• Capítulo 8 •
El sol estaba cayendo, la luz empezó a faltar y su visión era menos clara, ya tenía que regresar, estaba muy preocupado, no encontraba a Katsuki hasta que observa a lo lejos una pequeña luz, era una antorcha, al acercarse más se alivió bastantes al reconocer a su compañero.
Suspiró y caminó en silencio, por un momento le pareció ver que el rubio estaba hablando pero no vio a nadie más, cosa que le pareció sumamente extraño.
Al estar cerca de salir del bosque para entrar a la playa notó que el ajeno se había puesto en posición de ataque, seguro que lo había escuchado.
—Bakugō soy yo, te estaba buscando ¿Dónde te habías-?
—¿¡Dónde diablos estás!? ¡Voy a matarte maldita zorra desquiciada! —interrumpió de forma agresiva.
—¿Ah?... ¿Con quién hablas? ¿Estás bien?... —pregunta acercándose con lentitud al rubio ceniza.
—¿Oh, en serio? —habló con sarcasmo— pues adivina qué ¡ya estoy alterado!
Cuando estuvo lo suficiente cerca una pequeña rama cruje al pisar llamando inmediatamente la atención de Katsuki quien se voltea con rapidez, Todoroki al verlo molesto reacciona de forma rápida y hace un muro de hielo que al instante es explotado por el ajeno.
—¡Bastardo! ¿¡Por qué te acercas así!?
—B-Bakugō ¿Qué sucede? Te estaba llamando pero tú no respondías ¿Te encuentras bien? —atónito por el fuerte ataque observa el hielo destruido.
—L-La escuchaste... ¿Verdad? Esa mujer sabe que estamos aquí, tenemos que salir lo más pronto posible.
Cuando empezó a hablar de forma muy rápida, su respiración se hizo apresurada cosa que asombró al bicolor, Katsuki estaba... asustado...
—¡Preferiría morir a volver a estar en ese maldito laboratorio! —por impulso cubre la boca del oji rubí e intenta tranquilizarlo.
—Bakugō, tranquilo... respira hondo, eso fue sólo una ilusión ¿Sí? Yo no oí nada, no están aquí... Todo está bien.
Sus palabras hicieron que el más bajo hiciera una expresión de confusión y miedo, tal vez no fue bueno decir eso...
El rubio se aparta del tacto del heterocromático.
—No... No me crees ¿Verdad? —musitó con el ceño fruncido, el bicolor iba a decir algo pero ahora el ajeno es el que lo interrumpe— Seguro piensas que estoy loco —suelta una pequeña risa y camina a la orilla del mar, tal vez quería estar solo... aunque claramente Todoroki no haría caso a alguna orden similar.
—Bakugō... No creo que estés loco, yo pienso que es por las sustancias que usó la doctora en ti —explicó pero al recordar la lista de síntomas las "alucinaciones" no eran parte de ella cosa que lo preocupó.
—Esa maldita zorra... después de hacerme todo esa mierda... parece que tampoco me dejará dormir en paz.
—Puedo quedarme a vigilar mientras duermes si quieres —propuso, sabía que el rubio tenía que dormir, ya que desde que despertó no lo había visto descansar ni por unos segundos.
—No tienes por qué preocuparte, son sólo cosas mías, ella no está aquí... no puede hacerme nada —baja la mirada observando el ir y venir del agua, su ceño estaba fruncido pero su mirada era tranquila.
—Bakugō igual no dejaré que nadie te haga nada... te lo prometo —juró tomando la mano del contrario observándolo directamente a los ojos.
—Eso sonó como una declaración, idiota —lo miró con cierta molestia, Katsuki no era gay o al menos no se consideraba uno.
—Tal vez lo sea, tal vez no, puedes tomarlo como quieras —respondió mirando el horizonte, sus palabras habían sido bastante "atrevidas".
—Tch —chasquea la lengua y cierra los ojos.
Todo ese tiempo junto al bicolor fueron agotadores, no había dormido nada desde que salieron de esa prisión tortuosa que llamaban centro de investigación.
—Por cierto bastardo... Ya no... sientes el aroma ¿Verdad?
—¿Mm...? Ah, no, ya desapareció.
—Ya veo —finaliza, el baño que se había dado había cumplido su misión o eso creía— tengo hambre, si quieres cenar hay frutas —avisa para luego dar media vuelta y caminar al lugar en donde temporalmente se estaban refugiado
—No vayas a comer mucho.
—Tú no me das órdenes bastardo.
—Pero me preocupo por ti, deberías apreciar eso ¿No crees? —reclamó observando su espalda, incluso pudo ver cómo sus hombros se tensaron levemente, seguro que lo que dijo no le había agradado para nada.
—Yo nunca te pedí que te preocupes por mí, ya me ayudaste lo suficiente no necesitas seguir con eso, deja de molestar si no quieres que te explote —amenaza sin voltear a verlo y sigue su camino.
Todoroki baja la mirada y vuelve a observar el horizonte, era difícil convivir con el rubio cenizo, eso nadie lo duda pero aunque él dijera eso de igual forma no podía evitar sentir la necesidad de querer protegerlo a toda costa...
—Doctora Hirano hay una extraña onda en el monitor ¿Qué significa? —cuestiona un ayudante.
El aparato empezó a hacer unos extraños sonidos desde hace unos minutos, pensó que era normal pero después de algunos segundos se dio cuenta de que las ondas cerebrales de Katsuki pasaron de ondas normales a unas muy activas, lo que significaba que el usuario estaba teniendo una actividad mental intensa.
—Déjame ver... —responde para luego acercarse y ver con claridad el monitor, era cierto ¿Qué estaba sucediendo?— Mm... muéstrame la cámara del dron 3-2 en el monitor derecho.
—Enseguida.
El joven teclea unas cuantas cosas y cumple con la orden de la doctora. En el monitor se podía observar a Bakugō comiendo con tranquilidad.
—La actividad empezó hace unos cuantos minutos atrás, enseguida le muestro que sucedió.
Ajusta el video y lo atrasa unos momentos, ahí es cuando la azabache observa cómo es que el oji rubí estaba discutiendo con la nada y también como atacó a Todoroki.
—Esto puede ser malo...
—¿Es un síntoma o efecto secundario?
—No, eso no está dentro de lo que normalmente sucede con los sujetos de prueba, tal vez necesitemos evaluar su estado más de cerca... pero puede ser peligroso que yo vaya... —se quedó unos segundos pensativa y luego observa a su ayudante.
—¿Qué es lo que tiene en mente?
—Es algo loco pero puede funcionar... necesito de tu ayuda...
La noche pasó rápido y bastante tranquilo, no hubo nada inquietante o peligroso, Bakugō apenas pudo dormir pero fue suficiente como para que tenga suficiente energía, apenas se levantó buscó con la mirada a su compañero pero no lo encontró ¿Dónde se había metido? Ayer el ambiente se sentía algo tenso, tal vez había sido un poco rudo con el medio albino... aunque él se lo buscó ¿Por qué se preocupaba tanto por él? no era un niño, podía cuidarse solo.
—¡Soy un maldito héroe calificado, soy muy capaz de protegerme y proteger!
Se levanta de la arena, ayer se había comido una gran variedad de frutas... debía recolectar más, aunque también quería probar algo de carne o pescado, no era bueno estar con antojos pero estaba muriendo por querer comer algo de proteína.
Con algo de ingenio se arma una caña de pescar y busca lombrices para usar como carnada, esperaba poder pescar un pez grande para el desayuno y recompensar en cierta parte al heterocromático por haberse preocupado por él, finalmente había admitido haberlo tratado bastante mal desde que salieron de lo laboratorios, con excepción de algunas cosas.
—Más le vale aparecer cuando tenga el pez...
—Hey —logra escuchar a sus espaldas, suelta un suspiro y responde de mala gana.
—¿Dónde estabas bastardo mitad y mi... tad?
Confundido observa al chico que se encontraba detrás a él, obviamente no era el bicolor, era un chico de cabellos café, ligeramente más alto, piel morena y ojos castaños... su voz era bastante similar a la de Todoroki, sus prendas se veían como de cualquier persona normal simplemente estaba todas dañadas.
—¿Quién carajos eres? —preguntó con un aire de amenaza.
—Tranquilo, mi nombre es Keichi Hamada, era tripulante del barco de carga 250, siento haberlo asustado.
—No me asusté mierda, estaba confundido, ya vete, estoy ocupado.
—Sí, lamento mucho interrumpirlo pero me preguntaba si podríamos ayudarnos mutuamente para una mejor supervivencia.
—Tu forma de hablar me da asco, puedes quedarte si te quedas callado, si intentas cualquier cosa te mataré ¿Alguna duda?
—N-No, ninguna, gracias...
Ese chico tenía algo raro... un mal presentimiento se hizo presente apenas lo vio ¿Qué es lo que hacía en un barco de carga? Se supone aire los barcos de carga no llevan pasajeros a otros lados... ¿Verdad? No tenía conocimiento sobre eso pero estaba seguro de que no era así.
—¿Cómo te caíste del barco? —pregunta el rubio ceniza, no le importaba saberlo pero seguro que era importante para saber si el chico era de fiar.
—Fue en una noche tormentosa, la mayoría termina en una isla por esa razón, seguro que eso también le pasó ¿Verdad?
—No hables con tanta formalidad, es molesto —dice entre dientes, un pequeño jalón en la caña lo distrae y empieza a tirar.
—Ah, sí, lo siento, am... ¿y tú...? ¿te has sentido bien desde que te quedaste varado aquí? —esa pregunta lo hizo fruncir el ceño ¿Para qué quería saber eso?
Continuará...
NarikoHN
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top