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Los siguientes dos días de trabajo, Saiko y yo nos mantuvimos en un modo profesional, solo hasta la noche donde eran para solo nosotras. Debo admitir que me he sentido un poco más relajada, pero hay algo que todavía me mantiene un poco inquieta.
Hoy, domingo por la tarde, estamos en una camioneta a punto de regresar a Los Ángeles. Saiko y yo estamos sentadas hasta atrás, así que nadie nos puede oír y ver como me está sosteniendo la mano.
—Yo todavía estaré en Estados Unidos hasta final del mes, así que podremos tener citas —murmura Saiko—. Ya que no quieres seguir en casa de Nora, ¿Por qué no vienes a vivir conmigo en mi departamento? Hay suficiente espacio para ambas.
—No lo sé, quiero... un hogar propio. Voy a retomar mi búsqueda y me mudaré en cuanto pueda.
Saiko frunce el ceño, no luce muy convencida con mis palabras.
—Está bien, pero mi oferta sigue en pie. —Suspira—. Lo único que me gustaría es que ya no tengas que ver a esa mujer.
—¿Eres así con ella porque estás celosa?
—Celosa se queda corta, todavía no puedo creer lo estúpida que es para no... —de repente, se calla y cruza los brazos—. No, olvídalo. Aun así, la odio por muchas cosas.
—... Yo no quiero odiarla, solo... quiero terminar de una vez.
Saiko se me queda mirando.
—¿No será que eres dependiente a ella?
—¡Para nada! —levanto un poco la voz—. ¡Solo deseo ayudarla!
—Eso suena a dependencia, pero eso es algo entre ustedes. —Me toma más fuerte de la mano—. Solo recuerda que ya no tienes que seguir sufriendo por alguien que jamás te verá como yo.
El calor de Saiko es bastante reconfortante, pero...
¿Por qué... siento que hay algo... extraño?
*****
Cuando llego a casa, ya es de noche y todas las luces están apagadas. Reviso la habitación de Matty y está durmiendo, luego voy a cuarto de Nora y ella está cubierta totalmente con sus sábanas, por lo que me siento a la orilla de la cama.
—¿Sigues despierta?
No me responde, pero sé que solo hace eso cuando lo está.
—Lamento haber traído a Saiko ese día, pero es que... me molesta que siempre incluyas al comandante últimamente, ¿Acaso... estás enamorada de él?
Sigue sin responderme.
—... Es buen hombre, no te lo voy a negar, pero... ya no quiero seguir viéndote llorar por otro idiota. —Ni verte feliz sin mí—. Como no vas a responderme, me iré a mi habitación. Buenas noches, Nora.
Me levanto hacia la puerta, entonces y antes de cerrar, escucho una ligera voz.
—Buenas noches, Jenny.
Realmente, esta situación es un dolor de cabeza.
*****
Nora dejó de estar molesta conmigo y nuestras mañanas regresaban a ser la cotidianidad, excepto cuando estaba a hora del trabajo, que era cuando veía a Saiko y salía con ella en las tardes e incluso llegaba un poco tarde. Nora a veces me esperaba, pero siempre le decía que era por trabajo.
No sé, todavía no estoy lista para contarle la verdad y tampoco quiero.
Por otro lado, Nora sigue saliendo con el comandante, pero al menos ya no lo trae a la casa o me invita, me alegro de ya no tener que verlos.
Así han pasado dos semanas y hoy es sábado 25 de mayo, Saiko me invitó a beber a un antro. No me gustan ese tipo de lugares ruidosos y concurridos, pero a ella sí. Acordamos ir una vez a algo que a ella le guste y otra a mí.
Me veo bien o eso lo puedo notar en el espejo.
—Te ves muy guapa.
Giro hacia la puerta y me encuentro a Nora, la cual se me acerca.
—Oye, lo he notado últimamente, ¿Tienes... novio?
Su pregunta me deja con los ojos abiertos.
—¿P-Por qué lo dices? —estoy nerviosa.
—Porque llegas tarde, te arreglas mucho últimamente y ahora vas a salir un sábado en la noche. Ya dime, ¿Quién es?
Es extraño, la veo entusiasmada, pero a la vez... ¿Molesta? En ese momento, tocan el timbre y Nora sale de mi habitación para ir a abrir la puerta. Quizás sea el comandante, ellos también saldrán, ¿No es lógico que lo hagan los novios?
Espera... Nora nunca me ha dicho que son pareja.
Salgo de mi habitación y conforme me acerco a las escaleras hacia la entrada principal, empiezo a escuchar unas voces.
—Entonces, ¿Por qué...?
Saiko estaba a punto de completar la pregunta, pero me ve. Tanto ella como Nora se calma y me mira fijamente.
—Jenny, te ves extremadamente guapa —me dice Saiko y me da un beso en la mejilla, frente a Nora.
—¿Puedo saber de qué hablaban? —pregunto.
—Nada importante, Jenny. —Voltea a verla—. ¿Verdad, Nora?
—Sí, nada importante. —Desvía la mirada de nosotras y le aleja.
Inmediatamente, Saiko toma mi mano y me saca de la casa, trato de despedirme de Nora, pero ella luce ignorarme. Una vez en el taxi, me quedo pensando en lo que ellas pudieron estar hablando.
*****
Hola, Hola:
Esta semana nos despedimos de Parte II con un capítulo diario, prepárense par lo que va a venir :3
Por cierto, ¿Saben que hay una playlist oficial de la historia? Dejaré el link en los comentarios.
Atte.: Finnale2412
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