0.10

[Cap. 10]
🍃Júralo, Haru.

La habitación se inundaba en los sonidos del beso que compartíamos Hoseok y yo, mi estomago se revolvía al pensar en que Hoseok me estaba besando y mi cabeza estaba totalmente en blanco, lo que era bastante satisfactorio al no tener que pensar en las consecuencias que me podía traer esto.

Nuestra buena sesión de besos fue interrumpida por unos golpes en la puerta, los que me hicieron volver a la tierra y entrar en pánico. Rápidamente me limpié la boca con la manga de mi suéter y Hoseok solo giró los ojos antes de humedecer sus labios y volver a pegarlos a los míos.

—Hoseok — lo regañé.

— Pero si tienes suficiente de mi saliva en tu boca, no sé de que te quejas.

— Basta —dije antes de abrir la puerta y encontrarme con Jimin ahí.

— ¿Tenías que ser tú? — se quejó al ver a Jimin. — Dios, ¿por qué me castigas así? — preguntó mirando al techo antes de irse algo cabreado. 

— Solo venía a despedirme — dijo Jimin un poco confundido y yo me limité a sonreírle.

(...)

Jiwoo se encontraba tirada sobre mi cama mientras me contaba todo lo que había pasado con su madre y Jimin, mientras que yo guardaba mi ropa mis cosas de vuelta en los cajones. Resultó que los padres de Jiwoo quisieron sorprenderla y se encontraron con Jimin en la habitación, se asustaron tanto que pensaron que era un ladrón y lo encerraron en la habitación. Gracias al cielo, Hoseok llegó antes de que llamaran a la policía.

— Luego nos dio una charla y papá entró a la habitación con esto — dijo sacando una hilera de condones de su bolsillo. 

— Bueno, al menos ahorrarás dinero con eso.

— ¡Haru! — se quejó avergonzada.

— ¿Qué? Es verdad, ¿o no? — Jiwoo rodó los ojos, gesto que me recordó demasiado a Hoseok, y luego me mostró su lengua. — ¿Puedo ocupar este armario para guardar lo que falta?

— Haru, esta es tu habitación ahora, puedes hacer lo que sea aquí. 

Modulé un gracias y proseguí a guardar mis chaquetas y algunos libros dentro, pero había algo que no me dejaba poner los libros atrás. Me subí a una silla y encontré un cuadro con una foto de tres chicos. De inmediato reconocí a Jiwoo y Hoseok, pero había una chica más, la cual llevaba un gorro que decía "My birthday" y no recordaba haberla visto con Jiwoo alguna vez.

— ¿Usabas brackets? — le pregunté a Jiwoo enseñándole la foto. 

Su cara pasó de confusión a rabia en un par de segundos, bruscamente me quitó la foto y salió de la habitación. La seguí para saber que había pasado, pero ella iba hacia la habitación de Hoseok. Ni siquiera golpeó, simplemente abrió, dejando ver a Hoseok bastante confundido, quien pareció entender todo al ver el cuadro en sus manos.

— ¿De dónde sacaste eso? — preguntó Hoseok.

— ¿Qué? ¿No debería ser yo la que pregunte eso? — dijo Jiwoo bastante molesta. — ¿Qué mierda Hoseok?

— Entrégamela, Jiwoo.

— La había tirado, Hoseok. No solo es doloroso para ti, y lo sabes.

— Jiwoo, dame eso — habló Hoseok intentando mantenerse tranquilo mientras avanzaba hacia ella.

— ¡Me juraste que no tenías nada de M...

— ¡No digas su nombre, Jiwoo! — gritó Hoseok, toda su tranquilidad se había ido de inmediato y sus ojos parecían irradiar rabia pura. Se acercó a Jiwoo y rápidamente le quitó el cuadro. — Vete de aquí. 

— Jiwoo, vamos — dije entrando a la habitación para sacarla de ahí.

— Eres un imbécil, Hoseok. Un imbécil que se está destruyendo solo. — A esta altura, Jiwoo estaba empapada en lágrimas y su voz sonaba entrecortada.

Llevé a Jiwoo hasta su habitación y la acosté en su cama, estuvo un buen rato llorando en silencio, hasta que sus lagrimas se volvieron suspiros y comenzó a quedarse dormida. 

— Júrame que nunca estarás con Hoseok.

— ¿Qué... dices?

— Por favor, Haru. 

— Está bien, Jiwoo. Yo... — dudé un momento, sabía que estaba a punto de decir algo muy importante, pero Jiwoo era más importante que un hombre para mí. — Lo juro.

No me di cuenta en qué momento me dormí junto a Jiwoo, pero ambas fuimos despertadas por su madre, quien nos dijo que bajáramos ya que la cena estaba lista, y para la mala suerte de Jiwoo, nos encontramos con Hoseok antes de bajar las escaleras.

La comida era exquisita, mejor que en cualquier restaurante que haya visitado antes. En un momento me llegué a preguntar si alguno de los hermanos Jung habría heredado las artes culinarias de su padre, quizás Hoseok... ¡Basta de pensar en él, Haru!

— ¿Y qué estudias, Haru? — preguntó Joon Ho, sacándome de mi regaño mental.

— Música, voy a la misma universidad de Jiwoo. 

— Sabe tocar cualquier instrumento que le pongas en frente, es un cerebrito sexy — dijo Jiwoo.

— No niego lo último — agregó Hoseok, haciendo que su hermana pusiera mala cara de inmediato y yo me sonrojara.

— ¡Hoseok! — lo regañó Eun.

— ¿Qué? Siempre me has dicho que debo ser sincero, mamá.

— Pero... ¡Ugh! Te tomas bastante en serio lo de "todo lo que digas será usado en tu contra", ¿verdad?

— Para eso estudio — respondió él mostrando toda su hilera de dientes en una sonrisa.

Fue fascinante estar con adultos que no te hicieran sentir incomoda con algunos temas de conversación. Ellos parecían bastante felices y en ciertas ocasiones eran bastante bromistas. Finalmente, Eun dijo que todo el personal que trabaja en la casa estaría de vacaciones durante el mes, menos el jardinero porque no confiaba en sus hijos para cuidar su preciado jardín.

— Entonces... ¿Ustedes se irán de nuevo? — preguntó Jiwoo.

— Tres semanas, y partimos este sábado.

— ¿QUÉ? — soltaron los hermanos Jung al mismo tiempo. Hoy era domingo, y por lo que sabía ellos no estaban con sus padres desde hace un poco mas de un mes. Esto quería decir que solo les quedaban seis días con sus padres.

— Una cosa, los cuidamos durante veinte años, necesitamos vacaciones y lejos de ustedes — dijo Eun y su esposo estuvo de acuerdo con ella.

— Compramos pasajes para un crucero por el mediterráneo oriental — añadió Joon Ho. 

— Y por favor, Jiwoo, Hoseok y ahora también Haru, esperamos que no se fecunde ningún óvulo durante estas semanas... o las próximas hasta que tengan una buena vida por ustedes mismos.

Luego de una pelea sobre quién lavaría los trates (Hoseok perdió), cada quien se fue a su habitación. Jiwoo tenía clases el día siguiente y había dicho que había una fiesta a la que no podíamos faltar, la hubiera regañado de no ser porque habían cancelado las clases del día martes, así que aprovecharía la ocasión para salir con mi mejor amiga.

Mi celular sonó y lo chequee para revisar los mensajes, pensé que podía ser Nam o tal vez Jiwoo para pedirme algún favor, pero era Hoseok y decía que fuera a su habitación.

Mi corazón comenzó a latir tan fuerte, que juré que se me iba a salir en algún momento. Salí de mi habitación, pero antes de entrar a la suya pensé que Jiwoo. Se lo había jurado, no podía hacerle esto a ella después de lo que me pidió.

Con pesar, caminé hasta la cocina para beber un vaso de agua y convencerme mentalmente de que no podía seguir con lo que sea que tenía con Hoseok. Volví a mi habitación arrastrando los pies, como si no quisiera volver a ella, pero lo hice y al cerrar la puerta me sentí aliviada. Había logrado dejar a Hoseok a un lado.

— No sabía que te gustaba esta clase de libros. — Escuché la voz de Hoseok y lo encontré sentado en mi cama con el libro Cincuenta sombras de grey, que Jiwoo me había regalado hace un año.

— ¿Que haces aquí? — fue lo único que se me ocurrió decir en aquel momento.

— ¿Recuerdas la apuesta que perdí la otra vez? — preguntó y yo intenté recordar a qué se refería. — Aposté que podía besarte...

— Sin tocar mis labios— completé. — Ahora lo recuerdo.

— ¿Te parece si salimos y compro las bebidas que te debo?

— Yo... Hoseok... — Sus ojos se encontraban expectantes ante mi respuesta. Él estaba vestido para la ocasión, así que supuse que lo tenía planeado desde antes y no fue solo un impulso. — No puedo.

— Jiwoo te dijo algo, ¿No es así?

— ¿Que? No... O sea, sí pero...

— Idiota — murmuró para sí mismo — ¿Que te dijo? ¿Te prohibió acercarte a mí?

— No, Hoseok... Ella está dolida por algo. No sé qué habrá pasado con ustedes antes, pero creo que ella está asustada.

— ¿Y POR QUÉ? Jiwoo no vivió ni una mierda de lo que tuve que pasar yo.

— Hoseok... — No tenía ni idea de a lo que se refería, pero luego de lo que me había dicho Jiwoo y sumado a lo que Hoseok acababa de decir, supuse que tuvo que haber pasado algo grave con ellos, y no sabía que podía ser.

— Déjalo, no vale la pena.

— ¿Y ahora te enojarás porque te dije que no saldría contigo?

— No es eso, Haru. Pensé que eras distinta y no te dejabas influenciar por nadie, pero ahora me doy cuenta de que eres igual que el resto. Ves una cara de pena y te convencen rápido.

— Siento haber destruido tu visión acerca de mí — dije sarcásticamente, lo que pareció no gustarle a Hoseok porque salió de la habitación dejando un fuerte portazo como evidencia.

Genial, estaba segura de que aquí se acabaría todo, pero de alguna forma me sentí aliviada. Al menos no tendría que pensar en Hoseok y Jiwoo al mismo tiempo, y si haber peleado con él hacia que mi amistad con Jiwoo no se terminara, estaba bien.

Traté de enfocarme solo en los contra que tenía Hoseok, para no lamentarme acerca de lo que había pasado, y me enfoqué principalmente en las cosas ilegales que hacía. Después de todo, lo que menos necesitaba era tener problemas con la ley y que se descubriera todo lo que tanto me había atormentado en mi vida.

〰️

Yo que ustedes comienzo a
sacar teorías desde ahora porque
uuufff...

Gracias x leer ❣️

Pd; recomiendenme libros con tapa roja xfavorcito.

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