0.43
[Cap. 43]
🍃No exs.
Había pasado toda la noche llorando en el hombro de Namjoon, y con suerte logré dormir un par de horas, por lo cual, apenas desperté, el dolor de cabeza me hizo recordar todo lo que había pasado, haciendo que mis ojos se volvieran a aguar.
—Hey, quédate ahí— dijo Namjoon cuando intenté salir de la cama.
—¿Qué hora es?
—La una —respondió entregándome un vaso con agua. Al parecer había dormido más que un "par" de horas. —¿Estás mejor? —preguntó y negué. —¿Qué fue lo que pasó?
A pesar de haber llorado junto a Namjoon consolándome, jamás me atreví a contarle lo que había pasado, quizás porque lo haría sentir más real, pero en realidad... era bastante real. Había terminado con Hoseok y no había vuelta atrás.
—Terminé con Hoseok —confesé y los ojos de Nam se ampliaron.
—¿Te hizo algo? —preguntó sentándose junto a mí. Mis ojos se llenaron de lágrimas y negué. —¿Entonces?
—Creo que ya no era sano —respondí.
Odiaba las mentiras, lo cual era un tanto hipócrita de mi parte al haberle mentido a Jiwoo alguna vez y porque toda mi vida en sí era una enorme mentira, pero siempre pensé en que si le daba mi total confianza a alguien, esperaría recibir lo mismo, y eso era algo que Hoseok había ignorado.
Mis reiteradas advertencias solo eran por su bien, yo no esperaba ganar nada de eso, y si él no creía lo mismo, iba a ser algo difícil de llevar en una relación. Pero a pesar de estos factores, aún creía que si Hoseok llegaba a mi puerta para pedirme disculpas, volvería con él enseguida.
—Lo siento mucho, Haru —dijo pasando su brazo por mis hombros. —Pero no llores, ¿Si? Eres muy linda para llorar por un estúpido.
—Aún amo a ese estúpido —dije entre lágrimas.
Y sí que lo hacía. Mi corazón se comprimía al pensar en él y todo lo que habíamos pasado juntos, pero tenía que convencerme a mí misma que era lo mejor para ambos.
Namjoon estuvo todo el día cuidándome como si fuera una bebé. Me llevaba comida a la cama y me abrazaba cada vez que me ponía a llorar. Lamentablemente se tuvo que ir al anochecer, ambos estábamos en periodo de exámenes y lo último que quería era hacer que mi mejor amigo obtuviera malas calificaciones por aguantarme.
No había prendido mi teléfono desde que dejé a Hoseok en la pista debido a sus reiteradas llamadas, las cuales habían seguido aún con mi teléfono apagado, porque a penas lo encendí un montón de llamadas perdidas y mensajes de su parte se desplazaron en la barra de notificaciones.
La mayoría de los mensajes eran disculpas y para pedirme que conversáramos, incluso había uno que me preguntaba si había llegado a casa bien, pero ninguno decía que cambiaría y no lo haría más. Ignoré todo, y fui hasta el chat con Jiwoo, donde también tenía un par de mensajes.
Jiwoo:
Hoseok me pidió que
te llamara.
¿Por qué no te
llama él?
Oh...
¿Quieres que vaya?
Los mensajes habían sido enviados durante la noche anterior, pero aun cuando le respondí casi veinticuatro horas después, ella contestó de inmediato.
Jiwoo:
En veinte estoy ahí.
Miré mi habitación y me di cuenta de que estaba toda desordenada, y aunque mi corazón podía ser un desastre ahora, mi habitación no, así que me puse a ordenar y dejar todo en su lugar. Guardé mi ropa y traté de ignorar aquel lugar donde Hoseok tenía guardada la suya.
Mientras arreglaba mi cama, ese sobre blanco volvió a aparecer, pero molesta lo tomé y fui en busca del otro para romperlo en mil pedazos. No me importaba quien fuera, pero había logrado lo que quería, alejarme de Hoseok.
Jiwoo llegó en menos de veinte minutos, y a pesar de que traté de aguantar las lágrimas, ella me sonrió con nostalgia y estás no tardaron en volver a aparecer.
—Lo lamento, Haru —murmuró mientras me acurrucaba en su pecho.
—¿Cómo está él? —pregunté por inercia.
—No se supone que debas preguntarme por él —respondió ella riendo, y yo también lo hice. Con Hyeok poco me había importado la ruptura o él después de esto, pero con Hoseok todo era completamente distinto. —Pero si de verdad quieres saber, está... Mejor hagamos otra cosa.
—¿Qué quieres hacer? —pregunté intentado ignorar aquel brusco cambio de tema.
—Veamos la película más cursi y triste del mundo, que nos haga llorar hasta quedar secas.
—¿Y de qué servirá eso?
—Pues, ya no tendrás más lágrimas para seguir llorando.
Aunque la lógica de Jiwoo era algo absurda, de todas formas lo hicimos. Ella había traído un montón de dulces, incluyendo palomitas de maíz, y puso una de esas melosas películas cliché que tanto amaba ver. Y por supuesto que lloré, pero no por la película en sí, más bien porque muchas de las escenas me recordaban a alguna anécdota con Hoseok.
Jiwoo no me hizo preguntas, y lo entendía, pero también era mejor para mí. No quería contarle acerca de cómo su hermano había dejado un enorme hueco en mi corazón. Ella se quedó a dormir conmigo, pero no me dejó dormir hasta tarde como lo había hecho Namjoon.
—A levantarse, bella durmiente — dijo ella moviéndome de un lado a otro en la cama.
—Déjame dormir.
—Vamos, tienes que salir a correr.
—Ya no corro —dije volviendo a cubrirme con las sábanas. En realidad, seguía corriendo los fines de semana, pero no tan seguido debido a que la mayoría de los días estaba con Hoseok.
—Pues deberías —dijo y la quedé mirando mal.
—¿Qué insinúas?
—Que necesitas liberar energía, porque buena sigues estando.
—No me digas eso, por favor —dije recordando las frases que Hoseok solía decirme.
—No es mi culpa que tu ex sea un especialista en el coqueteo.
—Deja de hablar, Jiwoo.
—No pararé hasta que te levantes de la cama —cantó y rápidamente salí de ahí, no sin antes lanzarle un almohada en la cara. —Eso es, ¡Ahora vamos a mover las piernas!
Media hora más tarde, tenía a Jiwoo metros atrás de mí rogando para que me detuviera, pero yo hacía caso omiso a sus gritos y seguía mi camino. Aun así, estaba agradecida de que me hiciera hacer eso, porque, a pesar del aire frío, mi mente se sentía despejada y tranquila.
—No recordaba que esto fuera tan horrible —dijo Jiwoo tratando de recuperar el aire faltante en sus pulmones cuando logró alcanzarme. —Recuérdame nunca más darte estas ideas.
—Después de un tiempo te acostumbras.
—Si con años de educación física en la escuela no me acostumbré, no esperes que lo haga ahora. Y si me lo permites, iré a descansar a esa heladería de allí.
—¿De qué te sirve haber corrido si vas a recuperar el doble de esas calorías?
—¿De qué me sirve vivir si no probaré un delicioso helado como desayuno? —preguntó de vuelta antes de despedirse e ir hacia la tienda.
Por mi parte, continué con la rutina hasta que sentí que mis piernas se gastaban. No quería volver a casa, porque eso significaría que no tendría nada más que hacer a parte de pensar en Hoseok, y no quería eso, pero sucedió de todas formas cuando Jiwoo dijo que era demasiado para mí y me llevó de vuelta. A pesar de que ella me dijo que podía quedarse hasta cuando yo decidiera no tenerla más, preferí que fuera a casa.
Quizás había estado demasiado tiempo intentando ignorar el hecho de que había terminado con Hoseok, que no me estaba enfocando en mis motivos, y pasaba de sentirme culpable a creer que había destrozado mi vida.
Desde un principio tuve claro que Hoseok no cambiaría por nada del mundo, pero si lo había hecho, o en realidad yo llegué a conocerlo tanto, que aquella fachada que todos creían conocer no existía para mí. Él era más que un campeón de carreras, o el chico inteligente de la universidad, incluso era más que el chico coqueto que se acostaba con todas las mujeres que pudiera. Era un buen amigo, hermano e hijo, y por supuesto, fue un buen novio.
Lamentablemente las cosas no son como uno lo cree, y a pesar de que cualquiera podría pensar en que la vida de Hoseok era un sueño, para él era un infierno, y nadie más que él podía entenderlo. Aun así, nada podía justificar que quisiera dañarse de alguna u otra manera.
Me dolía demasiado recordarlo, incluso a veces pensaba en que había sido muy dura e impulsiva, que tal vez había cometido un error y solo debía cuidarlo, pero no. Yo era su novia, no su madre, y él estaba demasiado grande como para saber lo que le convenía y lo que no.
No sabía si estaba segura de verlo y hablar con él otra vez, pero revisé mi teléfono por milésima vez y su mensaje seguía ahí, sin respuesta alguna.
(...)
—¿Quieres ir a comer? —me preguntó Woon y asentí entusiasmada.
Luego de unas horas de exámenes, lo que más necesitaba era una buena comida para reponer mis energías.
Le envié un mensaje a Jiwoo y al mismo tiempo recibí uno de Namjoon, preguntándome se aún seguía en la universidad y en qué lugar específico estaba. Él había estado muy pendiente de mí durante todo el fin de semana, no sé si creía que podría llegar a atentar contra mi vida o algo así, pero de verdad quería saber TODO sobre mí.
Caminamos con Woon hasta la cafetería y pedimos nuestra comida para ir hasta una mesa vacía. Agradecí de que no hubiera tanta gente, porque no me gustaba el bullicio que se creaba ahí dentro.
—¿Tuviste examen hoy también?
—Si —respondí exagerando mi tristeza... o tal vez no. —Creo que necesito unas buenas vacaciones.
—Tenemos un par de semanas luego de esto, ¿Qué piensas hacer?
—No lo sé aún, quizás viaje a Japón con mi hermano.
—¿Japón? ¿De verdad? —preguntó sorprendido y asentí un poco incómoda.
—¿Te gusta Japón?
—¡Me encanta! Quiero terminar la universidad e irme a trabajar allá.
—¿Y sabes el idioma?
—Uhm, no muy bien, pero puedo practicar —respondió enviándome un guiño y reí. —¿Irás con Hoseok?
—¡No digas ese nombre! —gritó Namjoon sentándose a mi lado. —Soy Namjoon.
—Woon —respondió él, pero su vista se desvió hacia a mí —¿Por qué no debo decir su nombre? —preguntó Woon extrañado, y quise matar a Nam.
—Terminamos —respondí y sus cejas se alzaron.
—¿C-cómo pasó eso?
—No es un buen momento para hablar de exs —interrumpió Nam, pero le agradecí internamente. —¿Qué tal estás, preciosa?
—¿Qué haces aquí? —pregunté y él frunció el ceño.
—Venía a verte, solo eso.
—¿A mí y a quién más?
—Te juro que esta vez solo vine por ti.
—Uhum...
—No miento, Haruka.
—¡Te mataré si lo repites! —lo amenacé.
—Inténtalo, Ha Ru Ka —moduló cada sílaba y golpeé su hombro con fuerza. —¡Hey!
—Es una advertencia.
Namjoon se quedó casi todo el almuerzo con nosotros. Digo casi, porque un par de minutos antes recibió una llamada de Youra, sí, la misma enemiga mortal de Jiwoo. Él dijo que lo estaban "intentando" nuevamente, pero era obvio que entre ellos había solo una cosa.
Woon y yo caminamos hasta la salida mientras charlábamos. Él me contaba que estaba nervioso por su último año, y que estaba intentando de estudiar el doble de lo normal para obtener una beca e ir a Japón.
De un momento a otro, Woon se detuvo y quedó mirando algo, o mejor dicho a alguien. Seguí su mirada, encontrándome con Hoseok justo frente a nosotros y mi estúpido corazón comenzó a palpitar desenfrenadamente.
Ignóralo, Haru. Me decía a mí misma obligando a mis piernas moverse para no quedar para como estúpida. Tal vez venía por Jiwoo, y no quería hacerme ilusiones, pero al intentar pasar por su lado, él sostuvo mi brazo.
—Hablemos, por favor —rogó con ojos suplicantes. Me quedé un momento observándolo, realmente se veía dolido y no era grato saber que era yo la que causaba eso en él.
—Hoseok, por favor no...
—Solo unos minutos.
—Dijo que no. —Se interpuso Woon. Vi como la mandíbula de Hoseok se apretaba, pero dio un profundo suspiro.
—Y yo le dije a ella —respondió él. —Haru, si no quieres, no voy a obligarte.
—Te dijo que...
—Woon —lo detuve y volví mi vista hacia Hoseok. —Solo unos minutos, ¿Está claro? —Hoseok asintió reiteradas veces e intenté calmar a mi corazón. —Nos vemos mañana, Woon.
Me alejé junto a Hoseok en completo silencio. Estaba preparándome mentalmente para no caer ante él y mantenerme firme, lo cual iba a ser muy difícil si mis sentimientos seguían intactos.
—Lo siento —se disculpó. —Sé lo que te había prometido, y no pude hacerlo, pero de verdad lo siento.
—Si lo sintieras, no lo hubieras hecho, Hoseok.
—Lo sé, pero no creí que...
—¿Qué me fuera a enterar?
—No es eso, Haru.
—¿Entonces? —pregunté, pero los segundos pasaron y él no respondía. — ¿Por qué vienes a hablar conmigo si no tienes las cosas claras?
—Lo único que tengo claro es que no quiero perderte, Haru. Te amo demasiado, y sé que lo arruiné, pero lo siento.
—Aun no me dices que vas a cambiar.
—Dijiste que no querías que te mintiera —murmuró evitando mi mirada.
—Muy considerado de tu parte —solté riendo sin gracia. —Si vuelvo contigo, todo seguirá igual. Me mentirás para mantenerme tranquila, y a pesar de que yo sepa lo que haces, fingiré no hacerlo por ti bien, pero no quiero eso. Te quiero a ti, y vivo.
—Haru, puedo controlarlo.
—No puedes, Hoseok. Y debería haberte quedado claro después de lo de la otra vez. Te amo, y no es algo que pueda cambiar de la noche a la mañana, pero ¿cómo voy a amar a alguien que no se ama a si mismo?
—Déjame recuperarte, sé que puedo hacerlo.
—Deberías preocuparte más por recuperarte a ti mismo. Te conozco, y sé que algo está cambiando en ti, pero no creo que lo de nosotros pueda seguir así.
—Aun tengo un deseo —habló dejándome confundida.
—¿De qué hablas?
—La primera vez que te invité a salir, perdiste una apuesta. El que pierda le concederá un deseo al otro — dijo haciéndome recordar aquel día, y era verdad, él nunca me había pedido algo por eso.
—No volveré contigo, Hoseok
—Entonces al menos perdóname por haberte mentido —suplicó.
—Está bien, te perdono —dije con sinceridad.
—Así que... ¿este es el fin? —preguntó mirándome directamente a los ojos.
Realmente me replanteé mi decisión, estaba a punto de perder definitivamente probablemente al que era el amor de mi vida, pero aún podía cambiarlo y seguir con todo. ¿Era eso lo que quería? ¿Seguir en un círculo vicioso que se volviera rutinario y sin cariño?
Recordé a mis padres y su relación, donde ellos seguían adelante pero todos sabíamos que algo había mal ahí, pero decidían ignorarlo y fingir amor frente a otras personas, y definitivamente yo no quería lo mismo para mí.
—Es el fin de nosotros, Hoseok.
〰️
Holis bolis, volví, pero Hoseok y Haru no shdk
Este es el final del fanfic, ojalá les haya gustado.
AAh, todavía falta mucho uwuwwuwuwu
Por cierto, el "a levantarse, bella durmiente" es lo que le dice Mushu a Mulán dskhkafk
¡Nos vemos el próximo domingo!
Igual podría hacer un especial navideño... no sé, ahí les aviso.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top