Capítulo 24: Primeras dudas
El aterrizaje en aquel planeta fue perfecto, no hubo complicaciones y Dipper no mostraba ningún malestar a lo que Zen interpretó como algo bueno por el momento. Por cualquier cosa decidió ir a ver al castaño, justo en el instante en que abrió la puerta de aquella habitación pudo notar que aún se encontraba inconsciente por lo de hace un rato, ocasionado una mueca de inconformidad en él albino.
—Solo tienes que aguantar un poco más chico, pronto serás libre, lo prometo — susurra mientras revuelve los cabellos del menor.
Era frustrante para él ver cómo ese joven de noble corazón terminó entre las garras de aquel demonio, pues sentía empatía por el humano debido a que le pasó algo parecido, pero en circunstancias diferentes.
Dejó que descansará un poco más y se retiró para ir a observar cómo su equipo terminaba de armar el pequeño campamento donde descansarían, hasta que les llegará la información o la necesidad de huir de Bill y sus aliados.
Pov Dipper
Apenas pude sentir la presencia de alguien a mi lado, lo único extraño para mí era aquella energía que emanaba era muy diferente a la que estaba acostumbrado a sentir en la mansión de Bill, pues a pesar de sentirme protegido ahí, también estaba esa sensación de inseguridad.
Pero ahora aquí después de ser raptados por completos extraños, aunque se me hacen algo familiares esas dos chicas humanas pues de nota que lo son, no me siento en peligro alguno.
Además de que los constantes bombardeos de imágenes a mi cabeza no ayudaban para nada que me calmase, aunque pensándolo bien llevo un buen rato sin tomar mis medicamentos. Decido levantarme con algo de pesadez levantándome de dónde me encontraba.
Por un breve instante me desubiqué, pero una vez que pude observar mejor el lugar suelto un suspiro de cansancio, meto mi mano al bolsillo derecho de mi pantalón y de este logro sacar una pequeña caja de plástico que al momento de abrirla noto que se encontraban un total de diez pequeños frascos, tomó uno de ellos y lo bebo de inmediato.
Al instante el dolor de cabeza desapareció y la tranquilidad volvió a mí de inmediato, tengo que recordar agradecerle a Danice por darme esta pequeña caja, espero que se encuentra bien, al igual del resto de las chicas, siento que se están esforzando mucho por encontrarme.
Me sentía preocupado por ellas, pues se convirtieron en mis amigas más que en mis guardianas, son excepcionales solo espero volverlas a ver, ante aquel pensamiento decido guardar la caja de plástico de nuevo en mi pantalón, agradecía mucho que no me hayan quitado mis pertenencias, y vaya que lo hice a tiempo ya que la puerta se abrió en el instante en que saqué la mano de mi bolsa.
—Parece que alguien ya está despierto, y en mejor estado — habla el hombre conejo.
Quien al entrar en la habitación presiona un botón de un brazalete que traía haciendo visible aquel campo de fuerza azul, que de inmediato se empezó a encoger en mi dirección espantando al ver como este atravesaba la figura de aquel "hombre" sabiendo que no lo hará conmigo, ¡No pueden ser moriré aplastado!
De inmediato cierro los ojos esperando aquel final el cual nunca llegó, por lo que lentamente abro uno y darme cuenta de que seguía aquí sin ser una tortilla, por lo que decido abrir ambos ojos y notar que de nuevo me encontraba en esa "jaula" cúbica, la que de inmediato empezó a flotar.
—¿Enserio pensaste que te aplastaría? — me cuestiona el hombre.
—Si — digo algo apenado.
—Ni lo creas muchacho, ninguno aquí altercaría contra tu vida — me afirma.
—Entonces ¿porque encerrarme? Señor...
—Pit, mi nombre es Pit muchacho, y no es que no confiemos en ti, es solo que tenemos que evitar que te rastreen lo cual no es fácil.
—¿Por eso estoy en esta "jaula"?
—Si.
— ¿Y cómo funciona? —inicio a interrogar a Pit ya que mi curiosidad era mucha.
—Sabes muchacho haces demasiadas preguntas, las cuales no pienso responder a todas, porque no mejor de una vez te llevo afuera con el resto como debo hacer — me responde, pero aquello me sorprendió.
— ¿Puedo salir?
—De un modo si, Puedes convivir con nosotros y ver los alrededores, hasta que sepamos cómo liberarte del rastro de Bill te mantendrás dentro de esa caja.
—En otras palabras, si puedo salir mientras estén en la caja.
—En simples palabras si, ja eres un muchacho muy listo.
Con eso último él se encarga de ir guiando la caja al exterior, lo que al momento de pasar la puerta del hangar mis ojos se iluminaron al ver el gran paisaje que estaba frente a mí, al punto de que me postre al límite de la "jaula" con la intención de poder ver más, siendo que era uno de esos de novelas de ficción, siendo uno de islas flotantes de praderas verdes.
—Parece que te gusto — afirma una chica que parecía de la especie Florinia, pues había leído de ellos en uno de los libros de la gran biblioteca de Bill.
—¡Es impresionante! nunca pude admirar uno tan de cerca — digo, aunque parece que aquellos les sorprendió lo que les dije, pues mostraron una cara que no pude descifrar del todo, aunque parecía de tristeza o pena.
—¿Por qué dices eso? — me cuestiona ahora una chica fantasma.
Ante su pregunta me quedo por un momento en blanco, siendo que es algo que no esperaba, además de que un sentido de nostalgia me invade ante aquello.
—No es nada, solo que con Bill nunca podía salir de la mansión, aunque era por mi bien, me protegía de los peligros externos, ja, por fin salgo después de mucho tiempo y que es lo que pasa me secuestran, Bill tenía razón — comentó de forma inocente mostrando una sonrisa, aunque había algo que en esas palabras que estrujaba mi corazón.
—No es así Dipper, él no tiene ninguna razón — me dice la chica de lentes.
—Es cierto, él es un mentiroso — dice ahora la chica castaña.
—Perdonen si no les creo, pero yo he vivido con él toda mi vida y lo conozco, él no me mentira — les expresó a ambas, con la misma sonrisa, pero ese sentimiento en mi corazón aun no desaparecía.
—Es lo que crees por estos momentos — inicia hablar un moreno que se encontraba recostado en el tronco de un árbol de aquella isla en la que nos encontrábamos ganándose la mirada de todos — pero las dudas ya iniciaron, no es así pequeño árbol de pino.
—A ¿qué te refieres? — le cuestionó a aquel hombre, sin entender de qué hablaba.
—No te hagas el inocente chico, tienes en estos instantes una lucha interna de las dos realidades que conoces, la primera en la que crees vivir y la otra en la que sabes que vives, dime ¿Ya se calmó tu dolor de cabeza? — me pregunta mientras retranca su cabeza en su báculo.
—Si ya no me duele — le respondo un poco seco, pues me daba la sensación de que sabía de mi medicina o sospechaba de ella, pero es solo eso medicina que me ayuda con el dolor de cabeza, ¿verdad?
—Qué bueno, sería malo que siguieran sufriendo por esas "jaquecas" — contesta a mi respuesta.
—Ya déjalo en paz Deilon — le repliega Pit al moreno, el cual muestra una sonrisa burlona ante las palabras de él, creo que tienen una extraña relación esos dos.
Opté por ignorarlos cuando vi que iban a empezar a discutir, ante aquello pedí como favor que colocaran la "jaula" cerca del borde de la isla en la que nos encontrábamos, para poder observar mejor el paisaje, que aún me seguía fascinando, lo cual hicieron de forma amable.
Todo esto era tan extraño estos sentimientos contradictorios que me invadieron, y todo aquello que me decían me ponían en duda sobre mi verdadera realidad, la que me empezaba a cuestionar.
¿Qué haré?, te necesito Bill, necesito tu ayuda.
O eso creo.
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Un nuevo capítulo que aporta un poco más a la trama ¿Qué opinan, les gusto? ¿Qué creen que se avecine después? ¿Está cerca el encuentro de Dipper con Bill? y ¿Qué opinan de los miembros de la tripulación?
Pues gracias por leer, Con esto me despido.
Adiós XD
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