33- Lo siento

Narra (tn)

Han pasado dos meses desde aquel suceso con Doflamingo, dos meses desde que no veo a Law, no fue a la universidad ni tampoco a las prácticas del hospital, algo que realmente agradezco, en las quedadas con amigos tengo a Nami que me avisa si él va a ir, pero siempre me dice que no. He oído hablar a algunos amigos que él no quiere salir de su casa desde que regresó aquel día en el que fue a salvarme de Doflamingo, ha dejado de dormir y apenas come, Bepo está muy preocupado por él.

Yo intento no pensar en él, he comenzado a odiarle, siento como si todo ese amor que tenia hacia él se hubiese ennegrecido convirtiéndose en un odio hacia su persona. Él mató a mis padres, besé y amé al asesino que destrozó mi familia, mi vida... no puedo perdonarle, simplemente no puedo... me siento engañada, un juguete en sus manos, detruyó a mi familia y jugó conmigo.... no puedo dejar de odiarle.

Sabo me sacó de mis pensamientos poniendo una taza de té frente a mi. Últimamente frecuentaba mucho mi casa, me cuidaba y no se quería separar de mi. Creo que estoy empezando a sentir cosas hacia él, es un chico tan dulce y atento conmigo que no me sorprende que tenga a tantas chicas tras él, chicas que me miran amenazantes cada vez que él me abraza en público, que me toma la mano o que simplemente está cerca de mi, cosas que pasan a cada rato.

Sabo- Hice galletas de miel, ¿quieres?- sonrió mirandme.

Lo miré de volviéndole la sonrisa. -¿Por eso olía tan bien?

Sabo- Se que son unas de tus favoritas.

-Me encantaría probarlas.

Sonrió asintiendo y fue a la cocina, más tarde volvió con una bandeja llena de galletas y la puso en la mesa que habia frente a mi.

Tomé una y le di un bocado. -Esta deliciosas Sabo... -me giré a mirarlo. - Eres un buen cocinero.

Sabo se sonrojó y sonrió llevándose una mano a la nuca. -No es tanto... por cierto. -se sentó frente a mi cruzando los brazos sobre la mesa. - Esta noche están diciendo los chicos de ir a cenar, ¿Te gustaría ir?

-Me encantaría.

Sabo- ¡Genial! -sonrió. - Por cierto, he de salir recoger unos libros de la librería que está aquí al lado, ¿quieres venir?

Asenti y fui a cambiarme ya que andaba en pijama. No me daba vergüenza que él me viese así, pasábamos la mayor parte del día juntos y le he tomado mucha confianza.

Salí vestida con unos botines, pantalones negros y un jersey rojo, entré al baño para maquillarme y arreglarme el pelo. Una vez lista salí y miré a Sabo que me miraba atontado.

- ¿No te gusta? -dije riendo al ver su cara.

Sabo- Estas preciosa. -sus mejillas se ruborizaron y se levantó caminando hacia mi. - Me siento muy afortunado de estar contigo.

- Yo también me siento afortunada de estar contigo. -me acerqué a él y le di un pequeño beso en la mejilla. -¿Vamos?

Asintió y me tomó la mano para salir. Comencemos a caminar por las calles hacia la librería, la cual quedaba muy cerca.

No me desprendí del agarre de su mano con la mía, su mano era muy suave y cálida, sentí mi corazón palpitar rápido cuando él giró su cabeza hacia mi y me pilló mirándolo, al instante se ruborizó y sonrió levemente.

Sabo- ¿Todo bien?

-Yo... Sabo. -adopté un tono más serio y nervioso. - Me gustaría darte ya una respuesta...

Sabo se detuvo y me miró atento mientras se mordía el labio, parecía nervioso. Asintió levemente y sonrió un poco.

-Yo... bueno. -¿por qué estaba tan nerviosa?. - eres un chico encantador, te comportas muy tierno conmigo... y te agradezco tod lo que has hecho por mi...

Sabo - Digas lo que digas siempre estaré ahí. -su tono era dulce y algo triste.

- ¡No! Yo... no es lo que piensas es solo que estoy nerviosa... nunca he hecho esto... -mis mejillas ardían. - Sabo... quiero estar contigo.

A Sabo se le iluminó la cara con su sonrisa y me abrazó. -¿De verdad?... (tn).

Sonreí y le devolví el abrazo. - Te quiero, Sabo.

Sabo- Y yo a ti. -Me dio un pequeño beso en los labios y sonrió.

Cuando lleguemos a la librería él caminó hasta el mostrador mientras yo recorría los pasillos mirando todos los libros que había allí. Tomé uno y comencé a ojearlo mientras esperaba a Sabo.

Pasaron varios segundos cuando se ti unos brazos rodeandome por la espalda me iba a dar la vuelta hasta que oí su voz y me relajé.

Sabo- ¿Te gusta ese? -comenzó a besar mi cuello por un lado.

Sonreí un poco y entrecerré los ojos. - Sabo...

Sabo- ¿Sí...?

- Aquí hay gente...

Sabo- Así sabrán que tengo a la mejor chica conmigo. -sonrio en mi cuello mientras me acercaba más a su cuerpo.
Sentí mis mejillas arder sintiendo sus besos en mi cuello.

Escuché un pequeño ruido y miré hacia donde venia ese ruido aun con los brazos de Sabo rodeando mis caderas y su rostro en mi cuello. Mi sonrisa desapareció, mi mirada que tenia hacia a Sabo sentí como se volvía más seria. Allí estaba él, un ojigris mirándome junto a Bepo. Su mirada no era seria, ni fría, tan solo me miraba, Bepo le jalaba del brazo pareciendo preocupado. Cuando se percató de mi mirada dio un paso hacia atrás ocultando su rostro bajo el gorro y se fue hacia otro pasillo.

Sabo se movió un poco levantando la cabeza.

Sabo- Últimamente se está alejando de todos...

- ¿Vamos? -me volví hacia él sonriendo ignorando todo lo relacionado con Law.

Sabo- ¿Quieres el libro?.

Lo miré dudando un poco. - Sí, hace algún tiempo que acabé con todos los libros de mi departamento.

Sabo- Te lo compro yo. -sonrió quitandome el libro de mi mano.

- No, no... ¡espera! -lo seguí hacia el mostrador y lo miré inflando los mofletes. - Sabo eres un cabezota.

Sabo- Deja que te lo regale yo. -sonrió un poco presionandome la mejilla.

- Bien, toma otro libro y te lo regalo yo.

Sabo- La cabezona eres tú. -dijo riendo.

Iba a hablar pero volví a ver a Law con un par de libros con intención de acercarse a hacia donde estábamos nosotros. Cuando se percató que estábamos allí se paró en seco mirándome provocando que un Bepo despistado chocara con él. Aparté la mirada hacia Sabo.

- ¿No quieres? -intenté retomar la conversación notando que Law seguía mirándome.

Sabo- Ten. -me extendió el libro envuelto en papel sonriendo. - Y no te preocupes, ya tengo todos mis libros. -dijo levantando la bolsa llena de libros que compró.

Sonreí un poco. - Esta noche te invito a la cena. -me alejé del mostrador tomándole del brazo con intención que Law se acercara a pagar sus libros y que dejase de mirarme pero no se movió, permanecía quieto con su mirada en nosotros.

De todas las personas me tuve que encontrar con él.

Sabo- Yo te invito a un helado entonces.

- Sabo no me dejas... -dije sonando como una niña pequeña provocando una carcajada de su parte.

Me dirigí hacia la puerta junto a Sabo, este abrió la puerta dejándome pasar.

Cuando salimos de allí me sentía extraña, cuando miré a Law a los ojos sentí una presión en el pecho y algo extraño en el vientre. Estaba algo cambiado, sus ojeras eran más pronunciadas, sus ojos parecían cansados con una mirada triste hacia mi. Sentí un sentimiento de culpa, ¿soy la culpable...?.

Alejé esos pensamientos frunciendo el ceño inconscientemente, no puedo sentir pena por él, no puedo sentir pena por que mató a mis padres.

Sabo- (tn). -lo miré. - ¿Estás bien?

-Sí... ¿Me decías algo?

Sabo- Solo te decía si querías tomar un helado.

- Claro... -miré el reloj. - Aún me falta unas horas para el trabajo.

Sabo- Te llevaré y te recojo después.

- La cena con los chicos, ¿Nos dará tiempo?

Sabo- Sí quieres te puedo llevar la ropa que te quieras poner después y te cambias en él trabajo antes de salir.

-Muy buena idea. -Sonreí dándole un beso en los labios.

Tras unas horas sentados en una cafetería hablando de diversos temas con unos helados y más tarde una taza de té salimos hacia mi trabajo. Ivancok me cambió el horario del viernes, en un principio esos días de la semana no tenia que ir, pero había viernes en los que el restaurante estaba lleno de reservas y necesitaban ayuda y hoy era uno de esos días.

Sabo- ¿Qué quieres que te traiga? -dijo cuando lleguemos al restaurante.

- Te mando una foto del conjunto. -busqué en el móvil y le pasé la foto.

Sabo se ruborizó un poco y asintió. - ¿Puedo quedarme la foto...? Te ves muy bien.

Sonreí sintiendo las mejillas calientes.- Claro. -le di mis llaves y me despedí de él con un beso. - Te veo luego.

Sabo se fue dándome un beso más largo y entré al restaurante saludando a mis compañeros.

Cuando quedaba una hora para terminar se abrió la puerta dejando entrar a unos nuevos clientes, me acerqué a ellos con unas nuevas cartas con los menús y con la sonrisa que siempre tenía hacia los clientes.

- Buenas noches, ¿Mesa para cuantos...?

Sachi- ¡(tn)-chan!

Bepo- ¿T-trabajas los viernes...?

- Algunos...- miré a los chicos percatandome de cierto ojeroso ocultando sus ojos bajo el sombrero.

Pinguin- Mejor buscamos otro lugar... -miraron a Law esperando alguna respuesta por su parte.

Law- No importa...

Sachi- ¿Seguro?

Miré a Bon-chan que miraba atento la situación en la que me encontraba y le hice una señal para que viniese.

- Sí queréis os puede atender otro camarero. -vino Bon-chan y le di los menús. -Pasad una buena noche.

Bepo- (t-tn)...

Me fui de allí sintiéndome molesta, pude ver como Bon-chan los guió a una mesa y comenzó a atenderles. Sin darle más importancia seguí con mi trabajo, a veces notaba la mirada de Law pero no quería mirarlo.

Cuando llegó mi hora escuché la puerta abrirse nuevamente.

Ivancok -¡(tn)-chan!

Me giré y vi a Sabo con una bolsa con mi ropa y unas flores en su otra mano, vestía una blusa blanca, una chaqueta y un pantalón color azul marino.

Me acerqué a él algo extrañada y con una pequeña sonrisa nerviosa al sentir varias miradas sobre nosotros.

-¿Y eso?

Sabo- Quería tener un detalle contigo. -me dio la bolsa con mi ropa y las flores.

Las miré y las llevé hacia mi rostro para olerlas. -Son preciosas... Gracias Sabo.

Cortó distancias y me besó de una forma tan dulce que no pude evitar ruborizarme.

Ivancok -¡Uuuuuuh ya era hora!

Nos separemos y pude notar un leve rubor en sus mejillas acompañado de una sonrisa.

- Voy a cambiarme.

Me fui hacia la habitación del servicio del restaurante pasando por la mesa donde estaban los chicos. Pude notar el rostro petrificado de ellos, Bepo miró a Law, el cual tenía sus ojos ocultos bajo el sombrero y su mano apretar el vaso que sujetaba.

Me metí en el servicio, me cambie con el vestido y los tacones e intenté arreglarme el pelo, me retoqué el maquillaje y volví a salir de allí ignorando a los chicos y acercándome a Sabo.

Sabo- Estás hermosa.

Bon-chan- ¡Aahh! ¿Estas bien?

Me giré hacia él y lo vi limpiando los cristales rotos de la mesa de Law, cuya mano tenia pequeños cortes. Me corrió un escalofrío por la espalda al notar la mirada que le lanzaba a Sabo.

Le tomé del brazo provocando una mayor intensidad en la mirada de Law.

-Vamos... -me giré a Sabo llevando las flores a mi pecho y salimos de allí sintiendo nuevamente esa sensación de culpa e incomodidad.

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