Abrir los ojos


Jimin.

Casi me arrastre al baño, el calor fue instantáneo aún más fuerte que cuando tengo mi celo, la piel me ardía y empecé a sudar frío, daba gracias a la madre luna que no había nadie en el piso, parecía que el señor Jeon los había corrido a casa.

Puse el seguro de la puerta, quitarme el cinturón estaba siendo demasiado lento, subí mi camisa y la metí a mi boca para poder evitar gemir con mi propio tacto, al bajar mis pantalones y ropa interior note que esta estaba demasiado mojada, mi erección ardía como el infierno, apenas la tome en mi mano y la sensación de placer llegó hasta mi columna pero mi entrada palpitaba con fuerza mientras mi lobo daba vueltas inquieto queriendo rascar la superficie para salir.

Cerré los ojos empezando a mover la mano, pero también necesitaba estimularme con los dedos, no sería suficiente el solo masturbarme así.

El aroma a chocolate llego de nuevo a mi, tan intenso que solo escuche como se rompía el seguro de la puerta. Jungkook tenía la mirada ennegrecida.

—¿Te preparabas para mi? —su voz casi se escucho en un gruñido.

Me alzo con una mano y termino de quitar mis pantalones, su miembro se asomo poderoso del zipper de sus pantalones, sus labios me besaron con intensidad ahogando el grito que salió de mis labios al ser penetrado de un golpe. Mi entrada se amoldo al tamaño abriéndose bastante.

Su longitud golpeaba mi próstata con cada embiste, me sujetaba de sus hombros, sujeto mi erección con una de sus manos, su fuerza era demasiada que me hacia sentir que no pesaba nada.

—Jungkook — me miró lamiéndose los labios —solo un poco más.

Bajo el asiento del baño y se sentó, para subirme de espaldas hacia él.

Cuando me senté en su miembro podía ver como entraba y separaba mis nalgas, volvió a tomar mi miembro, sacudiéndolo al ritmo de mis brincos sobre su erección.

En cuestión de segundos mi orgasmo me llegó, llenando mi abdomen con mi semen caliente.

Abrí los ojos respirando de manera agitada, solo en un cubículo. Apoye la cabeza contra la puerta.

Jamás me había masturbado de esta manera menos pensando en él señor Jeon.

Acomode mi ropa y lave bien mis manos, mire mis mejillas sonrojadas, seguía teniendo las pupilas dilatadas, aun tenía el deseo de tener sexo, pero ya me había controlado un poco.

Cuando salí del baño, corrí a mi oficina quería tomar mis cosas e irme antes de que volviera a tener una erección ante el aroma de Jeon.

—¿A dónde vas?

Jungkook estaba parado frente a mi con su camisa a medio abotonar, con su cabello despeinado, sus ojos eran de un amarillo intenso, y casi se podía notar el vapor de su aliento.

—Me voy a casa por hoy, se que usted no la esta pasando bien.

—Tu lobo tampoco la esta pasando bien, no ha dejado de llamarme —se me acerco respirando tan cerca de mi que mis piernas temblaron —me pide que lo tome —paso su nariz por mi glándula de aroma y yo quería ceder —pero no soy esa clase de alfa —dejo un beso en esa parte —aunque me muera por tener, por probarte, no podría pedirte que me ayudes.

—Usted sabe que yo...

—¿Qué lo hiciste con Hoseok? —gruño —claro que lo sé, y me repugna que ese alfa te tuviera —se alejo de mi —da gracias a la madre luna que yo me puedo controlar, porque si te llevo a que me ayudes con mi celo, el mío dura tres días y no saldrás sin ser marcado, anudado y siendo completamente mío.

Se que era el lobo de Jungkook el que hablaba, pero no podía evitar pensar que yo podría aceptar que hiciera todo eso, mi lobo casi salía también, estaba ansioso, estaba rogando porque cediera, estaba rogando que lo sedujera.

—Pero si debo hacer algo, solo para que estes consciente de lo que hablo.

Me alzo para besarme, me apoyo contra la pared, su lengua estaba en mi boca haciendo estragos con mi estabilidad, su erección se pegaba a mi entrepierna, magullaba mis labios con pequeñas mordidas, intente bajar mi mano pero la detuvo.

—No harás algo de lo que te arrepentirás después, demonios Park, no me hagas esto más difícil.

Sentí que me tomaron de la muñeca y jalaron de mí.

—¿No eres ese tipo de alfa? —Hoseok empujo a Jungkook —maldito hipócrita.

—No te metas en esto Jung no te compete.

Ambos se gruñían, yo reaccione de manera rápida.

—Me iré, señor Jeon tome otra dosis, señor Jung vaya a casa no esta ayudando en nada aquí.

Sali tan pronto como pude, sentía mis pantalones húmedos de mi entrepierna, no estaba pensando con claridad ahora.





Jungkook

Los tres días mas largos de mi vida, tres días que me estuve masturbando con el recuerdo del mejor puto beso que he tenido en mi vida, con el aroma de Park Jimin en mi ropa, pero claramente mi mano no fue suficiente, mi lobo me odio, no lo escuche después de eso, quería haberse llevado a la omega de una vez por todas, pero lo detuve, porque no era correcto.

Porque cuando Park Jimin este conmigo, será porque esta en sus cinco sentidos, no siendo dominado ni por su lobo, ni por el mío, me odiaría que un encuentro fuera guiado por las feromonas nada más, quería todo el paquete completo.

—Buenos días señorita Junji.

—Buenos días señor Jeon, tengo todos sus pendientes en su escritorio, ¿Cómo se siente?

—Supongo que bien, marque a los clientes del bloque C, necesito una reunión para esta semana.

—Enseguida señor Jeon.

Una risa llego a mis oídos, mire a Jimin cubriéndose el rostro por algo que le había dicho Hoseok, no pude evitar gruñir, su mirada fue directo a la mía, inclino un poco la cabeza a manera de saludo, antes de ser tomado por la barbilla por mi socio y dejarle un beso en la mejilla, tres días fue suficiente tiempo para que ese imbécil hiciera algo para que me hiciera aun lado en la batalla. Es una pena que en el arte de la guerra la paciencia y estrategia siempre son los que vencen.

Fue un día tranquilo, me mantuve ocupado, además de activo con todo, me dio tiempo de relajarme y pensar las cosas, porque mi lado impulsivo últimamente me estaba quitando cordura.

—Que esto quede claro, la única razón por la que me uniré a esto, es porque esos idiotas quisieron la cita aquí, necesitamos tenerlos en la bolsa, de ahí en mas es un asco de elección para negociar.

—Si, si Jungkook, todos sabemos que odias los bares de este estilo, pero no puedes hacer mucho al respecto, la idea de esta inversión es tuya.

Hoseok y yo entramos a un club de acompañantes, nuestros futuros socios ya estaban en el lugar, yo me mantuve con las feromonas hostiles encima todo el rato, asi que las omegas y betas que deseaban acercarse con solo el hecho de ver mi rostro de enfado se alejaban. Lo único bueno es que no me costo mucho conseguir esas firmas, asi que ya podía irme a la mierda de este lugar tan deprimente.

Estaba colocándome el saco, cuando mire a Jimin parado en la entrada del palco donde estábamos, traía unos papeles en la mano, su mirada de horror asi como de tristeza y repulsión estaba muy marcada. Mire lo que observaba y era mi socio siendo atendido de manera oral por una omega entre sus piernas. Jimin camino con furia y le arrojo los papeles.

—Minnie, ¿Por qué no te unes? Tienes un movimiento de cadera delicioso, sirve y si nuestros socios ven tu lindo culo nos aumentan los días de contrato.

Se que Hoseok estaba demasiado ebrio, pero la mirada de dolor de Jimin era real, era muy notorio como su corazón acababa de romperse.

—¿Por qué lloras?

—Usted me hiso venir hasta aquí para ser atendido por una omega, ¿es usted imbécil?

—No, solo disfruto de mi soltería, mi secretario no debería de recriminarme nada, un revolcón, un beso o que sea amable no te da derecho a nada, solo eres la diversión del trabajo.

Tomo una cerveza de la mesa y se la arrojo, note como mi socio se levanto molesto, pero apenas se sostenía de pie.

—Hoseok —dije colocándome enfrente —yo te lo advertí.

Mi puño voló hasta su rostro, haciendo que casi volara sobre el sofá hasta el otro lado, sacudí mi puño, antes de ver como Park Jimin salía del lugar con lágrimas en los ojos...



¿Que dijeron? Por fin se nos hiso, pues nooo, ustedes son mas golosas que omegas en celo!!!

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