Fobias

Cara

Nunca le tuve miedo a muchas cosas hasta que llego mi descontrol alimenticio, tenía pavor de subir una libra, de verme gorda en las fotografías, comer el mínimo carbohidrato y pensar todo el día en si me afectaría o no. Mi fobia más grande fue mi propia mente, con el tiempo aprendí a controlarla y a manejarla, enfrentarme a mi misma. Y lo logré.

Pero ahora que estoy parada frente a la piscina con los chicos esperándome adentro de ella me quedo estática. Simplemente no puedo moverme, quiero forzar a mi cuerpo a hacerlo, pero el miedo me causa un parálisis evidente. Estoy muerta de pánico y mi mente juega en contra de mi instinto.

—¿Todo bien?—Abel se acerca por detrás dándome un susto que me hace caer en la piscina y todo se vuelve un caos luego de eso.

Pataleo para salir, pero no lo logro, siento como el pánico me hace desesperarme y luego uno brazo me rodea la cintura antes de salir a la superficie luchando por respirar.

—Respira Cara, respira—la voz de Abel a mi lado se hace presente a lo lejos mientras toso.

Los chicos salen al instante en que ven que estuve a punto de ahogarme. Cuando medio dejo entrar aire a mi pulmones me arrastro con pocas fuerzas lo más lejos de la orilla posible. Me estremezco ante el pensamiento de poder morir de nuevo. Abel me pasa una toalla mientras Anne ventila un poco mi rostro preocupada.

—Tranquila cariño—Anne me acurruca en su regazo un instante—. Respira.

———❤️🔥❤️🔥❤️🔥❤️———

—Me enteré de lo de la piscina—Caín se sienta a mi lado de la mesa donde estoy sin esperar invitación.

—Resbalé—respondo sin darle vueltas al asunto.

—Bueno eso está bien, pero ¿Se te olvidó cómo nadar o qué? —refuta molesto.

—Solo déjalo, ¿Si?

—No voy a dejarlo, Morrigan. Casi te mueres de nuevo, yo fui el que te sacó la primera vez, ¿Recuerdas?

—Tengo miedo...—susurro evitando verlo.

—¿De qué?—toma mi barbilla suavemente antes que saque mi celular y se lo muestre sin expresión. Al instante cierra los ojos intentando calmarse, pero no evita que golpee la mesa con puño cerrado— No va a tocarte.

—Pudo llegar a mí sin ningún problema, con seguridad sin ella, dentro o fuera siempre parece saber que hago.

—Debemos hacer algo, Cara—se toma mi vaso de whisky de un trago—. Hace tres años éramos unos críos que a penas entraban a buscar su camino, no somos un maldito superhéroe.

—Claro que no, soy el puto villano—respondo con crudeza—, y si eso significa poner a arder cielo y tierra para proteger a los míos, pues que alguien me pase un encendedor. Que yo miedo de arrojarlo ya no tengo.

Me ve anhelando una respuesta, me conoce, lo hace lo suficiente para saber que yo ya tengo un plan entre manos.

—No hagas una estupidez—advierte.

—Estoy harta de esta mierda—me levanto de la mesa dejando mi pago y salgo del restaurante con Caín pisandome los talones.

—Hey—me detengo respirando profundo—, quiero entrar.

—¿Eh?

—En lo que sea que estés haciendo—aclara—, prometí que no te dejaría sola. No pienso romper mi promesa.

—Bien, así que...

—Pero— aclara—, quiero saber que te pasó en la piscina.

—¡Estaba malditamente aterrada! ¡Casi pude sentir sus manos tirandome al fondo! ¡¿Eso quieres oír?!—sé que estoy descargandome con quién no debo, pero odio que me presionen.

—Bien, yo también estoy asustado—declara dejando salir la tensión—. No quiero sobrecargar te porque no quiero...—se detiene abruptamente antes de decirlo.

—Dilo.

—No, escucha...

—Antes de que mi problema alimenticio vuelva, ¿No es así?

—No quise decirlo así.

—Ajá.

—¡Mierda Cara! ¿Por qué todo lo complicas?


Me estoy irritado demasiado. Ambos estamos frustrados así que me obligo a calmarme porque no quiero traer a la Cara de hace tres años que culpaba al mundo por sus errores.

—Lo siento, ¿Podemos hablar en otro momento?—él asiente rápidamente—¿Te veré más tarde?

—¿Es eso una propuesta indecente, señorita James?

—Depende—contesto tomándolo de su camisa.

—¿Qué tan dispuesto estás de cumplirla?—me le arrojo encima con un beso que me quita el aliento, suave, lento y delicioso.

—¿En tu cuarto o en el mío?

Me doy la vuelta dejandolo con la palabra en la boca, pero en un instante siento la palma caliente en mi trasero.

—¿Acabas de nalguearme?—pregunto incrédula intentando ocultar la sonrisa.

—Tú me besaste y yo recalco lo que es mío. Es un ganar ganar.

Sigo avanzando riendo abiertamente. Espero que ahora podamos pensar y analizar las cosas antes de tener un conflicto. Pensar que hace un mes y medio no estaba dispuesto a verme y ahora iniciamos una relación formal me da tanta paz. Me da una segunda oportunidad que no a todo el mundo le brinda.

Sin pensarlo me voy directo a mi habitación a pensar un poco, quiero despejarme de tanto drama innecesario. Saco mi celular para revisar mis mensajes, debo volver a Manchester en una semana para arreglar unas cosas en el bar. El teléfono se me cae de las manos cuando me tropiezo con una persona.

—Lo siento—Logan se disculpa levantando mi teléfono del suelo—. Ví lo de la piscina, ¿Todo bien?

—Agh Logan, no seas así, tienes todo el derecho a portarte mal conmigo. Yo fui un asco de persona—hace una mueca riendo.

—No te digas así, a mí me pareces muy bonita—me sonríe genuinamente—. Mi padre me enseñó que las decisiones de una dama no se cuestionan, si tomaste la decisión de salir con alguien más yo lo respeto. Si me hubiera gustado que lo habláramos para evitarnos la incomodidad en las reuniones, pero supongo que ya estamos bien, ¿No?

—Todo excelente—respondo sincera.

Me agrada Logan, no tengo nada en su contra, hubiera Sido una excelente pareja si mi corazón no le perteneciera a alguien más. Es tan complejo como nuestros sentimientos actúan ante nuestros juicios de valor, no importa si es bueno o malo, el amor siempre actúa sobre todo lo demás.

Me despido educadamente antes de volver a sorprenderme de encontrar a Abel en la puerta de mi habitación totalmente desubicado. Sus manos tiemblan y sudor cubre su frente, me acerco lo suficiente para quedar frente a él.

—Cara—su voz suena angustiada—, perdón Morrigan. Eh, yo...

—Abel—pido sujetando sus manos que derrepente comienzan a temblar—mirame, respira—inhalo profundo para que me imite. Su ansiedad y estrés es peligrosa.

—Fue él, ¿Cierto? Él te empujó a la piscina—me suelta las manos aruñandose los brazos—. Fue mi culpa, fue mi culpa...

Lo escucho repetirlo tantas veces que me duele cuando sus ojos comienzan a llenarse de lágrimas y oscuridad. No, no, no.

—¡No!—pido tomándolo de las mejillas—¡Abel controlalo! No quiero que te vayas, quédate conmigo, no lo traigas devuelta. Fue un accidente—trato de explicar—, no debes culparte por un accidente—asiente frenéticamente —. No es tu culpa...¡Hey!—llamo su atención de nuevo— No traigas a esa persona de nuevo, el hombre oscuro nos hizo mucho daño—enfatizo—. Tú eres inocente.

Me abraza con mucha fuerza, pero no me quejo en ningún momento, dejo que tiemble entre mis brazos hasta sacar la llave de mi habitación y guiarlo hasta mi cama. Permito que recueste su cabeza en mi regazo mientras le peino el cabello con mis dedos hasta que se queda dormido. Amo a Abel, lo adoro con toda mi alma a pesar de todo lo que haya ocurrido, la persona que nos hizo daño es una completamente diferente a mi mejor amigo. Y pesar de todo puedo decir que es el hombre más valiente.

Beso su mejilla y salgo de la cama para llamar a Caín y decirle lo que sucede.

—¿Está contigo? ¿Segura qué estás bien?—distingo la angustia desde el otro lado de la línea.

—Abel nunca me haría daño, y lo sabes.

—Él no es quién me preocupa—entiendo a lo que se refiere—. Estaré ahí en un minuto.

Cuelgo sin decir más y efectivamente no pasa mucho tiempo para escuchar el sonido de la puerta, me acerco con confianza hasta quitar el seguro, pero la notificación de mi teléfono me detiene de abrir la puerta. Lo sostengo y el seguro se abre antes de poder terminar de asimilarlo.

La persona entra a la fuerza sujetándome fuertemente hasta vendarme los ojos y atarme los brazos. Amordazan mi boca y siento mis pies dejar el suelo hasta que me cargan y me sacan fuera de la habitación.

El pánico me inunda hasta que las fuerzas se me van y las palabras quedan grabadas en mi mente.

"Confiar a ciegas no siempre funciona, ¿Verdad?"

———❤️🔥❤️🔥❤️🔥❤️———

Weyyyy pero que ha pasadooooooooooo

Comenten me sus reacciones jeje

Ya todo se fue al carajo XD

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top