Capítulo 20
Las otra bases estaban destruidas. Los otros equipos peleaban contra los kraangs para darle tiempo al líder y a la peli-blanca. El plan había funcionado. Los kraangs dejaron desprotegida la base de la estatua por lo tanto, les sería mucho más fácil entrar por el portal. Cómo tenían que entrar en aquella dimensión, Donnie creó un aparato para que Leo pudiese respirar allí. La peli-blanca, en cambio, podía respirar aquel gas sin problemas... O eso le dijo Violet.
Estaban escondidos en el pelo de la estatua. Veían cómo abrían el portal y algo salía de allí. Era una especie de tanque lleno de mutágeno. Pero no era un tanque normal y corriente, era redondo y tenía varios cables alrededor... Una bomba de mutágeno. La habían colocado justo en la antorcha de la estatua. Debían desactivar la bomba y luego entrar a la dimensión X...
Tenemos que volver a meter eso en la dimensión X. Así destruiríamos las dos cosas a la vez. -La chica asintió.
¿Y cómo vamos a meter eso de nuevo en el portal? Tiene pinta de pesar mucho... -Leo miró a su alrededor. El portal estaba abierto justo al lado.
Tendríamos que distraer a esos kraangs que están vigilando y luego empujar la bomba hacia el portal entrando nosotros también. -La chica asintió.
Al ser redondo, lo podrían mover más fácilmente por la dimensión kraang. Leo, en modo ninja, bajó de donde estaba y lanzó un shuriken hacia el otro lado de la cabeza de la estatua, rompiendo una ventana y haciendo que esos kraangs se fijasen en el ruido. Ambos chicos aprovecharon, salieron de su escondite y derribaron a aquellos kraangs para luego empujar el tanque y entrar en la dimensión X. Aterrizaron dentro de la plataforma, dónde un gran grupo de kraangs los vieron sorprendidos. Ambos se levantaron del suelo y corrieron hacia una puerta que allí había, aún empujando la bomba. Ambos rezándole al universo por que la bomba no estallara de tantas vueltas, cruzaron la puerta y ésta se cerró dándoles unos segundos para respirar. Habían salido de aquel lugar... Al parecer no era la plataforma dónde se controlaba todo. La chica vió una especie de matorral y ocultó allí la bomba para que los kraangs no la viesen.
Hay que buscar la plataforma antes de que nos encuentren a nosotros. -La chica siguió a su compañero.
¿Y si no la encontramos? -Leo la miró mientras se colocaba el aparato para respirar en el cinturón.
La encontraremos. Tenemos que hacerlo... -La chica asintió mientras caminaban por aquella dimensión.
Lo cierto es que, aparte de ser muy rara, aquella otra dimensión era preciosa. Tenía unos colores que la hacían resaltar y unas criaturas bastante exóticas. La peli-blanca estaba asombrada. Ella nunca la había visto y sus caras de asombro le hacían gracia a su compañero. Entonces, unas pequeñas criaturas, de un metro de alto y aspecto robótico, los sorprendieron. Caminaban rectos hacia una sóla dirección mientras sostenían comida sobre sus cabezas. Tenían forma como de pequeños monitos amarillos. A la chica le dio curiosidad saber a dónde iban así que los siguieron. Los pequeños monitos caminaban todos iguales hacia una especie de agujero, donde llegaban al borde y tiraban lo que llevaban en las manos. La chica se asomó al borde con cuidado y vio a un ser bastante grande. Mediría unos 10 metros de altura. Era de color gris, tenía unas pequeñas manitas rosadas y unos enormes dientes. A su lado había algunos monitos que le acercaban la comida que los otros lanzaban. Vieron cómo un grupo de kraangs espantaban a los monitos y la "bestia" les rugía furioso. Los demás monos salieron corriendo mientras que aquel ser se intentaba defender de los kraangs. Uno le logró colocar un collar de descargas eléctricas que lo debilitó...
Leo hay que ayudarlo. -La peli-blanca lo miró suplicante.
Pero no podemos detenernos... -La chica lo miró con un puchero el cuál él no pudo resistirse. -Bien, lo salvamos y nos vamos.
La chica le dió un beso en la mejilla y saltó hacia aquel agujero mientras sacaba sus espadas. Leo la siguió algo sonrojado y en unos segundos aquellos kraangs estaban destrozados por el suelo. La peli-blanca se giró y corrió hacia aquel ser que se intentaba quitar el collar con los dientes...
Tranquilo... -La chica se acercó con un movimiento rápido y le quitó el collar con su espada. La criatura le gruñó varias veces pero se dió cuenta de que lo estaba ayudando y le lamió la cara.
Eres adorable... ¿Lo sabías? -La chica miró a Leo con una mueca de asco. Acto seguido, la criatura también lo lamió a él haciendo que la chica se riera. -No es graciaso...
Después de aquel encuentro con la criatura se tuvieron que ir para seguir buscando el núcleo. La chica no quería despedirse de la criatura a la cual le había llamado Rexy, por la forma tan parecida que tenía a un tiranosaurio rex. Pero, se puso seria y ambos salieron de aquel agujero para seguir su búsqueda...
Si fueses el núcleo de esta dimensión... ¿Dónde estarías? -Leo la miró extrañado.
¿A la vista... Pero oculto? -La chica asintió mientras miraba al "cielo" suspirando.
Leo... -La peli-blanca señaló hacia arriba. Había una especie de globo aerostático extraño. -Estoy segura de que es ahí...
¿Ahí? Pero si es una nube deformada... -La chica rió.
Ahí no... Al lado hay una especie de globo o algo así... -El chico se sorprendió.
Es como un Tecnódromo pero mucho más grande... -Leo miró a la chica.
Tiene que ser eso Leo, sé que es eso... -Ambos suspiraron.
¿Y cómo subimos? -La chica colocó su mano en la barbilla mientras pensaba. Después sonrió de oreja a oreja al ver un nido muy extravagante sobre un "árbol".
Ven. -Leo sintió como la chica tiraba de su mano hacia el nido. Había una criatura bastante grande, de colores rosas, lilas y verdes parecido a un dragón. Ella se acercó lentamente a la criatura con la mano extendida. La criatura sólo le gruñía mientras protegía su nido.
Creo que no es buena idea... Tal vez ésta sea más agresiva que "tu Rexy" -Leo estaba detrás de la chica temiendo que aquel ser se volviese loco y los atacase.
La chica seguía intentando acercarse a la criatura con sumo cuidado pero ésta, al ver que estaba muy cerca del nido, le gruñó mientras empujaba a ambos con su larga cola. Leo y ___ acabaron chocando contra una piedra. La criatura batió sus alas para acercarse a ellos con intención de atacarles de nuevo. ___ se puso en pié y lo miró a los ojos. La criatura paró en seco y se postró ante ella. Leo se levantó sorprendido y puso una mano en el hombro de la chica. Ella se giró y entonces lo comprendió. Sus ojos rosas se habían vuelto brillantes. Violet les contó que Alpha podía controlar a todos los seres kraangs... Excepto a los mismísimos kraangs. Ellos no eran seres puros como la dimensión. Ese "poder" de controlar a todos se manifestaba con sus ojos. Esos ojos rosas tan brillantes que hipnotizan a cualquiera. La chica se subió a la criatura y le tendió la mano a Leo. Éste, la aceptó y subió detrás de ella mientras la abrazaba por la cintura, sacándole un sonrojo a ___. La chica le dió la orden al animal para que los llevase al núcleo y la criatura voló hasta aquel lugar para luego atravesar una compuerta que allí había. La chica le dió las gracias y el animal se fue por el mismo sitio.
Creo que no nos oyeron... -Justo en ese momento una alarma empezó a sonar por todo el lugar. -Para que habré dicho nada...
Unos kraangs los rodearon a ambos mientras les apuntaban con sus armas. Vieron al kraang supremo salir de entre las sombras mientras reía.
Mi admiradora secreta... Al final resultó ser mi mayor creación... La perfección... Aunque ya no tan perfecta... Conseguiste escapar de aquella explosión en tu casa. Conseguiste engañarnos haciéndonos creer que estabais muertos. Y aún así aquí estás, junto a esa estúpida tortuga. Cómo dije, nuestra mayor creación. Fuerte, inteligente, rápida, con el poder de someter a todos bajo tu mando... Pero con un gran error de programación. No podemos someterte a tí bajo nuestro mando. Una pena que tengamos que destruirte. -El kraang supremo hizo una señal para que todos los kraangs disparasen hacia ambos. Leo sacó sus katanas y ___ sacó sus pequeñas espadas para hacer que los láseres rebotasen. Corrieron hasta unas cajas metálicas para ocultarse. Debían pensar en un plan o los matarían...
Leo, ¿alguna idea? -Él negó mientras miraba a todas partes.
Creo que nos hemos estancado. No hay ninguna salida por ningún sitio... Estamos atrapados. -La chica miró la sangre kraang que había en su espada. Aún estaba sucia de haber salvado a Rexy...
Espera, tengo una idea... -La chica puso sus dos dedos en la lengua y silbó lo más fuerte que pudo.
¿Crees que lo oirá? Además... ¿Cómo va a subir hasta... -En ese momento se oyó un rugido desde afuera seguido de un golpe. - aquí...? -La compuerta se abrió mostrando a Rexy el cuál empezó a destrozar kraangs junto a la otra criatura, que lo había llevado hasta allí. -¿Cómo es posible?
En la dimensión X todo es posible... Vamos. -Aprovechando aquella gran distracción, ambos salieron de aquel escondite y entraron por una puerta bastante grande. Recorrieron varios pasillos diferentes. Unos largos, otros más cortos, otros estrechos... De todo tipo de pasillos y no encontraban la sala de control. -Joder... ¿Dónde cojones esconden las cosas? -Un disparo los desconcertó. Los kraangs les habían pillado de nuevo. Esta vez había menos, una batalla fácil... O eso pensaban. Ambos corrieron hacia ellos para derribarlos. La batalla iba bien hasta que el último kraang le disparó a Leo justo en el aparato que le permitía respirar. Éste, cayó al suelo por el impacto y la chica lanzó su espada dándole en la cabeza al kraang. -¡Leo! -Corrió hacia él y se arrodilló a su lado. -Leo... -El chico cogió sus manos sabiendo que en unos segundos moriría por no tener oxígeno...
___, quiero que sepas una cosa... Seas o no perfecta para ellos, para mí sí que lo eres...- La tortuga miró a la chica a los ojos bastante sonrojado mientras que ella sólo le dedicó una sonrisa-
Y tú, aunque seas una tortuga mutante, para mí siempre serás el chico perfecto. -Y al decir esas palabras, la tortuga unió sus labios con los de la chica en un profundo beso lleno de amor...
La chica, durante aquella pequeña declaración, había encendido el aparato que los llevaría a su dimensión sin que él se diese cuenta. Ella sonrió con los ojos cristalizados por las lágrimas.
Te quiero Leonardo... -Después de eso, la chica lo empujó hacia el portal. Con lágrimas saliendo de sus hermosos ojos rosas, esperó los últimos segundos que quedaban para que aquel pequeño portal desapareciese y se levantó del suelo decidida. Con la bolsa colgando de su hombro, sus dos espadas y su fuerza de voluntad, salió de aquel pasillo en busca de la sala de control. Debía darse prisa para poder acabar con aquello de una vez por todas...
Estuvo buscando, dando vueltas durante unos dos minutos más hasta que por fin dió con su destino. Miró los explosivos de la bolsa y suspiró. Sacó la escopeta y la munición para dejarlas en el suelo. Sus explosivos estaban diseñados de otra forma. No había temporizador, tenían un pequeño detonador a distancia. La idea principal era detonarla y que ambos pasarán por el pequeño portal... Ahora, la chica sólo soltó aquella bolsa en el suelo, se sentó al lado abrazando sus piernas y esperó a que los kraangs entraran allí para capturarla. Sonrió tristemente mientras unas lágrimas caían por sus mejillas recordando a todos. Recordando el primer día que conoció a April... El día que conoció a Casey... Sobre todo el día que conoció a los chicos... Recordaba a April y Donnie cuando estaban juntos... Recordaba las peleas de Raph con todos... Sobre todo cuando Mikey le hacia travesuras y acababa corriendo por la casa mientras huía de él. Recordaba al sensei cuando le dió su primera clase de ninjitsu... El primer día que habló con Leo... Su Leo... Recordaba cada momento de aquel día... Recordaba a su madre cuando hablaban de chicos... Y también el día que peleó con Violet y casi no lo cuenta... Toda su familia... Si hubiese podido despedirse de todos...
Escuchó al kraang supremo pasar por la puerta y rió mientras sostenía el detonador... Oía como todos los kraangs la rodeaban y abrió los ojos los cuales se encontraron con el kraang supremo frente a ella sonriendo victoriosamente. Una sonrisa que al ver los explosivos de la bolsa desapareció de golpe.
Sayonara, hijos de puta. -En ese momento la chica apretó el detonador haciendo estallar la bomba al instante...
Mientras, Leo había caído en un contenedor de basura. Salió de allí como pudo para poder volver al portal antes de que fuese demasiado tarde pero, cuando se giró para cruzarlo, éste desapareció. Se maldijo por dentro mientras negaba repetidas veces. Tenía que haber otra manera. No podía perderla ahora que ya la tenía... No podía dejar que se fuese sin pelear. Vió en que calle estaba, la estatua de la libertad estaba a unos minutos, tal vez podría llegar a tiempo para ir a buscarla. Corrió por las calles con todas sus fuerzas. Los kraangs habían agrandado el portal y se podía ver desde lejos. Eso le daría más ventaja para entrar. Estaba a sólo un minuto de la estatua cuándo el portal se cerró de manera brusca. Paró en seco. Ya era tarde... La había perdido para siempre... Cayó de rodillas al suelo y empezó a llorar. Apoyó sus manos en el suelo y empezó a golpearlo mientras sus lágrimas salían de sus hermosos ojos azules... Vió moverse algo en su cuello, el colgante que le regaló el día de su cumpleaños. Sonrió al recordar aquel día... La sonrisa que ella tenía al darle las gracias por todos los regalos... Por todo lo que hizo...
La voz de hermano más inteligente le sobresaltó.
Los kraangs han desaparecido. Sus robots se han apagado... ¡Lo conseguimos! -Cogió el comunicador y lo apagó mientras lo lanzaba lejos.
[...]
Era de noche. La señora Bennett vestía de negro al igual que los demás presentes. Se encontraban en el cementerio. Decidieron que, al no tener su cuerpo, podrían enterrar una pequeña caja con algunos recuerdos sobre ella. En la caja había fotos con ella, un diario y cartas. Muchísimas cartas de despedida. La señora Bennett tenía los ojos rojos de tanto llorar al igual que la mayoría de los presentes. April y Donnie estaban cogidos de la mano. La pelirroja hizo lo que su mejor amiga le dijo y ahora estaban juntos. Mikey estaba abrazado a Violet con lágrimas en los ojos. Casey sostenía la pala con la que enterraron la caja mientras aguantaba las lágrimas... Daniel abrazaba a Elizabeth dándole consuelo. El sensei tenía una mano sobre el hombro de su hijo más mayor el cuál tenía una rosa blanca en sus manos. Raph estaba al lado de Casey mirando a su hermano mayor. Éste se agachó y dejó la rosa sobre el montón de tierra removida...
Una rosa blanca. Blanca cómo era su piel. Pura cómo era su corazón...
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... No me maten por favor. Decidme en los comentarios como os ha parecido el final plis. Quiero ver si os gustó :(. Lloré en las últimas partes... Cuando empujó a Leo para salvarle... Encima estaba oyendo "Cry" de Rihanna... Bueno, ya no me enrollo más. Muchas gracias por el apoyo que le habéis dado. De verdad, es la primera historia que escribo que tiene tantos comentarios, tantos likes y tantísimas visitas... Por cierto, @Sakura-kuroba siento que no se quedase con Raphie, ahí te dejo una fotito de él con mordisquitos... Simplemente adorable... Os adoro😍😘
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