Capítulo 36: No creo en todo

Pov. Dipper

En el instante en que escuche el estruendo mis sentidos actuaron, rápidamente inicie a correr a la entrada de la cueva siendo el origen de los mismos.

Mi respiración era irregular y mis pies me quemaban, agregando a la ecuación el palpitar errático de mi corazón, todo mi cuerpo era más que consiente a donde me dirigía, y mi miente no dejaba de gritar que era una mala idea ir ahí. ¿Pero por qué? ¿Por qué a pesar de saber todo eso? ¿Por qué estoy yendo ahí sin resistir más?

Por un instante pude recuperar el control de mi cuerpo, justo cuando me encontraba a un par de pasos de la entrada, desde ahí se podía escuchar más el estruendo de la batalla que se estaba formando fuera.

Es cuando escucho la voz de Bill, es lo que me hace salir de la cueva, hay algo, que aún me hace ir a él a pesar de todo, no lo entiendo aun es algo complejo que no puedo comprender, pero esta esté otro sentimiento que surgió cuando los cristales me quitaron la venda que se me fue impuesta por ese dominio.

Alcanzo a ver la patada que recibió por parte de Zen quien se veía muy pero muy diferente a como lo he conocido, la ira y la rabia se irradia en sus ojos. Pero ahora mi enfoque estaba en otra persona y más al ver el golpe que recibió pues no puedo evitar gritar.

—¡¿BILL?!

Mi grito desconcertante paso a llamar su atención, pero parece que no solo la de él, puedo divisar al grupo de los rebeldes que se encontraban luchando con el escuadrón sombra junto a otros demonios observándome, me sorprendo en un instante, no espere llamar tanto la atención.

Vuelvo mi mirada a Bill, quien no dejo de verme desde que lo llame, esto que siento cuando me ve hace que mi corazón duela demasiado, pues no puedo verlo con otra mirada que no es la de alguien que ha sido traicionado, y eso mismo no me deja querer verlo más.

Repliego de inmediato ese instinto que me recorre de volver con él pues sé que aquel no es solo mío, sino de aquel hechizo donde unió nuestras almas para que el anhelo a su persona sea insoportable. Pero ahora ese dolor no es para nada comparado con el dolor que siento en estos instantes por conocer la mentaría que he vivido.

Por lo que salgo corriendo a otro lado para alejarme de todos.

—¡DIPPER!

—¡PINO!

Escucho a mis espaldas, pero opto por ignorar a todos, no puedo estar con nadie ahora mismo, pero sé que este acto ocasionara una persecución a mi persona, por lo que debo aprovechar esta pequeña ventaja para alejarme lo más posible de todos y a la vez iniciar a decidir qué hacer a continuación.

Como era de esperarse todos los presentes me iniciaron a seguir, diciendo que me detuviera, que fuera con ellos, entre otras cosas que apenas puedo entender por las constantes voces que chocaban entre sí, además del sonido de los golpes que estoy seguro que se están peleando para poder alcanzarme. Pero mientras más me gritaban más aceleraba mi paso, no puedo, no debo dejar que nadie me atrapa en estos instantes.

Sé que tienen mejores habilidades todos ellos para capturarme, y mi cuerpo no es el más atlético, pero cada segundo alejado es mejor para mí, pues es más tiempo para ver mis opciones.

Primero está el regresar con Bill, aquel que me engaño por un poco más de tres años, aquel que manipulo mis recuerdos, haciéndome vivir una ilusión en ese tiempo, se había portado amable conmigo haciéndome creer que lo amaba, lo cual ahora lo cuestiono por completo. Ya que ahora ¿Algo de eso realmente era real?

No lo sé y necesito el tiempo para pensar si realmente algo de lo ocurrido en todo ese tiempo era cierto, pues esta esto que me dice que, a pesar de esos tres años engañado sobre mi pasado, son esos tres años los que si son recuerdos reales, que no están en la fantasía que él me hizo creer que no son una simple realidad inventada... por completo.

Luego esta irme con los rebeldes, quienes desde un inicio me dijeron la verdad, que me ayudaron a ver el verdadero panorama. Pero sé que eso no solo fue por ayudarme, no claro que no, esta eso otro también.

Lo vi ahí en el ritual, y es algo que Bill mencionaba mientras estuve con él, y es que como soy un símbolo del zodiaco al igual que la llave que uso para poder esparcir su reinado en esta dimensión, soy la clave para vencerlo. Por lo que ir con los rebeldes es buscar la forma de destruir a Bill ¿Pero realmente quiero hacer eso?

Ese pensamiento hace que las lágrimas salgan de mi rostro, realmente estoy dispuesto hacerlo, me gustaría hacerlo, pero esta aquello que me dice que hay otra opción, una en la que ya no abra más gente lastimada, en la que no habrá más discordia, y siento que esa es mi opción.

Inicio a ver los cristales del ambiente y a pesar de no estar en la cueva, puedo ver reflejado ahí pequeños fragmentos de lo vivido en estos días, la cena con Bill, el viaje al inframundo, cuando me raptaron los rebeldes, la conversación en las islas flotantes... Y luego la mirada que me dedico Bill hace unos momentos.

Una mirada de anhelo, llena de deseo de que volviera a su lado, pero a la vez temerosa de que lo abandonara y eso creció más al ver como lo mire con el sentimiento dé traición a mi persona por su parte, y su expresión floreciente en desesperación al momento en que salí corriendo.

Esa mirada que veo en el reflejo de los cristales, dándome a entender lo que tengo que hacer para lograr mi objetivo...

Pero para llegar a ella no puedo hacerlo con Bill cerca...

No en este instante...

Creo que esta decisión ya fue tomada, debo ir con los rebeldes.

Solo así poder traer paz a esta dimensión, ya que son ellos quienes me darán las herramientas para hacer ese cometido. Tal vez estén en contra de eso en un inicio, pero tengo el presentimiento que después de explicarles lo que planeo me ayudaran.

Ahora lo complejo será escapar de Bill, ellos han tenido la suerte de su lado cuando han escapado, ¿Aun la tendrán? es momento de saberlo.

—¡IRE CON USTEDES! — inicio a gritar sin detenerme — ¡PERO NO SIGNIFICA QUE ESTARE EN SU LUCHA POR COMPLETO!

Pov. Normal

Eso dicho por el castaño dejo desconcertado de inmediato a sus perseguidores, pero dejando bien en claro su postura de lo que haría a continuación, pues fu su elección al final.

Su grito fue el momento para las decisiones rápidas, al igual de las que fueron tomadas en el instante que sucedió la persecución. Pues daba un cambio a lo que prepararon previamente los aliados de Bill y favoreciendo a los rebeldes.

—Puedo asegurar que enviaste el mensaje ¿verdad Pit?

—Así es comandante.

—Es perfecto, ya han de estar aquí en este punto.

—¿Crees que los logre identificar que son de los nuestros?

—Es un chico listo y observador estoy más que seguro que lo hará.

Con esa declaración con el albino más calmado, pues la aparición de Dipper junto a sus acciones hicieron que volviera en sí mismo de nuevo, pasando al rubio a un segundo plano, ya que el enfoque se fue al humano.

—¿Qué hacemos Bill? las chicas se quedaron en la nave de los rebeldes, además de ti, ellas eran las únicas que probablemente pudieran convencerlo de volver contigo, y en este punto parece que no lo va a escuchar — expresa un demonio naranja con patas de araña en la espalda.

—¡LO SE! — grita en ira Bill.

Pero sus ojos brillan al divisar como su humano llegaba a un acantilado, el a pesar de escuchar su declaración de que no iría con él, aun luchaba por traerlo de vuelta consigo, pues sabía que aún no lo odiaba del todo, que aún se encontraba confundido, pero temía que si se iba con los rebeldes lo llenarían con ideas en su contra y eso era lo que quería evitar.

Con su fuego creo un muro para tanto frenar a los rebeldes como para acorralar al castaño, no dejaría que terminara tan rápido en este punto. Ya lo tenía acorralado, se veía que el peñasco tenía una altura considerable donde la caída daría un resultado trágico.

Por lo que muy confiado él rubio extendió su mano al castaño que al verse acorralado no podía dejar de pensar que no había pasado mucho para que todo terminara así de rápido, que todo acabaría en ese instante sin siquiera haber empezado.

—Ya no hay a donde correr Pino, si vienes ahora te prometo que por esta ocasión dejare ir a estos rebeldes, solo tienes que volver conmigo.

Sus palabras eran suaves y Dipper inicio a considerar aquella propuesta, pues era probable que Bill cumpliera con ella o podría ser otra mentira, pues no por nada era el demonio del engaño y de los sueños.

Pero no es el zumbido de un motor que hace que ambos giren su cabeza de dónde provenía, que ven como una clase de moto voladores se encontraba en un nivel bajo del risco se acercaba a ellos, era más que obvio que no era de ninguno de los demonios de Bill. 

Dipper estaba apunto de saltar al identificar aquel vehículo, pero llego ese presentimiento que le decía que no lograría, no si ni hacia algo antes.

Sin previo aviso, él castaño jalo al rubio a su persona, para depositarle un beso rápido al del parche quien no espera aquella acción en ese momento por lo que su sorpresa queda plasmada en su mirada y más al final de aquel beso robado por él humano.

—No vemos luego... Bill

Esas palabras hacen que él demonio mirara al castaño con miedo despertándolo en parte de su desconcierto, debido a que logra interpretar su mirada que le dedico después de aquel beso, pues supo lo que haría a continuación.

—¡Pino, No! — grita corriendo para detenerlo.

Ya era demasiado tarde, Dipper ya había saltado.

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Holis, miren que tengo aquí, un nuevo capítulo para ustedes y bueno ¿Qué opinan? ¿Les gusto? ¿Qué es lo que planea Dipper? y ¿Qué creen que ocurrirá después?

Pues gracias por leer, Con esto me despido.

Adiós XD 

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