0.08

[Cap. 08]
🍃No pierdas apuestas...
o tal vez sí.

Todo en mi interior temblaba y se revolvía de emoción, Hoseok me había esperado, o tal vez... ¿Tan seguro estaba Hoseok de que vendría de todas formas? Mi emoción fue cambiando a enojo, enojo conmigo misma por no aguantar ante la idea de pasar tiempo con él. Quizás me podía inventar una excusa, decir que a Jiwoo se le había quedado algo en el auto o que tal vez solo venía a tomar aire fresco, aun tenía tiempo.

— Ya que no hace frío, podríamos ir en la motocicleta. — Mi cara debió ser épica. Tenía varios recuerdos sobre mi hermano antes de que se fuera, y definitivamente recordaba su motocicleta. Y a pesar de que me causaba cierto temor subirme a una, era lo que había estado deseando desde hace mucho. 

— Me convenciste. 

Hoseok no tardó nada en llevarme hasta la motocicleta, puso un casco sobre mi cabeza y sonrió antes de subirse.

— Tus manos — dijo sin darse vuelta.

— ¿Que? — Hoseok giró su cabeza y buscó mis manos para tomarlas y ponerlas al rededor de su cintura. — Gr-gracias.

— No creo que quieras caerte, ¿verdad? — se burló y arrancó, haciendo que mis manos se enrollaran fuertemente al rededor de su cintura.

Cuando el temor a caer de la moto cesó, comencé a disfrutar el paseo. El viento en mi rostro se sentía increíble, mejor a como lo había imaginado, y estar abrazada a Hoseok le sumaba algo que aún no descubría bien, pero era totalmente cómodo. 

Al igual que la otra vez, nos fuimos alejando a medida de que el sector urbano fue desapareciendo poco a poco. mi cabeza imaginaba cientos de escenarios con los que me encontraría al llegar, pero nada me lograba convencer y Hoseok no me había dado ni una sola pista de a donde nos dirigíamos. 

Hoseok se detuvo en lo que parecía ser un galpón. Por fuera se veía un tanto tétrico, pero se lograba escuchar la música proveniente de ahí. Hoseok me ayudó a bajar de la motocicleta y me quitó el casco.

— ¿Dónde estamos? — pregunté sin dejar de mirar el lugar.

— En una fiesta — respondió, y su sonrisa se hizo presente.

— ¿Es ilegal?

— Violación de morada en estado de abandono. — Mi cara debió haberlo dicho todo, porque Hoseok soltó una carcajada. —  Sí, es ilegal.

— Es la primera vez que siento que eres un estudiante de leyes. —  Hoseok rodó los ojos y volvió a reír.

— Es difícil de creer, lo sé; pero te sorprenderías aún más al saber que soy uno de los mejores de la clase. 

— Eres un mentiroso, Jung.

— Si no me crees, pregúntale a Jiwoo — dijo encogiéndose de hombros. — Vamos, Yoongi debe estar esperándonos. 

Y efectivamente, al llegar a la entrada un muy enfadado Yoongi estaba esperando a un muy relajado Hoseok.

—  ¿Por qué llegas tarde, imbécil? — preguntó Yoongi cuando Hoseok estuvo cerca de él.

— Fue mi culpa, lo siento — respondí por Hoseok, y a Yoongi pareció que se le saldrían los ojos.

— Dios, no lo creo, ¿Hoseok te trajo con él o solo es coincidencia?

—  Yo la invité —  respondió Hoseok. —  Cierra la boca, creo que acabo de ver una mosca entrar ahí.

— Haru, ¿Estás drogada? ¿Hoseok te secuestró o algo así? — preguntó y yo solo reí.

— Me da gusto verte también, Yoongi.

— Dime Suga, ya eres parte de la familia. — Había escuchado a Hoseok y a Kyo decirle Suga a Yoongi un par de veces, pero la mayoría de las personas se refería a él con su nombre de pila.

— Es la segunda vez que te veo.

— Por eso.

— ¿Dónde está Kyo? —  preguntó Hoseok, mirando hacia el interior del lugar.

— Tratando de compensar tu tardanza o calmando a tu contrincante. 

— La gente quiere dinero, esperarán lo que sea necesario para tener algo. —  Sin más, Hoseok tomó mi mano y me llevó adentro junto con él. Me di cuenta de que Hoseok era bastante conocido cuando la gente se le quedaba mirando y lo dejaban pasar de inmediato, era algo así como un ser respetable en el lugar, e incluso estaba segura de que nadie me había notado entrar con él.

Divisé a Kyo casi al final del lugar, hablando con un hombre que casi doblaba su tamaño, quien al vernos, se despidió del chico y éste se fue . La cara de Kyo al verme no fue muy distinta a la de Yoongi cuando me vio, la boca ligeramente abierta al igual que los ojos.

— Si si, ahórrate el rollo. Es Haru conmigo, por segunda vez, y no, no la drogué ni la secuestré — dijo esto último mirando a Yoongi.

— Pensé que estaba alucinando cuando la vi —  dijo sacudiendo su cabeza de un lado a otro. —  En fin, la pelea comienza en quince minutos.

— ¿Es una batalla de rap o baile? — pregunté, y tanto Yoongi como Kyo se me quedaron mirando como si me hubiera salido un cuerno de repente. 

— Es una pelea a "puño limpio" — respondió Hoseok.

— ¿Que? No me digas que el chico que estaba contigo es el contrincante de Hoseok — le pregunté a Kyo y el asintió. — ¿Estás loco Jung Hoseok?

— No es mi primera vez, Haru.

— Da igual, Hoseok. Ese chico te va a matar.

— Nosotros iremos a buscar algo para beber — dijo Yoongi antes de irse con Kyo.

— No me va a matar, Haru. Hago esto desde los dieciocho, tengo todo bajo control. — Hoseok se veía calmado, pero yo no lo estaba. No dudaba de la fuerza de Hoseok, pero tampoco de la de su contrincante. —  Es más, hagamos un trato. No dejaré que ese chico me toque ni una sola vez.

— Es imposible, Hoseok.

— Estás preocupada por mí.

— Si llegas con un golpe, Jiwoo se va a querer morir, es solo eso.

— Okey, entonces es mejor hacer el trato. El que pierda debe concederle un deseo al otro.

— No tendré sexo contigo si es lo que piensas. — Hoseok rodó los ojo y rio.

— Esta bien, no será sexo — dijo poniendo su mano sobre el corazón. — Quédate con Suga y Kyo en todo momento, ellos sabrán que hacer si la cosa se pone fea.

Kyo y Yoongi llegaron con las bebidas, y para mi suerte, Kyo me había traído una cerveza. Hoseok rechazó las bebidas diciendo que había venido con la motocicleta, así que Yoongi la aceptó con gusto. Un par de minutos más tarde, Kyo le hizo una señal a Hoseok para que tomara su lugar.

— ¿Un beso para la suerte? — preguntó Hoseok y yo solo fruncí el ceño. Aun me sentía extrañamente molesta. — Haru, piensa en esto como un ejercicio para el estrés. Algunas personas hace yoga, otros ejercicios y yo...

— Golpeas gente.

— Gente que también quiere golpearme. Si lo ves así, no es tan malo. —  Hoseok dio dos golpecitos en mi cabeza y se alejó junto con Kyo. 

Seguí a Yoongi entre la gente hasta llegar a la primera fila de espectadores. Mis nervios aumentaron cuando escuché resonar el nombre J-Hope en los parlantes y Hoseok apareció entre las personas que gritaban con euforia su nombre. Vi como Hoseok buscó entre el tumulto del gente hasta dar conmigo, y sonrió coquetamente antes de acercarse a mí.

— Sostenme esto — dijo antes de quitarse su camiseta y entregármela, causando el grito aún mas fuerte de las personas ahí presentes. Hoseok me lanzó un beso antes de irse, dejándome completamente en shock con su camiseta en mis manos.

— Está loco — dijo Yoongi entre risas.

A pesar del extraño y divertido momento que me había hecho olvidar el nerviosismo por la pelea, cuando apareció el contrincante de Hoseok, sentí que el mundo se vino abajo. Si de lejos se veía grande, de cerca lo era el doble. Sus tonificados músculos sumando su altura lo hacían ver espeluznante en comparación con Hoseok. 

— Hoseok va a morir — susurré, pero Yoongi logró escucharme.

— Tranquila, Haru. Él va a estar bien.

— Apostamos a que no recibiría ni un golpe, bueno, yo creo que si recibirá alguno.

— Espera, ¿Apostaste eso con Hoseok? — preguntó y asentí en respuesta. — Ya perdiste, Haru.

— ¿Que? — solté confundida.

— Hoseok no ha recibido un golpe en años — respondió Kyo, quien acababa de llegar.

Genial, Hoseok me había estafado para aprovecharse de la situación. Me preguntaba si, ya que no había recibido ni un solo golpe en tanto tiempo, sus ex contrincantes habrán sido igual de aterradores que este, o incluso aún más.

Cuando la pelea comenzó, fui incapaz de mantener los ojos abiertos por más de un minuto. Hoseok solo estuvo esquivando los golpes durante los primeros minutos, pero en un abrir y cerras de ojos, el otro chico retrocedía ante los golpes de Hoseok. Para mi suerte, todo pareció acabar rápido después de que Hoseok lograra tirar al chico al suelo. Kyo dijo que me quedara con Suga mientras él iba a buscar el dinero que Hoseok había ganado. Por otra parte, la gente comenzó a dispersarse y la música volvió a resonar por todo el lugar. 

— Me debes un deseo. — Fue lo primero que dijo Hoseok cuando estuvo cerca.

— Con o sin apuesta, no hubieras dejado que te golpearan, ¿Verdad? — Hoseok solo mostró toda su hilera de perfectos dientes en una sonrisa y le lancé su camiseta en la cara. — Idiota — dije antes de irme en dirección contraria. 

— Hey, hey — escuché decir a Hoseok antes de que me tomara por la cintura. —  No tan rápido, preciosa. — Hoseok pegó mi espalda a su cuerpo y nos movió al vaivén de la música.

— Eres un mentiroso, Jung.

— Valió la pena, ahora tengo un deseo gratis.

Nos quedamos un rato más con Hoseok de esa forma, moviéndonos al compás de la canción que resonaba a través de los parlantes. No era la primera vez que bailaba tan apegada con algún chico en una fiesta, pero esta vez se sentía distinto, y estaba segura de que era 40% nervios y 60% algo que aún no podía descifrar.

— Jamás pensé que fueras fanática de las fiestas, pero al parecer me equivoqué — habló Hoseok, sacándome de mis pensamientos.

— Depende la ocasión, no me desagradan, pero... — Hoseok me dio media vuelta y quedamos cara a cara. 

— Pero... — La cercanía de Hoseok aumentó mi nerviosismo al 99% y ese 1% faltante, fue la poca valentía que tuve para responderle.

— Pero preferiría que estuviéramos en otro lugar — musité. No supe descifrar la mirada de Hoseok en ese instante, parecía una mezcla de confusión, tal vez sorpresa, pero todo se esfumó cuando con su sonrisa.

— ¿Entonces que hacemos aquí?

Diría que Hoseok prácticamente me arrastró por el lugar en un par de segundos. En el trayecto, vi a Suga con Kyo, quienes le pasaron dos botellas de cerveza a Hoseok y se despidieron de mí con una sonrisa; Un chico se le acercó a Hoseok, pero a penas pronunció su nombre, este le respondió con un "vete a la mierda" y salimos de ahí. Nos subimos a la moto y nos dirigimos a quien sabe donde, porque Hoseok ni siquiera me dio tiempo para preguntarle.

No fue tan largo el camino, puesto que ya estábamos en la nada y al parecer a Hoseok se le ocurrió que era una buena idea meterse entre los árboles en medio de la noche. Cuando se detuvo, solo fui capaz de verlo por la luz proveniente de la luna. 

Desde ahí se podía ver todo el centro de la ciudad, sus edificios, luces, y los autos que aún transitaban por las calles. La vista era magnifica, y el lugar era relajante.

— Esto es mejor que una fiesta, ¿no lo crees? — dijo Hoseok antes de sentarse en el suelo, golpeo el lugar a su lado dos veces para que me sentara junto a él y lo hice.

— Definitivamente. —  Hoseok abrió las botellas de cerveza que le había pasado Kyo, me dio una y el bebió la otra. — Pensé que no beberías.

— Esta no tiene alcohol — dijo enseñándome la etiqueta.

— Es increíble que hagas tantas cosas ilegales y no bebas al conducir, quien lo diría.

— Las cosas que hago solo me perjudicarán a mí, en cambio, si bebo y conduzco, podría causar un accidente con gente inocente. — Él tenía razón, y no había manera de refutarle eso así que solo me quedé callada. — Y bien, Haru, no se nada de ti más que eres la amiga de mi hermana, estudias música y... creo que eso es todo.

— Bueno... En realidad me llamo Haruka. — Hoseok abrió la boca para hablar y rápidamente lo detuve — . Atrévete a decirlo y te tiro por el barranco, Hoseok.

— Es un buen nombre, como de anime. 

— Ja ja, mis padres estaban en un concierto en Japón cuando supieron que tendrían una hija — dije recordando lo que mi padre solía enseñarme para responder.

— ¿Eres hija única?

— Tengo un hermano mayor, pero no sé nada de él hace siete años. — Hoseok me envió una sonrisa apenada y yo solo me encogí de hombros antes de darle un trago a mi botella. — Al parecer fue mucha la presión de mis padres para que siguiera el legado musical y se fue de casa.

— Quizás no era tan bueno como tú — dijo y ambos reímos. — Te escuché con la guitarra el otro día, eres buena. Siempre quise aprender a tocar algún instrumento, pero no soy muy bueno en eso.

— Todo el mundo puede aprender si se lo propone.

— Quizás me podrías enseñar.

— Mañana acaba la apuesta que hice con Jiwoo.

— Eso quiere decir que...

— Que mañana me voy de tu casa. 

Después de eso ambos nos quedamos en silencio, solo escuchando el sonido que hacían los arboles al mecerse con el viento. Cerré los ojos y sentí la brisa tocar mi rostro, era un lugar muy relajante.

— Hoseok.

— ¿Mmh?

— Tampoco sé nada sobre ti.

— No hay mucho que saber sobre mí. No soy bueno en deportes, tampoco en música y mucho menos en artes. Me gusta bailar desde los diez y pocas veces pierdo una apuesta.

— ¿Pocas veces? No lo creo.

— ¿Qué te parece si apostamos las bebidas de la próxima fiesta? Si gano, tu pagas y si pierdo, yo pago. — lo miré incrédula, y no porque no entendiera la apuesta, sino por la "próxima fiesta". — Apuesto a que puedo besarte en la boca sin tocar tus labios.

— E-está bien — tartamudeé. 

De por si la situación ya me parecía extraña, ¿un beso sin tocar los labios? Supuse que tal vez podría ser en la comisura, o quizás pondría su mano sobre mi boca, pero de un momento a otro, sentí los labios de Hoseok presionar sobre los míos. Nuevamente había caído en las mentiras de Hoseok, era un estafador de primera.

— Perdiste — murmuré cuando Hoseok se apartó, pero no lo suficiente como para dejar de sentir su respiración.

— Valió la pena — dijo antes de volverme a besar, y esta vez dejé todos mis pensamientos de lado y me dediqué a disfrutar el momento.

(...)

Agradecí que el trayecto de vuelta fuera en la motocicleta, así me abstenía de tener que inventar una buena conversación para que nada se sintiera incómodo entre nosotros, o tal vez solo yo me sentía así, porque recordaba perfectamente la cálida sonrisa de Hoseok luego de besarnos. De todas formas, me causaba paz mental no tener que pensar en nada más que sentir el viento que se colaba a través del casco hacía mi rostro, pero cuando llegamos a la casa, el miedo volvió a invadirme, y esta vez era por Jiwoo.

— Haru, Jiwoo no despertaría ni aunque Iron Maiden estuviera tocando a su lado — dijo logrando tranquilizarme un poco. Si bien aún no sentía el peso de conciencia por haber besado a su hermano, sabía que ella no quería que hubiera ningún tipo de relación entre Hoseok y yo.

— Gracias por... hoy.

— No hay de qué, me das buena suerte.

— Hoseok, ¿Debo recordarte que no has perdido en años?

— Exacto, y por eso hoy me diste la suerte de no perder ese récord. — Hoseok me guiñó un ojo y yo solo me reí. — Ve a dormir, entraré enseguida.

— Buenas noches, Hoseok.

— Adiós, Haru.

Si, Hoseok no me besó como imaginé que podía suceder, no me besó ni ahí ni cuando lo escuché entrar a su habitación unos minutos más tarde. Y de todas formas ¿por que lo haría?, incluso sus amigos se burlaban por haberme visto más de una vez con él, UNA VEZ. Hoseok no era el chico que seguía las reglas románticas y tampoco era el chico con el que imaginaba mantener una relación a largo plazo. 

Pero nuevamente mi cabeza me engaño, porque mientras me repetía mil veces que el destino había decidido que no hubiera beso de despedida, yo golpeaba a la puerta de Hoseok.

— ¿Haru? — preguntó a través de la tenue luz que entraba por las cortinas. Esta vez, no llevaba camiseta y vaya que se veía bien. — ¿Necesitas algo? — preguntó ante mi falta de respuesta.

Jódete destino, yo si quería un beso de despedida. Tomé a Hoseok por el cuello y lo acerqué a mi boca para besarlo, él no se tardó nada en seguirlo, poniendo sus manos al rededor de mi cintura para acercarme más a él.

Dios mío, estaba. besando. a. Jung. Ho. seok.

〰️

Holis bolis, les traigo 3.000 palabras para que disfruten 
el capitulo tanto como yo al escribirlo.

Vieron a Hoseok ayer en los Grammys
10/10😍😍😍

Ojalá les haya gustado el capitulo y
gracias por leer<3 

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