Cara

Jadeo de nuevo por lo cansada que estoy, observo a Caín que está igual de sudado que yo por estar en constante movimiento. Se acerca a mi de nuevo y me da un pequeño beso conteniendo una sonrisa, lo juzgo con la mirada y palmea mi trasero antes de insistir en que siga.

Lo último que tenía en mente para pasar tiempo con él era hacer ejercicio, intento no protestar al ver que correr por la inmensa cancha de americano lo hace feliz. No tenía idea de lo estresado que se encontraba hasta hoy, y la séptima vuelta.

Mis piernas queman al intentar seguirle el paso.

¿Este hombre no se cansa?

Mi trote comienza a descender y poco a poco mis piernas fallan hasta que caigo en la grama sin poder proseguir. Mi pecho sube y baja intentando regular mi respiración. El sol me pega en la cara y mis ojos arden. Caín aparece en mi campo de visión negando sonriente.

-Creí que tú ibas al gimnasio-me tiende una mano que rechazo con la poca dignidad que me queda.

-¡Si lo hago! Pero mis entrenamientos no son tan pesados-inhalo profundo-. Creo que ya no tengo resistencia.

-No me lo parecía el otro día-dice pensativo-. De hecho, parecias bastante entusiasta de saltar sobre...¡Auch!

Se calla cuando golpeo su pierna y como puedo me levanto del suelo quitándome la grama de las piernas. Sacudo mi trasero con la palma de mi mano y observo a mi novio con súplica.

-Dime que ya terminamos.

-Por supuesto-declara. Estoy a punto de abrazarlo cuando suelta:-terminamos de calentar.

Dos horas más tarde me encuentro tomando una ducha para sentirme algo limpia, estoy sudando en todas las partes de mi cuerpo y no se siente para nada bien y mucho menos cómodo. Restriego mis brazos y piernas antes de exprimir mi cabello y salir de la ducha.

Tomo mi toalla y me seco como puedo. No hay nadie de este lado así que no me preocupa cambiarme tranquilamente. Termino con la ropa interior cuando mi teléfono suena con un mensaje. Cierro los ojos antes de inhalar profundamente y tomarlo. Desbloqueo el mensaje y es un vídeo, lo abro totalmente extrañada y aparezco justamente dónde estoy, pero minutos atrás cuando salía de la ducha y me ponía la ropa interior.

Instintivamente tomo mi toalla para cubrirme y tomo mi teléfono antes de correr justo a la par donde Caín sale con una toalla atada a su cintura. Me ve extrañado antes de cambiar su modo y ponerse serio ante mi miedo.

-¿Qué sucede, amor? -le suelto el teléfono en la cara y lo toma con desconfianza antes de ver el vídeo.

Me ve una vez más antes de encaminarse a dónde me cambiaba minutos antes y revisar puerta por puerta hasta que termina y no hay absolutamente nada.

-Es de acá, es imposible que no esté nadie-suelto molesta.

-Lo sé, escucha métete a la ducha y te pasaré tu ropa. Cámbiate desde ahí, yo cuido tu puerta-asegura.

Asiento antes de sin soltar la toalla ingreso a la ducha asegurándome que esté cerrada. Cómo lo prometió me pasa las cosas una a una hasta que estoy totalmente vestida. Mi teléfono vibra con un nuevo mensaje y nuevamente un vídeo aparece en la pantalla. Está vez Caín se acerca para verlo junto a mí y es un vídeo en vivo...que nos apunta a nosotros, todo lo que hacemos se refleja en mi teléfono.

-Escucha imbécil, no sé quién demonios eres, pero te aseguro que cuando te encuentre te pudriras en una cárcel si es que no te mato primero-amenaza.

Tomo su brazo fuertemente mientras toma mis cosas y se encamina por mochila a terminar de cambiarse. No tarda ni dos minutos en salir para tomar mi mano y jalarme a la salida.

Rebusca en su mochila totalmente enfadado y no entiendo lo que sucede hasta que jala de su cabello frustrado.

-No están.

-¿Qué cosa?

-Mis llaves, las llaves del auto no están.

-¿Revisaste en los laterales?

-No están-asegura-. Quédate cerca del auto, voy a los camerinos de nuevo. No te muevas-ruega.

Asiento algo asustada por tan repentina mala suerte y lo observo perderse por las gradas del estadio mientras trato de despejar mi mente. Pasan los minutos y comienzo a interrogarme si debería ir a buscar a Caín.

-Cara-volteo rápidamente hacia la voz a mis espaldas sin soltar el auto.

-¿Qué demonios haces aquí?

-Necesito hablar contigo, es sobre Logan-intenta acercarse a mí, pero pongo mi mano enfrente impidiendo que se acerque más.

-No necesito nada de ti, largo Lindsey.

-Hija, vamos. Ya sabes lo que tú padre te pidió.

-Olvidalo, siquiera hiciste un intento de buscarme -me aseguro de poner una mano sobre la palanca de la puerta del auto.

Si intento abrirlo la alarma sonará y Caín no tardará en salir.

-¿Eres tú la que ha estado jugando con nosotros?

-No sé de qué hablas cariño, pero déjame explicarte-saca una foto de su bolsillo y me la tiende-. Él conocía a tu papá-explica, en la foto está mi padre y Logan en un restaurante.

-Ya lo sabía, él me dijo que nuestros padres eran grandes amigos.

-Si, su padre. No él, no Logan-le doy el paso al silencio por lo que sigue intentando explicar-. Su dinero no es de fiar, Cara. Le robó millones a tu padre, y luego a mi esposo hace un par de meses en un trato de la distribución de vinos en su empresa. Escúchame sé que no soy nadie para hablarte, pero en serio intento protegerte...

-¿Ahora?

-Intento corregir mis errores, ahora que tengo a mi otra hija, Maddison-una sonrisa aparece en su rostro-he entendido muchas cosas y...tal vez algún día puedas conocerla, ella pregunta mucho por ti-no digo nada y ella parece decepcionarse un poco-. Quiero ser una buena madre para ella y para ti ahora, te lo prometo, y una prueba de ello es comenzar a decirte que no...

Un estallido resuena sobre nosotros y me agacho instintivamente tapando mi cabeza. Tiemblo un poco y mantengo la mirada gacha por un rato antes de subirla y toparme con sus ojos grises.

-No, no, no, no-corro a su lado donde la mancha rojiza atraviesa su torso. Intento poner presión sobre ella con mi suéter impidiendo el sangrado.

-Cara...

-No.

-Por favor...-su rostro está casi blanco y sus ojos parecen aterrados-perdoname. Te amo cariño-tomo su mano con fuerza y le sonrio.

Sus ojos se pierden en mi rostro y su agarre se va.

-Mami, no lo hagas. Mírame-la agito intentando tener una reacción y es inútil.

Caín viene corriendo unos pocos segundos después y se agacha a mi lado. Me aleja de mi madre y a lo lejos escucho que llama una ambulancia, pero yo solo estoy ahí parada observando su mano y el mensaje su la palma.

"Las amenazas se cumplen"

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