0.05
[Cap. 05]
🍃El toque de queda de
la princesa.
Por un momento me quedé pasmada mirando los ojos negros del chico frente a mí. Su sonrisa aún no desaparecía y pareció hacerse más grande cuando notó que me había quedado sin habla.
— Comenzaré yo, si no te molesta. Soy Hoseok — dijo tendiéndome su mano, la cual dudé un poco en tomar.
— Soy Haru — dije finalmente estrechando su mano.
— ¿Japonesa? — preguntó y por un momento me tensé. A pesar de estar acostumbrada a esa pregunta, aún me asustaba de vez en cuando.
— Coreana — aclaré, y Hoseok asintió.
— Supongo que estás en la misma universidad que mi hermana, ¿verdad? — preguntó y asentí. — Y, déjame adivinar, estudias... ¿Ingeniería? — negué. — ¿Medicina? — volví a negar. — Entonces... ¿Psicología?
— Estudio música — dije después de que Hoseok no le atinara a nada.
— Genial, debí percibir el aire artístico que te rodea, aunque... no me lo esperaba.
— La gente no es como creemos, yo no puedo percibir el aire de bondad de los abogados en ti.
— Es porque no existe, no seré abogado, o no por un largo tiempo — aclaró. — Digamos que lo mío no es ser el bueno de la película.
— ¿Entonces?
— Fiscalía, eso es lo mío. No permitiré que ninguna escoria quede libre — dijo tan serio, que sentí un poco de miedo, pero rápidamente volvió a mostrar su sonrisa. — ¿Y por qué estás sola aquí? — preguntó. Busqué con la mirada a Namjoon e hice un gesto para que Hoseok lo viera. — ¿Tu cita te dejó?
— No es mi cita, es mi amigo quien me trajo para poder ligar con una chica. — Vaya, si lo decía así, sonaba muy mal.
— ¿Y tú no estás buscando a nadie en especial?
— Solo soy un rehén — dije recordando lo que me había dicho Jiwoo antes de venir. — ¿Y tú no estás buscando a nadie especial?
— Nunca busco, aunque debo reconocer que esta noche si lo hice. — Sus ojos buscaron los míos y los nervios me recorrieron todo el cuerpo. — Y solo te perdí de vista un mísero segundo, Haru.
— ¿A q-que te refieres?
— Estaba seguro de haber escuchado a mi hermana decir que eres una cerebrito sexy, al parecer está un poco equivocada en la parte de cerebrito, porque de sexy lo tienes todo.
— B-basta. — Titubeé al decir. Hoseok soltó una carcajada y eso hizo que me relajara un poco. Él solo estaba jugando conmigo.
Un par de chicos se acercaron a Hoseok y susurraron algo en su oído, de inmediato la sonrisa de él desapareció y asintió antes de bajarse del taburete. Se volteó y extendió su mano hacia a mí.
— Tengo dos preguntas para ti, una te la diré ahora — agarró mi mano y me tiró hacia a él, provocando que cayera bruscamente sobre su pecho. Intenté alejarme pero Hoseok no me lo permitió, y susurró en mi oído: — y la otra te la diré mas tarde cuando gane y estés saliendo de esta jodida fiesta conmigo.
— No me voy a... — me detuve junto con la música. Los parlantes resonaron con un agudo sonido y el abucheo de todas las personas se hizo presente.
— ¿Quién está esperando para ver a J-hope romper la pista? — habló alguien a través de los parlantes. — Hagas sus apuestas, caballeros. Esta noche tendremos a J-hope contra B-one.
— Primera pregunta, ¿Te gusta la zona VIP? — preguntó Hoseok con toda seguridad.
— ¿Qué? — pregunté confundida ante su pregunta.
— Ven conmigo — dijo antes de tomar mi mano y conducirme entre el mar de gente que se reunía al rededor de la pista de baile.
Subimos una escalera, y Hoseok me dejó en un pequeño altillo, miró a el chico que estaba al lado y volvió su vista hacia a mí.
— Haru, él es Kyowoon. Kyo, ella es Haru — nos presentó antes de dirigirse solamente a Kyo para decirle: — Cuídala, y no trates de ligar con ella.
— Lo sé, amigo, con tus chicas no me meto — respondió. Iba a protestarle diciendo que no era "su" chica, pero Hoseok simplemente se fue de vuelta a la pista.
Hoseok tenía razón, está podía considerarse la "zona VIP", había una perfecta vista de toda la pista de baile, y no tenía que estar soportando empujones de la gente al rededor de mí.
— Te ves muy distinta a las otras chicas de Hoseok — dijo Kyo mirándome de arriba abajo.
— Es porque no soy una de sus chicas.
— ¿Segura? Porque Hoseok solo trae a sus...
— Soy la amiga de su hermana, eso es todo.
— Jung Jiwoo — dijo con una sonrisa en sus labios. — De todas formas, eso no detiene a Hoseok.
— No voy a acostarme con Hoseok, solo quiero disfrutar la vista y después volveré a casa.
— Como diga, señorita — dijo levantando ambas manos. Sonrió y se acercó el micrófono a la boca. — Si ya está todo listo, ¡Que comience la batalla!
Al igual como la primera vez, una ola de personas gritaba el apodo de Hoseok, pero a diferencia de ese día, también había gente gritando a favor del otro chico. Ambos se movían bien en la pista, pero Hoseok tenía ese algo que hacía enloquecer a todos.
La competencia estaba reñida, y yo mordía mis labios por el nerviosismo. En mi interior quería que Hoseok ganara y se coronara como el rey de la pista, pero antes de que esto sucediera, las luces se apagaron al igual que la música, y pareció que el mundo se había quedado quieto por un segundo antes de que alguien gritara que la policía estaba afuera y todo se volviera un caos.
Quedé desconcertada un par de segundos, tratando de ver a través de la oscuridad y escuchar algo más que gritos. Repentinamente, alguien tiró de mi mano, y antes de que pudiera decir o hacer cualquier cosa, la voz de Hoseok sonó en mi oído.
— Ven conmigo, te llevaré a casa — dijo y asentí aún sabiendo que no me vería. Nos alejamos del gentío y Kyo nos abrió una pequeña puerta. La luz de afuera me desconcertó un poco, pero Hoseok no dejó de tirar de mi mano y me llevó conmigo hacia un auto deportivo negro. — Sube — dijo abriendo la puerta para mí y chocó las manos con Kyo antes de dar la vuelta para entrar al auto.
— ¿Qué pasó?
— Unos tipos estaban discutiendo afuera por drogas, alguien ha llamado a la policía y ya sabes como terminó el resto. Tienes suerte de haber estado arriba, porque ahí abajo era todo un lío.
— ¡Namjoon! — grité recordando que él estaba abajo. Desesperada tomé mi celular y marqué a su número. No tardó ni un segundo en contestar y eso me hizo relajarme un poco.
— ¡Haru, ¿Dónde estás?! — respondió alterado.
— Estoy co... Estoy bien, ¿y tú?
— Que gusto que estés a salvo. Estaba con Youra afuera cuando pasó todo y créeme que si no fuera por tu llamada, estaría adentro buscándote.
— Logré salir por otro lugar, no tengo ni un rasguño.
— Genial, te espero en la cuadra siguiente para llevarte a casa. — Mi vista se fue de inmediato a Hoseok, quien veía con el ceño fruncido su teléfono y me maldije por lo que haría.
— No es necesario, tengo a alguien para irme a casa.
— ¿Estás loca? Vuelve aquí antes de irte con un extraño.
— No es un extraño, es... alguien conocido. Te llamaré cuando esté en casa, lo prometo. — Oí el suspiro de Nam al otro lado de la línea, sabía que lo estaba haciendo preocupar, pero por alguna razón, quería quedarme con Hoseok un rato más. — Nam, puedo cuidarme sola.
— Lo sé, lo sé. Escríbeme cuando llegues, quizás esté un poco... ocupado — añadió y pude sentir su sonrisa a través de la línea.
— Dios, Nam.
— Uhum, todas dicen eso.
— ¡Kim Namjoon! — alegué y escuché su risa. — Cuídate, en todos los sentidos de la palabra.
— Por supuesto, mi señora. — dijo antes de colgar.
Nuevamente fijé mi vista en Hoseok, quien seguía de la misma forma, texteando notoriamente molesto en su celular.
— ¿Sucede algo? — pregunté con cautela.
— Es solo... un trabajo.
— ¿Otro más? — solté sin pensarlo, y me arrepentí de inmediato.
— Si tan solo supieras... ¿Jiwoo te dio las llaves de la casa? — preguntó y negué en respuesta. Vi como la mandíbula de Hoseok se tensó y mascullo: — Mierda, tengo que ir rápido y...
— ¿No puedo acompañarte? — pregunté. Sabía que me arrepentiría mas tarde, pero mis ganas de saber mas acerca de Hoseok me estaban matando.
El rostro de Hoseok era icónico. Sus cejas estaban alzadas y su boca ligeramente abierta, era mas que obvio que no se lo esperaba, pero ahí apareció su sonrisa otra vez.
— ¿La princesa no tiene toque de queda? — preguntó en forma de burla, y solo rodé mis ojos. — Solo prométeme que estarás donde yo te diga y con quien yo diga, ¿está claro?
— No puedes decirme que hacer.
— No tengo el derecho, lo sé — dijo a penas terminé de hablar. — Pero no quiero que te pase algo para que mi hermana me mate después, así que solo has lo que te pida... por favor.
— Está bien, haré lo que me pidas.
— Diablos, si lo dices así, es difícil que quiera mantenerte a salvo.— Mi cara debió ser un chiste, sentía como la punta de mis orejas ardía y mi cara se calentaba, y solo esperaba que en la oscuridad del auto no se notara.
Hoseok hizo rugir el motor del auto y partimos rumbo a su "trabajo". Lo recordé hablando sobre las carreras ilegales en las que participaba, así que supuse que ahí iríamos. El ambiente dentro del auto era tranquilo, aún así, no me atrevía a mirar el rostro de Hoseok.
De repente, viramos en la carretera, saliéndonos de las vías normales y entrando a un improvisado camino de tierra. Habían algunos árboles al rededor y sin darme cuenta, me estaba comenzando a asustar.
— No voy a hacerte nada malo. — dijo Hoseok notando como mi vista miraba hacia todos lados.
— Eso es algo que probablemente alguien con esas intenciones diría — dije entre dientes.
— Probablemente — concordó conmigo. — Es por eso que no debes fiarte de nadie, Haru.
Justo en medio de la nada, un conjunto de luces apareció y se hacía más y más grande a medida que nos acercábamos. Hoseok pasó lo que parecía ser el estacionamiento (Que se encontraba bastante lleno) y continuó hasta acercarse a dos o tres autos cerca de las gradas.
— ¿Ves a Kyo? — preguntó mirando a través del parabrisas. Busqué con la mirada al chico que había conocido hace solo unos minutos atrás, pero no lo encontré. — Prometió que estaría aquí antes. — Enojado, Hoseok bajó del auto dando un fuerte portazo; y yo, bastante confundida, lo seguí, escuchando como soltaba una que otra maldición.
Un nuevo auto apareció haciendo sonar el claxon, Hoseok y yo miramos en esa dirección y las ventanas del auto se bajaron, dejando ver a una chica dentro.
— No sabía que vendrías hoy — dijo la chica con una sonrisa.
— No he faltado nunca, ¿Crees que porque venías tú desaparecería? — La chica giró sus ojos antes de posar su vista sobre mí.
— La última vez que nos acostamos si desapareciste — dijo sin despegar la vista en mí. Genial, solo estaba unos minutos con Hoseok y ya conseguía que la gente me odiara.
— Digamos que no me viene el rollo ese de preparar el desayuno. — El brazo de Hoseok pasó por mi cintura y levantó el dedo de en medio a la chica del auto antes de que me sacara de ahí. — Ella es Soo.
— ¿También compite? — pregunté. Si bien no estaba inmersa en el mundo de las carreras, sabía que no era muy común ver a chicas participando de eso.
— Si, es buena, pero cree que por ser mujer puede tener alguna ventaja acostándose con los chicos.
— ¿Y la tiene? — volví a preguntar.
— A veces — respondió encogiéndose de hombros. — Pero conmigo no.
Un par de focos se encendieron repentinamente, y junto a ellos, la gente comenzó a aparecer al rededor de la pista. La vista de Hoseok se movía de un lado a otro, al parecer buscando a alguien entre el gentío, y antes de que cualquiera pudiera darse cuenta, Hoseok fue bruscamente lanzado hacia el suelo.
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Quería subirlo cuando el capítulo anterior llegara al 1K, pero para que voy a hacer esperar mas hdgjjbffj.
Gracias por leer<3.
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