FINAL
[Cap. 53]
🍃Final: H.
La ceremonia estaba por empezar. Eun y Jimin estaban sentados a mi lado esperando a que Jiwoo apareciera entre toda esa gente, mientras que a mi izquierda, un asiento vacío.
A, b, c, d, y así sucesivamente. Todos los alumnos de la clase de Jiwoo iban saliendo uno a uno para recibir su título. De vez en cuando, ella nos echaba una mirada y mira el espacio que había junto a mí. Este era uno de los días más importante para ella, pero su hermano no estaba.
Quizás todo está siendo muy confuso, incluso para mí lo fue durante un tiempo, así que lo explicaré de la mejor forma posible.
Habían pasado seis meses desde el incidente con Kyo, SeYong en realidad. Aquel día seguía apareciendo en mi mente una y otra vez, era imposible de olvidar, más aún con una cicatriz en la pierna que me lo recordaba cada vez que la veía, pero poco a poco lo había estado superando.
Al parecer, Kyo también estaba dentro de la lista de sospechosos de la policía, por lo cual, cuando Jaesung los llamó para decirles que yo había salido corriendo y desparecer luego de saber lo de la foto, no fue difícil deducir de quién se trataba realmente.
Por otra parte, el último número con el que había hablado Hoseok antes de desaparecer, había sido con Kyo. Esa noche Hoseok había recordado todo, la pelea entre Yoongi y Kyo, todo el alcohol que este último le había hecho beber y la vez cuando lo subió al auto. Hoseok no podía creerlo, así que llamó a Kyo, quien se aprovechó del momento y lo hizo salir del hospital.
Kyo murió por cobardía, no quiso afrontar las cosas y decidió acabar con su vida, pero también con las nuestras. Lo que sí fue difícil, fue dar con nosotros, y si no hubiera sido porque encontraron mi teléfono en la carretera, quizás no estaría contando esto.
Si algo bueno había salido de todo esto, era que el caso de Miyeon se había resuelto y los verdaderos culpables habían pagado... o estaban por pagar. La sentencia estaba lista, solo faltaba el último juicio y todos ellos irían a la cárcel, incluido el antiguo juez, al cual se le estaba condenado por prevaricación y cohecho; básicamente por dar un veredicto injusto, sabiendo que este era erróneo, y por soborno. Sí, ambas cosas me las explicó Hoseok.
—¿Llego tarde? —preguntó Hoseok sentándose a mi lado.
—Aún no anuncian a Jiwoo, y agradécelo, o ella te mataría si llegabas tarde a su graduación.
—Tuve que escaparme de una de mis clases extra por ella, debería agradecérmelo.
Ah sí, eso también. Si las cosas habían sido difíciles para mí, para Hoseok fue el doble de peor, haciendo que se retrasara en la universidad más de lo que él quería. Someterse a más de dos cirugías seguidas, sus costillas estaban muy delicadas, y su salud mental había descendido nuevamente, todo estaba mal, lo que nos llevó a otra parte fea de la historia: Él había terminado conmigo.
Todo lo que Hoseok había intentado superar, Kyo lo había destruido en un día. Él comenzó a culparse de lo que había pasado e intentó alejarme, pero esto no duró mucho. A pesar de sus intentos por alejarme, prometí que no lo haría y estuve con él durante todas sus sesiones dándole a entender que jamás lo dejaría solo.
Una anécdota un tanto divertida fue que pasé mi cumpleaños en el hospital. Jae me había regalado el teléfono que me prometió, y aunque fue doloroso e incómodo estar ahí, por fin sentí esa fecha realmente mía. Mis padres, mi hermano, mis verdaderos amigos y mi novio, todo se veía perfecto.
—Jung Jiwoo —resonó su nombre en todo el lugar. Todos nosotros nos paramos para aplaudirle y ella solo se cubrió el rostro avergonzada.
—¡Esa es mi hermana! —gritó Hoseok llamando la atención de todos allí, pero ¿A quién le importaba? Jiwoo se había graduado y era motivo de celebración.
Al finalizar la ceremonia, todos seguimos a Jimin, quien había preparado una pequeña fiesta para Jiwoo, pero cometió el error de llamar a Namjoon, quien NUNCA llegaba solo, y lo de pequeña duró poco.
La gente comenzó a llegar masivamente, y mientras todos estábamos en shock, Eun disfrutaba de la fiesta. No pasó mucho tiempo hasta que le pidiera a Hoseok que fuera a dejarla a casa y que nosotros disfrutáramos del resto. Hoseok fue solo porque Namjoon no me dejó alejarme, diciendo que no habíamos pasado mucho tiempo juntos por mis clases extra.
Me senté en un lugar alejado del resto, viendo a todos bailar, beber y disfrutar. Quizás la vida podía parecer fácil para cada uno de ellos, pero nadie sabía lo que pasaban por dentro. No podíamos simplemente juzgar a las personas así como así, tal cual como me sucedió con Hoseok al verlo por primera vez. El típico hombre que es el centro de atención entre las mujeres, rudo, peleador y hasta superficial, toda la fachada de Hoseok era lo contrario a su verdadero yo, pero pocos sabían eso.
Aunque también podían existir casos completamente distintos, así como Kyo. Siempre lo consideré introvertido pero amable, era el mejor amigo de Hoseok y un buen amigo para mí, pero él era todo lo contrario. Resultó ser una persona manipuladora y cruel. Sus actos no tenían justificación ni por mucho dolor que hubiera sentido, y simplemente porque no quiso ver la realidad y se dejó llevar por los medios.
—¿Qué haces tan sola aquí? —Oí la voz de Hoseok, y a los segundos después sus manos pasaron por cintura para apegarme a él.
—Espero a que mi novio vuelva.
—¿Te ha dejado plantada?
—Sí —dije dándome media vuelta para mirarlo. Las luces pasaban por su rostro, y eso lo hacía ver más sexy. —¿No tienes novia?
—Mierda sí, pero estás tan buena como ella —respondió acercándose a mis labios. —Tengo un auto afuera, ¿por qué no vamos y pasamos el rato?
—Espera, ¿me engañarías por alguien que "esté buena"?
—¿Quién está tan buena como tú? ¿Y por qué solo te quedas con esa parte de la conversación? —se quejó, pero yo me eché a reír.
—Es solo una broma, amor.
—¿Sabes lo que no es broma? —preguntó él acercándose a mi oreja. —Lo de pasar el rato en mi auto.
—Es la fiesta de tu hermana, aguántate un rato.
—¿No te has visto en un espejo? Pareces una diooosa —alargó bajando sus manos hasta mis muslos, pero rápidamente las subí. —Te amo, Haruka.
Su boca llegó hasta la mía y solo me dejé llevar. No me importaba el resto de las personas ahí, solo estaba en mi burbuja junto a Hoseok.
Mi amor por él parecía no agotarse jamás, ni siquiera en los momentos más difíciles. Quería a Hoseok en mi presente y en mi futuro, y no importaban los obstáculos, me negaba a dejarlo ir.
—Si no nos detenemos, tendré que rogarte de rodillas para ir al auto —murmuró sobre mis labios.
—Entonces vamos a bailar un rato y luego nos vamos a casa —dije guiñándole un ojo antes de arrastrarlo a la pista.
Su cuerpo pegado al mío, y uno que otro roce fueron suficientes para que yo quisiera salir de ahí y llevarlo hasta mi habitación. Buscamos a Jiwoo para despedirnos, pero no la encontramos ni a ella ni a Jimin, así que simplemente nos fuimos.
No sé cómo conseguí llegar con Hoseok hasta mi departamento, pero lo hicimos, y luego de que sucediera lo que tenía que suceder, más una ducha para ahorrar agua contra las sequías, estábamos en mi cama viendo Toy Story por milésima vez.
—Ves, nosotros somos con Woody y Buzz —dije al ver una de las escenas de estos.
—No sabía que Woody gustaba de Buzz y viceversa.
—Idiota, no me refiero a esto —dije lanzándole una almohada. —Estamos juntos en esto... y en todo lo que se venga —añadí, haciendo que Hoseok sonriera.
—Eres perfecta, ¿Te lo he dicho?
—Sólo cállate y bésame, Jung —dije cogiéndolo por la camiseta hasta pegar mis labios a los suyos.
Los golpes en la puerta me interrumpieron, y traté de ignorarlos pero estos no cesaban. A regañadientes me separé de Hoseok y fui hasta esta. Me mantuve unos segundos sosteniendo el pomo porque algunos recuerdos llegaron y me causaron escalofríos.
—Él ya no está aquí —murmuré para mí misma y abrí.
—¿Im Haruka? —preguntó el chico con un paquete en sus manos y asentí. —Firme aquí, por favor —indicó y confundida lo hice. —Que tenga un buen día.
—I-igualmente —dije con el paquete en mis manos.
Miré el envoltorio por todas partes como si este pudiera darme una pista de lo que tenía dentro, pero nada, y tampoco me atrevía a abrirlo sola, así que esperé hasta llegar con Hoseok.
—¿Ya llegó? —preguntó él, dejándome aún más confundida. —Ábrelo, ábrelo.
—¿Qué es esto?
Al sacar el envoltorio me encontré con una caja muy colorida que decía en grande "Test de ADN". Mis ojos se alternaron entre Hoseok y el paquete sin comprender de lo que trataba, pero él simplemente me veía con una sonrisa.
—Hace un tiempo dijiste que quería saber sobre tus raíces, y como no pudiste ir a Japón, encontré algo que puede ayudarte con eso.
—¿Es un test de ADN?
—Sip, y es totalmente confidencial. Lo investigué durante meses, así que estará bien.
—Esto es... ¿Te he dicho lo perfecto que eres?
—Uhm... repite eso una vez más sobre mi boca.
—Tonto —bromeé dejando un corto besos obre sus labios. —Ahora ayúdame con esto —dije sacando las cosas que venían en el kit.
—Entonces di "aaah".
(...)
El tiempo transcurría su curso normal, ya no tenía más clases extra y había terminado todos mis exámenes, al igual que Hoseok. Había estado esperándolo afuera de la universidad durante todo su examen, pero los minutos pasaban y nada, Hoseok no aparecía.
Mi teléfono sonó y lo tomé de inmediato. Un mensaje era de Jaesung, quién me enviaba fotos desde Japón, lugar donde pronto abriría una nueva sucursal. Otro mensaje era de Namjoon, quien se estaba quejando por no tener novia. También había uno de Jiwoo, diciendo que se quedaría con Jimin esta noche. Pero había otro que me hizo sonreír de inmediato.
H de Hoseok❤️:
Hoy es viernes con V
de ¿Ves que eres la chica más
hermosa de todo el mundo?
Haru:
Con V de Vine por ti,
así que no te tardes.
H de Hoseok❤️:
¿Aquí aquí?
Haru:
Aquí aquí.
En menos de dos minutos, tenía a Hoseok frente a mí. Al principio se veía un tanto descolocado, pero a medida que se acercaba, su sonrisa crecía. Su camiseta blanca y sus jeans desgastados, Hoseok lucía como un modelo, y no era la única que lo pensaba porque un par de chicas se detuvieron para mirarlo unos metros más allá.
—¿Qué haces aquí? —preguntó él y yo reí.
—Buenos días a ti también —dije poniéndome de puntillas para darle un beso. De reojo vi a las dos chicas de antes, que luego de una mueca se fueron sin más.
—Dormí contigo, y te di más que los buenos días.
—¿Por qué siempre matas el romanticismo con tu doble sentido?
—En la mañana no te quejabas de eso.
—¡Basta! —chillé sintiendo mis mejillas calentarse. Nadie ahí nos podía oír, pero de todas formas me avergonzaba que lo dijera así como si nada.
—Ah, que linda eres —dijo besando mi mejilla. —Ahora, sé que te gusto y no puedes vivir sin mí —exageró y yo rodé los ojos. Sí, estaba pasando mucho tiempo con Hoseok y sus gestos se me habían pegado. — pero ¿Por qué viniste hasta acá y no esperaste a que fuera a buscarte?
—Bueno, estaba viendo fotos y encontré un tatuaje muy lindo que...
—Ay no, ya te volviste una adicta.
—Es solo un segundo tatuaje, no exageres —dije golpeándolo en el brazo.
—Llamaré a Dong y le diré que vamos para allá.
—En realidad ya lo llamé.
—Pero no traje mi auto.
—¡Genial! Entonces tendré más tiempo para tomar tu mano.
Pasar tiempo con Hoseok era más que besos y sexo, me gustaba estar con él porque sentía que tenía a un amigo junto a mí. Hoseok era lo mejor de ambos mundos, teníamos una relación romántica, pero también sabía que podía contar con él para lo que necesitara. Él me entendía y me regañaba cuando hacía cosas estúpidas, o simplemente me escuchaba en silencio, pero siempre estaba ahí.
—¿Te parece si vamos a visitar a Yoongi? —preguntó mirando hacia el piso.
—¿Ahora?
—Mañana —respondió y asentí con una sonrisa. —Podemos irnos temprano y venirnos en la noche, o tal vez quedarnos allá.
—Estoy segura de que estará contento de verte.
De los tres, Yoongi se había llevado la peor parte. Estuvo días sin comer, y si no fuera por la lluvia y sus conocimientos del área de la salud, Yoongi habría muerto ahí mismo, pero eso no quería decir que estuviera bien. Yoongi estaba desnutrido y la bala solo había empeorado las cosas. Había pasado tanto tiempo solo, que necesitó mucha ayuda para salir adelante, así que, a modo de rehabilitación, volvió a su ciudad natal junto a su familia.
Habían pasado meses desde que no lo veíamos, y a pesar de que hablábamos siempre por mensajes, no era lo mismo. Debido a los exámenes, no habíamos tenido tiempo de ir a visitarlo, así que estaba contenta de poder ir esta vez.
Luego de una buena y larga caminata, llegamos a la tienda de Dong. Comencé a sentirme un poco ansiosa, estaba haciendo cosas simplemente por instinto y tampoco me había puesto a pensarlo seriamente. Recordé la última vez que había estado aquí y miré la pequeña H en mi brazo.
—¿Nerviosa? —preguntó Hoseok.
—Ansiosa —corregí. Hoseok rio y se acercó hasta mi boca para besarme.
—¡Sabía que volverías! —gritó Dong al verme, haciendo que me alejara de mi novio. —Y sigues con Hoseok, así que supongo que tu H no ha dolido.
—Solo somos amigos —mintió Hoseok.
—Sí, vi cómo te la comías a besos mientras caminaba hasta acá, no me mientas —dijo él antes de darse media vuelta para verme. —¿Y por qué vienen esta vez? ¿Una H de Haru para Hoseok?
—Una clave de sol —respondí enseñándole la foto.
La clave de sol es un signo que suele poner al inicio del pentagrama, era algo lindo y pequeño, pero también tenía un significado para mí. Siempre creí que ésta marcaba el inicio de un nuevo ciclo, y era lo que quería para mí ahora. Dejar el pasado atrás y continuar una nueva vida.
Dong era un experto, no tardó nada y el dolor fue mínimo. De todas formas, Hoseok se burlaba diciendo que me había vuelto una adicta a los tatuajes y solo no lo golpeaba porque no podía moverme.
—Bien, está listo —dijo Dong.
—Muchas gracias — dije admirándolo. La zona estaba un poco irritada, pero aun así se veía precioso.
—¿Ahora el de Hoseok?
—No quiero más agujas —dijo haciendo una mueca.
—¡Tienes todo un brazo tatuado! No me digas que ahora le temes a las agujas.
—Es solo que no quiero más tatuajes, estoy bien con estos.
—¿Seguro que no quieres una H de Haru?
(...)
Definitivamente ver a Yoongi me había tranquilizado bastante. Lo había extrañado más de lo que creí, pero era reconfortante saber que estaba bien.
Habíamos estado todo el día con él, hablando y divirtiéndonos como si nunca hubiera pasado algo. Incluso nos había dicho que volvería a Seúl en unos meses para retomar sus estudios, así que no nos preocupáramos tanto por él o nos golpearía.
Yoongi era un gran amigo, se había sacrificado por Hoseok sin pensar en él, y aunque intentara evadir el tema, sabía que Hoseok era más importante para él de lo que nosotros creíamos.
—Cincuenta y cinco por ciento japonesa, treinta británica y quince coreana —dije leyendo los resultados del test de ADN que habían llegado mientras Hoseok conducía de vuelta a casa.
—Me acuesto con una japonesa-británica-coreana, me siento como un internacional.
—Tengo un poco de coreano, jamás pensé eso.
—¿Ves? Solo muestras esto y tienes la ciudadanía, o...
—¿O?
—O simplemente te casas conmigo —contestó echándome una mirada de reojo.
—¿Me estás proponiendo matrimonio antes de tiempo?
—Espera a que termine la universidad y te sorprenderé —respondió. Se detuvo en un semáforo en rojo y alzó mi mentón para que lo mirara. —Pero si quieres, podemos adelantar la luna de miel.
—Aquí vamos otra vez, matando lo romántico.
—Tú me amas así, no es mi culpa —se excusó robándome un beso. —Y yo te amo tal cual eres, Haruka.
Mientras Hoseok conducía, vi la H tatuada en su antebrazo. H de Hoseok, H de Haru, ¿A quién le importaba? Quizás a veces era más de Haru que de Hoseok, o tal vez más de Hoseok que de Haru, eso no era lo importante, sino que el amor que sintiéramos el uno por el otro no se acabara jamás y sobrepasara todos los obstáculos.
Hoseok había cambiado mi mundo. Me había enseñado el amor, la diversión y por qué no, también el dolor. Las relaciones no siempre iban a ir bien, y era algo que había aprendido de mala manera, pero esto no quería decir que no fuera buena.
Después de todo, ambos éramos perfectamente imperfectos.
〰️
Llegamos al final de Perfectly Imperfect y no me lo creo.
Esta es una historia que no me atrevía a escribir y me tardé un montón en publicarla, así que realmente estoy agradecida de todas las personas que la leen, porque me han hecho confiar un poco más en mí misma.
No voy a decir que fue fácil escribirla, porque no lo fue. Tuve que pensar mucho y hacer personajes distintos a los que estaba acostumbrada, pero resultó bien.
Muchísimas gracias por estar aquí, por comentar, darle like o solo leer, significa mucho para mí y no sé de qué otra forma agradecerles.
¡Nos vemos el próximo y último domingo para el epílogo!
Pstd, estén atentas en mi perfil, porque estaré preguntando algunas cositas uwu
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top