SIETE

Canción en multimedia—Sex You de Bando Jonez.

NOTA IMPORTANTE: Primero que nada, espero que aún sigan aquellos pocos lectores de esta historia por ahí, segundo, gracias por seguir, ya que si me he tardado en actualizar, pero entre la historia que tenía que acabar para un concurso de Wattpad y entre algunos problemas familiares, se me complicó mucho poder seguir actualizando esta historia. Pero ahora que es la única ya puedo retomarlo. Espero que el capítulo le guste.


***






—CONSTANZ—

Una habitación para mí sola. Bueno, lo cierto es que prefiero estar en la habitación de Raven y ahora más que hemos podido probar de los tres.

Pensar en cómo estuvo dispuesta y me dió tanto placer como lo hizo hacia Eros.

Muerdo mi labio inferior al notar que nuevamente me he puesto algo predispuesta solo por recordar esos momentos. Aunque la vergüenza si llegó a mi en el momento que su hermano, Ezekial, entró a la habitación.

Ese sí que fue un momento que me hizo sentir que estábamos siendo adelantados con lo que deberíamos hacer, pero cuando regresamos a la habitación es obvio que todo salió mucho mejor de lo esperado.

—Así que al fin conseguiste estar junto a Raven—musita mi hermano mientras ve algo en su tableta.

Yo asiento con una sonrisa y suspiro.

—Me siento mejor antes eso, más de lo que creí que me sentiría.

—Me alegro por ti hermana, pero recuerda que estamos haciendo todo esto para que ella esté segura y tú eres una próxima reina que debe enfocarse en eso—me señala con desdén—, en reinar.

Suelto un suspiro y asiento.

—¿Crees que no lo sé? Al final Eros y Raven se van a entender cada vez mejor por cuestiones de que ambos saben de la mafia, pero yo sólo sé de la monarquía y...

—A veces me pregunto cómo es posible que tú seas la inteligente de la familia—suelta de pronto una voz conocida, volteo y me encuentro con Meridia... Bueno, la reina, Meridia.

Mi hermano y yo nos levantamos para hacer una corta reverencia. Ella sonríe levemente y yo me maravillo por su exquisita belleza. Lo primero que me llamó la atención de la hermana de mi ahora novia, es cada parte de ella, su postura, su forma de hablar, caminar, imponer, aunque eso sería más bien su forma de ser y lo que demuestra ante todos. También me cautivó su amabilidad, honestidad y claro, su poder y la forma en que lo utiliza.

No puede faltar lo que también me gustó de su físico, su piel, esa piel que parece tan suave pero que sólo su querido novio Enzo tiene la bendición de tocar, besar, o hacer lo que sé que deben hacer, en este castillo todo se sabe.

A parte de su piel suave y pálida pero a la vez bronceada, podemos también hablar de sus ojos, esos ojos grises con una extraña combinación con el color marrón, sus labios gruesos y rosados que dan a un color más intenso rojo, el leve rosado que cubren esas pecas tan atrayentes, sus cejas y no puede faltar su hermoso cabello castaño que siempre va tan bien arreglado.

Su cintura, cadera, brazos, pechos, cuello, clavícula, piernas, todo. Aunque eso ya ha quedado claro por supuesto.

Podemos dejar también en claro que Meridia por más hermosa y belleza exótica que sea, no es alguien que me atraiga de la misma forma como lo hace Raven y extrañamente, este Eros.

Mmh.

—¿Cosntanz? ¿Estás escuchando?—salgo de mis pensamientos. Veo hacia mi hermano y después hacia aquella belleza de mujer.

Sonrío y niego.

Meridia suelta una pequeña risa, por dios, normalmente dicen que las risas de los hombres son los que te hacen mojar creando una corriente eléctrica en el vientre, pero esa risa de Meridia, es capaz de mojar a mujeres y hombres, estoy segura.

—Constanz, te pido por favor que no estés faltando al respeto a la reina Meridia, te estamos hablando pero pareces muy distraída.

Okey, basta Cosntanz, deja de pensar en mojarte y... muy bien, tal vez sea un buen momento para encontrar a Raven o a Eros. Si, debo hacerlo.

Aunque me siento un poco mal por calentarme sólo por la voz y por pensar en Meridia, ¿si le digo eso a Raven es muy seguro que se molestará?

Hay que averiguarlo. Me levanto y hago otra reverencia.

—Siento la falta de respeto que he demostrado en su presencia querida reina Meridia, pero creo que ahora iré a buscar a su preciosa hermana.

Antes de poder irme y ser libre, ella me llama.

—Después de ir con mi hermana y hacer lo que vayan a hacer, ve a buscarme a mi dormitorio, necesito hablar contigo.

Vaya, más palabras que te mojan. Paso saliva y me pongo recta cuando siento que mis piernas podrían empezar a temblar.

—Claro mi reina—basta Constanz, así no te controlas—, la veo más tarde.

Asiente y le sonrío a mi hermano quien no se ve muy feliz, pero que le muestra una sonrisa a la reina, eso no es difícil de hacer, su linda presencia te hace feliz.

Camino por los pasillos encontrándome con algunos primos de Raven quienes me saludan y yo a ellos, algunos tíos y guardias. Todos son muy amables en este lugar. Demasiado.

Sigo caminando hasta dar con la habitación de Raven. Toco con los nudillos y escucho un pase dentro de este.

Me encuentro con Eros, sentado en un sillón individual cerca de la ventana mientras lee un libro y Raven se pasea con una simple playera larga que le llega por los muslos y puedo apostar, que está sin sostén ni bragas.

Muerdo el interior y paso saliva tratando de controlarme.

Camino lentamente hasta ponerme detrás de ella notando que la playera deja al descubierto su hombro derecho, pongo mis brazos rodeándola y beso su hombro desnudo.

—¿Te puedo decir algo pero prometes no juzgar o enojarte?—pregunto, lista para lo que venga después de decir lo que diré.

Hasta Eros deja su libro para estar atento a mi confesión. Raven se gira y me ve con la cabeza ladeada mientras se cruza de brazos levantando en el proceso sus deliciosos senos, sus pezones se marcan a través de la delgada tela.

Sonrío y ella asiente dándome pase directo a hablar. Tomo una gran bocanada de aire y doy un paso hacia ella.

—Creo que podemos estar de acuerdo en que tu hermana es muy sexy y demasiado follable.

—Oh, vaya. Qué fabuloso inicio—veo de mala manera a Eros, quien sonríe burlón.

Raven sigue sin expresión, me ve fijamente esperando a que siga y eso hago.

—Bueno el punto es que la vi y empecé a pensar en las cosas que la hacen ser tan atractiva para muchas personas, pero déjame decir que no siento nada por ella, si no es que es una simple e inocente atracción física o más bien que estoy cautivada por su forma de ser y su todo ella.

» A lo que quiero llegar es a pensar en esas cosas y luego en ti y la forma en que ayer la pasamos, me puse algo... mmh...

—¿Caliente?—cuestiona Eros.

—Sí.

—¿Mojada?

—Sí.

—¿Necesitada?

—No sé si sería necesitada... pero me gustaría saber si aceptas pasarla bien antes de las actividades que se harán en un rato—termino de hablar y veo que Raven se mantiene de la misma forma.

—Cada vez me sorprendes un poco más querida Cosntanz—añade Eros, mientras camina y se pone frente a la ventana viendo lo que sea que esté ahí afuera.

Sonrío.

—¿Eso es bueno o malo?—pregunto sintiendo mi voz cortarse y sintiendo los nervios en mi sistema cuando Raven camina hasta mí y me empuja contra la cama.

Pongo mis codos para mantenerme sentada viendo cómo me ve sin dejar su expresión seria. Se levanta la playera y justo como creí, sin nada debajo de ella, muerdo mi labio inferior viendo cada parte de ella.

Ya me siento ansiosa.

Hago un ademán de levantarme pero ella niega levemente, se sienta encima mío aún yo con mis codos puestos en la cama.

Sonríe y cuando menos me lo espero, siento otras manos jalar mi cuerpo hacia atrás y Raven tomando mis manos poniéndolas arriba de mi cabeza y es ahí cuando escucho el click de algo cerrarse, veo hacia arriba y abro la boca atónita al ver que me han puesto unas esposas en cada mano junto a las partes de la base de la cama.

Veo hacia ambos que sonríen divertidos y me sorprendo de mi misma cuando Raven se vuelve a colocar la playera y yo suelto un quejido lastimero.

Si... debí esperar algo así.

Bufo por lo bajo cuando ambos sólo me lanzan un beso por el aire antes de salir de la habitación y dejarme completamente sola.

Genial. Más que genial.







EROS

Hermano de la ladrona: Mi hermana veía a la hermana de Raven como si fuera un bistec sabroso y listo para devorar, va para allá y será mejor que la ignoren y no le den lo que quiere.

Sonrío de medio lado al leer el mensaje de Anton y no dudo en mostrárselo a Raven, quien pone los ojos en blanco con diversión y una gran sonrisa.

—Ella a veces no se pone límites—dice mientras niega y se empieza a quitar la ropa quedando sólo en bragas.

Sonrío aún más por la maravillosa vista y no la borro aunque se ponga aquella playera larga que le llega por los muslos.

Tomo un libro que se encuentra por ahí y me siento cerca de la ventana, no le presto mi la más mínima atención a las palabras escritas del libro pero cuando tocan la puerta muerdo el interior de mi mejilla con el claro objetivo de no reír.

Se supone que ahora estaremos aquí hasta el cuatro de enero, siendo hoy 28 creo que las cosas serán más interesantes que nunca.

Dafne se ha querido disculpar con Nikolay desde que llegamos y él como todo un hombre con dignidad y orgullo, la ha estado ignorando con bastante fuerza y éxito. Pero tuvo que rendirse horas después cuando la peli blanca loca le lanzó libros en protesta a su ley de hielo. Eso creó una gran discusión de los amantes de los libros quienes ahora tampoco le hablan a Dafne por menospreciarlos de esa forma.

Raven deja que Cosntanz entre, digo unas cuantas cosas por sus ocurrencias y algo sorprendido por lo sincera que día ante la situación que se encontraba, veo como Raven me señala discretamente uno de los cajones a lado de su cama, me sorprendo y siento una gran curiosidad al ver dos esposas, pero ahora no es el momento.

Jalo a Constanz y Raven me ayuda a poner más esposas, ninguno de los dos dice mi hace nada ante sus protestas hasta que salimos de la habitación y puedo ver a los gemelos hablando entre susurros.

—Oigan—los llama Raven, camina hasta ponerse delante de ellos.

Yo la sigo por detrás pero una llamada de mi hermana hace que me disculpe y camine por el pasillo atendiendo.

—Hola querida Seph.

—Sephone. Mi nombre completo es Sephone y nuestros padres no tardaron en elegirlo para que le busques una abreviatura que no es digna del nombre que poseo—contengo la sonrisa que quiere aparecer en mis labios a pesar de que no puede verme.

—De acuerdo, entonces querida Sephone—le doy un tono más fuerte a su nombre y escucho un suspiro de su parte, sonrío—¿Qué puedo hacer por ti mi linda hermana?

—Iré a Italia a pasar año nuevo contigo.

Okey, no me esperaba eso la verdad.

—¿Eros? ¿Hola? ¿Tu cerebro ha dejado de funcionar? Mamá y papá dijeron que llegarías hasta los 30, aún eres joven como para que te den derrames cerebrales. ¿Ya procesaste la información o debo repetirla?

Cierro mi boca cuando noto que se abrió y carraspeo.

—¿Por qué vas a venir?

—¿Sabes? Normalmente lo que una hermana espera después de dar una noticia de que estará junto a su hermanito para año nuevo es un: ¡Oh qué maravilla querida y hermosa hermana! Estoy tan emocionado de verte porque ya van varios días sin tu linda presencia.

» Pero no, desafortunadamente no me ha tocado un hermano que aprecie lo que hago por él, si no me ha tocado un hermano que en vez de ponerse feliz, lo primero que pregunta es: ¿Por qué?

Deja un espacio de silencio y antes de que yo pueda hablar ella empieza a gritar:

—¡¿Cómo qué por qué Eros Vasileiou?! ¡Porque soy tu hermana y al enterarme de esa supuesta relación tuya con Raven Wells y Constanz Lamnsdorff y que por cierto, me enteré gracias a Meridia porque estoy segura que tú, maldito idiota no me habrías dicho nada dejándome en la ignorancia!

» ¡Pero ya verás cuando llegue, porque te aseguro niño malcriado que cuando puse tierras italianas te voy a asesinar con mis propias manos por no llamarme, no mandarme mensaje y dejar por completo tus responsabilidades como jefe de la mafia griega!

Mantengo separado el celular de mi oreja después de sufrir con los primeros gritos de su parte.

Suspiro y cuando iba a comenzar a hablar, ella cuelga. Paso saliva con fuerza y echo la cabeza hacia atrás. Sí, estos días serán un completo desastre.
























Lo que dije en la primera nota es suficiente y espero que este capítulo les haya gustado, también deseo volver con ma frecuencia y tenerles dos capítulos por semana al menos.

¡Nos leemos luego!

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