O5; RECUPERARLA
❧ PERFECT FAMILY
RECUPERARLA ಌ
El siguiente día pasó rápidamente, Taehyung pudo compartirlo con su familia aunque sea unas pocas horas, les hizo el desayuno y luego el almuerzo. Mientras veían una película de Marvel —porque tanto el castaño como Sunhee amaban esas películas—, él no pudo evitar mirar por momentos a su esposa e hija, sintiéndose aliviado de ver que disfrutaban pasar tiempo con él, y mejor aún, que ya no estaban molestas por decepcionarlas tantas veces.
Una sonrisa se dibujó en sus labios, mientras las abrazaba, pero esa es esfumó cuando su celular comenzó a sonar por una llamada de Jimin.
Crystal se lo esperó ya que siempre que intentaban compartir muchas horas juntos, algo sucedía, por lo que le pidió que fuera por más que él se negó porque quería seguir junto a ellas, pues su esposa por más frustrada que estuviese, entendía la importancia del trabajo.
La fémina estacionó el coche, soltando un suspiro bajó buscando con la mirada a su hija. Al verla junto a Jungkook y Daehyun, abrió los ojos a la par sorprendida, sintiéndose paralizada porque no era capaz de acercarse a él.
―Oh, allí está tu madre ―sonrió Jungkook, volteando a verla junto a los niños.
―Buenas tardes ―bajó la mirada encontrándose con Daehyun, que hacía una reverencia con sus mejillas enrojecidas por la timidez―. ¿Vamos, Sunhee? ―estiró su mano.
―Mamá, ¿puedo ir con ellos a tomar un helado? ―preguntó ilusionada.
Crystal volteó a ver sorprendida a Jungkook, que le regaló una sonrisa antes de hablar.
―Mi hijo la ha invitado y me parece una buena idea.
―Deberían haberlo planeado antes, ya tenemos planes...
―Ir a casa, hacer las tareas, bañarme, cenar y dormir, lo hacemos siempre ―se cruzó de brazos por un momento mientras inflaba las mejillas haciendo un mohín con sus labios―. Por favor, mamá.
―Es tarde...
―¿Por qué no vienes con nosotros? ―intervino Jungkook―. Tienes razón que debieron haberlo planeado antes, pero ellos realmente quieren ir tomar un helado. Míralos.
Crystal observó a los pequeños que la miraban rogantes y soltó un suspiro, pues no quería quedar como amargada, pero a la vez pensar en pasar tiempo con Jungkook hacía que sintiese un cosquilleo en su estómago.
―Por favor, mamá ―pidió juntando sus manos―. ¡Di que sí!
―Diles que sí ―Jungkook murmuró cerca de su oído, provocando que se estremeciera.
―E-Está bien.
―¡Sí! ―celebraron ambos al unísono.
―Bien. Con Daehyun conocemos una heladería que está aquí a tres cuadras, ¿te parece bien esa?
―Sí. Vamos.
Ambos niños comenzaron a caminar adelante de ellos mientras que Jungkook con su mano indicó que caminara, por lo que ella rodó los ojos y él no dudó en hacerlo a su lado, observándola por momentos.
Crystal sintió algunas penetrantes miradas de los padres que se encontraban retirando a sus hijos, pero decidió ignorarlas porque la única persona que lograba ponerla nerviosa era el hombre a su lado.
Al llegar observó como Jungkook se encargó de pedirle los helados de dos bochas a ambos niños, que le habían dicho emocionados los sabores mientras él los miraba con dulzura, lo cual la hizo sonreír.
Años atrás creía que se veía realmente atractivo con aquella fachada de chico malo y mujeriego, haciendo notar cuánta seguridad tenía en sí mismo, pero ahora, verlo junto a unos niños que causaban su sonrisa y mirada tierna, se daba cuenta que se veía muchísimo mejor así, logrando hacer brincar su corazón.
La voz de él la sacó del trance, por lo que sacudió su cabeza tratando de reaccionar.
―¿No podías dejar de verme, Crys? ―inquirió divertido.
―¿Q-Qué decías?
―¿Quieres un helado? Yo voy a pedirme uno.
―Está bien, pediré...
―Limón ―se adelantó a decir con una sonrisa, para luego volver y pedir helado para ambos.
La castaña volteó sintiéndose sorprendida, y al ver a ambos niños sentados en una de las mesas, no dudó en acercarse para sentarse en frente.
No pasó mucho tiempo cuando Jungkook se acercó con dos conos de helados, y se sentó a un costado de ella para entregarle el suyo.
―¿Aún sigue gustándote la menta con chocolate? ―hizo una mueca de disgusto.
―¿Quieres volver a debatir acerca de eso? Mira que podemos pasarnos otras dos horas, y no cambiaré mis argumentos ―dijo divertido provocando su risa, lo que hace brincar su corazón de emoción al saber que la había hecho reír por primera vez luego de tanto tiempo.
Al levantar la mirada se encontraron con los pequeños que los observaban asombrados.
―¿Qué sucede? ―arrugó ligeramente la frente―. ¿No les ha gustado el helado?
―¿Mi padre y tú se conocen, señora Crystal? ―preguntó sorprendido, Daehyun.
―Fuimos compañeros de instituto, hijo.
―¿Y eran amigos como Daehyun y yo? ―sonrió ilusionada.
Crystal volteó a ver a Jungkook, tragando con dificultad, mientras él sonreía y alzaba ambas cejas, para luego humedecer sus labios como si estuviera recordando los momentos compartidos, que provocaron un cosquilleo en su vientre.
―Claro. Éramos muy buenos amigos ―contestó con una pequeña sonrisa―. Demasiados buenos, ¿no es así, Crys?
―C-Claro ―soltó una ligera risa nerviosa y miró amenazante a Jungkook, que reía por lo bajo al disfrutar de la situación.
―Entonces, la dulce Sunhee y yo seremos también muy buenos amigos ―la observó con una sonrisa y ella asintió emocionada.
―¡No! ―aquel grito escapó de los labios de Crystal, que sobresaltó a ambos niños.
―¿Está bien, señora Crystal? ―preguntó preocupado, Daehyun―. ¿No le agrado como amigo de Sunhee?
―N-No es eso ―titubeó nerviosa y pasó la mano por su frente mientras cerraba los ojos tratando de calmarse.
―Crys, son niños. No tienes de qué preocuparte porque no nos han entendido ―aseguró por lo bajo, tomando su brazo―. Ellos realmente creen que fuimos mejores amigos.
―¿Mami?
―Claro que quiero que sean mejores amigos ―sonrió a medias, logrando calmarlos―. Sólo estaba pensando. Olvídenlo.
Ambos asintieron más tranquilos y siguieron conversando sobre los sabores de sus helados, como también sobre lo que hicieron en clase, mientras que la mujer aún sentía sus mejillas arder. Se había olvidado por completo de su helado que se derretía, lo cual llamó la atención del pelinegro, que rápidamente supo que seguía pensando en lo que dijo. Quizás hasta recordando sus momentos, lo que provocaba que se ilusionara aunque no lo quisiera.
―¿Ya no te gusta el helado de limón? ―preguntó llamando su atención―. Vas a mancharte ―le pasó una servilleta que dejó sobre la mesa, y ella le agradeció por lo bajo.
―Aún no puedo creer que sigas recordando mi sabor favorito.
―Recuerdo cada cosa de ti ―confesó con cuidado de no ser escuchado por sus hijos―. Y al parecer tú también has recordado mi sabor favorito.
Crystal sentía sus mejillas arder y como el calor la invadía por más que corriera una brisa fresca, mientras que Jungkook, al notarlo sonrió deseando poder acercarse a ella, pero sabía que no era correcto porque sus hijos estaban allí presentes y por momentos los observaban.
―E-Es imposible que no lo haga si es un sabor que detesto.
―Pero aún así, cuando estabas conmigo lo probabas.
―Intentaba que me gustara lo mismo que a ti, para así lograr algo imposible ―al observar los ojos oscuros de Jungkook que brillaban con intensidad y la miraban con curiosidad, no pudo evitar recordar cuánto deseaba ser la única que se reflejara en ellos, pero por dentro sabía que eso era imposible―. Que sólo te fijes en mí ―murmuró desviando la mirada.
Al escucharla sentía como su corazón daba un vuelco porque no podía evitar recordar lo que hizo para que ella pensara que nunca lo logró, pero realmente la amó como un loco.
Era la única para él. La única con la que había logrado mostrarse verdaderamente, quien lo veía por quien era en realidad, pero no supo hacer las cosas bien, y ahora al tenerla en frente volvía a sentirse un idiota.
No quería volver a indagar en el pasado porque temía romperse y hacer que ella volviera a odiarlo, por lo que decidió voltear a ver a los niños por un momento, tratando de olvidar sus palabras.
Crystal mordía el interior de su mejilla, detestándose por haber traído de vuelta el pasado cuando se suponía que lo había superado hacía años, pero no sabía porqué no pudo callarse.
Quería volver al presente y sentirse de nuevo cómoda, pero una punzada volvió a instalarse en su pecho como en el pasado, hasta que sintió la punta de su nariz fría y escuchó la risa de Jungkook, como la de los niños.
Mientras ella estaba perdida en sus pensamientos, Jungkook pasó su helado sobre la punta de su nariz, para así lograr distraerla y hacerla reír porque pudo notar que estaba perdiéndose en los recuerdos dolorosos.
No quería que su rencor volviera a aparecer cuando habían avanzado.
―¡Jungkook! ―intentó manchar su rostro también con helado, pero él tomó su brazo impidiéndoselo mientras reían aunque ella sentía como su tacto le quemaba la piel.
―¡Tú puedes, mamá! ―exclamó Sunhee, aplaudiendo emocionada.
Crystal al escuchar a sus hijos apoyarlos, no pudo evitar reír al igual que él que se debilitó por eso, provocando que ella pudiera manchar su mejilla y él hiciera una mueca de disgusto pasando la servilleta.
―¡Mami ganó! ―levantó sus brazos y aplaudió.
―Papá, ¿qué pasó con tu fuerza? ―reprochó riendo el niño.
―Crystal es una mujer muy fuerte ―aseguró observándola por un momento, guiñándole el ojo, provocando que ella bajara la cabeza y tuviera que reprimir una sonrisa.
Por más que intentó evitarlo, una carcajada escapó de sus labios mientras tomaba la servilleta para limpiar la punta de su nariz, y Jungkook al escucharla, también comenzó a reír como los niños.
No podía creerse que realmente estuviera disfrutando estar con él, observaba a los pequeños que hablaban animadamente, disfrutando de sus helados, y se sentía agradecida con el pelinegro, porque sabía que su hija realmente necesitaba algo así.
Crystal se acercó cautelosamente al tatuado, que se llevaba una cucharada de helado a la boca.
―Gracias.
―¿Por qué? ―giró la cabeza para verla con el ceño fruncido.
―Por dejarnos compartir un buen momento con ustedes.
Al escucharla no pudo evitar sonreír, porque era lo que más quería, y ella se la devolvió. La ilusión volvía a aparecer y en ese instante deseaba más que nada recuperarla, ya que una parte de él le gritaba que no era feliz como intentaba demostrar.
Taehyung pasó los dedos por su cabello, tirando de este, mientras observaba los documentos que se encontraban en su escritorio, pero unos toques en la puerta lo hicieron distraerse.
―¡Pase!
Al ver entrar a Jimin, suspiró porque no quería saber más nada acerca de trabajo. Sólo deseaba algo demasiado simple, que era volver a su casa temprano y poder cenar con su familia.
―Ya encargué comida.
―Por favor, sírveme Whisky.
―¿Otra noche que pasarás ebrio? ―preguntó divertido.
Se acercó a la pequeña mesa que estaba a un lado de la ventana, la cual tenía botella de Whisky y dos vasos, por lo que aprovechó para servirse él también.
―Lo necesario para poder pasar la noche.
―Mientras no bebas en exceso y te duermas ―dejó el vaso frente a él y le dio un gran sorbo al suyo―. ¿Estás bien?
Jimin y Taehyung fueron al Instituto juntos, pero no eran amigos, aunque se llevaban bien por lo que cruzaban palabra algunas veces, hasta que en los últimos meses se hicieron más cercanos.
Luego comenzaron la Universidad juntos y Jimin terminó siendo su mejor amigo, algo que nunca esperó que pasara, pero él estuvo en todo momento a su lado, al contrario de quienes eran sus mejores amigos que se distanciaron en cuanto decidió casarse.
Pues, al ser tan joven y ya no poder seguir saliendo de fiestas con ellos porque también iba a ser padre, decidieron hacerlo a un lado.
Ahora Park era su mano derecha en la empresa, lo cual hacía que trabajar fuese más llevadero, porque al ser también su mejor amigo, tenía una persona con quien hablar cuando se sentía exhausto. Por más que tuvieran algunas discusiones por el trabajo, sabían separarlo de la amistad.
―Estoy cansado de ésto. Necesito hacer otras cosas.
―¿Cómo estar con alguna mujer? ―inquirió divertido.
―A mi esposa te refieres, ¿cierto? ―lo miró con el ceño fruncido.
―Oh, vamos ―apoyó los brazos en el escritorio, inclinándose hacia adelante―. ¿En verdad le eres fiel? Es decir, pasas mucho tiempo trabajando, no la ves demasiado...
―Jimin, ¿qué carajos insinúas? ―examinó alzando una ceja―. Tú estás conmigo demasiadas horas, ¿y crees que tengo tiempo para eso? ¿O que siquiera siento deseo por alguna otra mujer?
―L-Lo siento.
―¿Tú le eres infiel a Hyeyoon? ―preguntó sorprendido―. Jimin, tienes un hijo, maldición. Aunque seas mi mejor amigo, no voy a aceptar eso, así que le dirás a...
―¡Claro que no! ―exclamó exaltado―. Jamás podría hacerle algo así a ella.
―Espera, entonces, ¿esa pregunta es porque Hyeyoon te ha pedido que averigües algo?
―¿Qué? ―soltó una risa nerviosa.
―Vamos. No soy tonto ―rodó los ojos―. Conozco demasiado bien a ambas. Ya han hecho ésto antes cuando tú te habías distanciado de tu esposa, y Crystal intentó sacarme información.
―Olvida eso. ¿Cómo estás con ella, Taehyung?
―Estamos pasando por un momento complicado ―confesó haciendo una mueca―. Siempre dicen que el primer año de casados es el más difícil, pero al contrario el nuestro fue el mejor. Quizás se debió a que ella estaba embarazada de Sunhee ―sonrió nostálgico al recordar esos momentos―. Pero éramos realmente felices, y a veces quisiera volver a esos tiempos.
―¿Ya no son felices?
―Claro que lo somos ―aseguró rápidamente―. Es sólo que extraño verla con el vientre crecido, y sentir la emoción de saber que pronto tendremos un bebé en nuestros brazos.
―¿Entonces?
―Es que ahora que llevamos ocho años, las cosas se han complicado y ni siquiera entiendo el porqué ―acabó el vaso de Whisky de un sorbo, por lo que Jimin se levantó para servirle de nuevo, para luego dejárselo en frente―. Siempre con ella fue todo tan simple, pero ahora parece todo lo contrario. Hasta parece otra mujer.
―¿Cómo llevas lo del regreso de Jeon Jungkook?
―¿Por qué lo preguntas? ―arrugó el rostro y soltó una ligera risa de confusión.
―No lo sé. Es que Jungkook y Crystal se amaron demasiado en el pasado.
―No fue más que un amor adolescente, Jimin. Fueron un pequeño instante, mientras que míranos a Crystal y a mí. Lo nuestro es amor verdadero ―aclaró con el semblante serio―. Él no es un problema.
―No lo sé. Es sólo que Jungkook ya no me da buenas vibras...
―¿Alguna vez las dio? ―cuestionó riendo cínico.
―Bueno, a mí me agradaba, pero ahora noté algo ―mencionó haciendo una mueca y al ver la mirada atenta de su mejor amigo, suspiró―. Olvídalo. Debe haber sido mi imaginación.
―Él está casado con Sunmi, y yo estoy con Crystal. Lo que tuvieron quedó en el pasado, lo superó y me ama tanto como yo a ella.
No le gustaba para nada saber que su mejor amigo podía llegar a provocarle inseguridades, porque estaba seguro que Jungkook no tenía que ver con lo distanciado que se sentía con su esposa, ya que eso venía desde antes de que supiera que regreso.
Sabía que su esposa era incapaz de serle infiel. Confiaba en ella ciegamente, y pensar que al contrario estaba comenzando a desconfiar de él, le dolía, pero lo entendía porque no estaba a su lado como le gustaría. Ahora quería regresar y llenarla de besos para que dejara de lado esas inseguridades.
―Está bien. Lo siento.
―Lo que me preocupa es que no entiendo qué rayos quiere Crystal, y tú sabes que es muy difícil que me enoje.
―Claro que lo sé. Eres el hombre más pacífico del mundo, tanto que a veces me frustras.
―Cállate. A lo que voy es que nos hacemos enojar, o no sé si, en realidad, me enojo conmigo mismo porque realmente ya no la entiendo ―explicó pasando las manos por su rostro― Pero lo superaremos. Lo haremos porque nos amamos demasiado, y nada ni nadie va a poder acabar con eso ―aseguró con una sonrisa―. Somos la familia perfecta.
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