en uno. Tomo sus labios con delicadeza y poco a poco la voy recostando a la cama.

—Eres hermosa...

Le beso el cuello hasta llegar al valle de sus pechos. Quiero tomarla y proclamarla como mía. Eso es ser un posesivo y egoísta, pero desde que ésta chica entró a mi vida así me ha vuelto. Por un momento se me cruza por la mente el que alguien más la haga suya y me hace enfurecer. Muerdo su labio inferior, y suelta un gemido delicioso y placentero para mi cuerpo. Le desabrocho los botones del pijama dejando sus senos expuestos, tomo el dobladillo del short y con delicadeza, escabullo mis dedos en el punto delicado de su cuerpo. Trazo círculos y en ocasiones introduzco mis dedos a su sexo. ¡Joder! No me resisto y Samadhi tampoco, lo siguiente que hacemos es quitarnos el resto de ropa que nos estorba y seguimos con lo nuestro, tocando nuestros cuerpos, saciando nuestro deseo.

—Te amo Clarence.

Susurra cerca de mi cuello, y siento un escalofrío acompañado con el miedo, pero se me pasa en el momento.


(***)


Lo que había restado del domingo se había pasado tan rápido. Todo el día viendo documentales de historia y animales junto a Samadhi. Seguía sin comprender porque Sam quería juntarme con Isabela. No me parecía. Aunque no pude evitar darme cuenta que Sam aún seguía seria conmigo después de ello.

—¿Puedo entrar? —pregunta William parado en el umbral de la puerta en mi oficina.

—Ya estas dentro Will.

Le resta importancia a mi respuesta, y lo siguiente que hace es adentrarse al lugar.

—¿Qué sucede? —pregunto dejando de lado unos planos, los cuales, me encontraba ordenando.

—Nada, pasaba a saludar. —Inquirió dudoso.

No le hice caso, si quería hablar conmigo lo haría, yo no iba a insistir. Así que lo siguiente que hice fue seguir con mi trabajo.

—¡Está bien! — exclama —Bien, quería, quería pedirte un favor.

Vuelvo la mirada hacia él, y cuando estoy por preguntarle ¿Qué es lo que quiere?, entra Lucas sin tocar la puerta.

—Conseguí enviarle nuestra presentación a la empresa de los Blair.

Sonrío como tonto al escucharlo. Habíamos estado cazando esa empresa internacional, ya era hora de hacer negocios en otro lugar, y la oportunidad se nos tenía que presentar. Asentí a lo que Lucas había dicho y volví la mirada a Will, indicándole que siguiera hablando.

—Quiero... — carraspea —Quiero que vayamos a casa de tu padre.

—¿A casa de mi padre? — suelto un bufido. —Sabes que yo no me paro ahí ni de chiste.

—Vamos Clar, tengo que buscar algo en esa habitación — inquiere con ilusión en su voz.

Lucas se encoge de hombros y sale de la oficina. Mientras, yo asiento a la petición de Will.

—Está bien, pero no será hoy. Yo te diré cuándo.

Will asiente con la cabeza y toma asiento frente a mi escritorio. ¿Para qué quiere William volver a la habitación de Hanna?








¡EH VUELTO!

Es un capitulo corto, pero esperen el extra ♥ se viene lo bueno en PERFECTOS 😍



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