Philip Harriet ha cambiado bastante desde la última vez que lo vi.

Recuerdo que él solía vestir con ropa sencilla, sus rasgos faciales eran "perfectos" (según las chicas) y su imagen irradiaba un aire de ser un líder nato y hasta un tanto superior a los demás. Él era el primero en muchas materias, pero a la vez tenía tiempo para socializar y ser el amigo de todos, incluso se ofrecía como tutor y guía para quien lo necesitara, por ello nadie dudaba de su solidaridad, amabilidad y responsabilidad.

Se sabía que su familia tenía una gran tradición de tener abogados y hasta políticos, por ello era el presidente del Comité de Alumnos y todo el mundo esperaba que siguiera esos pasos en el futuro.

El día que dio el discurso de generación cuando salimos de la preparatoria, todos le ovacionaron entre gritos y aplausos.

En ese momento me di cuenta de que, prácticamente, es la imagen perfecta de lo que Nora define como "príncipe".

Desde que logré acercarme a Nora, jamás volvió a mencionarlo. Lo agradecí en su momento, pero podía verlo en sus ojos, una parte de ella se entristecía cuando lo veía a lo lejos, ya que él fue su primer amor. Yo me preguntaba: "¿Será que ella todavía siente algo por él?". Pensaba que no, ¿Quién podría estar enamorado de alguien que, simplemente, le deja de hablar y le abandona cuando más lo necesita?

Pensé que, con el tiempo, Nora se olvidaría de él.

Ahora me doy cuenta de que no.

Ellos están frente a mí, tomados de la mano y con una sonrisa de par en par. Mi vista se enfoca detenidamente en Philip y si no fuera por esa mirada tan penetrante que tiene en sus ojos marrones, juro que no me hubiera dado cuenta de que era él.

Está... totalmente distinto: su piel es más bronceada; su cabello tenido de castaño oscuro arriba y de las puntas su rubio natural, además de que ahora es largo hasta el hombro; usa una perforación en su oreja derecha y tiene una barba en su rostro. Su ropa es más bohemia y hasta un poco... descuidada. Incluso puedo ver un tatuaje en el pecho.

Mierda, ¿Qué le pasó? No me malentiendan, es que yo ya tenía una imagen construida de él tan distinta que esto es bastante sorprendente.

—¿Por qué... están juntos? —pregunto directamente y no puedo disimular mi molestia, tampoco quiero hacerlo.

—Verás, Jennifer —intervino Philip antes de que pudiera hablar Nora. Qué molesto—. Hace un par de meses, ambos asistimos a un seminario de medicina, obligatorio por parte de nuestras escuelas. Así nos reencontramos, hablamos poco y, luego de varias semanas, decidimos darnos una oportunidad.

Hay tanto que quiero preguntar, pero solo me quedo viendo como él coloca una mano en la cadera de Nora, rodeándola con su brazo y atrayéndola a él. Es DEMASIADO molesto. Estaba a punto de decirle algo, pero Nora intervino.

—No creí que Philip se atreviera a seguir su sueño, estudiar medicina. Claro, cada uno en una diferente universidad y especialidad. —Lo mira—. Al final, estamos logrando lo que tanto hablábamos esos días.

—Y no hubiera sido así, si no me hubiera atrevido a cumplirlo. Todo gracias a ti, mi amor.

Me da asco su voz, la siento... hipócrita. Odio la manera en que se están mirando, sobre todo Nora. ¿Por qué hace eso? ¿Por qué... tiene sus ojos entrecerrados para él? ¿Por qué sonríe tanto? ¿Por qué lo toma de la mano? Tengo muchas ganas de vomitar por ver esto. Lo odio con toda mi alma.

—No puedo aceptarlo —murmuro y llamo su atención—. ¿CÓMO PUEDES HACER ESTO? ¿CÓMO PUEDES ESTAR JUNTO A ALGUIEN QUE TE HA LASTIMADO? ¿ESTO ES LO QUE QUERÍAS CONTARME?

No pude resistir y exploté. Estoy muy furiosa.

—Jenny, espera. Tengo que explicarte.

—¡NO QUIERO OÍRTE! ¡ERES UNA ESTÚPIDA, NORA SANDERS!

Salgo corriendo antes de que pudiera explicarse o detenerme. Me duele, no solo el hecho de que regrese con alguien como ese patán, sino también por lo mal que hizo verla tan feliz y darme cuenta de que, por más que este a su lado, no me basta.

Yo quiero... que me mire así.

*****

Han pasado un par de días y me he quedado encerrada en mi habitación. Estoy sentada en el piso y con una manta envuelta, las cortinas están cerradas y en mis oídos están los audífonos que conectan a mi MP3. Irónicamente, está la canción de Alone Again de Gillber O'Sullivan. Amo la música de los 80's, pero no estoy de humor para escuchar algo triste. Podría darle al botón y saltar la canción, ¿Por qué no lo hago? No tengo fuerza para nada.

Incluso tener los ojos abiertos duelen, he llorado tanto que creo que ya me quedé sin lágrimas. No sabía que eso se podía.

Todavía están las imágenes de ese día en mi mente, la manera en que se miraban, tan amorosa y cursi, pero que llenó mi corazón de envidia.

No saben la cantidad de veces que le maldije a Nora estos días, pero (y siendo sincera) eran para mí. Yo fui tonta, estúpida, imbécil... todo.

Lo sabía.

Sabía desde aquella vez que me acerqué. No. Lo supe desde la primera vez que la vi.

Un amor imposible.

Aun así, me acerqué y me volví su amiga. Pensé que me sería suficiente con solo estar a su lado, pero (y siendo sincera, otra vez) hubo una parte, muy pequeña, en mí que tenía la esperanza de que, tal vez, algún día podría llegar a su corazón más allá de una amistad.

Así que me quedé como "su mejor amiga".

Dolía, pero estaba bien. Al menos estaba a su lado. Si alguien la lastimaba, siempre regresaba a mí y yo la consolaba. Yo era la persona más cercana a ella, pero siempre estaba ese muro, ese límite. Solo era un "amor de amigos", por así decirlo.

Yo no podía más, no me lo permitían.

No, lo correcto, es decir: "Yo no me atrevía a cruzarlo".

Los seres humanos somos ambiciosos por naturaleza, no nos basta con lo que tenemos. Siempre queremos más.

Yo quería más, siempre fue desde el principio.

No solo verla a lo lejos.

Quería su amistad

Su compañía.

Su felicidad.

Su corazón.

La quería a ella, todo.

¿Por qué nunca le dije mis verdaderos pensamientos? ¿Por qué no me atreví a decirle? Tenía miedo. Siempre lo tuve. No es fácil. ¿Por qué tuve que ser mujer? ¿Por qué no fui como esos idiotas con los que salía? ¿Por qué no fui como... Philip? ¿Hubiera sido más sencillo ser hombre? Tal vez, yo hubiera sido ese "príncipe" que tanto esperaba.

Yo estaría dispuesta a serlo.

Sin embargo, la realidad es otra y por mucho tiempo tuve que reprimir todo esto. Tal vez por eso exploté y me siento fatal ahora.

Más porque, luego de pensar mejor las cosas, me di cuenta de que los ojos de Nora brillaban y tenía una amplia sonrisa con él. Mucho más que con los otros con los que ha estado. Era la segunda vez que le veía así. La primera, justamente, fue cuando la conocí y cuando ella lo conoció a él. A Philip.

Solo con él está así.

Su primer amor, ¿Eh?

Yo ya lo sabía, Philip estudiaría lo mismo. Lo escuché discutir con Isabella en el baile. No le preste atención, no era mi prioridad ese día. ¿Cómo iba a saber que cruzarían camino nuevamente?

Tal vez... sea el destino el que los unió.

No, ¿Qué estoy diciendo? ¿Voy a justificar la estupidez de Nora? Estoy mal. Él la ha hecho daño, la abandonó y nunca la defendió. Ni siquiera volvió a acercarse después de ese momento.

... No.

Yo... intervine. Borrando ese mensaje. Solo postergué lo inevitable, ¿No? Al final, ellos...

En este momento, suena mi celular. Lo levanto pensando que otra vez es Nora tratando de comunicarse conmigo.

No quiero hablar con ella. No por enojo, sino por vergüenza.

Entonces leo la pantalla:

De: Número no registrado.

Quiero hablar contigo.

Te espero en el parque frente a tu casa.

Philip.