siete
Ahora se encontraban en un partido contra el verdadero Instituto imperial, a decir verdad pensaste que las cosas habían avanzado un poco rápido. Primeramente Genda y Sakuma habían regresado a Kageyama, según Kido por conseguir más poder.
Después de aquello, al inicio del partido Sakuma había ejecutado una técnica prohibida, al igual que Genda. Pero, para su buena suerte Fubuki y Someoka habían ejecutado una técnica logrando empatar. Solo que ahora Fudo había lesionado al de cabellos rosados.
— Ya no debes de jugar. — expuso Endo luego de observar la insistencia de Someoka.
Sabias que Someoka era una persona de espíritu fuerte, este no se rendiría tan fácilmente.
— Deja que se quedé. — generó Fubuki llamando la atención. — es fácil, después de todo aún somos dos delanteros. — este te había observado de reojo, pero luego observo a la entrenadora. — estamos haciendo lo que ordenaste, por lo menos dejamos hacer esto.-comentó hacia la entrenadora.
— Hagan lo que quieran. — respondió de forma un poco cortante.
En resumen del partido, es que a pesar de aquel cambio no fue posible el hecho de meter otro gol. Ya que además de la tensión que existía sobre Genda y Sakuma, estaba Someoka de quien debían cuidar para que no se lastimará aún más.
Para cuando Fudo mantenía el balón, intento acercarse a Ichinose o mejor dicho a Sakuma, este no espero mucho para quitarlo de su camino. El balón había vuelto a manos de Sakuma, rápidamente intentaste llegar hacia la portería, Endo no podría detener el tiro el sólo, pensaste que si el portador recibía mucho daño, para persona que recibiría aquel tiro el daño sería mucho mayor.
Para cuando el tiro estuvo frente a ti, lo intentaste detener con tu pie. Debías de admitir que aquel tiro había tenido una gran carga de poder, algo que no habías experimentado en años, de pronto sentiste una descarga de energía por tu cuerpo para dirigirse a la parte que más estabas ocupando. Aquello te había sorprendido e impresionado, tras concentrarse en ello perdiste el equilibrio y el balón consiguió cambiar de trayectoria siendo tomado por Endo rápidamente.
— ¿Como estas (T/N)?. — cuestionó Endo acercándose a tí rápidamente, ya que cuando el había detenido aquello sintió un inmenso dolor expandiéndose por su cuerpo.
A decir verdad si sentias dolor, pero no demasiado, se podría decir que era soportable.
— Estoy bien. — pronunciaste a él capitán, quién sonrió despreocupado.
Observaste de reojo al atacante, quien se encontraba en un estado criticó. Si Sakuma ejecutaba esa técnica de nuevo, ya no volvería a jugar fútbol.
Te intentaste acercar a el, para impedir el paso del balón, pero lamentablemente había sido tarde, Fudo nuevamente lo dirigió hacia su dirección y Sakuma ya lo tenía en su poder.
Sakuma emitió un grito desgarrador que se esparció en todo el lugar, después de aquello lanzo el balón en dirección a Endo. Palicediste al instante ya que estabas lejos de el para intentar ayudar, pero alguien se interpuso rápidamente, se trataba de Someoka, este chico interpuso su tobillo lesionado deteniendo el ataque.
— ¡Someoka!. — exclamaron tres persona, y una de ellas eras tú.
Rápidamente igual que los demás te habías acercado al chico esperando a que se encontrará bien, aunque lógicamente no era así.
— Que bueno que me quede en el campo ¿verdad?. — el de cabellos rosados sonrió para después caer inconsciente debido al dolor de el golpe.
Fudo había lanzado el balón hacia Sakuma, solo que este no emitió ningún sonido. Sus músculos se habían tensado, justamente lo que había mencionado Kido, el partido acabo en ese momento.
Sakuma y Someoka estaban en el suelo.
Al poco tiempo po después una pequeña explosión ocurrió en el lugar, provocando que todos evacuaran el barco.
Bajaste un poco la mirada, no conseguiste hacer nada en ese partido, cosa que provoco que te molestara.
──────────────
❝ — Si, papá solo voy a tratar de anotar goles. — pronunció una pequeña de cabellos rubios al momento de sonreír alegremente.
La niña se habia adentrado en compañia de un pequeño moreno, quien tras verla sonrió de la misma manera.
— Solo tiene seis años y puedo decir que estoy completamente orgulloso de ella. — generó el mayor, cuando una persona se había acercado hacia el.
— Digo lo mismo. Es una buena niña. — admitió la otra persona acercándose a el.
— Gracias mamá. — agradeció él, en dirección a su progenitora. ❞
Habías despertado de golpe, observando a la persona que se encontraba frente a ti.
— (T/N), ya hemos llegado a la ciudad Inazuma. — murmuró Kido, un poco decaído.
Observaste a tu lado encontrándote una ventanilla, claramente en aquel pequeño espacio lograba verse aquella ciudad, una sonrisa se había generado en tu rostro, querías llegar lo más antes posible a tu hogar.
Cuando estaban cerca de la escuela Raimon, sorpresivamente Endo le pidió al señor Furukabu que se detuviera, bajando de la caravana provocando que Kazemaru lo siguiera al campo de fútbol que se encontraba cerca. Encontrándose con uno de ella jugadores con los que habían competido anteriormente.
Minutos más tarde los jugadores de Raimon, incluyendote, se encontraban frente al Director, o mejor dicho el padre de Natsumi, quien los recibiría con un gran discurso.
— Muchachos, me da gusto tenerlos de regreso. Natsumi siempre me mantuvo informado pero, me sorprendió la noticia del nuevo equipo. Quizás las batallas mas difíciles aún estan por venir pero, confió en su talento. Les deseo mucha suerte. — se dirigió hacía todo el equipo de fútbol. — sin embargo, el descanso también es importante, se que es poco tiempo pero deben saber aprovecharlo.
──────────────
— ¿Hola?. — abriste la puerta de tu hogar, esperando que alguien estuviera en cada. — ya estoy en casa.
— ¿(T/N)?. — cuestionó la antes mencionada al momento de salir de la cocina, lugar donde se encontraba. — que alegría verte de nuevo. — la mayor se acercó a tu dirección, estrechandote en un cálido abrazo.
— También me alegra mucho, aunque es por poco tiempo pero, estoy feliz de estar contigo. — sonreíste acto que ella imitó.
— Eres muy dulce. — pronunció. — ve a ducharte, la comida estará en unos minutos.
Habías comenzado a dirigirte hacia las escaleras cercanas, la mayor nuevamente había regresado a la cocina. Sabias que el tiempo sería poco, pero lo aprovecharías al máximo. Tú abuela era el único familiar que te quedaba e incluso a pesar de ello, ella quiero que utilices tus dones para salvar a la tierra de los extraterrestres.
Estabas apuntó de ingresar a tu habitación, hasta que analizaste una puerta que reconocidas a la perfección. Tomaste el pica porte con sumo cuidado, para entrar a aquella habitación.
— Hola papá, ¿como has estado?. — cuestiónaste con la voz temblorosa, acercándote a el único recuerdo que tenías de tu padre, una fotografía.
Mordiste el interior de tus mejillas, estabas apuntó de derramar varias lágrimas, puesto que a pesar de que fueron años, aun seguía doliendo como el primer día.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top