Capítulo 7: Can't keep this flowers all around.
Capítulo 7: Can't keep this flowers all around.
"Lo importante, entonces, no es que el crítico llegue a poseer una correcta definición abstracta de la belleza, pero sí cierta cualidad del temperamento que estriba en la facultad de ser profundamente sacudido por la presencia de objetos hermosos. Debe recordar eternamente que la belleza existe bajo muchas formas."
Walter Pater.
Entre caricias matutinas y diálogos sobre la belleza. La vista de Louis caía en una constante decadencia, pero que, sin embargo no era suficiente para nublar el caos plástico frente a él.
Notaba como Harry era él, y no era él, al mismo tiempo.
Había días entre los que el rizado se debatía entre una sonrisa amable, y otros en los que sus ojos se encontraban perdidos en un punto del infinito universo. Harry parecía perderse a él mismo. La belleza estaba siendo destruida por su propia creación. Louis quería hacer algo al respecto, pero se paralizaba cuando observaba aquella sonrisa miserable enrojecida por la sal de las lágrimas que tanteaban las mejillas de Harry.
¿Cómo la humanidad de tu belleza está condenada al caos? ¿Por qué al mirar tus ojos veo un enorme vacío en el que encuentro mi reflejo? Cuando pienso que esto era sobre salvarme, descubro que eras tú el que necesitaba ser salvado. Harry, Harry, Harry.
Estoy obsesionadamente enamorado de ti.
***
Había pasado dos meses donde Louis se sentía extraño, como si no estuviera allí, aunque si lo estuviera realmente. Desde que las palabras de Harry tantearon sus labios nació en él, un inexplicable deseo de búsqueda.
Harry había vierto una ventana en Louis que no sabía estaba consciente de su existencia. No sabía que estaba cerrada.
Louis estaba comenzando a ver y a la vez estaba al borde no volver a ver por el resto de su efímera existencia. Pero ahí, en el borde de su realización, se encontraba este caos de rizos que le reconocía constantemente que él era hermoso, era perfecto, ¿Por qué?
¿Por qué Louis comenzaba a creerle?
Tal vez, influía el hecho de que han pasado dos meses viéndose casi los siete días de la semana. Comenzó con Harry encontrándose accidentalmente con el castaño cuando iba manejando, estaba a punto de atropellarlo porque tal vez Louis había despertado sin poder ver a causa de su enfermedad degenerativa de la vista. Pero la actitud terca del castaño le impedía quedarse en su casa y faltar a la universidad y el trabajo.
Era un viernes de invierno donde Harry le prometió a Louis que se encargaría de llevarlo y traerlo. El castaño se sintió extrañamente agradecido, no por el hecho de conseguir un transporte los días (que en su mayoría) su vista fallaba; sino porque, Harry estaba aquí ayudándolo.
Harry estaba comenzando a ayudar a Louis,
Y el resto del universo parecía purgar la humanidad.
[...]
Louis salió del trabajo alrededor de las nueve de la noche. Se encontraba jodidamente cansado, y sus ojos ardían haciendo que no fuese sencillo ver las imágenes degradadas que se encontraban frente a él.
Louis se le hacía cada vez más difícil ver. El castaño sabía que estaba cerca de perder la visión totalmente. Pero era muy difícil para él aceptar algo así, bueno para cualquier persona tener que lidiar con una noticia así no era asunto sencillo.
Cuando bajo las escaleras del edificio donde se encontraba la editorial logro divisar la enorme sombra de un hombre. El castaño suspiró aliviado al imaginar que el hombre que se encontraba allí era Harry. Sin embargo, para la tragedia del ojiazul aquella forma abstracta se convertiría en el génesis de su apocalipsis.
Ahí estaba él, el recuerdo, el dolor, y
Louis se sentía feo.
-Harry- Tarareó Louis inseguro si quien estaba allí era el rizado. Ciertamente, una pregunta retórica, porque Louis nunca sabía cuando Harry era Harry y cuando Harry no era Harry. Pero su debate fue interrumpido por el ruido de los zapatos de aquella sombra que dio unos pequeños pasos hacia delante.
-Louis...- Gruñó aquella sombra que Louis logró reconocer al tiempo que una aterradora sensación de repugnancia lo abordaba.
Louis se quedó paralizado sintiendo como las lágrimas se asomaban a sus ojos haciendo que el universo se difuminara frente a él. No podía hacer nada más que solo mirar sin mirar como cada parte de él era arrebatada sin que pudiese hacer algo al respecto.
-Ha pasado tanto tiempo- Habló esa voz tan conocida para el castaño haciéndolo temblar.
-¿Qué quieres?- Pregunto Louis sintiendo como su garganta se cerraba ante el pánico. Estaba demasiado cansado para lidiar con sus recuerdos en estos momentos.
-Has perdido peso- Señaló la voz de aquel hombre templando su mano sobre el frágil pómulo del castaño -¿Por qué lo hiciste, Louis?- Preguntó esa voz haciendo que la sangre de Louis hirviera ante su pregunta.
-No hice nada, Liam... yo no... nunca hice nada- Explico el castaño empezando a sollozar silenciosamente. Mierda, se sentía tan pequeño, tan débil, que estúpido se sentía.
-¿Por qué mi padre? ¿Por qué él? ¿Por qué no fue suficiente conmigo? ¿Por qué me dejaste de amar? ¡Mierda!- Gruñó Liam molesto empujando a Louis que no podía ver nada a causa de su decadente visión y sus lágrimas.
-Tu siempre fuiste suficiente, yo- Lo siento tanto- Se disculpó el castaño cubriendo su rostro con sus delgadas manos. No quería que Liam lo viese así. No quería que nadie más lo viera. Porque Louis se sentía feo, aun con el universo brillando entre metáforas, él era un verso muerto, que patético, que triste.
-Te amo, Louis- Susurró aquella voz golpeando la mejilla del castaño- El problema es que tú no mereces ser amado- Sentencio Liam golpeando nuevamente a Louis en el abdomen haciendo que cayese de golpe en el piso.
Nuevamente Louis se encontraba observándose a sí mismo, fuera de sí mismo. Era un momento tan solitario. Donde Louis era consciente que existía, su forma lo hacía, pero su substancia parecía desintegrarse en los sueños de un pasado que lo alcanzaba constantemente.
Sintió como una sombra tapaba la luz de la ciudad.
Era Harry, siempre Harry, mientras sus parpados colapsaban entre ellos.
[...]
Louis despertó cuando escucho las llaves de Harry abrir la puerta de su apartamento. Sin embargo, no se motivó a pronunciar una palabra, sus ojos estaban abiertos, observando escasamente como Harry lo desnudaba para meterlo en la bañera.
Harry tenía una mirada que escondía un enigma tras sus pupilas. Su sonrisa era una sonrisa arcaica que no reflejaba ninguna emoción. Sin embargo, el ritmo de su respiración era tan lento, que a veces parecía haber olvidado que no estaba respirando.
Todo sobre este momento era tan triste.
Louis ocasionalmente dejaba salir una lágrima que Harry limpiaba de su rostro mientras enjabonaba el cuerpo del castaño que estaba dentro de la bañera con abundante agua, aun con su ropa interior puesta.
Era un momento íntimo, no erótico o sexual, sino íntimo. No había baño, no había ropa, no había universo. Solo existían Harry y Louis y el resto del mundo parecía un pequeño telón ante sus pies.
Harry tomó una rosa del florero que se encontraba en el baño y se la entregó a Louis. Porque si, el rizado tenía una insana y excéntrica obsesión hacia las flores (y Louis tal vez).
Louis recibió la rosa entre sus manos apretando fuerte el tallo hasta coincidir con una de las espinas haciendo que sangrara su dedo índice.
Harry se dio cuenta de ello, susurrando un amable "no" a Louis que soltó la rosa para que el rizado besara donde se había cortado.
La rosa floto en el agua de la bañera, y por primera vez esa noche, los ojos de Louis se encontraron con los del rizado. Tal vez esto no iba a mejorar, pero en este momento solo le importaba que existía, que Harry existía y que era hermoso.
-Eres hermoso- Susurró Harry tan silenciosamente que parecía un secreto que solo los dos eran dignos de conocer.
-Pero estas tan triste, que no puedes verlo, Louis- Fue lo último que dijo el rizado mientras lavaba el cuerpo del castaño con una esponja azul.
[...]
Louis se acostó sobre la cama de Harry desnudo sintiendo como la fría brisa golpeaba contra su cuerpo. Solo escuchaba el rizado escritor moviendo cosas en la habitación y ocasionalmente el ruido de hojas de papel interferían en el eco de aquellos sonidos.
Louis comenzó a sentir como unos labios carnosos templaron contra la piel de su muslo derecho haciéndolo suspirar pesadamente. Eran los labios de Harry besando sus horribles muslos. Estaba Mal. Harry era belleza, la belleza no podía gastarse en las piezas rotas de lo feo, no. Louis no merecía esto. Louis no merecía ser amado. Pero tal vez Harry no lo estaba amando, tal vez Harry lo estaba ayudando a despertar.
-Podría escribir poemas sobre tu piel- Tarareo Harry mientras deslizaba su lengua en la parte superior del muslo del castaño cerca de su ingle.
-Es la hora de que despiertes y veas, Louis. "Dormir es morir"- Con aquellas palabras el rizado levanta fácilmente el cuerpo del castaño haciendo que este se encontrara con lo que parecía un cumulo de espejos cubriendo las paredes de la habitación y estos a su vez tenían notas de papel sobre ellos.
Louis se encontraba confundido, y tal vez algo asustado. No quería descubrir lo que había detrás de los papeles en el espejo. No quería ver su reflejo. No quería recordar que no era hermoso. Que no era amado.
Louis camino hacia delante siendo guiado por la mano de Harry para colocarse frente a uno de los espejos. "Tengo miedo" susurro el castaño cerrando sus ojos para evitar llorar nuevamente.
Harry le entrega una pastilla al castaño que al principio dudo de tomarla. Pero los ojos de Harry penetraban sobre su cuerpo y necesitaba ignorar eso. –Te prometo que no sentirás dolor- Fueron las únicas palabras dichas por el rizado luego de que la mente de Louis divagara en un caos donde no podía concentrarse en absolutamente nada.
El tiempo se desintegró para Louis.
El castaño tomó uno de los papeles que se encontraban en el espejo frente a él. En este estaba escrito "Tus ojos tanta poseen humanidad ¿Lo sabias?" Louis se sintió confundido al leer eso pero paso a la próxima nota descubriendo cada vez más el espejo frente a él.
"Dormir es morir, tal vez soñar"
Louis podía ver sus muslos en el espejo, y se sentía tan mal.
"Esos tres lunares pintando sobre tu mejilla son la mejor creación de Dios"
Su rostro quedo descubierto revelando sus pómulos tan tersos y brillantes.
"La belleza y la fealdad son un espejismo porque lo demás termina viniendo de nuestro interior."
El pecho de Louis se reflejaba en el espejo cantando dulces melodías.
"¿Ves esos pliegues en el borde de tus ojos? Anoche soñé que encontraba poemas sobre ellos"
El cuerpo de Louis estaba reflejado casi de manera de completa en el espejo, y era tan abrumador reconocer lo que veía en él.
Louis veía algo hermoso.
"Debe recordar eternamente que la belleza existe bajo muchas formas."
Entonces abrió el último papel que se encontraba sobre el espejo.
"Eres hermoso, Louis. Todo este universo que ves frente a ti pertenece a tu creación. La belleza pertenece a tu creación."
Louis por primera vez pudo ver.
Él no estaba perdiendo la visión, porque había pasado toda su vida ciego, y ahora la belleza se revelaba frente a él.
Louis se volteo encontrándose con el rizado que tomo una foto y se la entrego.
-Nunca olvides esto, Louis- Susurró Harry con los ojos cristalizados.
-Cuando me siento así de drogado me siento como arte- Dijo el castaño limpiando sus lágrimas dejando escapar una pequeña risa.
Louis era perfecto, Louis era arte y belleza.
Por primera vez pudo ver esa noche,
Pero tal vez se había quedado finalmente ciego observando los ojos tristes de Harry.
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Hola hermosas lectoras,
Espero que se encuentren muy bien, aquí les traigo este cap <3 espero que les guste.
Subí una nueva traducción si quieren se pasan.<3
Gracias a ustedes por leer esta historia, significa mucho para mi, enserio. <3
Tengan un lindo día.
All the love as always, G&G.
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