Capítulo 17
Narra (Tn)___
Un dolor tremendo me hizo despertarme. Me dolía la cabeza y no sé por qué. Al moverme sentí unos brazos rodearme. Estaba de espaldas pero sabía que era Raph. Me sonrojé al recordarle. Todo lo que pasó anoche... Ví cómo mi móvil se encendió marcando la hora. Las 7:00am. Ya podría haberme despertado a las 10 de la mañana... Suspiré y me levanté lentamente sin hacer ruido. Estaba desnuda y no me acordaba. Reí y cogí la sudadera que llevaba puesta por la noche y las bragas. Luego cogí mi móvil y lo apagué. Un ruido, proveniente del piso de abajo me alertó. Cogí una de mis pequeñas espadas y salí de la habitación. Me asomé por las escaleras y ví las piernas de mi padre. Iba a bajar pero algo hizo que me detuviese. No estaba sólo en el salón. Dos kraangs estaban a su lado conversando con él.
Ya os he dicho que pronto obtendré resultados... -Mi padre explicó a los sujetos.
Kraang supremo no quiere esperar más. La conocida como Alpha debe ser sometida por kraang. -Abrí los ojos espantada. -Si Alpha no obedece a kraang, kraang dejará de dar material de la dimensión X al conocido como Doctor McAllen. -Mi padre suspiró.
Pero es imposible que se pueda someter. El Doctor Richards la creó para eso. Para que Alpha os obedezca tendríais que matarla para reprogramarla de nuevo. -Uno de los kraangs lo miró serio.
Entonces el Doctor McAllen deberá eliminar a Alpha para arreglar lo que el Doctor Richards hizo, o el trato se romperá. En el tiempo que se conoce como mañana, kraang destruirá lo que se conoce como esta casa ejecutando a todos. -Uno de los kraangs le dio un maletín a mi padre.
¿Cómo sabréis que estoy fuera de la casa? -¿Qué? ¿Enserio nos está vendiendo?
Kraang se llevará al conocido como Doctor McAllen al nuevo laboratorio Kraang para que trabaje a salvo. -No puedo creerlo. Dejará que nos maten a todos... Es un miserable...
Bien, recogeré todo lo importante y diré que me voy al trabajo. Me encontraré con vosotros por la tarde. -Los Kraangs asistieron y se marcharon. Yo corrí a la habitación de invitados donde estaba Leo y lo desperté lentamente.
Leo... -Susurré. Él se movió un poco. -Leo tenemos un problema... -Por mi mejilla cayó una lágrima. El hombre que me estuvo cuidando toda la vida resultó ser un capullo mentiroso y miserable...
¿Que? -Leo se despertó con dificultad y abrió los ojos despacio.
Leo, mi padre nos ha vendido a los kraangs. Incluso a mi madre... Tenemos que sacar al sensei de aquí. Vosotros cuatro también tendréis que iros antes. Yo sacaré a Violet y a mi madre más tarde. -Él abrió los ojos sorprendido.
¿Qué? -Se quedó unos segundos pensando. -¿A dónde vamos con sensei? Está muy mal herido. -Yo suspiré y le dije que se esperase. Salí de esa habitación y fui a por Donnie. Lo desperté y lo llevé a la otra habitación.
¿Que pasa? -Miré a Donnie y le conté a ambos lo que había visto.
Por eso hay que sacarle de aquí. Sé quién nos puede ayudar pero debéis de confiar en él. -Leo me miró serio.
¿Estás segura de que podemos confiar en él? -Yo me encogí de hombros.
Ya no estoy segura de nada Leo. Pero él puede ayudarnos. -Miré a Donnie. -¿Pudiste recrear el chip? -Él asintió algo dudoso.
Pero no lo he probado aún. -Miré a Splinter. Había que hacerlo.
Tenemos que probarlo con el sensei. Necesita ir a un hospital, y en forma humana los kraangs no irán a por él... -Donnie negó.
¿Y si no funciona y lo empeora? -Leo le interrumpió.
Tiene razón. Debemos hacerlo Donnie. Si no hacemos nada estamos perdidos... -El de morado suspiró y sacó una pequeña caja de su cinturón. -¿Lo tenías aquí todo el tiempo?
Si... Cuando los kraangs nos atacaron fue lo primero que cogí. -Negué con una sonrisa y cogí mi móvil.
Voy a llamarle. Ponedle el chip al sensei. -Ambos asistieron. Marqué el número del inspector Daniel y esperé a que lo cogiese. A estas horas ya estaría despierto.
¿Si? -Suspiré.
Daniel, ¿recuerdas a esos alienígenas? Mi padre trabaja con ellos desde siempre y nos ha vendido a unos amigos, a mi madre y a mí... -Escuché un ¿Que? Al otro lado de la línea. Tuve que apartar el teléfono de mi oído un segundo. Luego volví a colocarlo en mi oreja.
Sabía que tu padre no era de fiar. Vale, ¿que necesitáis? -Miré a los chicos que estaban con el chip aún.
Verás, el padre de mis amigos está mal herido. Necesito que lo lleves al hospital. -En ese momento el chip empezó a hacer efecto y el sensei empezó a volverse humano. Sonreí.
¿Por qué no lo llevan tus amigos? -Dudé en contestar. Leo oyó la pregunta del inspector y asintió.
Ven a por su padre y tú mismo lo verás. -Oí como suspiraba.
De acuerdo. En 10 minutos estoy allí. -Sonreí ampliamente.
Gracias. -Ambos colgamos y guardé el móvil. - Chicos, despertamos a Raph y a Mikey y bajamos al sensei al salón. Yo vigilaré a mi padre para que no nos vea y joda el plan. -Ellos asistieron. Donnie y yo salimos de la habitación.
Voy a por Mikey. -Asentí y fui a mi habitación. Entré y corrí a la cama.
Raphie. -Moví su brazo pero no se despertó. Dí un bufido frustrada y lo moví más rápido. -Raph... -Él abrió lentamente los ojos.
¿Que pasa? -Le miré.
Tenemos que irnos. Leo te lo contará por el camino. -Arqueó una ceja confundido.
¿Por qué? -Gruñí.
Sólo hazme caso por favor. -Asintió resignado y se levantó para luego coger a mordisquitos que dormía plácidamente.
Espera... -Cogió mi mano y me atrajo hacia él dándome un beso. -Ya podemos salir. -Abrió la puerta y salió. Yo le seguí y entré en la primera habitación de invitados. Donnie ya había despertado a Mikey.
Bien, cogemos al Sensei y cuando Daniel venga, él lo lleva al hospital... -Raph interrumpió.
¿Es humano? -Leo puso una mano en su boca para que no gritase.
Os lo explicaré luego. Cuándo el amigo de ___ se lleve al sensei... -Interrumpí.
Vosotros os iréis a mi otra casa. Allí vivía mi madre antes de casarse con... Con mi padre. Vamos allí de vez en cuando para limpiarla. Esta son las llaves. -Se las dí a Leo. Mandadme un mensaje cuando estéis allí. -Todos asistieron. Raph y Mikey confundidos y Donnie y Leo decididos. -Bajemos al sensei. -Yo salí de la habitación y fui a la de mis padres vigilando que no salieran. Aún debía de hablar con mi madre para irnos de aquí sin que él sospechase. Suspiré y cuando ya habían bajado al sensei, bajé también. Un motor se paró en la puerta de mi casa y abrí antes de que llamase al timbre.
Vaya, que rápida. -Daniel me sonrió.
Entra y no grites. -Él entró confundido.
De acuerdo... -Se quedó helado al ver a los chicos. -¿Que son? -Él me miró muy pero que muy asombrado.
Ellos son mis amigos los cuales no pueden llevar a su padre al hospital. ¿Entiendes ahora porque no pueden? -Vi cómo asentia lentamente sin apartar la vista de ellos.
Vale... Cuándo estéis todos a salvo, me llamas para avisarme. -Miré a los chicos.
Te llamaré. -Sonreí. Los chicos lo miraron extraños.
Bueno... ¿Nos vas a presentar? -Asentí.
Bien, chicos, éste es Daniel, inspector de homicidios en la policía y compañero de mi madre. Daniel, ellos son Leonardo, Raphael, Donatello y Michelangelo. -Los fui señalando. -Y su padre Hamato Yoshi...
Unos minutos después Daniel ya se había llevado al sensei y los chicos salieron hacia la dirección que les dí. Vi que ya eran las 9 de la mañana y escuché a alguien bajar.
Hola cariño, ¿Que haces levantada tan temprano? -Me giré y vi a mi madre. La abracé sorprendiendola.
Mamá... ¿Papá está despierto? -Ella negó. -Tenemos que hablar sobre él.
¿Que ocurre? -La miré a los ojos.
Nos ha vendido a los kraangs... -Ella abrió los ojos totalmente asombrada.
¿Por qué? -Cambió su rostro a uno más serio. -Entonces era cierto...
¿Lo sabías? -Ella me llevó a la cocina.
Hace un tiempo estuve notando algo raro en él. Ya no sentíamos lo mismo uno por el otro. Hasta pensamos en divorciarnos... Sabía que trabaja algo y Daniel me lo advirtió. Pensé que eran tonterías mías pero, semanas antes de que nos secuestraran, lo seguí hasta el TCRI. No sabía lo que era hasta que le vi hablando con un kraang en la puerta. El kraang le dio un maletín y tu padre se fue... Pensaba que eran ideas mías pero... Mientras nos retuvieron, a tu padre lo sacaban de esa celda durante todo el día y luego lo volvían a dejar conmigo. Debí habertelo dicho todo desde un principio. -Yo la abracé.
Mamá, podemos ponerle fin ahora. Los chicos están en la otra casa. Violet, tú y yo nos iremos hoy. Esta tarde papá irá con los kraangs para estar a salvo de la explosión. -Ella se asustó.
¿Explosión? -Asentí.
Van a destruir la casa en cuanto papá esté con ellos. Por eso hay que salir minutos después de que él se vaya. -Ella asintió.
Bien, entonces recoge lo que necesites y levanta a... ¿Violet? Bonito nombre para ti hermana. -Me sorprendí.
¿Hermana? -Ella rió.
Claro, ahora lo sois. -Sonreí.
Tienes razón. -Ambas salimos de la cocina. Mi madre tenía la mayoría de las cosas en la otra casa. Yo sólo cogería mi ropa favorita, mis juguetitos científicos, mis peluches, mis cuadernos y mis libros. También cogí mi cámara, mis álbumes de fotos y mi portátil. Guardé la maleta bajo mi cama y salí a la habitación de juegos. Violet estaba sentada en la cama, vestida con un top morado y unos jeans claros. Estaba colocándose unos botines morados a juego con el top.
Ti madre me lo ha contado. -Se levantó de la cama y me dio otra maleta. -He guardado la consola y los juegos aquí. -Sonreí y la abracé.
Gracias. -Ella correspondió al abrazo.
Llevamos eso al coche de tu madre y comemos algo. -Asentí.
Bajamos corriendo hasta el coche de mi madre y metimos las maletas en él. Después fuimos al salón. De la cocina salió mi madre con batidos de fresa y vainilla.
El desayuno niñas. -Reí.
Mamá ya no soy una niña. -Violet se hizo la ofendida.
Ni yo tampoco... -Cogió el batido de vainilla y yo el de fresa. Mi padre bajó colocándose una corbata...
Buenos días... ¿Miró por toda la sala para luego preguntar... ¿Y las tortugas? ¿No desayunan?
Están muy cansadas. Es mejor dejarlas dormir todo el día. Hace mucho que no descansan tranquilos. -Sonreí. Una sonrisa más falsa que la apariencia humana de los kraangs.
De acuerdo, entonces no les molestaré. Iré al laboratorio a recoger algunos papeles. Hoy iré al trabajo. Habrá que explicar porque me fui de repente. -Rió.
Está bien Tony. Nosotras tres haremos un gran pastel para después de cenar. -Mi madre le sonrió y él asintió para luego irse al sótano.
Pasó el día. Los chicos estaban a salvo en la otra casa y ya estaba anocheciendo. Violet y yo estábamos viendo la tele y mi madre estaba en la cocina. Vi a mi padre salir del sótano con una bolsa y con su abrigo puesto.
Ya me voy. Hasta la noche. -Cogió las llaves de su coche y salió.
Ambas nos levantamos corriendo del sofá y fuimos al coche. Mi madre cogió las llaves y salimos por la puerta de atrás. Entramos en el coche y arrancó. Segundos después, cuando estábamos a unos 20 metros, la casa explotó haciendo que mi madre frenase de golpe.
Es increíble... -Volvió a arrancar y fuimos a la otra casa.
Aquella casa estaba a las afueras de la ciudad. Tenía un estilo humilde y rústico. Era más pequeña que la otra y no tenía pisos. Era un bajo. Aparcó frente la puerta y entramos en la casa. Mikey me abrazó sin avisar.
¡Estáis bien! -Yo asentí.
Sí, ¿vosotros estáis todos bien? -Mi madre les preguntó mientras cerraba la puerta.
Sí... -Leo la vio apenado. -Sentimos todo esto... -Mi madre lo miró confusa y luego le sonrió.
No es culpa vuestra. Todos nosotros somos víctimas... Además os cuidaré mientras vuestro padre está herido. -Mikey me soltó y la abrazó. Ella correspondió riendo.
Gracias. -Leo le sonrió.
Bien, prepararé la cena. Antes de salir corriendo de allí cogí algo para poder comer. -Reí y mi madre cogió una bolsa que había dejado anteriormente en el suelo. -¿Quieres ayudarme Mikey? -Él asintió y se fueron a la cocina.
La cocina está cerca de la puerta, estilo americana. Sin paredes que la separen del salón. En el salón había dos sofás de color granate. Uno de dos personas y el otro para tres. Enfrente de los sofás hay una tele. En medio, una pequeña mesa de cristal. Al lado de los sofás, frente a la cocina hay una mesa larga y alta de madera con seis sillones colocados alrededor. Al lado de la cocina, están las habitaciones. Dos habitaciones y un cuarto de baño al final. Una habitación tiene una cama de matrimonio. La otra tiene una cama más pequeña. Frente a la puerta principal hay otra puerta que da a un jardín trasero. En el jardín hay dos especies de trastero. En uno guardamos mantas, colchones y esas cosas. En el otro hay una barbacoa, cosas del jardín, etc... Suspire. Supongo que en la habitación de la cama grande pueden caber dos personas y en el salón con los sofás y los colchones pueden dormir los demás. La habitación de la cama pequeña es la de mi madre...
¿Os gusta la salsa boloñesa chicos? -Mi madre me sacó de mis pensamientos. Los chicos asintieron. Cogí mi móvil y llamé a Daniel. No lo cogió así que le mandé un mensaje diciéndole que estábamos bien.
Ha sido un día muy largo...
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Hola. Nuevo capítulo. No sé cuando lo podré subir. Intentaré ir esta semana a casa de mi amigo. Dadle mucho apoyo plis. Creo que la terminaré en el episodio 20. No es seguro todavía así que, decidme si creéis que es mejor acabarla con 20 episodios o seguirla. Os digo que si la acabo con 20 caps, subiré otra historia. No sé si de las tortugas o no. Aún no lo tengo decidido. Os quiero. 💚
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