18; DESEO

❧ PERFECT FAMILY

DESEO ಌ

El pelinegro quiso decir algo respecto a su regreso inesperado, pero para su sorpresa, Sunmi no dudó en juntar sus labios. Sentía cómo el oxígeno abandonaba sus pulmones por un momento, porque había olvidado sus dulces besos, la forma en que lo hacía sentir. Pero ahora sólo le resultaba incómodo e incorrecto, por lo que no dudó en separarse y pasarse bruscamente la mano por los labios al sentir labial en ellos.

―¡¿Cómo rayos te atreves a venir así de la nada y besarme?! ―preguntó enfurecido.

―Perdóname, sé que quizás no debí hacerlo ―habló arrepentida―. Pero... los extraño demasiado...

―¡¿Nos extrañas?! ¡Te he mandado miles de mensajes y nunca pudiste contestarme uno! ―espetó con sus facciones endurecidas―. ¿Cómo crees que puede llegar a sentirse nuestro hijo al darse cuenta que su madre lo ha abandonado de la nada?

―No digas eso ―murmuró con los ojos cristalinos―. Yo sería incapaz de hacer algo así.

―¿Incapaz? ―repitió riendo cínico―. Entonces, ¿por qué desapareciste durante tres malditos meses?

―Necesitaba pensar con claridad sobre qué hacer.

―Claro, me imagino. Pensabas, ¿seguir una vida de adolescente revolcándome con cuantos desee, o hacerme cargo de mi hijo de nueve años? Eres tan...

―¡Cállate! ―Sunmi no dudó en darle bofetada tan fuerte que le hizo girar el rostro.

Jungkook llevó la mano a la mejilla que se tiñó de rojo, y volteó a verla sonriendo amargo, sin poder creerse que se haya atrevido a abofetearlo por decirle las verdades en el rostro, cuando el único molesto debería ser él y su hijo.

―¿Te atreves a decirme que vivía una vida de adolescente, cuando tú haces exactamente lo mismo? Mírate, Jungkook ―sonrió amarga mientras lo rodeaba―. Tu rostro marcado con golpes, tal como en el instituto donde te metías en peleas por revolcarte con las chicas que tenían novios. ¿Ahora ha sido por el mismo motivo, sólo que... Esposo?

Al ver su sonrisa burlona mientras llevaba las manos a la cintura, alzando una ceja al esperar su respuesta, no pudo evitar sentir su sangre hervir y apretar la mandíbula, empuñando las manos al tratar de mantener la calma.
Detestaba que lo conociera tanto, detestaba que tuviera razón y no saber cómo defenderse.

―¡Lo sabía! Al parecer no soy la única que se ha equivocado...

―¡Cállate!

―¡¿Mamá?! ―al escuchar esa tierna voz, ambos miraron a Daehyun que se sorprendió al verla―. ¡Mamá, volviste por mí!

El niño sonrió emocionado y se aferró sorprendiéndola por completo, pues no se esperó para nada que reaccionara de esa manera, ya que por la forma en que le había hablado Jungkook, esperaba que la odiara por pensar que lo había abandonado. Sunmi sentía sus ojos cristalizarse y no dudó en ponerse en cuclillas, envolviendo su cuerpo con los brazos.

―Claro que he vuelto por ti, mi niño ―sonrió acariciando su cabello―. Pero también he vuelto por papá...

Ante sus palabras, Jungkook se sorprendió, y más cuando ella estiró su mano para que la tomara así se unía al abrazo. Sentía su corazón golpear con fuerza, pero al verla al rostro, recordaba todo el daño que le hizo, por lo que endureció sus facciones y tomó las llaves de la pequeña mesa, para luego salir dando un portazo.

Jungkook condujo por la ciudad, sintiendo un nudo en su garganta porque no quería creer que Sunmi había regresado dispuesta a recuperarlo, cuando ya se habían divorciado y pensó en abandonar su hijo para seguir con su vida de fiestas, alcohol, como una adolescente.
Al pasar por un parque, los recuerdos lo invadieron, por lo que decidió estacionar. Al voltear encontrándose con una pequeña tienda, no dudó en comprar algo para beber, quizás para así relajarse y olvidar lo que tanto le preocupaba.

Cuando estaba con la botella de Whisky en su mano, comenzó a caminar hacia el parque, disfrutando de la poca claridad que había.
Se sentó abriendo la botella para darle un gran sorbo que provocó que sintiera su garganta quemarse y que hiciera una mueca, pero aún así apoyó las manos en sus rodillas, observando la luna.

Quería dejar de ahogarse en los recuerdos torturantes que confundían su cabeza, pero no podía evitarlo, por lo que decidió llamar a Namjoon, ya que era la única persona con la que podía desahogarse. Esperó impaciente unos segundos hasta que su amigo atendió la llamada.

Hey, JK, ¿por qué llamas tan tarde? ¿Está todo bien?

S-Sunmi... Sunmi ha vuelto, Namjoon ―respondió pasando la mano por su frente.

¿Cómo? ¿Por qué?

―Sólo quiere joderme la vida ―espetó molesto.

¿Qué piensas hacer?

Dejar que haga su papel de madre. Al fin y al cabo, Daehyun la ama y no entiende que quiso abandonarlo.

¿Y si quiere acercarse a ti?

Oh, créeme que fue lo primero que ha hecho, pero no pienso permitirlo.

¿Es porque sigues resentido o por Crystal?

―Ambas. Mi hijo me hace feliz, pero para serlo completamente, necesito recuperar a mi primer amor ―suspira―. Y creo que estoy a nada de lograrlo.

¿Por qué lo dices? ¿Qué has hecho, Jungkook?

―¿Yo? Nada. Pero su marido ha descubierto lo que sea que tenía con ella.

―Mierda, ¿por qué has decidido meterte en ese juego? Jungkook, al final has hecho lo que hizo el hombre que se metió en tu matrimonio ―espetó molesto―. Has arruinado una familia.

Al escucharlo sintió su sangre hervir porque aunque no quisiera admitirlo tenía toda la razón y sabía que no era correcto, pero cuando pensaba en Crystal, no podía evitar cegarse.

―Vete a la mierda. No lo entiendes, Namjoon ―colgó molesto, para luego darle un gran sorbo a la botella de Whisky.



















Crystal bajaba las escaleras lentamente con la maleta a su costado, mientras sorbía la nariz tratando de calmar el llanto.
Cuando se dirigió a la puerta, escuchó unas voces que la hicieron voltear encontrándose con Taehyung y Sunhee, que comían tranquilamente mientras conversaban o la pequeña lo hacía. Pues, el castaño tenía sus ojos hinchados y se sentía destruido, pero trataba de fingir que no era así para que su hija no se preocupara más, porque sabía que ya había tenido más que suficiente en un día.

―Mañana hablaré en el colegio. No debes preocuparte ―mencionó acariciando su cabello, y ella asintió.

―Papá...

Al sentir una presencia, la niña volteó, encontrándose con su madre que miraba aquella situación con sus ojos cristalizados. En cuanto vio la maleta al costado de su cuerpo, arrugó su rostro, levantándose rápidamente provocando que la silla casi cayera, pero aún así corrió hacia su madre. Eso llamó la atención también de su padre, que al verla, se levantó suspirando, como a la vez sorprendido de que haya preparado todo antes.

―¿Y esa maleta, mami? ―preguntó curiosa.

―Oh, yo...―tragó con dificultad, mirando la maleta y pensando alguna mentira, pero no se le ocurría.

Observó a Taehyung, que se acercaba lentamente con las facciones endurecidas, y ella con la mirada le pedía que la ayudara, pero él parecía pasar de ella lo que la hacía querer romper en llanto.

―Mamá, dime.

―Tu madre se irá ―respondió con frialdad, Taehyung. Sunhee miró confindida a su padre y luego a su madre, aferrándose a ella.

―¿P-Por qué te vas? No lo hagas.

Crystal no pudo evitar sorprenderse, pero aún así se puso en cuclillas acariciando el cabello de su hija, tratando de evitar romper en llanto, pero cada segundo se le dificultaba aún más y eso aumentaba al notar la mirada de fastidio de su esposo.

―Por favor, mami.

―Tranquila, princesa ―se separó unos centímetros―. Sólo me iré un tiempo, pero seguiré viéndote. Me visitarás en donde voy a quedarme.

―¡Dime porqué! ―exigió alzando la voz.

―Porque tu madre...

―Es por el trabajo ―interrumpió mirando molesta a Taehyung, que desvió la mirada.

―Entonces, ¿por qué lloras? ―cuestionó preocupada, limpiando sus lágrimas.

―Sabes que soy muy sensible, y además, voy a extrañar pasar todo el tiempo contigo, así que no puedo evitarlo ―explicó con un hilo de voz, escuchando la risa cínica de su marido, pero trató de ignorarlo al tomar una bocanada de aire para calmarse un poco.

―No te vayas, mamá. ¿Con quién me quedaré si papá trabaja mucho tiempo?

―Trabajaré menos para estar más tiempo contigo,y tenemos a la niñera. De todos modos, pasarás algunos días con tu madre.

―¿Qué les sucede? ―miró a sus padres con los ojos cristalinos―. Sé que soy una niña, pero sé que algo pasa...

―Tu madre y yo tomamos la decisión de separarnos, Sunhee.

―¡¿Por qué se lo dices de esa manera?! ―se levantó molesta.

―¡¿Prefieres que le diga la verdad?! ¡¿La verdad sobre quién eres, Crystal, o debería decirte...?!

―¡Basta! ―exigió alterada Sunhee, rompiendo en llanto―. Y-Ya no se griten, por favor...

Taehyung al escuchar y verla de esa manera, tragó con dificultad, queriendo acercarse para envolverla en sus brazos, pero Crystal lo hizo antes, por lo que desvió la mirada tratando de desparecer el nudo que se había formado en su garganta.

―No te vayas, por favor.

―Lo siento. Lo siento ―murmuró aferrándose a ella, mientras las lágrimas brotaban.

―No quiero que lo hagas.

―Sunhee, vamos ―ordenó tomándola del brazo, haciendo que se separara de Crystal―. Ya debe irse. Por cierto, recuerda pedirle las llaves a Joohun.

―Está bien ―se levantó tomando una bocanada de aire, y mordió su labio inferior al sentirlo temblar.

―¡Mamá! ―Sunhee estiró sus brazos con la intención de dirigirse a ella, pero Taehyung la cargó.

―Vete, Crystal. No lo compliques más.

― Adiós, princesa ―dijo con voz temblorosa, queriendo volver a abrazarla, pero sabía que eso la destruiría―. Adiós, Taehyung.

―¡Mamá, no! ¡No me dejes! ―pidió sollozando mientras estiraba sus brazos y la veía dirigirse hacia la puerta―. ¡Mami!

―Todo va a estar bien, Sunhee ―aseguró por lo bajo y con sus ojos cristalinos, Taehyung―. Todo va a estar bien.

Besó la coronilla de su cabeza y la envolvió en sus brazos, a pesar de que ella luchaba por querer bajarse para correr hacia su madre, que cerraba la puerta rompiendo en llanto, al igual que su esposo. Este detestaba que lo haya hecho, que se haya ido y antes del tiempo que le dio, porque tuvo la ilusión de subir a la habitación y aún verla allí, aunque sólo discutieran.
Pero es que ahora no quería subir, ver la habitación sin su ropa, sus colonias, sus joyas. No ver absolutamente nada de ella.

Pensar en eso lo destruía y le hacía desear seguir viviendo en una mentira, donde creía que eran la familia perfecta, donde creía que su esposa seguía perdidamente enamorada de él.
Pero ya no pudo seguir siendo así. Ahora se encontraba abrazando a su hija, ambos sollozando desconsoladamente porque Crystal se había ido.



























Crystal condujo mientras por momentos su visión se nublaba a causa de las lágrimas, apretando el volante con sus manos al punto que sus nudillos se volvieron blancos. Sabía que debía calmarse, porque si seguía conduciendo podía pasarle algo, por lo que estacionó el coche, rompiendo en llanto.
Tomó una bocanada de aire y miró su costado notando que estaba al frente del parque, justo en el mismo lugar donde le confesó a Taehyung que estaba embarazada. Los recuerdos invadieron su cabeza comenzando a sentirse asfixiada, por lo que tomó la decisión de bajar, dando un suspiro al sentir la brisa fresca chocar contra su rostro.

No dudó en caminar por el parque al no ver a nadie, porque lo menos que quería era ir a ese departamento que sería su nuevo hogar, a pesar de que en un pasado le gustó tanto que Taehyung no dudó en comprarlo para ella.
Cuando miró a sus costados sintió como el oxígeno abandonaba sus pulmones por un momento, porque no se había dado cuenta antes que era el mismo en el que a sus diecinueve iba siempre junto a Jungkook. Pues, en ese momento no podía pensar en otra persona que no fuese Taehyung, pero ahora los recuerdos eran invadidos por el pelinegro. Cada momento juntos, cada beso, cada sonrisa, cada mirada, por lo que no pudo evitar estremecerse.

Quería sacar todos esos recuerdos de su cabeza porque se detestaba por pensarlo, por querer volver a ese tiempo sin saber cuánto jodería su vida en ese momento, y años después mucho más. Se abrazó a sí misma sintiendo un nudo en su garganta y ganas de seguir llorando, hasta que vio a un hombre de espaldas, sentado mientras bebía de una botella.
Pensaba si lo más seguro sería volver al auto porque parecía ser que eran los únicos en ese parque, hasta que al estar a sólo dos metros se dio cuenta que ese hombre se trataba de Jungkook, que al igual que ella no parecía estar para nada bien. Al ver cómo volteó a verla, abriendo los ojos a la par por la sorpresa, tragó en seco deseando huir, pero se sentía paralizada.

―Al parecer no soy el único que está pasando por un mal momento y pensó en nuestro lugar ―comentó con una sonrisa―. Siéntate junto a mí, Crys.

Sabía que no era correcto, que debía irse si lo que quería era volver a recuperar a Taehyung, porque ya le había hecho suficiente daño acercándose al pelinegro. Pero aún así, al ver sus ojos oscuros que brillaban como las estrellas esa noche, siguió su impulso de obedecerlo como siempre pasaba.
Jungkook la observaba atentamente, cada centímetro de su rostro, y con su pulgar lentamente limpió una de las lágrimas, para luego acariciar su mejilla y bajar la mano, regalándole una sonrisa a medias.

―Ten ―le entregó la botella de Whisky―. Lo necesitas tanto como yo.

Crystal observó detalladamente su rostro, notando el hematoma en su pómulo y labio, soltando un suspiro, para luego llevar la botella a sus labios, dándole un gran sorbo que la hizo jadear al sentir como quemaba su garganta.

―Aquí estamos ocho años después ―murmuró tomando la botella―. Exactamente en el mismo lugar donde nos acostábamos a observar la estrellas.

―Tan miserables como lo éramos en ese tiempo.

―Pero éramos felices cuando estábamos juntos.

―Lo éramos.

―Podríamos...

―No, Jungkook.

―¿Qué fue lo que sucedió con... él?

―Me echó ―respondió con un hilo de voz―. Cree que le fui infiel al punto de acostarme contigo, que aún cuando mi hija estaba presente era capaz de algo así.

El pelinegro quiso fingir sorpresa, pero no podía, porque al decirle que era el amante, fue lo que más le dio a entender sin importarle en lo absoluto.
¿Sentía culpa por haber destruido su matrimonio? Para nada, porque deseaba que Crystal se lo dijera de una vez, que Taehyung supiera la verdad para poder recuperarla, y ahora era su oportunidad.
Ahora que había pasado quería que fuese suya nuevamente. Quería más que nada tener la historia de amor que no pudieron años atrás.

―¿Cómo puede pensar que éramos capaces de hacer eso, cuando sólo llevábamos a nuestros hijos a divertirse? Imbécil ―espetó molesto.

―Creo que es normal. Es decir, te atreviste a ir a nuestra casa como si nosotros... como si nosotros... ¡No lo sé! ―sollozó cubriéndose el rostro con una mano, sintiéndose frustrada.

Jungkook apartó su mano lentamente y tomó su rostro entre las suyas, limpiando sus lágrimas con los pulgares, observando como brillaban sus ojos por las lágrimas.
La fémina no podía evitar perderse en los suyos, lo que quería hacerlo sonreír de manera arrogante, pero se contuvo.

―¿Cómo si no nos deseáramos con tanta pasión? ¿Cómo si las ganas de estar juntos no nos consumiera? ―preguntó llevando un mechón de su cabello detrás de su oreja, sintiendo cómo se estremecía al cerrar los ojos por un momento.

Tomó una bocanada de aire tratando de ignorar el deseo que comenzaba a nacer nuevamente, y para sorpresa de la castaña, apartó su mano, volviendo su mirada hacia el frente, para luego tomar la botella y darle un sorbo.

―¿A ti qué te sucedió?

―¿Además de que tu marido me golpee varias veces en el rostro? ―chasqueó la lengua, viendo como ella le daba un sorbo―. Sunmi ha regresado, Crystal.

Ella giró su cabeza rápidamente, observándolo con los ojos abiertos a la par por la sorpresa.

―¿Cómo pasó?

―Hace algo de una hora tocaron la puerta y...era ella ―explicó encogiéndose de hombros―. Volvió sin decir una palabra.

―A lo mejor quiere hacerse cargo de su Daehyun. Por lo que tú me has contado era una buena madre.

―La mejor ―soltó una ligera risa―. Pero cambió, y no le creo una mierda luego de que se atreviera a abandonarlo por tres jodidos meses. Lo primero que hizo fue disculparse y besarme.

Crystal lo miró rápidamente tensándose, como si saberlo no le hubiera gustado para nada y le preocupara, pero este no lo notaba al estar observando la luna.

―¿Le correspondiste?

―¡Claro que no!

―¿P-Por qué? ¿Por qué no lo hiciste?

―No puedo olvidar lo que me hizo. Parece ser un día para golpear a Jeon Jungkook, porque terminamos discutiendo y también me golpeó. No puede ser tan cínica ―espetó girando a verla, relajando sus facciones―. Además, estoy perdidamente enamorado de ti, Crys. Lo único que quiero es recuperarte, y demostrarte que a mi lado puedes ser realmente feliz.

No pudo evitar tensarse al escuchar su respuesta, por lo que volvió a beber tratando de ignorarlo. Al seguir notando su mirada tan intensa, decidió cambiar el tema de conversación, para así quitar la tensión que iba a creciendo cada segundo.
























―¿Recuerdas cuando estábamos en uno de los partidos de baloncesto, y el capitán del equipo contrario me golpeó en los últimos cinco minutos? ―preguntó Jungkook, tratando de no reír.

―Claro que sí. Cuando fue a beber agua se enteró por su amigo que tú habías estado con su novia, ¿cierto?

―Exacto.

―Jimin y Hoseok no dudaron en defenderte y comenzaron a golpearse entre todos. Fue un maldito desastre y los suspendieron ―continuó riendo―. Eras tan idiota, Jungkook.

―No puedo negarlo. Cada vez que me acuerdo, me detesto, pero otras como ahora que no estoy sobrio, se me hacen anécdotas divertidas.

Crystal le dio un gran sorbo al Whisky y se lo dio a Jungkook. Llevaban bebiendo más de la mitad de la botella, por lo que ella al no tolerar tan bien el alcohol como el pelinegro, no podía evitar reírse de cualquier cosa. Por momentos hasta arrastraba las palabras haciendo reír a Jungkook, que estaba igual que ella.
Ya no había tensión en el ambiente, al contrario, estaban disfrutando demasiado de la compañía del otro, riendo al recordar algunas anécdotas del instituto.

―Oye, me tengo que levantar temprano para llevar a Daehyun al colegio, porque estoy seguro que Sunmi no tiene idea de dónde es.

―¿Ella va a dormir allí en tu casa?

―Me envió un mensaje mi hijo, preguntando si su madre puede quedarse allí. Quiere pasar más tiempo con ella, así que no puedo negarme, Crys ―explicó haciendo una mueca―. Aún así, no pienso volver a esa casa esta noche. Dormiré en el coche o no lo sé. Buscaré algún lado.

―Puedes quedarte a dormir en mi casa esta noche.

―¿Qué? ¿Qué acabas de decir?

―Hace dos años Taehyung me compró un departamento ―respondió tratando de no recordarlo―. Debo pedirle la llave al vecino de abajo. Su esposa suele encargarse de limpiarlo. Son amigos de Taehyung, además Joohun lo ve como su nieto.

―¿Tú crees que sea buena idea que me quede esta noche? ―inquirió alzando una ceja.

―Claro que no. Nunca nada se siente correcto contigo, pero no deberías dormir en el coche.

―Lo siento por eso. Juro que he cambiado y quiero que sientas lo contrario...

―¿Vamos?

Jungkook hizo una mueca al ser interrumpido, pero aún así, con algo de dificultad se levantó, y al ver a Crystal casi caer, no dudó en ayudarla mientras ambos reían por el efecto del alcohol.

―Tú no estás en condiciones de conducir, así que vamos en mi coche.

―Pero el mío...

―Durante la mañana lo buscamos. No te preocupes, Crys.

―Está bien.

Comenzaron a caminar tranquilamente hacia el coche de él, y al subir no podían evitar sentir como la tensión crecía con intensidad cada segundo.
La temperatura aumentaba, por lo Jungkook sentía su corazón latir con fuerza contra su pecho, al punto que estaba seguro que en cualquier momento iba a salirse, pero aún así, volteó a verla notando su respiración pesada. Sin poder soportar un segundo más el deseo al ver su mirada y como también tenía la respiración pesada, la tomó bruscamente de la nuca, juntando sus labios en un beso hambriento, siendo correspondido sin dudar.

¡Hola!

¿Qué opinan del capítulo? ¿Qué creen que pase entre ellos? SÓLO FALTAN 3 CAPÍTULOS PARA EL FINAL, LLOREN CONMIGO

Espero que les haya gustado, no se olviden de votar y comentar

¡Nos leemos pronto!

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