EXTRA CAPITULO 15
SAMADHI STONE
El aire choca en mi piel, llevo ropa deportiva, y aunque quisiera quitarme el casco, William no me lo permite. El calor abunda en el entorno. Es un día caluroso y agradable. Me gusta el calor, sobre todo cuando vamos directo a la playa. Aunque en este caso, es lo contrario. No llevo traje de baño, tampoco llevo sandalias. Mi atuendo es pantalones de licra, top y zapatillas deportivas empolvadas.
William se estaciona en un establecimiento cercano a la playa, es de comida rápida. Lo cual agradezco porque me muero de hambre.
—¿Hamburguesa con papas? —me pregunta, y yo asiento con el enorme casco cubriéndome la cabeza.
Éste me ayuda a bajar y a quitarme el casco color negro. Ambos luchamos por sacarlo de mi cabeza. Siento que me asfixio.
—Creo que odio los cascos —digo, cuando por fin sale de mi cabeza.
Él sonríe, esbozando esa sonrisa blanca que lo caracteriza. William es agradable, te cae bien con tan solo entablar una conversación con él. Es de piel morena y ojos verdes.
—Me dijiste que nunca habías usado uno, pecas —recrimina.
Sonrío al escuchar el apodo que tiene para mí: pecas.
—No, pero... ¡ay ya sabes! No suelo ir en moto y...
—Lo sé, tranquila —sonríe.
—¿Qué haremos? —le pregunto.
Comienza a caminar hasta la puerta del establecimiento. Lleva shorts y zapatillas deportivas con una playera blanca. Abre dicha puerta, permitiéndome entrar primero. Caminamos hasta una mesa esquinada donde se puede ver perfectamente la playa a unos cuantos metros.
Inspecciono el lugar, recorriéndolo con la mirada. Es cálido, fresco, pero sobre todo limpio. Tomo un poco de gel anti bacterias que yace en una mesa y...
—¿Qué deseas ordenar?
Suspiro, frotando el líquido en mis manos. Observo el menú, señalándole después a William lo que comeré.
Ambos pedimos, platicamos sobre la universidad y la carrera en la que está cursando.
—Falco, el papá de Brad me ha dado la oportunidad de ejercer como abogado en su bufet —me hace saber.
Lo escucho con atención, me gusta que la gente hable de lo que más le gusta hacer. Sobre todo, cuando lo hablan con pasión.
—¡Qué alegría, William! Bien por ti, de verdad —le digo —. Tengo entendido que Falco es un muy buen abogado —añado, llevándome una papa a la boca —. Creo que con él, se te abrirán muchas puertas —digo, esbozando una sonrisa.
Me mira, un poco extrañado. Después agacha la mirada y sigue comiendo de su hamburguesa.
—Creo que estoy aquí con una finalidad, ¿sabes?
—¿Una finalidad? —cuestiono.
No sé a qué se refiere.
—Sí, todos venimos a este mundo para algo. Y creo saber cuál es mi objetivo en esta corta vida.
Se me queda viendo, y yo me quedo pensando.
—¿Y cuál es? —pregunto por curiosidad.
—No lo sé —se encoge de hombros —. Que tú y yo seamos amigos, ¿tal vez? —sonríe.
—No tienes ni que pedirlo. —Le digo, esbozando una sonrisa.
De pronto, la curiosidad comienza a carcomerme. ¿Por qué Clarence no quiere que me acerque a William? ¿Qué le hizo él a Clar, como para qué no le guste que salga con él? ¿Estará celoso Clar de Will?
—Y claro, Lucas es mi primo ¿lo sabias? —asiento, siendo interrumpida de mis pensamientos por Will.
—Digo... no, ¿enserio? No se parecen tanto —digo —... bueno, un poco nada más.
—Si, somos primos. Aunque sus padres y los míos no siempre tuvieron una buena relación. Hubo algo que los separó y pues bueno... ni hablar.
Me sigue contando un poco más. Su madre, es la hermana de la mamá de Lucas, su primo. Después de una hora, pedimos la cuenta. La camarera se acerca, y cuando estoy por sacar algo de efectivo para pagar, William me detiene.
—¿Estas loca? —me reprende, sonriéndome.
—Pagaré lo mío, eso hacen los amigos —le hago saber.
—Tal vez, pero los amigos también invitan, y yo te invité a ti.
Paga la cuenta, tomando el ticket que le da la camarera después.
Dejamos reposar la comida por lo menos media hora. Caminamos juntos a la playa y, de la nada, Clarence se cuela en mi cerebro. Éste momento con Will me parece de lo más normal, ¿Con Clar será igual?
No debo mentir, me gustaría salir algún día así con Clar. Que nos llevásemos bien, que llegase temprano cuando lo promete, pero todo con el comienza a verse completamente diferente. Es difícil de entender y de comprender.
William es diferente, aunque siendo honesta a él no lo veo como un prospecto a pareja. Me agrada, su compañía es sana y buena. Al menos hasta ahora es de lo que me he dado cuenta.
—Bien, juguemos hacernos preguntas mientras reposamos la comida —propone él.
—Vale, yo empiezo —digo —, ¿color favorito?
—Verde, pero no cualquier verde. Me gusta el verde césped.
—¿Cuándo es otoño o primavera? —bromeo.
—Cuando es primavera Samadhi, en otoño ni siquiera es verde —se ríe.
—Lo sé.
Seguimos caminando. Yo, arrastrando los pies por la arena.
—Bien, voy yo. ¿Comida favorita? —pregunta, mirándome de reojo.
—¡Sushi! —exclamo —, Dios mío, lo amo. De verdad, ¿Cuál es la tuya? —le pregunto.
—Brochetas de camarón.
—Muy buenas —añado.
—Lo son.
Después pegunta por mi color favorito, lo cual respondo. También pregunta sobre mis flores favoritas y si me gusta la playa. Tenemos una conversación breve de donde vive mi padre y del porque ambos se separaron. Yo, por otro lado, trato de preguntarle por los suyos pero siempre deja el tema de lado. No lo toca, no dice nada sobre ellos, lo cual me parece extraño, sin embargo, no insisto.
—¿Y bien? ¿Me dirás por qué Johnson te dejó sola ayer?
—¡Puf! Esta loco, ¿sabes? No lo entiendo —respondo.
—Tal vez le gustas —me molesta, empujando su hombro con el mío.
—¡Oh, cállate! —me rio —. Digo, tengo lo mío, pero no lo sé, quizás no soy su tipo y para ser honesta no sabemos si él es el mío. Además, es un idiota.
—No te diré que no lo es, porque pienso lo mismo.
Niega con la cabeza, sonriendo.
—Te parecerá raro que lo pregunte pero... ¿de dónde conoces a Johnson? Digo, él y yo no somos los mejores amigos, pero sinceramente nunca te había visto antes con él. Y mira que nuestro círculo de amigos es taaan reducido.
Suelto un suspiro, dándole después una explicación breve de cómo es que lo conozco. Si, efectivamente, diciéndole que está en el instituto gracias al director Lawrence. No profundizo a lo que en realidad va y hace Clar en el instituto, ya que, por alguna razón siento que no me incumbe y andarlo ventilando, menos.
Ambos nos quedamos callados por un largo rato. Un silencio cómodo en el que nadie dice nada. Pero después...
—Tengo una idea, corramos de aquí hasta aquella roca —propone —, si llego primero me dice si en verdad crees que te gusta y si no, yo pago el helado.
—No se vale, eres mucho más alto que yo. Tú corres y con dos zancadas ya estás en aquella roca —la señalo.
William comienza a burlarse de mí.
—Eres graciosa, y agradable pecas —me dice.
—¿Te parece? No a todos les agrado.
—Pues a mí sí.
Le sonrío. Y puedo decir que si, William podría ser un buen amigo.
¡Hola, hola!
Me da mucha emoción subir estos extras porque, eso solo quiere decir que éste libro ya esta completo en mi portátil :') . Algún día lo veremos en los aparadores de una librería mis Perfeccionistas, ya lo verán ♥
Gracias por su apoyo incondicional. LAS AMO♥
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