79
Han pasado dos semanas desde entonces, ya estamos muy cerca de Nochebuena. Aunque es de noche, no he podido conciliar el sueño. Solo me la paso moviéndome de un lado a otro en la cama. Finalmente, decido levantarme e ir por algo de agua a la cocina. Salgo al pasillo y camino un poco, entonces llego a la esquina que da con el pasillo hacia la habitación de Nora. Decido mirar y me quedo sorprendida al ver que la puerta estaba abierta. Algo extremadamente raro desde que estoy aquí. Miro hacia el interior de la oscura habitación y Nora está adentro.
Sin embargo, la cortina y la puerta hacia el balcón de la habitación estaban abiertas. Entonces ahí la vi ahí de pie, mirando el cielo nocturno. La imagen era completamente bella, lo que me distrajo un momento de las verdaderas intenciones de Nora. Ella estaba muy cerca de la orilla, como si estuviera por lanzarse al vacío.
No.
No.
No.
NO.
¡NO!
¡NO DEBE ACABAR ASÍ!
—¡NORA! —grito su nombre.
Ella, inmediatamente, voltea verme. La mirada que ella tiene es una que jamás había visto, una fría y cruel indiferencia, sus hermosos ojos azules estaban muertos. Tengo tanto miedo que me siento paralizada, pero no debo bajar la guardia.
—¿¡QUÉ DIABLOS CREES QUE HACES, NORA?! —grito, molesta.
—Vete, Jenny. Es mejor así. —Su voz sigue siendo débil, casi no la escucho.
Estoy tan desperada, pero no me atrevo a correr hacia ella. No quiero que eso la impulse a dar un paso y yo no pueda detenerla. Será mejor mantener distancia, por ahora.
—¡NO SEAS ESTÚPIDA, ESTO NO ES LO MEJOR! ¡NO ES UNA SALIDA!
—Jenny, tú no entiendes.
¡DEJA DE PONER ESAS BARRERAS, POR FAVOR!
¡NORA!
No. Debo tranquilizarme o...
Respiro profundamente.
—Tienes razón. No te entiendo, es por eso por lo que estoy aquí. —Trato de hablar más tranquila—. Siempre lo voy a estar. ¿Por qué no mejor regresas y hablamos las cosas?
Nora me sigue mirando, pero se queda callada unos segundos.
—Tal vez mi madre tenía razón, Jennifer. Yo no debí nacer. Solo causo problemas a los demás y es mejor acabar con esto. Así dejaré de hacer sufrir a los demás y a mí misma.
—¿¡Y NO CREES QUE TAMBIÉN HABRÁ GENTE QUE VAS A HACER SUFRIR SI TE VAS POR ESE CAMINO?¡ —No puedo evitar volver a gritar— ¿QUÉ HAY DE THOMAS QUE TE QUIERE TANTO O DE TU PEQUEÑO? ¿CÓMO SE VA A SENTIR SABIENDO QUE SE VA A QUEDAR HUÉRFANO? —Aprietos mis puños—¡¿QUÉ HAY DE MÍ!? ¿¡CÓMO PODRÍA SEGUIR VIVIENDO SIN TI EN ESTE MUNDO?¡
Trato de tranquilizarme... pero no puedo... no puedo...
Miro hacia Nora, su rostro indiferente me rompe unos segundos... hasta finalmente veo algo de tristeza y una lágrima cae de su ojo.
—Jenny... ¿Todavía tú...?
—Sí —respondo sin dudar—. Todavía te amo. Te amé siempre y siempre te amaré-
—¿Por qué? No merezco tu amor. Solo te he lastimado con mis errores, tú más que nadie has sufrido por mí. —Su voz todavía es fría.
—No digas que no lo mereces, claro que te amo. Eres la chica más bella, fuerte y, a la vez, tonta que conozco. —Sonrío mientras sigo llorando—. Por supuesto que siempre te voy a amar.
—No quiero seguir siendo egoísta al retenerte por mi culpa...
—Antes pensaba que con solamente estar tu lado me bastaba, pero no. Soy una maldita egoísta que desea que la ames. Quiero que estés a mi lado, quiero verte feliz y viva. ¡Quiero amarte el resto de mi vida!
Nora se muerde los labios para no llorar, pero es inútil.
—¡NO! ¡YO NO PUEDO AMARTE!
—¿Por qué? ¿Acaso te molesta de que no sea un hombre como Ray o Philip?
Nora baja la mirada un poco, parece querer decir algo, pero se detiene varias veces antes de poder hablar.
—Jennifer... lo he visto... la crueldad del mundo y he sentido lo que significa perder a alguien por los prejuicios —tartamudea mucho—. Si te pierdo por eso... yo... jamás me lo perdonaría... no de nuevo... no de nuevo...
—Nora...
—No puedo ser como tú, Jennifer —me interrumpe—. Te equivocas al decirme que soy fuerte. Soy una terrible cobarde y tan débil que siento que ya no puedo más. En cambio, tú siempre eres fuerte, decidida, valiente y perseverante. Mereces un mejor amor.
No puedo evitarlo más y doy dos pasos hacia ella.
—Tú también equivocas en todo. Yo también tengo miedo: lo tuve cuando te acosaban en la escuela, cuando estábamos lejos por la universidad, cuando regresaste con Philip, cuando me fui a Londres, cuando vivimos juntas y al separarnos, ahora que me sentía tan impotente al no poder hacer nada para que reaccionaras. —Me limpio los ojos—. En mi corazón siempre guardé el miedo de saber como reaccionarías si te decía que era lesbiana. Además, no soy perfecta... también soy muy necia, testaruda, celosa, pervertida... una cobarde que escapa cuando se siente abrumada en lugar de luchar, pero ya no más.
Nora sigue sin mirarme.
—Aun así, no creo que debas seguir amándome. Únicamente... te hago llorar. Cualquiera diría que eres una estúpida por amar tanto tiempo a alguien tan idiota como yo.
—Pues ya te puedo decir yo que no me importa lo que piensen los demás. Yo te amo y por eso estaré aquí. Nunca más voy a huir, ni te voy a dejar sola. —Le extendí mi mano.
Nora mira mi mano antes de mirar hacia mí. Luego de tanto tantos meses, que me mire con esos llenos de esperanza, me alegara tanto.
—Sé que da miedo y la situación por la que atraviesa no es fácil —continúo hablando—, pero todo empieza si tienes voluntad. Créeme, estaré a tu lado en todo momento.
Nora sonríe, ligeramente.
—Odio lo sumamente terca que eres, Jennifer Park.
—Si eso te hace darme la mano de una vez, por mí está bien.
Nora sonríe completamente antes de alejarse de la orilla, pero eso la hace tropezar hacia atrás. Sin perder tiempo, me lanzo y le sujeto tan rápido que hasta yo misma me sorprende, pero logro sujetarla y llevarnos hacia atrás, cayendo hacia el piso del balcón. Nora termina en mis brazos y encima de mí. A pesar de estar adolorida, el sentir a la mujer amo por fin dar el paso hacia mí, me hace olvidarme del dolor y abrazarla fuertemente.
Ambas nos quedamos quietas en el piso por unos segundos, hasta que Nora se aleja un momento y me mira a los ojos. Nuestros rostros quedan muy cerca uno del otro.
—Jennifer —susurra.
—Nora —respondo con una sonrisa.
En seguida, nos levantamos del piso.
—¿Estás bien? —pregunto.
—Sí.
Nora sujeta mi mano, mientras que yo, de inmediato, le doy una cachetada y ella se queda impactada.
—¡TE LO MERECES POR HABERME ASUSTADO! —la abrazo una vez más—. ¡NUNCA VUELVAS A PONERTE ASÍ EN PELIGRO!
—Lo siento, no lo haré.
—Perfecto, porque lo primero que haremos mañana es ir al psicólogo. Debes tener ayuda profesional.
—Me parece bien, aunque...
—¿Qué pasa?
Nora se sonroja.
—Creo que primero iré a darme un baño. Ya no soporto el olor y la suciedad.
—Ni me había dado cuenta de eso, no te avergüences.
—Es que... me abrazaste dos veces y yo... me siento asquerosa.
Yo le doy un beso en la mejilla y acaricio su cabello, mientras vuelvo a acercarme a su rostro.
—No me importa eso, en verdad. Lo importante es que por fin pude volver a verte sonreír —murmuro—. Pero si te sientes más cómoda, ve a darte un baño.
El sonrojo no desaparece de Nora, incluso cuando se aleja de puntitas de mí y se va de inmediato hacía el baño.
Ahí está, mi adorable Nora.
*****
Una hora después, escucho que tocan la puerta de mi habitación. La abro y me encuentro con Nora, con ropa nueva y esa fragancia de manzana que tanto extrañaba. Sin embargo, no esperaba lo que me iba a decir.
—Jenny, ¿Puedo dormir contigo? —me pregunta en voz baja.
*****
Lo prometido es deuda y yo, finalmente, estoy de vacaciones.
Así esta semana tendremos capitulo diario (excepto viernes) y esta semana llegamos al final de la historia :)
Atte.: Finnale2412
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top