Capítulo 13: Todo un bipolar
Trabajo.
Trabajo.
Y más trabajo.
No había otra cosa en que pensar. Todas las tardes eran iguales y mis rutinas completamente monótonas. Universidad, trabajo y cama.
Necesitaba un cambio de aires, pero ya. Me sentía axficiada con tantas responsabilidades, ocupaciones y preocupaciones. Solo pedía una semana, un mes, unos días. Solo quería deshacerme de todas mis cargas y ver el mundo de una forma más colorida y feliz.
Un sueño que Shadow pensaba cumplir.
Hoy luego de mí llegada al trabajo había recibido un mensaje de un nuevo grupo creado por el mismo, llamado por el nombre de Vacaciones de verano, ciertamente la originalidad no era algo que lo caracterizaba.
Los chicos habían comenzado a hablar sobre una aventura que desde hace mucho tenían planeado realizar. Shadow había conseguido que sus padres le permitiesen ocupar la villa de California, la cuál según sus palabras estaba situada en una zona muy cercana del mar siendo localizada en una parte poco conocida y sumamente restringida de Los Ángeles.
Shadow:
Cómo todos ya saben las vacaciones de verano están muy próximas, solo un mes nos separa de la culminación del curso, al igual que del campeonato. ¿Y adivinen qué? ¡He hablado con mis padres y nos han permitido utilizar la villa! Todos los agregados estáis invitados. También será la celebración de nuestra victoria.
Axel:
Parece promoción.
En mí mente no dejaba de sonar la canción de Frozen, mi película de Disney favorita, Libre soy.
¡Estaba emocionada, pero aún faltaba mucho para ese día!
Estando fuera del local esperaba el autobús para llegarme a casa luego de un tranquilo día de trabajo. Misteriosamente fue un día poco concurrido por lo que la mitad del tiempo la pasé hablando con Caleb, y sí, le conté todo sobre lo sucedido con Axel.
Su reacción no fue más que típica. Claramente toda persona normal se reiría de la situación y me recordaría una y mil veces que la cagué a lo grande.
El silencio de la noche fue interrumpido por el sonido de una bocina.
—Esto se está haciendo costumbre.— Comenté luego de abrir la puerta del coche mientras me depositaba en el asiento. No dijo una palabra, pero por primera vez colocó música.
—¡Esa me encanta! ¿Y a ti?— Se encogió de hombros.— Aburrido.— Suspiré.
Thousand Years sonaba de fondo colocando en mí mente todas las escenas tan maravillosas ocurridas en una de mis sagas favoritas, Crepúsculo.
Comencé a susurrar la canción sintiendo como poco a poco me adentraba en la música y sentía como notablemente me relajaba.
Una voz externa también comenzó a sonar y yo rápidamente agudicé mi oído. Su voz sonaba melodiosa y clara, con un toque de masculinidad y gravedad que lograría revolver las hormonas de cualquiera. Notó mi mirada por lo que en ese instante dejó de cantar.
—¿Por qué?— Pregunté.
—¿Por qué, qué?— Cuestionó serio.
—¿Por qué déjates de cantar?, lo haces muy bien.— Acepté haciendo énfasis en la penúltima palabra.
—No estaba cantando.— Aseguró.
—¡Claro que sí! Yo reconozco tú voz, sonaba igual de grave.— Afirmé completamente convencida.
—Entonces te gusta mi voz grave.— Exhibió con soberbia.
—No he dicho eso.— Me crucé de brazos.
—Pero has dicho que canto bien y que así mismo sonaba mi voz.— Explicó con astucia. Había puesto raramente la situación a su favor.
—No es cierto.— Dejé claro.— Por cierto, ¿Eres consciente de que pareces bipolar, no?
—Claro que no.— Su rostro se contrajo viendo mi comentario como muy fuera de lugar.
—Hace unos segundos no me contestabas, mirate ahora.— Demostré. Me ignoró.— Esto solo te hace parecer más bipolar, que lo sepas.
El resto del viaje de resumió en canciones de Queen, Taylor, Shaw Méndez y Ed Sheeran. Chico de gustos variados.
Finalmente terminó por dejarme en casa no sin antes recordarme lo acordado.
—Son las nueve y cuarenta. Recuérdalo.— Mencionó para luego arrancar el coche sin decir ninguna otra palabra.
No estaba segura si era buena idea, ¿Y qué sí ocurría otra vez? No permitiría que sucediera una vez más. En medio de mis estresantes dudas recordé la existencia de Caleb, había olvidado contarle esto. Rogaba por encontrar una solución.
Khloé:
¡Caleb! ¡Ayuda!
Caleb:
¿Qué sucede queridísima amiga?
Khloe:
¿Cómo es que siempre estás activo?
Caleb:
Cargos del oficio, y de Emily.
Khloe:
¿Tienes novia?
Caleb:
Pronto...
Khloe:
Eso no es lo importante. Caleb, Axel me ha dicho que no contará nada de lo sucedido si voy esta noche a su casa.
Caleb:
Pues ya está. :v
Khloe:
¡No idiota! ¿Qué pasa si voy y vuelve a ocurrir?
Caleb:
Por como me has hablado de él no parece alguien que te obligue a nada. Más bien, fuiste tú la que te ofreciste. Él te dió la opción. ;)
Khloe:
No ayudas. :(
Caleb:
Solo ve, quizás solo quiere un poco de compañía, pasar el rato, o bueno si quiere, ya sabes, pues tú sabrás.
Khloe:
Ehm... Si tu fueses chico ¿Para qué me invitarias?
Caleb:
En primer lugar, ya soy chico :/ y en segundo, depende, contigo sería para hablar pero con Emily...
Khloe:
He entendido, gracias...
Caleb:
Archivo adjunto.
Khloe:
¡Crema! ¡Qué adorable que es!
Miré mi reloj y noté como marcaba las menos cinco.
Mierda.
Si iba a ir a casa de Axel necesitaba estar preparada. Me duché y luego de colocarme una sencilla muda de ropa tomé mi celular y me dirigí a su casa. Toqué su puerta estando esta vez segura de su ubicación. Mantenía mi mente en monótono pensamiento y análisis ¿Qué quería de mí?
Lentamente la puerta fue abierta en frente mío dejando a la vista un descubierto pecho.
—Pensé que no vendrías.— Murmuró mirándome con un tono de voz diferente. Su voz sonaba más ronca y por así decirlo, sexy.
Ignora Eliane.
Tragué saliva sintiendo como mi boca poco a poco se secaba.
—Aquí estoy.
En un despiste mi vista recorrió su pecho y abdomen deteniéndose en su dorso, en el cuál colgaba una toalla. Rápidamente elevé nuevamente mi mirada a su rostro. Él me observaba con una inocente sonrisa.
—¿Por qué me miras así?— Fui directa, estaba comenzando a ponerme nerviosa.
—No es nada. Tenía que abrir. Créeme que no fue intencional.
—Solo vístete.— Pedí mientras me giraba en mí lugar y dirigía mi vista a las escaleras.
—No hay nada nuevo para ti aquí.
—Basta Axel.— Suspiró y aceptó.
—Pasa.
—Idiota.— Susurré.
Entré en su casa y me senté en el sofá donde el día anterior Axel había estado recostado.
Aún dudaba de sus intenciones. ¿Qué planeaba? ¿Acaso pensaba hacer algo conmigo? ¿Estaba segura de que no querría? ¿Me gustaba? ¿Por qué vine? ¿Caleb tendría razón? ¿Axel me vería como una amiga? ¿Le atraigo? ¿Qué debo hacer?
Muchas preguntas ocupaban mi cabeza causando que un repentino mareo tomase control sobre mí.
—Muy bien, tengo que hablar contigo.— Asentí acomodando mi cuerpo en el sofá luego de su llegada.
—Escupe.
—Mi madre está en una muy mala situación de salud.— Hizo una pausa para inhalar.— Toda mí vida he estado soltero ya que bueno, así lo he querido.
—Me he dado cuenta, prosigue.
—Vale, sucede que últimamente mi madre me llama mucho y en cada una de sus llamadas siempre me recuerda una cosa "quiere conocer a mi novia".
Hizo comillas con su dedos. Comenzaba a entender por donde iba esto.
—Espera, espera. ¿Me estás pidiendo que frente a tu madre simule ser tu novia?— Asintió.
—Solo será esa vez. Apartir de ahí no tendré ningún motivo para molestarte.
—¿Por qué yo?— Cuestioné confundida.— Sabes que tienes a media universidad detrás tuyo ¿no?
—Lo sé.
—Humildad ante todo.— Murmuré con ironía.— Ahora dime ¿Por qué?
—Es simple, eres la única que no tomaría esto como una señal, no cambiarías el sentido de las cosas.
—¿Y Betany?
—No le pediría eso a ella, le soy fiel a Shadow.— Se encogió de hombros. Luego le hablaría de esto a ella.
—¿Penélope?
—Oh no, claro que no. Se tomaría esto demasiado enserio.
—Solo aclara tus puntos y si no aceptan ya sabrás es cuestión de...
—He dicho que serás tú y punto. Recuerda que tenemos un trato.
—¡Simplemente no! ¡Y punto!
Me dirigía a casa sintiendo la apasionada brisa chocar contra mi rostro. Hoy nevaba. En mi mente analizaba todos los factores positivos y negativos de mí desición. Sí, esa decisión.
Podría...
1. Terminar perdidamente enamorada de Axel.
2. No gustarle a su madre.
3. Agobiarle.
4. Que los nervios actúen en mi contra.
5. Todo se nos salga de control.
Y pues lo bueno:
1. Me quedaría para siempre con Jeremy quién nunca conocería esa parte de mi pasado y pasaría el resto de mi vida con cargo de conciencia.
Suficiente para mí.
Era inevitable no aceptar, aparte, solo sería un día, luego podría olvidarme de Axel para siempre y ser feliz con Jeremy. Una vida resuelta.
Sí, lo sé, muy éticamente resuelta.
Un dato a destacar era que últimamente había notado algo nuevo en mí. Me sentía feliz, más libre. Los bajones ya no eran tan comunes y mi soledad había disminuido.
Conocí a Betany, Caleb y los chicos, hice nuevos amigos, me uní al equipo de animadoras y ocupé mi celular de nuevas fotos.
Sabía que esto no duraría para siempre pero lo pensaba disfrutar a su mejor manera.
Mientras deslizaba la pantalla apreciando mis antiguas fotos con mis padres una llamada entrante ocupó la pantalla. Era Jeremy, finalmente.
—¿Amor, como estás?— Su voz sonaba animada y risueña.
—Bien Jeremy, ¿y tú? ¿Cómo te ha ido en la entrevista?
—Más que genial. Hemos conseguido un nuevo contrato, nos extenderemos a otras ciudades y países. Es una locura.
—¡Eso en maravilloso!
—¡Si! No sabes lo feliz que estoy yo...— Sentí la voz de alguien al fondo pidiéndole que terminase la llamada.— Olle, perdona por esto pero debo colgar, mi padre me quiere presentar a sus amigos. ¿Está bien?
—No te preocupes, no tengo ningún problema. Descansa.
—Buenas noches, cariño.
—Buenas noches, Jeremy.
Alcancé una de las cajas de huevo de mí refrigerador y tomando un poco de tocino preparé una deliciosa tortilla acompañando el platillo con uno de los panes que hoy pensaba de antemano comprar. Sí, hice que detuviese el auto solo por el pan.
Tenía planeado comprarlo si Axel me ayudaba a llegar. Diría yo que suerte.
El resto de mi día fue una tanda de instagram y dormir.
Amo dormir.
Era raro ver el progreso de nuestra extraña relación en tan solo quince días. Porque sí, me ignora pero de otras formas, la confianza había aumentado. La Khloe de días atrás no le dirigiría ni una sola palabra.
¿Qué diría la Khloe de hace unos años? Esa que moría por estar siempre junto a él y rezaba porque un día ese pelinegro se fijase en ella.
Me pregunto de igual forma sintiéndome así.
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María__As2009
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