4 años atrás.

Joey

Siempre fui una niña madura para su edad y me tocó serlo cuando Elena comenzó a molestar nos a mi, a mis amigas.

Pero yo no sabía que desde ese día, mi vida cambiaría para siempre y dejaría de ser vida para convertirse en un sufrimiento sin fin.

—¿Nos vemos hoy en el parque?—Chicago me pregunta mientras guardo mis útiles escolares en mi mochilas.

—¡Claro!—Digo y ambas salimos por aquella puerta encontrándonos con Elena.

No, por favor no...

—¡Que bueno que las veo Chicas!—Ella ríe sarcásticamente—¿Quieren jugar con nosotras un rato?

Otra vez no...

————

—¿Estás bien Joey?—Chicago vuelve a preguntar y asiento la cabeza como puedo—¿Cuando será el día en el que Elena deje de hacernos daño?

Ella y mi amiga Alexis también han Sido víctimas de Elena, simplemente las tres estamos desesperadas... Ojalá algún día ella dejará de hacernos daño.

—Debo irme ya. Chi—Digo y ella asiente con la cabeza—Ducharme y dormir un poco antes de que mi madre se de cuenta de mi estado. Más tarde nos vemos en el parque.

Me despido de ella y camino rumbo a mi casa. Necesito llegar ya a mi casa...

Siento como cubren mi boca con un pañuelo y trato de moverme como puedo, no hay nadie en esta calle y me resigno cuando poco a poco voy perdiendo el conocimiento.

———

Me despierto en un lugar desconocido para mí, en una cama que no es mía...

Debo salir de aquí...

—Hola, pequeñita—Escucho una voz totalmente desconocida para mí.

Un hombre de cabellera castaña y mirada amenazadora se encuentra alli. Se muy bien que no tiene buenas intenciones, Dada a la vida ocupada oculta que ha llevado mi mamá por años he tenido que lidiar con este tipo de hombres toda mi vida.

La diferencia es que antes estaba mi mamá para protegerme, ahora estoy sola.

—¿Que haces?—Pregunte cuando ví que poco a poco se iba acercando a mi—No, no me toques ¡No!—Chille y otro hombre entro a la habitación.

—Por fin despiertas ¡Bella durmiente!—Aquel hombre se queda en el medio de la habitación.

—¿Quienes son ustedes?—Pregunto—¿Que hago aquí?

—Muchas preguntas, pero te las responderé. ¿Quienes somos? Bueno ya que estarás aquí por mucho tiempo te diré nuestros nombres. Tommy y Diego. ¿Que haces aquí? Tu madre es una adicta compulsiva que no hace más que drogarse y venderse como la perra que es, sus deudas rebasan los límites así que no lo pensó dos veces. Nos ofreció a ti a cambio de que todas sus deudas estuvieran resueltas y claro que aceptamos.

No, eso no es cierto.

—No es cierto, están mintiendo ¿Cierto? No, ¡No!

—Es un hecho. Bienvenida a la fortaleza.

———

Tiempo presente

Chicago Jones.

No puedo creer esto.

Simplemente no puedo.

Joey está viva. Mi mejor amiga está viva.

—Ellos se encargaron de planearlo todo, mi desaparición y que luego me declararán muerta. Todo lo hicieron a la perfección.

—...

—¿Chicago?

Joey me habla y trato de reacciónar, pero simplemente no puedo... Es demasiado. Años llorando por mi mejor amiga y ahora... Esto.

—Estoy bien, solo que esto es demasiado. Por años te crei muerta y ahora todo esto.

—Lose—Dice—A mi me tomo años poder atar cabos pero al fin lo logré y ahora que estás aquí...

—Ahora que estoy aquí, estamos juntas en esto y vamos a salir de aquí—Le digo.

Ella me mira y duda al hablar—No es tan fácil. El te envío aquí por alguna razón y sabe que ahora estamos juntas e intentaremos escapar. Ahora está más alerta que nunca.

—Se que tenemos todo en nuestra contra, pero debo hacer algo. El tiene a mi familia y debo salvarlos cueste lo que cueste—Hablo

Ella me mira y sonríe—De acuerdo Chicago. Salvaremos a tu familia. Antes debes saber cómo funcionan las cosas aquí.