0.45
[Cap. 45]
🍃Boom boom.
—¡Haruka! — exclamó mi madre al verme. De inmediato me estrechó en sus brazos y me hizo pasar. —No pensé que vendrías.
—Era una sorpresa.
—Tu padre no está en casa ahora, pero volverá a un rato más.
Había decidido visitar a mis padres para salir de la rutina, y como el viaje era largo, me quedaría una noche.
Llevé mis cosas a mi habitación, y fue imposible no recordar que la última vez que había venido, Hoseok estaba conmigo. Me tiré sobre mi cama y miré hacia el techo, pero poco tiempo duró mi paz, porque mi madre entró.
—¿Cómo has estado? No llamabas muy seguido últimamente.
—He estado un poco ocupada con las clases de Sunny estos días libres.
—Clases con Sunny... Es la excusa que siempre me das —dijo haciendo una mueca. Ella lo sabía, pero al parecer lo había ignorado todo este tiempo. —¿Y tu novio?
—Uhm... Él está bien.
—¿Y tú?
—Bien —respondí, pero una de las cejas de mi madre se alzó. —En realidad, terminé con Hoseok —confesé sintiendo como si me quitara un peso de encima. Los ojos de mi madre se abrieron y su boca igual, pero antes de que dijera algo, la interrumpí. —Y no estoy pensando en volver con Hyeok.
—Lo sé, tranquila —dijo, y esta vez fue mi turno de estar sorprendida. —Solo quería que estuvieras con Hyeok porque su padre es el que nos ayudó para traerte.
—¿Q-qué?
—No te lo habíamos dicho para que no te sintieras incómoda a su alrededor, pero es él quien hizo todo el papeleo de la "adopción".
—¿Y nunca ha dicho nada?
—Son mejores amigos desde la infancia con tu padre, ni siquiera se lo ha dicho a su familia.
—Wow... simplemente wow —dije quedándome sin palabras.
—Es por eso que creía que al mantenerte cerca de Hyeok, su padre tendría más consideración contigo si algo pasara.
Entonces la obsesión de mis padres con mi exnovio si tenía un motivo, y no uno solo por la música. Era loco pensar en eso después de tantos años, y jamás se me hubiera pasado por la cabeza algo así.
Siempre supe de aquel amigo que había ayudado a mis padres cuando me trajeron desde Japón, pero nunca sospeché que fuera el padre de Hyeok. Él era amable y cariñosos conmigo, pero así como deberías serlo con la novia de tu hijo, nada más.
—Pero ahora...
—Sé que puedes cuidarte sola, Haruka —dijo ella con una ligera sonrisa. —Y también las cosas parecen ir bien, así que no necesitas ayuda de Hyeok.
—¿No es porque Hoseok estudia leyes?
—Tenía más miedo de que terminaran y él te delatara —respondió riendo. —¿Qué sucedió entre ustedes? Creí que era algo serio si lo trajiste a casa.
—Sí, yo también —respondí en un suspiro.
—Bien, dejaré que descanses. Debió ser un viaje largo.
—Gracias, má —dije mientras ella cerraba la puerta de mi habitación.
Nuevamente Hoseok estaba en mi cabeza, pero traté de distraerme en otras cosas. Le envié algunos mensajes a Jiwoo y publiqué una foto en mis redes sociales, la cual fue respondida unos minutos después por quien había estado evitando en mi mente.
H de Hoseok:
¿Estás en Seúl?
Un simple mensaje no podía dejarme con dudas existenciales, o eso creía hasta ahora. No sabía si debía responderle, o simplemente bloquearlo y eliminar su mensaje. Estuve así un tiempo antes de decidirme por cual opción tomar. Entré al chat y fui hacia las herramientas decidida a bloquearlo, pero no pude hacerlo.
Haru:Sip.
Una llamada entrante de Hoseok se vio en la pantalla de mi teléfono, y si antes tenía un par de dudas, ahora tenía millones. Sentí que incluso comenzaba a hiperventilar y me lamenté por tenerlo en mi lista de contactos a pesar de haber terminado.
Me arreglé el cabello, a pesar de que él ni siquiera me vería, e incluso acomodé mi blusa antes de contestar. Por unos segundos todo fue silencio, y estaba un poco asustada, hasta que lo escuché.
—Hey —lo oí y apreté los dientes antes de modular un respuesta.
—Hola —dije de vuelta. —No quiero sonar grosera, pero ¿por qué me llamas?
—Estaba aburrido —respondió sin más y rodé los ojos ante esto.
—¿No tienes nada más que hacer?
—Nop.
—Oh... —Sí, estaba teniendo la conversación más incómoda del mundo, pero mi corazón aún se agitaba por Hoseok. —¿Esta todo bien?
—Si, es solo que extrañaba tu voz.
—Hoseok...
—Lo sé, este no es un intento de que volvamos o algo así, solo quería llamarte para saber cómo estabas. Eres mi única amiga.
—Y tu exnovia también.
—No me lo recuerdes, por favor —dijo sonando exageradamente dolido y reí. —Aunque...
—Aunque...
—¿Alguna vez fuimos solo amigos? —preguntó e intenté hacer memoria de esto, pero nada venía a mi mente —Siempre me gustaste.
—Ah sí, como olvidar esas veces en las que me llamabas "nena".
—¡No sabía tu nombre! —se excusó. —Y ahora no puedo ni sacarlo de mi cabeza.
—Ya somos dos —solté sin pensarlo. —Y... uhm...
—Tranquila, haré como que no oí eso.
—Gracias —murmuré antes de quedarme en silencio.
—Te ves linda hoy.
—Ni siquiera me has visto.
—No, pero sé que te ves linda como siempre.
—¡Hoseok! —chillé justo cuando mi madre entraba con un vaso de bebida a mi habitación.
Se quedó mirándome extraño por unos segundos, mientras yo sentía como mis mejillas se sonrojaban. La entendía porque no creo que encontrar a tu hija hablando con su exnovio era algo muy normal, o al menos no para ella. Pero simplemente se encogió de hombros y se dio media vuelta.
—Hyeok vendrá con tu padre en un rato, para que te pongas bonita —dijo y mis ojos se ampliaron, pero ella tenía una sonrisa en su rostro.
—Ella ya es bonita —escuché a Hoseok, y no solo yo...
—Tienes razón —concordó mi madre.
—Mierda, Haru, ¿Esto está en altavoz?
—Y sigue en altavoz —aclaró ella. Por mi parte, estaba en un mini trance debido a la situación, así que no sabía que hacer ni que decir.
—Lo siento, señora —se disculpó Hoseok, añadiendo: —Iré a visitarla pronto.
—Mmm, no dudo de eso —dijo ella antes de guiñarme un ojo y cerrar la puerta.
—Eso fue...
—Loco —completó él, y estuve de acuerdo. —Bien, creo que tienes que ver a tu ex, que horrible debe ser para ti.
—Tú también eres mi ex.
—Kyo siempre me dice que debes tener más cerca a tus enemigos que a tus amigos, puedes aplicar eso solo conmigo.
—Tú no eres mi enemigo, y Hyeok no... — no iba a venir, estaba segura de eso pero aún no entendía la razón por la cual mi madre había inventado tal cosas, así que simplemente omití aquello. —Como sea, creo que deberías colgar.
—Ugh, no quería esto. Y por favor, no te pongas tan linda para él.
—¿No que habías dicho que ya me veía linda?
—Por supuesto que sí, y por eso me preocupa.
—Idiota —dije entre risas, y también lo escuché reír. —Adiós, Hoseok.
—Una cosa más, Haru.
—¿Si?
—Aún te amo —dijo antes de colgar la llamada.
—También yo —murmuré dejando mi teléfono a un lado.
(...)
Había pasado la mayor parte de los dos días con mis padres, cosas que puede sonar común, pero entre nosotros no lo era mucho. Normalmente ellos estaban ocupados así que yo pasaba todo el tiempo encerrada en mi habitación. Así que sí, había sido extraño, pero era mejor de lo que creía.
En un par de ocasiones intenté contarles acerca de Jae, pero sentía que no debía interponerme en su decisión así que mantenía la boca cerrada hasta que llegara el momento oportuno.
Antes de llegar de vuelta a Gwangju, recibí un mensaje de Jiwoo donde me pedía que le avisara cuando llegara al terminal para que me fuera a buscar, así que lo hice y en poco tiempo ella estuvo ahí.
—¡Te extrañé! —gritó ella sin dejar de abrazarme.
—Solo me fui por dos días.
—Pero estabas lejos de mí.
—No seas exagerada —dije riendo.
—¿Al menos puedes fingir que me extrañaste tanto como yo a ti? —preguntó cruzándose de brazos y haciendo un tierno puchero.
—Pareces perro mojado.
—¡Oye! —se quejó golpeándome. — ¿Quieres ir a mi casa? Mamá se fue con la abuela, y me aburro demasiado.
—¿Y Hoseok?
—No lo sé, no lo he visto —respondió, pero aun así dudaba acerca de ir o no.
Luego de la llamada que había tenido con él, no había podido sacármelo de la cabeza ni por un segundo. Me había sentido tan bien solo hablando con él, que realmente me replanteé el hecho de dejar todo a un lado y volver a Gwangju para verlo.
—Tengo un par de cervezas que no se tomarán solas —cantó y yo rodé los ojos.
—Está bien, iré.
—Jamás pensé que el alcohol sirviera tan bien para estas situaciones.
Jiwoo me llevó en su auto hasta su casa, pero todo el camino hacia allá estuve intranquila, o al menos fue así hasta que llegamos y vi que el auto de Hoseok no estaba. Entré junto a Jiwoo y ella sacó las cervezas de las que había hablado antes para irnos hasta la terraza.
—¿Y qué tal estuvieron tus días allá?
—Bien, creo que no pasaba tanto tiempo con mis padres desde que era una niña.
—Es bueno que se hayan arreglado —dijo enviándome una sonrisa. Hace un tiempo le había contado a Jiwoo que era adoptada, y a pesar de haberle omitido los detalles de Japón, me sentía tranquila. — ¿Les hablaste de tu hermano?
—No pude, quizás Jae no quiere que sepan así que esperaré a que él diga algo sobre eso.
—Tienes raz...
El teléfono de Jiwoo había comenzado a sonar, y ella me miró extrañada. Al parecer no esperaba ninguna llamada, pero al verlo contuvo su sonrisa.
—¿Jiminnie? —dijo al responder. —Estoy con Haru, ¿por qué?... ¿Ahora ya?... Está bien, nos vemos —añadió y yo la quedé mirando extraño. —Haru...
—Ay no.
—¿Puedes esperarme un poco?
—¿Qué tan poco?
—Algo así como media hora —respondió y la miré seria. —Jimin me había pedido un favor y lo había olvidado, pero te prometo que no me tardaré nada.
—¡Jiwoo!
—Por favor, hay cosas que quiero hablar contigo.
—Dios, te odio —dije, pero ella sonrió.
—Te amo, no será más de media hora —prometió antes de irse corriendo.
Genial, me había quedado sola y con una cerveza en la mano. Saqué de mi bolso el libro que estaba leyendo para no aburrirme mientras esperaba, pero luego de unos minutos me aburrí y lo dejé sobre mi cara para que el sol no me molestara.
¿Has sentido la sensación de que alguien te mira? Pues fue exactamente lo que sentí, junto al boom boom de mi corazón inquieto. Me quité el libro de la cara y ni siquiera tuve que buscar para saber de quien se trataba, porque a penas abrí los ojos, vi a Hoseok mirándome desde el balcón de su habitación.
Mátenme ahora ya, era todo lo que podía pensar. Su cabello estaba revuelto y no traía puesta ninguna camiseta, y no sabía si era el sol pero había comenzado a hacer calor en el lugar. Le sonreí ligeramente, y él hizo lo mismo, pero mi boca no seguía las instrucciones de mi cerebro y se abrió.
—¿Quieres venir? —pregunté y al instante deseé estar tres metros bajo tierra. Hoseok no respondió, pero desapareció del balcón. —¿Quiiris viniri? —repetí burlándome de mi misma.
Le di un gran sorbo a mi cerveza y ni siquiera sentí el amargo líquido, pero casi me atoro al ver a Hoseok en la terraza... y seguía sin camiseta.
—Volviste —dijo y asentí. —Pensé que estaba soñando cuando te vi.
—Y yo pensé que no estabas en casa.
—Mi auto está con Kyo, y estuve durmiendo un rato porque anoche me quedé estudiando.
—¿Te está yendo bien?
—Supongo que sí, pero cada examen es más difícil que al anterior.
—Estoy segura de que te irá bien —dije sonriéndole. —¿Quieres una? —pregunté entregándole una lata de cerveza y la recibió.
Seguí hablando de Hoseok sobre algunos temas triviales, y ni cuenta me había dado de cómo el tiempo pasaba. Por un momento, quise creer que todo era igual que antes, que nada había pasado entre nosotros y se sintió bien, pero debía volver a la realidad.
—De verdad creí que estaba soñando contigo.
—Pues esto es real —respondí lentamente, sintiendo como mi estómago se contraía ante su mirada.
—Prefiero mis sueños.
—¿Por qué?
—¿De verdad quieres saber? —preguntó alzando una ceja mientras reía.
—¡Hoseok!
—Es broma, Haruka.
—No lo creo —dije apretando mis labios, y Hoseok se acercó a mí.
—En realidad, he soñado muchas veces contigo, pero ni siquiera ahí te puedo besar —confesó haciendo una mueca. —Haru, sé que fui un imbécil.
—No digas nada más, por favor —pedí, porque sabía que él podía convencerme si así lo quisiera. —Si no vas a decirme que cambiarás, no podré seguir con esto.
—No quiero mentirte con eso, pero te extraño y te amo de la misma forma e incluso más.
—Hoseok...
—Solo una oportunidad —pidió acercándose a mí.
La boca de Hoseok estaba a centímetros de la mía, y todo dentro de mí rogaba para que lo besara y terminara con esto de una vez por todas, pero no podía engañarme a mí misma. Esto no estaba bien, y si Hoseok no cambiaba, nuestra relación sería complicada.
—Lo siento —murmuré alejándome de él a duras penas.
Tomé mis cosas y subí rápidamente hasta la habitación de Jiwoo, sintiendo como mi corazón parecía salirse de mi pecho. Extraña a Hoseok, extrañaba todo de él y me dolía dejarlo de aquella forma, pero no podía hacerlo por su propio bien ni por el mío.
Entré a la habitación de Jiwoo, encontrándome con ella sobre su cama mirando su teléfono, y quise golpearla en ese instante.
—¿Desde cuando estás aquí?
—Hace unos minutos, ¿por qué?
—¿Cómo que por qué? —dije lanzándole una almohada.
—Estabas hablando con Hoseok, no quería interrumpirlos.
—¡Eso era justo lo que tenías que hacer!
—¿Terminó mal? —preguntó mirándome apenada. —Tenía la esperanza de que volvieran.
—¿Quieres que volvamos? —pregunté un poco sorprendida.
—Bueno, mi hermano era feliz y tú también, así que supongo que sí. A parte, merezco créditos por su relación.
—¿A qué te refieres?
—Primero prométeme que no te enojarás conmigo.
—Me estás asustando —confesé.
—¿Recuerdas que tu antiguo departamento fue alquilado?
—No me digas que tú...
—Sip —respondió.
No podía creerlo, simplemente no podía. Aun recordaba a Yura diciendo que no podía seguir quedándome ahí porque alguien lo había reservado por más dinero, y jamás imaginaba que Jiwoo había hecho eso.
—¿Por qué hiciste eso?
—Quería pasar más tiempo contigo —respondió con una sonrisa de oreja a oreja. — Veele el lado positivo, conociste a Hoseok y ahora tienes un lindo departamento.
—¿Debería golpearte?
—Por favor no, gasté todos mi ahorros pagando ese alquiler.
—Eres todo un caso, Jung Jiwoo.
〰️
hArU nO QUiEre vOLVer coN hOSeoK,
pobrecita, hay que entenderla :c
No les voy a dar spoiler, pero solo les diré que se vayan preparando para los próximos capítulos, porque mucho va a pasar y muchas cosas se aclararán. Así que continúen en sintonía.
¡Nos vemos el próximo domingo!
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top