0.29

[Cap. 29]
🍃Tengo una novia.

Sin darme cuenta, me había quedado profundamente dormida mientras veíamos la película. Con las vacaciones, mis horas de sueño habían cambiado y aún no me acostumbraba a despertarme tan temprano, así que sentía muy cansada y era obvio que me dormiría a penas tocara la cama.

Al abrir los ojos luego de aquella siesta, me encontré con Hoseok dormido a mi lado. Su respiración era calmada y su rostro se veía igual de perfecto. Acomodé unos mechones de su cabello que caían sobre sus ojos, y él se removió bajo mi tacto pero no despertó.

Aun no me acostumbraba a esto, y mi corazón parecía volverse loco con solo observarlo. Hoseok estaba causando nuevas sensaciones en mí, algunas que ni siquiera sabía que podía llegar a sentir por alguien. Sabía que no todo podía ser perfecto entre nosotros, y a eso le añadía el factor de Jiwoo, a quien debía contarte pronto antes de que mi mentira se hiciera más grande.

De imprevisto, Hoseok se apegó a mí y acomodó su cabeza en el hueco de mi cuello. Por un momento me quedé estática en el lugar, pero luego una sonrisa se formó en mi rostro y mi corazón comenzó a latir tan fuerte que creí que en cualquier momento Hoseok despertaría por el ruido.

— Quizás... ¿Me estoy enamorando de ti? — pregunté en un murmuro y luego procesé lo que había dicho. Acaso yo...

Sentí la vibración de mi teléfono y agradecí haberlo dejado así, ya que del otro modo, hubiera despertado a Hoseok. Con sumo cuidado me escabullí de entre sus brazos y tomé mi teléfono. Casi entro en pánico al ver el nombre de mi madre quien me llamaba para una videollamada. Pensé en no responderle, pero sabía que eso traería serios problemas para después.

— Hola, mamá — saludé al contestar cuando ya estaba fuera de mi habitación.

— Haruka, ¿Cómo estás?

— Bien, ¿Y ustedes?

— Extrañando a nuestra hija que ni siquiera nos llama — respondió exagerando. Solo hoy no la había llamado, pero para ella parecía ser un siglo. — ¿Ya escogiste tu especialidad en música? Con tu padre queríamos preparar una pequeña celebración para cuando vengas a visitarnos a Seúl.

— Aun no nos han hecho escoger — mentí, y ella hizo una mueca. — ¿Y por qué celebrarán?

— ¡Nuestra hija se unirá al clan! Es algo muy importante para nosotros, sabes que todos hemos soñado con esto desde que eras una niñita.

— Todos menos yo — mascullé en voz baja.

— ¿Qué?

— Nada — respondí y me sentí aliviada de que no haya escuchado.

Era increíble como mi estado de ánimo podía cambiar en poco tiempo solo por una llamada. Hace unos minutos estaba junto a Hoseok disfrutando de su compañía, y ahora estaba sintiéndome como la peor hija del mundo.

— ¿Cómo está tu nuevo departamento? Aun no me has mostrado nada.

— Es porque aún no lo he ordenado como...

— No importa, quiero verlo — dijo interrumpiéndome y sonrió.

Gracias al cielo el lugar no era grande, así que no me tardé mucho en enseñarle mi nuevo hogar. Desde la cocina hasta la linda vista que tenía. Cuando iba por la habitación de huéspedes, mi madre hizo aquella pregunta que había estado evitando desde hace un rato.

— Quiero ver tu habitación, Haruka.

— Está desordenada, no quiero que la veas aún.

— No importa, solo quiero ver si es lo suficientemente cómoda para ti.

Iba a morir, definitivamente lo haría. Estaba desesperada, mis mentiras se estaban acabando y no se me ocurría nada nuevo para decir. Mi madre me esperaba expectante en la llamada, pero yo no podía simplemente ir y decirle: "Esta es mi habitación, y ¡Ah, sí! Ese es mi novio durmiendo en mi cama"

Supe que Dios estaba de mi lado cuando escuché un ruido proveniente de mi habitación, el cual captó la atención de mi madre, pero por suerte ella no sabía de donde provenía, y utilicé aquello como excusa.

— Deben ser los vecinos que vienen a saludar — le dije y ella asintió. — Te llamaré más tarde, te quiero má.

— Adiós, Haruk... — no esperé que terminara para colgar y soltar todo el aire que había mantenido acumulado. Apoyé mi espalda en la pared y suspiré. Mentir podía ser fácil, pero definitivamente las consecuencias no serían así.

Volví a mi habitación, y Hoseok estaba despierto viendo videos en su celular. Sentí como todo en mi cuerpo pareció calmarse y fui a la cama con él.

— Perdón si te interrumpí, quería tomar mi teléfono y se cayó — dijo Hoseok con voz ronca. Él había ocasionado el ruido, y estaba tan contenta de que me haya salvado de aquella llamada, que lo besé — ¿Y eso por qué fue? — preguntó sorprendido.

— Por nada — respondí con una sonrisa. Él se veía confundido, pero eso solo hacía que pareciera más tierno para mí. — ¿Qué ves?

— Algunos juicios — respondió enseñándome el vídeo.

— ¿Algún crimen perfecto?

— No existe el crimen perfecto, solo hay gente que no hace bien su trabajo. — Había comenzado a conocer a Hoseok mejor de lo que creía, y podía comprender que existía algo detrás de sus estudios. Cada cosa relacionada con esta parecía tomárselo de manera muy personal e incluso su mandíbula se tensaba.

— Estoy segura de que tú lo harás bien.

— Eso espero — dijo en un suspiro, pero después me sonrió. Oh, Hoseok, no creas que caigo en tus falsas sonrisas.

Nuevamente mi teléfono comenzó a sonar. Tanto Hoseok como yo nos quedamos viendo el aparato por unos segundos antes de que me atreviera a tomarlo. Era una señal, debía contarle a mamá acerca de Hoseok y...

— ¿Jiwoo? — pregunté viendo su nombre en la pantalla. Hoseok abrió sus ojos pero tomó mi teléfono y contestó para luego ponerlo en mi oreja.

— ¡HARUUUUUU! — gritó ella apenas contesté y tuve que alejarme un poco. — No me lo vas a creer, ¡Estoy embarazada!

— ¡¿QUÉ?! — gritamos Hoseok y yo al unísono. Hoseok me quitó el teléfono, pero antes de que pudiera hablar, Jiwoo continuó.

— Es broma, tranquila. Fui a comprar condones antes de venir acá — respondió y vi a Hoseok hacer una mueca de asco. Claro, como si él no lo hubiera hecho antes.

— ¿Estás con Jimin?

— SIp, dijo que tenía algo que darme — respondió. — Así que estoy esperando a que me dé... el regalo claro está.

— El doble sentido es algo de familia — dije mirando fijamente a Hoseok.

— Bueno, solo extrañaba tu voz, eso es todo.

— Espero que nos veamos mañana en la universidad.

— También yo. Odio tener que hacer vida social — dijo y yo reí, y al parecer a Hoseok también le pareció chistoso. — Oh, ahí viene Jimin.

— Dale saludos de mi parte.

— Está bien, te amooooooo — dijo antes de que colgara la llamada.

Hoseok se alejó del teléfono y su ceño estaba fruncido. No iba a justificar su reacción, después de todo, nadie lo obligó a escuchar la conversación con su hermana.

— Odio que sea tan feliz cuando está con él — se quejó.

— ¿Te has escuchado? Porque es lo más estúpido que te he oído decir.

— Está bien, me doy cuenta. Pero ¡Ugh! no confío en él.

— Llevan dos años, Hoseok. Creo que si él estuviera jugando con Jiwoo, ella ya lo hubiera notado. Tu hermana no es tonta, y sabe lo que hace.

— Tienes razón — admitió haciendo una mueca. — Gracias por ser mi cable a tierra.

Era increíble como con unas palabras, hacía que mi corazón se agitara de una forma inigualable. Estaba cayendo por Hoseok más rápido de lo que yo creía, y eso me asustaba. No quería salir lastimada, o peor aún, lastimarlo a él.

— Espera... ¿Sabes a qué hora llegará Jiwoo a casa?

— No es para desanimarte, pero si está con Jimin dudo que vuelva pronto — respondí un poco extrañada ante la repentina pregunta de Hoseok. — ¿Por qué lo preguntas? — dije y una sonrisa se extendió en su rostro.

— Ponte tus zapatos, tenemos que irnos — dijo y tomó su celular para llamar a alguien. — ¿Mamá? ¿Estás en casa? — lo oí preguntar antes de que saliera de la habitación.

Estaba confundida, y no sabía por qué el repentino entusiasmo de Hoseok por salir, pese a todo, hice lo que me pidió y me llevó hasta su auto. No hablamos nada durante el camino, pero la sonrisa en sus labios no parecía querer desaparecer, lo que me tranquilizaba un poco.

El camino se me fue haciendo cada vez más familiar, y mi confusión iba aumentando cada vez más a medida que nos acercábamos a la casa de los Jung. Hoseok aparcó en la entrada y desabrochó su cinturón.

— Perdón si te estoy presionando, pero necesito decirle a mamá.

— ¿De qué hablas, Hoseok?

— Necesito decirle que eres mi novia.

— ¡¿TÚ QUÉ?! — grité tan fuerte, que hasta para mí fue molesto el ruido.

— ¿No quieres? — preguntó asustado.

— N-no... digo sí, pero...

— Me encargaré de que no le diga a Jiwoo hasta que tú lo decidas, pero déjame decírselo, sé que estará muy contenta.

— Está bien, digámoselo.

— ¡Me encantas, Haru! — exclamó antes de acercarse a mi boca y darme un beso.

Salí del auto junto a Hoseok, y mis manos no paraban de temblar. Estaba tan nerviosa que si no fuera porque Hoseok me estaba guiando, no movería mis pies del suelo. Tres, dos, un paso y estábamos frente a la puerta. Hoseok sacó las llaves de su bolsillo y me hizo una señal de silencio para que no hablara, pero aunque no me lo hubiera dicho, tampoco me hubiese atrevido a hablar.

— ¿Mamá? — preguntó Hoseok cuando entramos, pero no hubo respuesta.

— Quizás esta abajo — dije yo recordando que Eun era fanática de las películas, así que probablemente estaría viendo una. Hoseok asintió, y sin soltar mi mano, me llevó hasta allá.

Como había dicho, Eun si estaba en el salón de juegos atenta a la pantalla. Me causó risa cuando miré y me di cuenta de que estaba viendo El diario de una pasión junto a Charly, pero tuve que contenerme.

— Hola — saludó Hoseok.

— Hola — respondió ella sin dejar de mirar la pantalla. — Pensé que llegarías más tarde.

— Sí, es que estaba con mi novia y pensé que podía venir con ella a casa — dijo Hoseok escondiéndome detrás de él.

— Uhum, como digas Jung Hoseok.

— ¿No me crees? — preguntó él totalmente indignado.

— ¿Puedes hacer menos ruido? Me encanta esta parte. — Hoseok me quedó mirando y yo solo me encogí de hombros mientras aguantaba la risa. Eun no parecía querer dejar de ver la película, ya que solo le hacía gestos a su hijo sin siquiera voltearlo a ver.

— Mamá, de verdad tengo novia.

— Okey, entonces tráela a casa y preséntamela.

— ¡La traje a casa! — gritó Hoseok exasperado, pero Eun solo suspiró y negó.

— ¿Y dónde está que no la veo?

— La verías si te voltearas — respondió Hoseok rodando los ojos.

Después de tanto, Eun por fin de volteó. Se tomó un par de segundos para analizar la situación y sonrió enormemente.

— ¡Haru! Qué lindo verte — dijo y yo le sonreí de vuelta para ocultar mi nerviosismo. — No puedo creer que me hayas interrumpido solo por una de tus bromas, Hoseok — añadió y supe que ella aun no caía en cuenta.

— ¡Dios! ¿Tengo que besarte frente a mi madre para que se dé cuenta de que tú eres mi novia? — me preguntó Hoseok y yo reí.

Finalmente la vista de Eun se dirigió hasta nuestras manos entrelazadas, y tanto sus ojos como su boca se abrieron al máximo.

— Tú... y... ¡Oh, Dios mío! — chilló cubriendo su boca con ambas manos. Esta vez no se preocupó de no haber pausado la película y se levantó para caminar hacia donde estábamos nosotros. — ¿De verdad eres su novia? — me preguntó y yo asentí.

— Mamá, ella es Haru, mi novia.

— Nunca pensé que te escucharía decirle novia a alguien — dijo Eun poniendo sus manos en mis mejillas. — Sólo me estoy asegurando de que eres real.

— ¡Mamá! — se quejó Hoseok quitando las manos de Eun de mi cara.

— ¿Desde cuándo están saliendo?

— Desde el cumpleaños de Hoseok — respondí atreviéndome a hablar.

— Formalmente — añadió él.

— ¿O sea que esto va desde hace tiempo antes?

— Un par de meses — respondió Hoseok y la cara de Eun fue épica.

— ¿Cómo... No sé si debo felicitarlos o regañarlos por ocultarlo tanto tiempo.

— ¿No sospechabas? — pregunté curiosa.

— Supuse que quizás algo sucedía entre ustedes cuando los vi salir de la misma habitación, pero después pensé que Hoseok solo te quería molestar o algo así.

— ¿Ves? Eres molesto — dije y Hoseok frunció el ceño.

— De todas formas te gusto, Haruka.

— Okey, lo siento, Eun — dije mirándola antes de soltar la mano de Hoseok. — Terminamos.

— ¿Qué? — preguntaron madre e hijo al unísono.

— Te lo dije, Jung.

— ¡Oh, mierda! — maldijo cuando se había dado cuenta de su "error" y volvió a tomar mi mano entre las suyas. — ¿Ahora debo rogar para que vuelvas conmigo? Vamos, es solo que me gusta tu nombre.

— Son tan cursis, ¡Los amo!

Eun nos hizo contarles todo acerca de nosotros y nuestra relación, por supuesto hubieron muchas cosas que evitamos contar, como el hecho de que yo estuviera ebria cuando Hoseok me pidió ser su novia. Ella parecía una niña pequeña escuchando su cuento de hadas favorito, y me tranquilizaba eso.

Por milésima vez, mi teléfono comenzó a sonar y tuve que disculparme para ir a contestar la llamada. Mi madre había vuelto a llamar porque había olvidado decirme que el conservatorio de Seúl preguntó por mí otra vez, ni siquiera la tomé mucho en cuenta y solo decía "sí" a todo lo que ella me contaba.

Cuando terminó la llamada, volví a bajar a la sala de juegos, pero mientras me dirigía hasta allá, escuché la conversación que Hoseok tenía con Eun. Sabía que estaba mal, pero de todos modos me escondí de tal forma que no pudieran verme pero yo si a ellos.

— No le digas nada a Jiwoo aun.

— ¿Todavía no le dicen?

— Es un poco difícil. Al parecer ella aún no supera lo de... ya sabes.

— ¿Y tú? ¿Estás bien? — preguntó Eun poniendo su mano sobre el brazo de Hoseok.

— Estoy bien ahora, me siento tranquilo cuando estoy con Haru.

— Eso es bueno, significa que estás superando bien las cosas — dijo Eun y pude ver una sonrisa en su rostro.

— Es complicado, mamá. Yo...

— No, Hoseok. Sufriste mucho y por fin veo que estás bien de verdad. Debes dejar de culparte por algo que no hiciste. — El ambiente pasó de cálido a algo tenso, pero podía notar que Eun intentaba tranquilizar a Hoseok.

Si hubiera entrado en ese instante, quizás me habría evitado de mucho. Cuando por fin las dudas acerca de aquella chica se habían resuelto para mí, parecía que todo volvía a abrirse, pero esta vez era algo más complicado que saber quién era "la chica de la foto", y las palabras que escucharía de Eun serían las causantes de aquello.

— La muerte de Miyeon no fue tu culpa, Hoseok.

〰️

HOOOOOOLISSSSS
¿Cómo estaaaaan? No sé por qué, pero siento como si hace un siglo no actualizaba JAJAJA

PERFECTLY IMPERFECT SUPERÓ LOS 100K OMG, MUCHAS GRACIAS POR TANTO🤧💜

Sé que algo más les quería contar, pero no me acuerdo que era así que si llegara a acordarme, se los diré por el tablero de mensajes.

¡Nos vemos el próximo domingo! 
(Pa leer mientras tomamos terremotos y comemos empanadas)

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top