0.33

[Cap. 33]
🍃Tienes una llamada.

—¡Haru! —gritó Yoongi al verme llegar junto a Hoseok.

—¡Hoseok!— dijo este mismo, sintiéndose ofendido de que la emoción de su amigo no fuera por él.

—Tú no me importas —dijo Yoongi antes de darme un abrazo.

—¡Haruka! —se quejó Hoseok, lo que solo hizo que le devolviera el abrazo a Yoongi más fuerte. —Creo que estoy oficialmente soltero —le comentó a Kyo y yo solo le mostré la lengua.

Hoseok se alejó con Kyo probablemente para conversar algunas cosas acerca de la carrera, y yo me quedé con Yoongi comentando sobre mi fin de semana en Seúl, de lo cual Hoseok les había contado un poco

—¿De verdad eres tan buena con la música? —preguntó asombrado.

—Solo un poco —respondí. Era consiente de mis dotes musicales, pero no lo consideraba algo para alardear, y aún sentía que me faltaba mucho que aprender.

—¿Dónde está Hoseok? —le preguntó Soo a Yoongi, interrumpiéndonos sin importarle en lo más mínimo. Y si no fuera por su participación en las carreras, olvidaría que existe. Yoongi simplemente no la tomó en cuenta y me incitó a continuar, pero antes de que pudiera si quiera abrir la boca, ella insistió. — Hey, Suga.

—¿Me ves con él? —preguntó de mala forma y Soo negó. —¿Entonces?

—Solo digo... ¿Y tu amiga no sabrá? — Soo me observó de soslayo, y una sonrisa creció en el rostro de Yoongi.

—Hey, Haru, ¿Sabes dónde anda tu novio?

—Ni idea —respondí aguantando la risa. La boca de Soo se había abierto ligeramente y parecía estar en un trance, pero la entendía. —¿Quieres que le diga algo por ti?

—N-novia... Digo, no.

—Adiós, Soo —se despidió Yoongi y ella solo asintió antes de irse. —Es genial saber que no fui el único con cara de idiota al saber que Hoseok tenía novia.

—Al parecer su reputación no era tan buena con esto de las relaciones formales.

—No te lo voy a negar, por eso deberías estar más que segura de que Hoseok te quiere.

En realidad, jamás lo había pensado de esa forma. Cada vez que hablaba con Yoongi me sentía tranquila, era como si fuera un cable a tierra que me mantenía segura y confiada acerca de Hoseok, y me alegraba de haber conocido a alguien como él.

Las luces comenzaron a parpadear, lo que significaba que la competencia comenzaría en unos minutos. Sí, ya me sentía como una experta en esto. Yoongi sacó una cajetilla de cigarrillos de su bolsillo, pero antes de que pudiera prender alguno, Hoseok se la quitó de las manos.

—No traigas tu mierda aquí.

—Me estoy matando yo, no tú —respondió Yoongi intentando quitárselos.

—Soy un consumidor pasivo. A parte, dañas en medio ambiente —contrarrestó Hoseok y Yoongi solo rodó los ojos.

—Como si tú aportaras tanto.

—¡Por supuesto que sí! Haru y yo estamos en contra de las sequías, ¿Verdad, amor?

—¡Iugh! —exclamaron Kyo y Yoongi al mismo tiempo haciendo exagerados gestos de asco.

—¡Hoseok! —me quejé sintiendo como mi rostro se calentaba.

—Ellos pensaron mal, yo no dije nada más.

—No es eso —dijo Kyo.

—¿Le acabas de decir "amor"? —preguntó Yoongi y Hoseok asintió confundido. —Oficialmente no queda ni un rastro de J-hope, ahora solo tenemos a Hoseokkie.

—¡Oh, vamos! Tú me dijiste que estaba enamorado de Haru.

—Sí, en broma —corrigió Yoongi. —Haru, ¿Crees que pueda enamorar a Bella Hadid si me das eso que le diste a Hoseok?

—Nunca terminas de conocer a las personas —dijo Kyo en un suspiro. —Bien, Jung. A tu lugar.

Al igual que siempre, Hoseok me dijo las indicaciones que debía seguir en caso de que algo sucediera para después hacerme prometer que no iría en su búsqueda por nada del mundo y se fue al auto no sin antes pedirme un beso de buena suerte.

Cada vez que Hoseok competía, una parte de mí se iba con él y no podía mantenerme tranquila hasta verlo volver a la pista. Fue por esto que me asusté tanto.

Luego de un par de vueltas en la pista, los autos se perdían de vista. Siempre Hoseok era el primero en salir de ahí, pero esta vez fue diferente. El auto de Soo apareció, y detrás del de ella tres más, pero ninguno era de Hoseok. La vista de Kyo estaba atenta a la pista, mientras que Yoongi no tenía expresión alguna en su rostro.

—¿Por qué no apareces? —pregunté en un murmuro.

Iba a ignorar todo lo que Hoseok me había hecho prometer, y estaba dispuesta para correr hacia donde fuera que él estuviera, pero lo vi aparecer en la pista. Al parecer todos estaban expectantes por él, y se sorprendieron al verlo llegar caminando y no en su auto.

La gente se acumuló en la señal de meta esperando a que Hoseok se acercara, pero él ignoró a todos y cambió su rumbo hasta llegar a donde estábamos nosotros.

—¿Qué pasó ahí?—preguntó Kyo. Hoseok se veía molesto, sus manos estaban hechas puños y por su mandíbula podía saber que estaba apretando los dientes.

—¿Estás bien? —pregunté y él simplemente asintió.

—Enviaremos a alguien por tu auto —dijo uno de los chicos que se había acercado hasta nosotros.

—Solo Kyo toca mi auto —gruñó Hoseok, y el chico asintió antes de irse. —No sé qué pasó, simplemente dejaron de funcionar los frenos y...

—Pero si los habías probado antes y...

—¡Ni puta idea, Kyo! Hace días estaba funcionando extraño.

—¿Entonces por qué te metiste en la carrera de hoy? —preguntó Yoongi. Su rostro se veía sombrío, estaba completamente serio y parecía expectante por la respuesta de Hoseok.

—Quería confirmar que no eran simples ideas mías.

—¿Arriesgando tu vida? —preguntó nuevamente, y Hoseok frunció el ceño. —No vengas a dártelas de valiente.

—No me pasó nada —respondió Hoseok a regañadientes. —Si es por el dinero...

—Já —soltó Yoongi deteniendo a Hoseok. En su rostro se encontraba una falsa sonrisa antes de mirarlo a los ojos e irse.

Ninguno de los tres volvió a ver a Yoongi. Kyo se ofreció para llevarnos a casa diciendo que al día siguiente remolcaría el auto de Hoseok hasta el taller y agradecí de que supiera mi dirección, ya que estaba tan confundida que ni hablar podía.

Hoseok bajó del auto conmigo, y yo le sonreí. Aun se veía molesto, pero respondió a mi sonrisa.

—Ve con cuidado —dije y él asintió. —Y habla con Yoongi.

—Lo haré —respondió antes de besar mi cabeza. —¿Te veo mañana?

—Tengo que ir a tu casa, así que sí.

—Entonces te daré un aventón —dijo guiñándome. —Aún me queda otro auto.

—Quien pudiera decir eso —me quejé.

—Podrás conseguir el tuyo cuando tengas tu licencia.

—Queda poco para eso. Bueno, para la licencia al menos —dije. En dos semanas más sería mi examen de conducir, así que los últimos días había estado leyendo el manual para pasar el teórico. — Descansa, Jung.

—Igual tú, Haru.

Hoseok descendió hasta mis labios y dejó un beso en estos antes de entrar al auto. Me despedí de Kyo, y ellos partieron. Aún estaba un poco confundida por la reacción de Yoongi, y todo el camino hasta el departamento pensé en aquello.

Nunca los había visto tan serios. Entendía un poco a Hoseok porque debió ser frustrante ni siquiera pasar la línea de meta, pero Yoongi se veía aún más molesto. Tal como él lo había dicho, Hoseok estaba arriesgando su vida, pero desde mi punto de vista, esto siempre lo hacía y a nadie parecía molestarle antes.

Mi teléfono sonó debido a un par de mensajes, uno de Hoseok y otro era para recordarme que debía pagar las cuentas. No había revisado el correo desde que me había llegado el día en el que nos fuimos a Seúl, así que no sabía el monto que debía pagar.

Tomé la boleta del agua y de la luz, pero había otro sobre más ahí. No tenía remitente y estaba completamente intacto desde afuera. Lo abrí extrañada, no entendía por qué una carta extra, pero lo que decía esta me dejó helada en el lugar.

Aléjate de Hoseok.

Tres palabras habían hecho que mi respiración se quedara atorada dentro de mis pulmones. De repente me sentí asustada en insegura en mi propio hogar, y a pesar de saber que tenía la carta desde el viernes, miré hacia todos lados para confirmar que estaba sola.

¿Por qué alguien querría que me alejara de Hoseok? Me preguntaba eso una y mil veces, no entendía a quien le podía hacer daño con esto, y si fuera así, ¿Por qué una carta para decir aquello?

Me planteé en si decírselo a Hoseok o no, pero tomando en cuenta los incidentes de esta noche, decidí que me lo guardaría un tiempo. No quería alterarlo por, tal vez, una simple broma. De todas formas, mi sistema ya se había puesto bastante alerta.

(...)

—¿No dormiste bien? —preguntó Jiwoo luego de probablemente mi quinto bostezo desde que había llegado.

—No mucho —respondí lanzándome a su cama.

Desde que leí aquella carta, no había sido capaz de pegar un ojo en toda la noche. Me sentía constantemente inquieta e incluso en el camino hacia acá creía que todos me miraban, pero solo era debido a la sugestión.

—Tengo esto —dijo enseñándome un set de cremas que ni siquiera me di tiempo de leerles la etiqueta para saber de qué se trataba. —Quizás te ayuda a relajarte, ¿Quieres?

—No sé lo que es, pero está bien —dijo y Jiwoo rio.

—Es un kit facial, te servirá para esas ojeras que traes.

Dejé que Jiwoo hiciera su trabajo mientras me hablaba sobre algunas cosas, pero de vez en cuando mi mente volaba de vuelta a la carta y me causaba escalofríos. Mi mejor amiga pareció notar esto y se detuvo.

—¿Segura de que estás bien? —preguntó luciendo preocupada.

—Sí, sí — respondí tratando de convencerla. — ¿Eun no está? —pregunté para cambiar de tema, y Jiwoo hizo una mueca.

—Ya te había dicho eso...

—¡Lo siento! Debe ser el sueño, tengo la mente en otro lado. De verdad, lo siento.

—Tranquila, Haru —dijo riendo. — Fue con mi abuela, tenían que arreglar el jardín ya que al parecer Hoseok no lo dejó bien hecho.

—¿Hoseok?

—¿Es extraño, verdad? Pero sí, el fin de semana pasado Hoseok se fue con ella para ayudarla con el jardín —respondió y comprendí. Hoseok me había dicho que Eun se encargaría de crear una excusa para Jiwoo. —Bien, ya está listo.

—¿Qué hago ahora?

—Pues lavarte la cara, boba —respondió golpeando mi frente y ensuciándose en el proceso. — Hazlo con agua tibia primero.

—Como usted mande —me burlé antes de ir al baño.

Los productos eran mágicos, así los definiría. Mi cara estaba tersa y suave, e incluso se había aclarado un poco más. Me tardé un poco más de lo esperado ya que tenía la esperanza de que los restos de la crema se fueran junto con mis pensamientos.

—Tu teléfono está sonando—dijo Jiwoo desde la habitación. —Contestaré por ti y lo podré en altavoz

—Está bien —respondí. Solo me tardé unos segundos para darme cuenta de mi error, pero cuando llegué de vuelta a la habitación, Jiwoo ya había respondido.

—¿Sigues con Jiwoo, bebé? —se escuchó la voz de Hoseok al otro lado de la línea.

—¿Hoseok? —preguntó Jiwoo, pero su vista se fue directamente hacia a mí. Colgó la llamada y dejó el teléfono a un lado.

—Jiwoo, deja... déjame explicártelo.

—¿Estabas saliendo con Hoseok? —preguntó fingiendo una risa. —¿Por qué me haces esto?

—Por favor, déjame explicarlo —rogué tomando su mano, pero ella la sacó de ahí. —Jiwoo, lo siento.

—¿Después de cuánto tiempo lo sientes, eh? Pensé que eras distinta pero solo... Vete de aquí.

—Por favor...

—¡Vete, Haru! —gritó y mis lágrimas comenzaron a caer.

—De verdad, lo siento —dije en voz baja antes de irme.

A penas salí de la habitación, Hoseok venía hasta acá. Ni siquiera tuvo que preguntar que sucedía, pareció entenderlo todo así que simplemente me abrazó y comencé a llorar.

Mi momento de descender había empezado, y si bien sabía que algún día esto pasaría, no creía que de este modo. Y si algo tenía claro, era de que había perdido a mi mejor amiga simplemente por mis mentiras.

〰️


Esto no es un simulacro, Jiwoo sabeee.

Aplausos para las que dijeron que leer el correo era importante los capítulos pasados, son Sherlock Holmes.

Si hoy gana la U, nos vemos el domingo
Si no, no nos vemos en todo el año.

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