• Capítulo 5 •

Bakugō-san, es hora de la cena, quédate quieto —ordenó una azabache para luego desactivar la silla que lo apricionaba.

     El rubio cenizo estaba agotado, después de las otras dosis que le quedaban se quedó bastante adolorido, no tantos como la segunda que recibió y aunque la mujer le haya ordenado no moverse igual no tenía de donde sacar más fuerza para poder escapar.

Lo has hecho bien hoy, mañana solo serán unos chequeos de tu salud, para ver si tu cuerpo lo esta asimilando  correctamente.

     No recibe ninguna respuesta, los ojos del carmesí estaban apagados cosa que preocupó un poco a la doctora, en esos momentos por los efectos debería de estar eufórico y con energía de sobra ¿había hecho algo mal? De forma veloz saca su estetoscopio y escucha el corazón del ajeno, su pulso estaba bien, revisó los ojos y la lengua, no parecía estar fuera de lo normal.

¿Bakugō-san? ¿Le duele algo? —preguntó con algo de preocupación al no saber que es lo que tenía su paciente.

¿Acaso te importa?... mátame de una maldita vez... ¿Qué esperas?... — respondió con un notorio cansancio.

No voy a matarte Bakugō-san, dime que te pasa ¿Cómo quieres que te ayude si no me dices nada?

Me hubieras ayudado dejándome escapar, ahora arreglatelas sola o déjame morir, no te cuesta nada —sonríe con dificultad, era un tipo de "venganza" que ponía en riesgo su vida.

—¡Ugh! ¡Estás demente! 

     Furiosa sale de la habitación comparando los reportes con los registros, necesitaba ver cuál era el problema y si había hecho algo mal, rebuscó y rebuscó hasta que vio el error... había adelantado la última inyección por una hora, no era nada mortal, suspiró aliviada al saber que su paciente no estaba en peligro, lo único que podría sufrir son algunos efectos secundarios pero luego nada más.

Estás totalmente loco ¿Te lo han dicho alguna vez?

Un par de veces... Sí

     Sonríe algo satisfecho por haber asustado a la doctora, claramente si tuviera su energía y fuerza la mataría sin pensarlo dos veces. Gracias a esa mujer estaba sufriendo cosas inhumanas.

Te voy a liberar y luego te comerás toda tu cena ¿De acuerdo?

Como sea zorra desgraciada... —insulta apartando la mirada hasta que finalmente queda libre, seguía bajo el efecto del kousei de la mujer pero al menos estaba "libre" de manos.

Ah, joven Todoroki ¿Ya comió? ¿Quiere visitarlo? Esta despierto y libre de la silla.

     Bakugō logra escuchar, ¿Todoroki estaba ahí? En cierta parte eso le alegraba, la compañía de su ex compañero de clase lo hacía sentir... seguro de alguna manera.

, adelante, yo estaré aquí cenando, cierra la puerta y cuando quieras salir sólo llámame.

De acuerdo, gracias —Todoroki entra y cierra la puerta detrás de él. Después de pocos segundos en el intercomunicador se escucha lo típico que siempre dice.

Soltar —y acto seguido el rubio cenizo es libre de su malvado poder. Apoya sus codos en sus rodillas intentando recuperar fuerzas— Por cierto, joven Todoroki, Bakugō-san recuperará su energía en menos de media hora tenga cuidado.

Estaré bien, no se preocupe —responde con calma observando a su compañero acariciar sus muñecas rojas de tanto hacer fuerza contra el hierro — ¿Estás bien, Bakugō?...

Sí... eso creo... sólo estoy algo mareado, es todoresponde sin levantar la cabeza.

¿Quieres que enfríe tus muñecas?

¿Mm?... haz lo que quieras, pero no te vayas a pasar —advierte mostrándole ambas manos.

De acuerdo.

     Con tranquilidad sostiene sus muñecas con suavidad, primero lo había acariciando con cuidado, su piel estaba irritada y se notaba que dolía. Enfrió su mano derecha y lo pasó por las zonas dañadas, dejando una ligera capa de hielo.

¿Mejor? —cuestiona y el contrario asiente, se sentía muy refrescante eso alivió al menos algo en él— Bakugō... llamó en un susurro y este se le quedó mirando con curiosidad por el repentino cambio de volumen— Ya tengo casi todo planeado para escapar mañana...

     Katsuki lo ve esperanzado y apoya su cabeza en el hombro del ajeno, no tenía fuerza pero se sentía aliviado de saber que podrían irse al día siguiente.

     Esa pequeña muestra de afecto y gratitud claramente sorprendió mucho al bicolor quien aún estaba procesando lo que estaba pasando, el momento no duró mucho pues al de mirada carmesí también le pareció extraño, eso hizo que se separara y empujara al medio albino.

Ah- yo... ¡Olvida eso! —gritó levemente sonrojado para luego apartar la mirada.

Ah... de acuerdo... aunque se sintió bien —comenta rascando su nuca con nerviosismo, no se había esperado una reacción así de parte de Katsuki, fue muy adorable.

¡C-Cállate! Ahora solo dime qué tienes en mente—regaña pero modula su voz para no ser escuchados, cruzando los brazos para oír con atención lo que diría el ajeno.

Haremos esto...

     Al día siguiente por la noche.

Shōto ya tenemos que irnos, volveremos en tres o cuatro días, depende de lo que me diga la doctora —se escucha hablar a Endeavor quién firmaba unas cuantas cosas.

Espérame en el jet, iré al baño —dice cortante.

     La verdad no tenía ganas de hablar con su padre por lo que era comprensible recibir una respuesta así, Enji sin decir nada sólo suspira y empieza a caminar fuera de las instalaciones.

     Ya era hora, el momento indicado para todo, la doctora Hirano estaba afuera hablando con la recepcionista, su padre en el jet y Bakugō "dormido".

     Baja al piso X y camina hasta el lugar en donde se encontraba su compañero, no había nadie a los alrededores y todo parecía tranquilo.

     Coloca el código y abre la puerta rápidamente Katsuki se levanta y sale de la cama apenas ve al bicolor, ya era hora.
En ese momento el rubio cenizo estaba con mucha energía, pudo recuperarse de lo que había sufrido el día anterior, seguía doliendo pero al menos ya no tanto.

     Todoroki toma las manos encerradas en guantes del ajeno y las congela logrando que sea más sencillos romperlas de un golpe contra la mared.

¿Listo?

Cómo si no hubiera un mañana —sonríe confiado— ¿Qué hiciste con las cámaras? —pregunta mientras corren a la plataforma.

Congelé al vigilante, no fue difícil encontrar la sala de video —responde observando a los alrededores por si había alguien que pudiera ser testigo de su fuga.

Vaya, ¿quien diría que te atreverías a congelar inocentes? —responde de forma burlona, no pudo creer que el bicolor fuera capaz de hacer cosas como desobedecer una ley u orden.

Ya soy lo suficiente capaz de poder tomar mis propias decisiones —responde con la misma cara de poker que siempre llevaba.

Me alegra por ti.

     Suben a la plataforma en silencio rezando por que nadie los reconociera y llamara a alguien para que se hiciera cargo.

     Al parecer Dios escuchó sus oraciones pues gracias a la hora no había nadie en los pasadizos, sin problemas llegaron al piso L, no había nadie que los pudiera ver, la doctora Hirano seguía hablando con la recepcionista, no los había visto aún...

     Todoroki se agacha y toca el piso para congelarlo, la recepcionista fue la primera en reaccionar ante lo que estaba sucediendo y alerta a la de cabello azabache. Sin que ninguna pudiera reaccionar a tiempo Todoroki y Bakugō salen deslizándose espalda con espalda impulsándose con velocidad gracias a las explosiones del rubio ceniza.

¡¿Qué?! —se escuchar gritar a Ryuki.

¡Hasta nunca zorra!

     Se despide sacándole el dedo de en medio, al ya estar afuera del tremendo edificio ambos se dirigen al gran portón, los guardias se alertan al ver las explosiones y se ponen en posición de combate.

¡Ahora bastardo! 

     Avisa y Todoroki hace una rampa de hielo dejándolos huir por ahí, parecía que todo iba bien, pero cuando ven lo que había detrás del muro no supieron que hacer, era mar abierto, aquel sitio de investigaciones estaba en una isla sumamente pequeña.

¡¿Mar?! —exclamó el heterocromático muy confundido haciendo que la rampa sea un tobogán a la arena, recordando que él no había visto el momento que el jet aterrizó.

     Miró por todos lados buscando una solución y a lo lejos ve u pequeño puerto con una pequeña lancha moderna.

¡¿No sabías que estábamos en una maldita isla?! —a lo lejos se podía escuchar la voz de Endeavor y la doctora Hirano, ambos muy enojados.

¡Por allá! 

     Señala el bicolor para luego tomar su antebrazo derecho con fuerza y empezar a jalarlo, la arena era muy molesta. Al sentir que Ryuki se encontraba lo suficientemente cerca sostiene con su mano libre su celular.

¡Deténganse! —ambos logran escuchar, se detienen al mismo tiempo pero casi al instante Todoroki presiona un botón — "Soltar" —suena de su celular.

¿Cómo-?

Sigue corriendo —lo interrumpe, y ambos suben al pequeño barco, no tenían la llave para prender el motor, pensaron que estaban perdidos.

¡Yo me encargo, tú distraelos! —ordena el de mirada carmesí quitando una placa que daba al motor, hace tiempo que no hacía algo como eso pero al menos tenía que intentarlo.

¡¡Shōto!! ¡regresa en este maldito instante! ¿¡Qué crees que estás haciendo!?

¡Estoy cumpliendo mi deber como héroe! —contesta bloqueando su camino con un muro de hielo, su padre no tardó en descongelarlo con sus infernales llamas, estaba bastante molesto, pero eso no impidió que el bicolor siguiera atacando— ¡Bakugō date prisa! 

Continuará...

NarikoHN

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