13; MALDITA REALIDAD
❧ PERFECT FAMILY
MALDITA REALIDAD ಌ
―¿Mi amor?
Crystal escuchó una voz masculina que la desconcertó. Se sentía exhausta con ganas de seguir durmiendo, pero aquella voz no se lo permitía, y la gran claridad que había hizo que volviera a cerrar los ojos por la manera en que la cegó, como también provocó que su dolor de cabeza se volviera aún más punzante, por lo que soltó un quejido.
―Despierta, amor. Tenemos que hablar.
Al sentir cómo movía su brazo, refregó sus ojos y bostezando comenzó a sentarse con dificultad. Cuando logró abrirlos sin que se cerraran por el cansancio, otra vez volteó encontrándose con Taehyung, que llevaba una camisa blanca, un pantalón café y zapatos marrones. Su cabello rizado caía por su frente y tenía ojeras, pero aún ante los ojos de Crystal, lucía tan atractivo como siempre, hasta que recordó lo sucedido.
Recordaba como lloró desconsoladamente porque le era infiel, por lo que sentía su sangre hervir. Tenía ganas de gritarle y hasta por primera vez abofetearlo, pero luego recordó la llamada con Jungkook, cómo ambos se masturbaron, y ella al correrse colgó la llamada. Rompió en llanto por la culpa, porque a pesar de saber que Taehyung la engañaba, ella terminó haciendo lo mismo de cierta manera y se sentía miserable. El pelinegro volvió a llamarla, pero apagó su celular porque no era capaz de volver a hablar con él luego de eso.
Sentía que la situación la sobrepasaba, no sabía cómo enfrentarla y quería desaparecer por haberse atrevido a hacer algo así. También por el dolor que le provocaba saber que, Taehyung era capaz de algo así, y fingir que estaba todo más que bien, que la seguía amando.
―Lamento no haber llegado temprano como lo prometí y... sé que tanto disculparme por lo mismo es agotador para ti...
―¿Quién es, Taehyung? ―humedeció sus labios resecos y giró a verlo.
―¿De qué hablas? ―frunció el ceño, confundido.
―¡¿Quién es la mujer con la que te revuelcas?! ―interrogó furiosa, provocando que se sobresaltara.
―¿De qué carajos hablas, Crystal? ―se levantó rápidamente.
―¡De que me eres infiel!
Taehyung en ese momento sentía que su esposa había enloquecido por completo, porque no entendía en absoluto lo que estaba ocurriendo. Sabía que últimamente habían estado discutiendo demasiado, pero siempre con razones.
Ahora había llegado muy lejos, al punto en el que estaban discutiendo por algo que realmente no sucedía, por lo que no sabía cómo había llegado a esa idea, sonando tan segura. Tanto así que lo sorprendía.
―Tienes que calmarte. No sabes lo que estás diciendo, por Dios. ¡¿De dónde carajos has sacado eso?! ―preguntó exaltado.
―¡Nuestra propia hija me lo ha contado! ¡Encima tienes la decencia de hacerlo frente ella, maldito infeliz! ―le lanzó un almohada que golpeó su pecho y él tiró al suelo.
Todo comenzaba a tener sentido para Taehyung en ese momento, por lo que soltó una risa cínica. Negó con la cabeza y sacó el celular del bolsillo de su pantalón, para luego tirarlo frente a Crystal que lo miraba sorprendida.
―Revísalo. Vamos, hazlo ―la animó―. Allí podrás encontrar cómo te soy infiel como dices.
La castaña algo dudosa lo tomó, observando el fondo de pantalla donde salía abrazando a Sunhee mientras ella reía, por lo que tragó con dificultad. Aún así, revisó el historial de llamadas donde solamente salían Jimin y ella, como también el nombre de otro hombre que era su socio. Luego entró a mensajes donde era lo mismo, y suspiró dejándolo a un lado sin querer seguir revisando.
―Puedes borrar todo. No te creo tan estúpido.
Taehyung soltó una ligera risa negando con la cabeza, haciendo que su sangre volviera a hervir, pero este se acercó a la puerta.
―¡Sunhee, ven aquí! ¡Sunhee!
Aquellos gritos hicieron que la niña corriera la habitación de sus padres, y al ver a su padre sonrió, pero al notar su semblante serio, la borró rápidamente sintiéndose nerviosa al pensar que había hecho algo mal.
―¿Qué sucede, papá?
―¿Con qué mujer estoy coqueteando? ―inquirió alzando una ceja.
―No lo sé ―murmuró nerviosa y observó a su madre que tragó en seco.
―Tú le dijiste algo a tu madre. Repítelo frente a mí.
En ese momento al ver a su padre que parecía molesto con ella, sus ojos se cristalizaron mientras su labio inferior comenzaba a temblar.
―No. No llores, Sunhee ―trató de sonar frío, a pesar de que ablandaba su corazón. Pero el hecho de que haya ocasionado una discusión con su esposa, no le gustaba para nada―. Ahora habla.
―N-No es cierto ―negó con la cabeza, limpiando sus lágrimas―. No he dicho nada.
―Sunhee, tú me has dicho que has llegado tarde porque tu padre se bajó a hablar con una mujer...
―¿Has llegado tarde al colegio? ―soltó una risa cínica―. Llegaste cuando ha sonado la campana.
―Lo siento...
―Deja de llorar y ve a prepararte para el colegio ―ordenó y ella salió corriendo, por lo que cerró la puerta.
―No lo entiendo.
―Ayer casi atropello a una mujer...
―¡¿Qué?!
―Me distraje, lo siento. A lo que voy es que tuve que bajarme a disculparme, la mujer me dijo que me veía mal y por eso fue que reímos ―explicó pasando los dedos por las hebras de su cabello, sintiéndose frustrado―. Pero sólo hablamos por dos minutos donde me dijo que estaba más que bien. No te soy infiel por eso, maldición.
En sus ojos lograba ver la sinceridad, por lo que la culpa empezó a carcomerla de gran manera. Un nudo en su formó en su garganta y las lágrimas brotaban, por lo que Taehyung se acercó sin dudar a abrazarla para que supiera que estaban bien, pero para su sorpresa fue empujado.
―¡No me toques! Te odio. Odio todo de ti...
―¿Por qué me dices eso? ―preguntó dolido.
―Me tienes cansada con tu maldita ausencia. Ya no me siento amada por ti, y el que creas que con tu dinero, con obsequios puedes arreglarlo todo, hace que ya no quiera absolutamente nada de ti ―expresó sollozando―. ¡¿Por qué no puedes demostrar que me amas?! ¡¿Por qué no puedes darme algo de tu tiempo?!
―Tienes que calmarte ―intentó acercarse nuevamente, pero volvió a ser empujado.
―¡He dicho que no me toques!
Su esposo decidió pasar de sus palabras, por lo que la envolvió en sus brazos con algo de fuerza, sintiendo como ella trataba de golpearlo para que se apartara, pero la estrechó aún más entre sus brazos provocando que en un momento decidiera darse por vencida y derrumbarse. Sabía que su cabeza era un caos en ese momento, por lo que quería que supiera que, a pesar de todo, estaba allí para ella y que no pensaba dejarla sola.
Pero lo que no sabía en absoluto, era que estaba llorando tan desconsoladamente porque sentía culpa por la llamada con Jungkook, por haberlo deseado más que nada de forma sexual estando casada y sabiendo que no era correcto.
Crystal se encontraba en su casa junto a Hyeyoon, pues no tenía para nada ánimos para trabajar. Sólo deseaba quedarse en su cama, abrazarse y llorar desconsoladamente hasta no tener más lágrimas, pero eso no podía ser porque levantaría sospechas y no era capaz de abrir la boca.
Estaban sentadas en el sofá bebiendo café, mientras conversaban porque ahora más que nunca necesitaba de su mejor amiga, y de sus consejos. Estaba completamente aterrada por lo que sucedía, y por sus sentimientos tan intensos que la consumían.
―Aún no entiendo cómo tu hija ha sido capaz de inventar algo así ―mencionó dejando la taza de café frente a la pequeña mesa rectangular morada.
―No sé si inventar ―suspiró―. Ella siempre ha sido muy celosa con Taehyung, así que verlo tan sonriente con otra mujer que no seamos ella o yo, la hizo molestar.
―¿Han hablado con ella?
―Taehyung hizo que hablara frente a nosotros, aunque terminó llorando, pero estoy segura que en el camino al colegio habló con ella tranquilamente.
―Vaya mierda ―apoyó la mano en el brazo de su amiga―. ¿Y tú por qué pareces tan afectada si han logrado arreglarlo? Ya has visto que tu esposo es incapaz de serte infiel.
—Hice algo horrible ―respondió cubriéndose el rostro con las manos.
Su celular que se encontraba en la mesa, comenzó a vibrar, por lo que ambas voltearon a ver que se trataba de una llamada. Crystal al ver que era el número de Jungkook, lloriqueó.
―Oye, deberías contestar. Tu celular no ha dejado de vibrar por los mensajes. Seguramente sea la misma persona te está llamando porque no le respondes.
―No puedo...
―¿Por qué?
―Es Jungkook.
―¿Te está molestando? Dímelo y te juro que le partiré el trasero...
―¡No!
En ese momento las lágrimas de Crystal, empezaron a brotar al no ser capaz de seguir reteniéndolas. Creía que podría confesárselo a su mejor amiga, pero se dio cuenta que tampoco era fácil, quizás porque el hecho de decirlo en voz alta lo hacía más real y eso la asustaba de gran manera.
No sabía cómo había sido capaz de hacer algo así, cuando jamás en el tiempo que llevaban juntos fue capaz de mirar a otro hombre, porque con Taehyung siempre lo tuvo todo y se sentía plenamente feliz. Mientras tanto, su mejor amiga la observaba preocupada, acariciando su cabello, porque hacía demasiado tiempo no la veía así. Inmersa en la desesperación. Solamente dos veces la había visto así, cuando Jungkook rompió su corazón y al enterarse de que estaba embarazada.
―¿Qué sucede con Jungkook, Crystal?
―Le fui infiel a Taehyung con él ―confesó sollozando desconsoladamente.
―Dime que es broma.
―Ojalá lo fuera. No sabes cómo estoy de arrepentida ―dijo con un hilo de voz, tirando de su cabello―. ¡Soy una idiota!
―Hey, cálmate ―tomó sus manos―. ¿Te acostaste con él?
―No.
―¿Lo besaste?
―No.
―¿Qué? Entonces, ¿cómo demonios le fuiste infiel si no has hecho algo así? ―cuestionó con la voz aguda de lo normal. La castaña no contestó, sólo sollozó bajando la cabeza―. Crystal, dime.
―Cuando me enteré que, supuestamente, Taehyung me era infiel, Jungkook me llamó porque no estaba de acuerdo con alejarse de mí ―explicó con la voz temblorosa―. Creo que fue por el dolor, por el rencor... nosotros nos... hablamos del pasado mientras... ya sabes, masturbábamos.
―¡Oh, Dios! ―exclamó cubriéndose la boca con las manos―. ¡¿Y cómo fue?! ¡¿Qué se siente hacerlo por llamada y con alguien que no es tu esposo?!
―Hyeyoon, ¡engañé a Taehyung!
―Cierto. Lo siento ―su emoción desapareció por completo―. Si lo piensas bien, técnicamente, no hubo contacto físico con Jungkook, así que no es tan grave ―opinó apretando su brazo y le regaló una sonrisa tranquilizadora.
―¡Pero me imaginaba con él!
―¡Exacto! Sólo te imaginabas, no pasó. Yo creo que...si no es algo físico, no hay engaño ―se encogió de brazos―. Piensa como yo, así esa culpa desaparecerá, aunque sea un poco.
―No puedo.
―A veces las personas olvidan lo importante que es dar atención, cuando ya tienen a quien tanto quieren. Por esa razón suceden estas cosas.
―Pero lo amo y tengo miedo de perderlo, Hyeyoon.
―Tienes que alejarte de Jungkook, y ahora más que nunca, no sólo por lo que ha pasado entre ustedes.
―¿Qué voy a hacer? ―preguntó mirándolo desesperada―. No me puede estar pasando ésto.
―Yo me encargaré de buscar a Sunhee ahora, pero aléjate lo más que puedas de Jungkook ―ordenó volteando a ver a su celular que volvía a sonar por una llamada de él―. Diablos, bloquea a ese maldito obsesionado.
Crystal le agradeció a su amiga desbordando en lágrimas porque lo que más necesitaba era su apoyo, y tenerlo sin que la juzgara le aliviaba demasiado.
Luego de recibir a su hija, subió a darse un baño para relajarse, pero cuando los minutos pasaron y tenía su cabeza inclinada hacia atrás con los ojos cerrados, tratando de pensar con claridad cómo podría arreglar la situación, sintió como alguien se puso sobre ella, causando que se sobresaltara y un chillido escapara de sus labios por el miedo.
Al levantar la mirada y encontrarse con Taehyung, que aún llevaba su camisa blanca que tenía desprendidos los primeros cuatro botones enseñando un poco su pecho, y aún llevando el pantalón café, no pudo evitar sorprenderse, perdiéndose en su mirada oscurecida que desbordaba de lujuria.
Cuando este estaba en la empresa, no podía concentrarse en el trabajo, porque no dejaba de pensar en lo que había sucedido en la mañana y en cómo tuvo que dejar a su esposa aún llorando, ya que no podía llegar tarde. La culpa lo carcomía cada hora más al saber que ella lo necesitaba en ese momento, y lo seguía necesitando así como él a ella, por lo que decidió salir de allí a pesar de los llamados de Jimin.
Al entrar al baño y ver su cuerpo desnudo en aquella bañera, un inusual calor creció por su cuerpo, y de inmediato supo que ya no podía aguantar más el deseo.
―¿Q-Qué haces aquí?
―Estoy cansado de que el trabajo me quite tanto tiempo. Necesito a mi esposa ―admitió en casi un murmuro con la respiración pesada.
Crystal con las manos húmedas lo tomó del rostro, juntando sus labios en un beso hambriento mientras él trataba de desprender su camisa.
―Deberías haberte quitado la ropa antes de entrar ―rieron.
―Al menos me quité los zapatos para no arruinarlos, pero no pude contenerme más porque te necesito demasiado ―murmuró sobre sus labios, quitándose la camisa para tirarla a un lado y volver a juntar sus labios.
―Y yo a ti, cariño.
Una vez que logró deshacerse de su pantalón y bóxer, volvió a juntar sus labios, rozando su miembro contra su feminidad, provocando que gimiera mientras se lo apegaba más a ella porque no soportaba las ganas de sentirlo de una vez. Sentía que estaba torturándola a propósito con la fricción.
―Hazlo, por fa...
Crystal no alcanzó a terminar de hablar cuando Taehyung, sin previo aviso, se introdujo provocando que un grito escapara de sus labios, clavando las uñas en la espalda de él que soltó un gruñido y cerró los ojos con fuerza por un momento.
Se quedaron unos segundos mirándose fijamente con la respiración pesada, pues sentían que con eso lograban decirse todo lo que no podían con palabras. Él rozó sus narices y juntó sus labios en un beso apasionado, deslizando su lengua por la suya para tomar el dominio, mientras empezaba a moverse lentamente al principio.
La castaña quería hablar, pero no podía por los gemidos que escapaban de sus labios al sentir cómo iba aumentando sus movimientos, logrando dispersar sus sentidos. Su esposo le envolvió la cintura con su brazo mientras tenía la otra mano aferrándose al borde de la bañera. La embestía con fuerza y dureza, ya sin poder contener el deseo que tanto había reprimido, provocando que el agua de la bañera por momentos cayera al suelo, algo que a ninguno le importaba porque estaban concentrados en el placer que se provocaban.
―Sigues volviéndome tan loco ―murmuró entrecortado en su oído y gimió, haciendo que ella inclinara su cabeza hacia atrás, mordiendo su labio inferior al escucharlo de esa manera―. Oh, Crystal...
Un gruñido escapó de sus labios al sentir como su vagina succionaba su miembro, a pesar de que entraba y salía con rudeza. La fémina se aferraba a su espalda rasguñando por momento y gimiendo, como también pedía más con algo de dificultad, a pesar de que el dolor comenzaba a hacerse evidente al estar algo incómoda en esa bañera, pero no era capaz de frenar ese momento porque se sentía enloquecer de placer.
El sonido de sus cuerpos al chocar, como el del agua al caer, los gruñidos y gemidos de él en su oído, era todo lo que podía escuchar.
Un par de embestidas rápidas bastaron para que soltara un grito ahogado, aferrándose a la espalda de su esposo, mientras sus paredes se contrajeron al alcanzar el tan esperado orgasmo que había necesitado por parte de él.
Este al verla de esa manera sonrió satisfecho y siguió sus movimientos rápidos, pero profundos, sin dejar de ver el rostro de su esposa que mordía su labio inferior. Otros golpes más bastaron para que gimiera por lo alto, aferrándose con ambas manos al borde de la bañera mientras una vena dejaba notarse en su frente y cerraba los ojos con fuerza.
Unos pocos segundos después se dejó caer sobre el cuerpo de su esposa, que tuvo que girar su rostro al sentir como se asfixiaba ante su grande cuerpo, pero aún así sonrió, tratando de recuperar el aliento al igual que él.
―Creo que la edad está comenzando a pasar factura ―murmuró con voz ronca y rieron exhaustos.
―Yo también lo creo ―acarició su cabello, pero luego abrió sus ojos a la par por el susto―. ¡Sunhee!
―Tranquila, amor ―observó su rostro con una sonrisa―. Le di dinero a la niñera para que se la llevara al parque y luego a comer algo.
―¿La llamaste?
―Antes de venir aquí lo hice. Necesito que estemos solos por un buen rato ―mencionó dejando un beso en sus labios.
Taehyung y Crystal se encontraban recostados, ambos sin ropa luego de tener relaciones nuevamente. Pues, luego de tanto tiempo, él quería demostrarle que esa llama jamás se apagó, al contrario, ardía más que nunca. Observó su rostro, sus largas pestañas al tener sus ojos cerrados, las pecas esparcidas en su rostro, sus labios rosados e hinchados que tenían una sonrisa que causaba la suya. En ese momento estaba seguro que podría pasársela admirándola por una eternidad, y jamás se cansaría porque le daba paz.
Estaba más que seguro que el amor que sentía por ella estaba tan intenso, y seguía siendo el motivo de su felicidad. El pensar que pudo llegar a perderla por su trabajo, le hacía sentirse un idiota, por lo que se prometía mejorar.
―Me alegra que decidieras venir ―murmuró abriendo los ojos y acarició su mejilla―. Y aún más que me hayas demostrado que también me necesitabas.
―Ya no podía seguir usando mi mano ―bromeó causando su risa.
―Eres un idiota.
―Es que he estado demasiado estresado y más con las discusiones tan seguidas que hemos tenido ―suspiró―. En verdad, perdóname por haber sido tan idiota y no haberles dado la atención que se merecen.
―Pero seguirás trabajando las mismas horas...
―No. Hablaré con mi padre al respecto. Trabajaré lo que sea necesario, pero no permitiré que mi hija, en plena niñez, se acostumbré a no tener a su padre presente, como tampoco permitiré que el no estar junto a ti arruine nuestro matrimonio. Volveremos a ser la familia perfecta ―aseguró antes de juntar sus labios en un pequeño beso―. Te amo más que a nada en el mundo, y si llego a perderte por mi culpa, no sé lo que haré, mi amor.
―Jamás me perderás. Te amo, cariño ―dijo con suavidad, observándolo fijamente, notando como sus ojos se iluminaban mientras sonreía, por lo que volvió a juntar sus labios.
―Gracias por perdonar tantas veces a este idiota ―se aferró a ella.
―Iré al baño.
Taehyung la soltó para que se levantara, y al ver las joyas suyas en la mesita de noche, se estiró para tomar un brazalete que había visto la anterior vez.
―¿Sabes? ―habló observando el brazalete y acarició el dije que tenía su inicial―. Es muy lindo. Estoy seguro que yo te hubiera regalado uno igual. Por lo visto con Hyeyoon tenemos los mismos gustos en cuanto a regalos ―sonrió.
―Lo sé ―murmuró nerviosa y decidió retomar el camino al baño, llevándose una mirada de su esposo.
―Creo que quiero una tercera ronda.
Al escuchar la risa de su esposa antes de entrar al baño, aún sonriendo dejó el brazalete a un lado en la cama, para luego cubrirse mejor con la sábana, pero el sonido del celular de ella, llamó su atención.
Desde que llegaron a la habitación lo había escuchado vibrar un par de veces y decidió ignorarlo, pero ahora que se encontraba solo, esperándola, no pudo evitar sentir curiosidad al escucharlo vibrar seguidamente.
Mordió su labio inferior tratando de convencerse que no debería sentir curiosidad, pero al recordar las discusiones que habían tenido y la inseguridad que llegó a sentir, le hizo suspirar y tomar el celular. Quería silenciarlo -esa era al menos su intención-, hasta que bajó la barra de notificaciones donde iba a hacer eso, pero por error leyó uno de los mensajes. Eso hizo que tomara la decisión de entrar a la conversación del número que su esposa no tenía siquiera agendado. Sin dudar comenzó a leer los mensajes que le había enviado desde la noche anterior.
Crystal, contesta la llamada. 01:01 AM
¿De nuevo empezarás a ignorarme por lo que ha sucedido? 01:05 AM
Diablos, no puedes seguir negando ésto. 01:10 AM
Hoy
Contéstame, por favor. 10:30 AM
No puedes volver a hacerme ésto. No puedes hacernos ésto a nosotros. 14:14 PM
Sabes que ambos la pasamos bien, Crys. 16:45 PM
Necesito hablar urgente contigo. 19:16 PM
Crystal, está pasando algo. Contesta, mierda. 19:30 PM
Sé que el infeliz de tu esposo está trabajando, así que no tienes excusa para no hablarme. 19:32 PM
CONTESTA EL PUTO CELULAR, CRYSTAL. 19:36 PM
MALDICIÓN, SI NO LO HACES IRÉ A BUSCARTE. 19:40 PM
Taehyung sentía como el oxígeno abandonaba por un momento sus pulmones, y se sentía temblar de impotencia, pero aún así deslizó el pulgar por la pantalla subiendo la conversación, leyendo algunos mensajes hasta que llegó a una fotografía. Una fotografía que jamás esperó encontrarse, pero veía cómo con la toalla blanca cubría su miembro, llegó a ver su antebrazo tatuado y sus abdominales.
En ese momento, tiró el celular a un costado y se cubrió el rostro mientras las lágrimas comenzaban a brotar.
La maldita realidad golpeó su rostro, haciéndolo reaccionar, rompiendo en mil pedazos su corazón y destruyendo por completo la felicidad. Aquella felicidad que sintió segundos atrás junto a su esposa, al pensar que todo volvería a ser como antes, pero ahora no sabía cómo podría volver a pasar.
Escuchó el sonido de la cadena y rápidamente volvió a dejar el celular a la mesa de noche. Limpió sus lágrimas con brusquedad mientras sorbía su nariz, para luego inhalar y exhalar, tratando de mantener la calma y no seguir pensando en los mensajes que había leído. Pero en su mente no dejaba de repetirse las conversaciones, a pesar de que la mayoría de veces su esposa no respondía, aún así aquel hombre siempre aclaraba que algo sucedía entre ambos, y estaba seguro que mientras él trabajaba, no dudaban en entregarse a la lujuria, por lo que no podía evitar imaginárselo y sentía que iba a romper en llanto.
Crystal salió del baño y sus miradas se encontraron. Ella le sonrió haciéndole sentir que seguía realmente enamorada, como si no estuviera destrozando su corazón, y en ese momento, se dio cuenta que a pesar de que ahora le hacía sentir el infierno, seguía haciéndole sentir también el mismísimo cielo.
¡Hola!
¿Qué creen que pase ahora que Taehyung ha leído los mensajes?
Espero que les haya gustado el capitulo, no se olviden de votar y comentar
¡Nos leemos pronto!
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