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Chicago Jones

Sentía como Max olfateaba mi cuello y rostro, era algo que extrañaba.

—¡Hola Cosita!—Acaricio su pelaje y el lame mi mano—¿Te extrañe mucho sabes?

Procede a acostarse a mi lado mientras esos tiernos ruiditos salen de el.

—No tienes idea de lo mucho que te envidio Max—Le digo—Ojala mi vida fuera como la tuya.

El se estira y pasa por arriba de aquella libreta la cual he escrito muchas cosas últimamente.

Anteriormente en esta libreta le escriba cartas a Joey, pero ahora se ha vuelto un confensionario... En las hojas de esa libreta hay tantos escritos de dolor, desesperación... Escribo todo lo que no soy capaz de hablar y enfrentar.

En estos momentos todos en la casa pasan todo el tiempo conmigo pero aún así... Me siento sola.

Extraño a Alexis, a Joey... Extraño tanto mi antigua vida.

Creo que siempre he tenido un vacío dentro de mi, pero ahora siento que nada podrá llenarlo.

En estos momentos me hace feliz tener a mi cachorro conmigo.

Pero no es suficiente...

Y menos con todo lo que sucede.

Shawn despertó del coma en el que se encontraba y lo que dijo me puso los pelos de punta.

Recuerdo:

Entramos a aquella habitación en la que se encontraba mi tía Lisa junto a Shawn, el se encontraba acostado en aquella camilla pero despierto.

—¡Por Dios Shawn!—Mi mamá se acerca a él y yo la sigo.

—Estoy bien Vane—El habla en voz baja y después me mira para luego sonreír—Mi niña Chicago—El toma mi mano y la besa—Gracias por estar aquí.

—Me alegro que estes bien Shawn—Me acercó para abrazarlo delicadamente—Te extrañaba.

—Y yo a ti, pequeña—.

Después de un largo rato Shawn hablo sobre algo que me dejó confundida.

—Shawn...—Mi tía Lisa habla—No creo que sea el momento para hablar sobre eso.

—Lose, pero quiero hacerlo—El dió un largo suspiro—Chicas, Tommy Mottola provoco mi accidente.

Todos nos quedamos en silencio y no puedo evitar que el miedo recorra todo mi cuerpo.

Había mucho tiempo que no sabía nada de aquel hombre. Hombre que ha demostrado ser muy peligroso.

—No daré detalles pero... Tienen que cuidarse, sea lo que sea que el este planeando o haciendo...  No es nada bueno.

Fin del recuerdo.

¡Tommy Mottola había causado que Shawn tuviera ese terrible accidente y estuviera en coma!

No he podido de dejar de pensar en eso ¿Que clase de persona haría algo como eso?

Nadie quiere darme detalles de nada y eso es frustrante.

Yo tengo derecho de saber que sucede, a fin de cuentas Shawn es mi familia y me preocupa que algo malo pueda sucederle.

Mi teléfono vibra en la mesita de noche y lo tomo en mis manos.

Nuevo mensaje de Eloisa.

¡Hola Chicago! Pensé que podríamos ir a tomar una malteada en aquel café que te comenté. Jermajesty también vendrá y espero que tú también, te quiero.

Últimamente he hablado mucho con Eloisa, es una muy linda persona.

No veo porque no tendría que aceptar, además de que Jermajesty también irá.

—¿Quieres salir hoy Max?—El ladra—De acuerdo.

—Pasala bien mi niña—Mi papá besa mi mejilla y Will abre la puerta del auto.

Mi papá me entrega a Max y lo abrazo pegandolo a mi cuerpo, el hace esos ruiditos qué me encantan mientras se pega a mi.

—Claro, más tarde nos vemos—Me despido de él y baja del auto para entrar en aquel café.

Veo a Eloisa junto a Jermajesty en una mesa y ellos me hacen señales con las manos para que me acerque a ellos.

—¡Viniste Chicago!—Eloisa me saluda—¡Y trajiste a Max!—Ella lo intenta saludar pero el la intenta morder.

Lo tomo en mis brazos mientras ladra—¿Que sucede contigo Max? Lo siento, el no suele ser asi—Me disculpo.

—Tranquila, no soy muy del agrado de los perros—Me sonríe—Ven siéntate.

Max le hace puchero a Jermajesty para que lo cargue y el accede.

Uno de los meseros del lugar llega para pedir la orden, después de que todos ordenamos el se retira.

—¿Que tal te fue en el viaje Jermajesty?—Le pregunto mientras veo como le pide a Max que le dé la patita.

—La verdad muy bien, aunque mi padre está muy amargado últimamente.

—Eso seguramente tiene que ver con el tío Randy—Eloisa se une a la conversación—Nose que problemas tendrán pero las cosas han estado tensas entre todos los hermanos.

Ella tenía razón, por alguna extraña razón mi padre ignoraba a todos sus hermanos, sobre todo a Randy.

Recuerdo lo que me dijo en aquella reunión, el no parece mucho de fiar.

El mesero llega con nuestras órdenes y vuelve a retirarse. Tomo con ambas manos la malteada y le doy un largo sorbo.

Entre charlas y chistes sin sentido pasamos la tarde... Pero todo tuvo un giro inesperado cuando mi a Prince junto a Bigi entrar de prisa al café.

—Hermanos ¿Que hacen aquí?—Pregunte confundida.

—¡Tenemos que irnos Chicago!—.

—¿Que sucedió?—Eloisa pregunta un tanto asustada.

—¡Debemos llevarte a Wonderland Chicago! Tommy Mottola intento atacar a papá y ahora viene por ti.

Abro los ojos como platos mientras escucho lo que nos hermanos dicen.

Por Dios...

¡Pero como! ¿Porque?—Pregunto exaltada.

—Ya después te contaremos los detalles, ahora todos salgan y suban a la camioneta—Sin pensarlo tomo a Max en mis brazos y salgo del café a toda prisa para luego subirme a la camioneta.

Eloisa y Jermajesty entran, Prince entra en el asiento del piloto y Bigi en el del copiloto.

Analizo las palabras de mis hermanos, Tommy Mottola intento atacar a mi padre y ahora iba a por mi.

¿Porque atacarnos? ¿Porque ir por mi?

Esto significaba solo una cosa.

Peligro...

Cómo Shawn dijo. Tommy Mottola era una persona peligrosa.

Pero no sabía de lo que era capaz de hacer.

Aunque la curiosidad por descubrirlo era muy grande.

Solo se algo.

No estaremos a salvó y posiblemente jamás lo estaremos.

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