veintiuno
— Kazemaru ¿ya no estará en el equipo?. — cuestionas estupefacta, mientras observabas a la mayor.
La entrenadora Hitomiko les había dado el anuncio que Kazemaru ya no formaría parte de la caravaba relámpago. Uno de tus mejores amigos se había ido de Raimon, otra vez. Primero Fubuki y ahora Kazemaru, ellos debieron de tener problemas que los impulsaron a tomar esas decisiones tan lamentables.
— Entrenadora. — llamó Kido. — ¿es cierto lo que dicen?.
— Si, nos enteramos que ya regresó a Tokio. — explicó la mayor.
— ¿Y porque no lo detuvo?. — cuestionó Aki con cierta indignación.
— No puedo obligar a aquellos que han perdido el entusiasmo de jugar fútbol. — respondió Hitomiko. — yo me convertí en su entrenadora con la finalidad de derrotar al instituto Alien, sino quieren seguir luchando pueden marcharse cuando quieran.
— ¡Usted es capaz de cualquier cosa con tal de ganar!. — exclamó Domon con notoria molestia. — lo que les suceda a los demás no le importa y la pruebas son muy claras. Sabía sobre el problema de Fubuki y aún así lo obligó a jugar, no debemos olvidar también cuando (T/N) estuvo inconsciente solo por su "entrenamiento" en solitario.
— Comiencen con el entrenamiento. — formuló la entrenadora, ignorando las palabras que había pronunciado Domon. — piensen como van a cubrir el lugar de Kazemaru.
Observaste a Domon de reojo, este estaba a punto de seguir discutiendo con la mayor, solo que colocaste una mano en su hombro.
— Ya no hace falta que digas más. — murmuraste con seriedad, deteniendo al de cabellos celestes.
Aunque la entrenadora no mostraba sus sentimientos hacia el equipo, sabias que después de todo ella se sentía igual o peor que los mismos integrantes, lo veías en sus ojos, después de todo Fubuki estuvo a su cargo, el fue una de sus grandes responsabilidades y el que él ahora uno de sus jugadores haya abandonado la caravana la hace sentir aún peor.
— Comencemos con la práctica, nosotros no jugamos fútbol para la entrenadora, Endo siempre lo dice; juego fútbol porque me gusta el deporte. — expuso el de googles acercándose al campo de fútbol. — tenemos que derrotar al instituto Alien si queremos seguir disfrutando de este deporte.
— Vamos. — formuló Ichinose a tu lado, con una media sonrisa, acción que correspondiste.
Estabas apuntó de seguirlo pero, escuchaste unas palabras que te impidieron seguir.
— Lo siento, pero yo no puedo entrenar. — generó el capitán de Raimon, cosa que te sorprendió y al resto del equipo.
Endo murmuró varias cosas hacia Aki dejándola estupefacta, para después retirarse del lugar justamente igual que la entrenadora, dejándo completamente confusos y sorprendidos a los demás integrantes del equipo que observaban como se alejaba de ellos.
────────────────────
Después de el entrenamiento tus compañeros habían observado al lugar en donde se había quedado el capitán de Raimon, en una de las azoteas del instituto Yokato. Aunque el capitán no tuviese los ánimos para entrenar, el equipo estaba muy animado por las palabras que había mencionado Kido, aunque también debían de jugar futbol para detener a los extraterrestres.
Para cuando el entrenamiento había finalizado te habías dirigido hacia un lugar en especial, sabias que después de todo cuando estabas en las mismas condiciones esa persona, él te había visitado y justamente por ello querías visitarlo, para demostrar que tenía todo tu apoyo.
— Gracias. — formulaste, después de observar a la enfermera que te permitió la entrada hacia una habitación en especial.
Solo habías avanzado unos pasos hacia adelante observando su cuerpo en aquella camilla de hospital, él yacía destacando con una expresión de completa calma en su rostro, como si lo que sucedió un día anterior no hubiera pasado.
Seguías sin poder creer como es que aquella persona sufría de un cambio de personalidad, ahora te sentias realmente mal por no haberlo ayudado cuando podías, y con aquello te referías claramente a la pregunta que el te había hecho hace días. Siempre pensabas en una respuesta antes de hablar, pero ese día fue diferente, preferiste no indagar un tema que no era de tu incumbencia, asi que por ello no le preguntaste más.
— Espero que te recuperes pronto. — murmuraste con una media sonrisa, al momento de revólver sus cabellos albinos.
────────────────────
— Endo ya no estará en el equipo. — anuncio la entrenadora, observando a los pocos jugadores que se encontraban allí.
A decir verdad estabas un poco mal ante la situación debido a que Kurimatsu había abandonado al equipo por la mañana, no sabias que estaba sucediendo con los jugadores, quizás las batallas con el Instituto Alien terminaron por destrozar cada una de sus esperanzas. Las tuyas no iban por buen camino pero, no para que abandonaras al equipo y es que realmente si querías destruir a los extraterrestres para proteger el fútbol, pero que la entrenadora tomara una decisión tan frívola comenzaba a estremecerte.
Como una persona algo inocente seguias pensando en pequeñas excusas acerca de ella y sus posibles razones para actuar así, después de todo debías de agradecer las cosas que hizo por ti, por esa razón te quedaste en silencio cuando pronuncio aquellas palabras.
— Con ustedes será más que suficiente para enfrentar al Instituto Alien. — expuso Hitomiko con lasmanos sobre sus caderas. — Kido, tu serás el nuevo capitán del equipo, haz un buen trabajo. — formuló para darse la vuelta.
— No puedo aceptar eso. — formuló el de rastras, provocando que la mayor se detuviera. — el capitán de Raimon es Endo Mamoru, confío en que se recuperará pronto.
Al poco tiempo después la entrenadora colocó su mirada sobre cada jugador e inclusive sobre las gerentes de Raimon, encontrando miradas realmente serias y decididas.
— Mañana nos iremos de esta escuela. — informó observándolos. — si nadie quiere acompañarme, me encargaré de buscar a otros jugadores. Fui asignada para derrotar al Instituto Alien y eso es lo que haré.
— Tendremos que hacer algo al respecto. — formulaste a lado de Kido, intentando liberar la tensión que se generó en el ambiente, éste asintió.
— Si.
────────────────────
Si algo sabias acerca de Tachimukai y de Endo, sería era su entusiasmo por las técnicas, ellos eran realmente testarudo con querer mejorar una técnica especial. Así que eso fue lo que le habías mencionado a Kido, ambos junto con Aki habían formulado una especie de plan, todo para intentar levantarle los ánimos a el capitán del equipo.
Así que por ahora te encontrabas observando como es que Ichinose y Kido ejecutaban su doble bus, mientras que Tachimukai intentaba mejorar la mano demoníaca.
— Esperemos que con esto Endo se levante de allí. — formulaste alado de Touko.
— Estoy segura de que lo hará. — agrego Touko con una sonrisa.
La tercera vez que Tachimukai intentó realizar la mano demoníaca finalmente había dado resultados favorables, cosa que conmovió al menor quien exclamó en agradecimiento a Endo, quien aún se encontraba en la azotea del instituto Yokato.
— ¿Lo ves?. — ambas observaron a Endo, quien desde lejos parecía sorprendido por lo que acababa de ver.
— Si.
Horas más tarde el equipo de Raimon se encontraba reunido, junto con la presencia de la entrenadora, frente al capitán del equipo de fútbol. Por tu parte estabas realmente feliz de que finalmente Tachimukai logró hacer entrar en razón a Endo, a pesar de que algunos lo habían intentado y fallaron.
— Chicos lamento haberles causado problemas. — generó Endo con una ligera sonrisa. — no volveré a dudar.
— Esto es maravilloso. — murmuraste en voz baja, esperabas que toda esa tensión en el equipo que se acumuló durante estos días finalmente desapareciera, o al menos por lo que estaba ocurriendo.
Después de aquella conmovedora disculpa, Tachimukai le habia pedido a Endo el poder ser parte de la caravana relámpago, cosa que finalmente si logró después de la aceptación de la entrenadora. Los ánimos en el equipo nuevamente habían regresado.
Al día siguiente la entrenadora los había levantado temprano para que iniciaran con su entrenamiento diario y cuando lo estaban llevando a cabo, todos los jugadores se habían quedado sorprendidos tras ver nuevamente a una cabellera albina en el lugar, incluyendote, ya que estabas feliz de verlo en el equipo.
— ¿Ya te sientes mejor?. — preguntaste, justo después de que los demás jugadores se acercaran, al poco tiempo sentiste un pequeño codazo, pero no le tomaste importancia.
— Estoy bien, gracias por preguntar. — respondió sereno Fubuki, mientras sonreía. — parece que los preocupe a todos.
— En ese caso ¡hagamos nuestro mejor esfuerzo desde ahora!. — exclamó Endo con una gran sonrisa.
— Si. — pronuncio Fubuki.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top