08
Marzo. Año 2001.
Los días lluviosos no paran y por ello estamos realizando las prácticas de Educación Física una vez más en el gimnasio techado. Por supuesto, está mi salón y el de Nora juntos. Desde aquel día en noviembre, las cosas se volvieron más tranquilas y aquellas chicas ahora ignoran. Sin embargo, tal parece que el resto de los estudiantes también, aunque los rumores sobre ella siguen circulando.
Quisimos hablar con un consejero sobre esto, pero nos dijo cualquier cosa solo para hacernos a un lado. Qué patético.
Volviendo al presente, acabamos de jugar un pequeño partido de voleibol entre ambas clases. Debo admitir que se me da bien el juego y tengo buena resistencia. Cada vez que golpeo la pelota, me gustaría darles en la cara al grupo rival, las compañeras de clase de Nora por estúpidas, pero no puedo ser agresiva. Aunque me enoja ver como Nora está sentada y siendo ignorada por el resto, no la llamaron a jugar.
Durante un breve descanso, mientras tomo algo de agua, una compañera de mi salón se me acerca. Ni me molesto en verle al rostro.
—Jennifer, ¿Segura que no quieres ayudarnos para el partido de voleibol este sábado? Su lanzamiento podría ayudarnos bastante, estamos a poco de llegar a la final. —Todo el año insistieron con ello.
—Lo siento, tengo planes con mi amiga.
—¿Nora Sanders? —Se lleva las manos a la boca—. ¿Por qué eres amiga de esa chica?
—¿Acaso tú también crees esos rumores tontos sobre ella? —pregunto, molesta.
—No, pero... tampoco quiero que hablen a mis espaldas.
—Pues yo no escuchado que hablen mal de mí y aunque lo hicieran, me importa poco.
—Sí, dicen cosas de ti, como desde hace un año.
—¿Qué dicen de mí? —Me da igual, pero quiero saber.
Aquella chica se me acerca al oído y me susurra algo que me deja impactada.
Mierda.
¿Cómo lo...?
Siento como si estuviera a punto de caerme o desmayarme, ¿En serio saben de eso? Me siento... con muchas ganas de llorar, pero hago mi mejor esfuerzo para contenerme.
—No tengo por qué explicar rumores que no me importan, ¿No te lo había dicho? —Me alejo lo más rápido que puedo para evitar quebrarme.
Quiero desaparecer en este momento.
*****
A la hora de la salida, sigue lloviendo afuera y por eso varios estudiantes salen del edificio escolar con una sombrilla en la mano. Yo tengo uno y estoy esperando a Nora en la entrada.
Desde hace unos meses, empezamos a juntarnos durante el almuerzo, la hora de estudio y, recientemente, vamos a cafeterías, al parque o hasta mi casa después de la escuela. Me sorprendió bastante saber lo cerca que están nuestras casas una de la otra.
—¡Jenny! —la escucho gritar mientras corre hacia mí—. Lo siento mucho. Tuve que quedarme a limpiar junto con Jonathan.
—¿Jonathan? ¿No es aquel que se te acercó ayer con un chocolate y te invitó a salir el sábado?
—¡Sí! Al final le dije que sí —está muy alegre—. Me convenció lo mucho que sabe de películas y por eso vamos a ir al cine.
También, desde este entonces, Nora ha aceptado acercarse a algunos chicos. Creo que en parte ha sido culpa mía por animarla en que no se rindiera en ese asunto. No quería verla tan triste con algo que tantas veces me ha hablado, el romance.
Pero... siempre los chicos con lo que sale son... nefastos.
—¿Acaso se te olvidó que este sábado íbamos a ir a la feria del libro? —Cruzo los brazos y frunzo el ceño.
—¡Ay, no! —Se tapa la boca con las manos—. Lo siento mucho, Jenny. ¿Podemos ir otro día? Además, la feria estará hasta finales del mes.
Quisiera decirle que es bastante tonta por olvidarlo por un chico que seguro le romperá el corazón (como siempre), pero esos ojos azules mirándome detenidamente me ponen bastante nerviosa.
—E-Está bien.
Una vez más, compruebo lo tonta que soy por caer. De repente, Nora me toma del brazo y se aferra a mí.
—¡Eres la mejor, Jennifer!
—No es para tanto. —Qué bueno que no me está mirando o notaría lo sonrojada que estoy—. Mejor vayamos a casa, Mamá hizo Crema de Maíz.
—¡Genial! Como amo la comida de tu madre.
Nora ya ha estado en casa con mis padres presentes un par de veces y ellos la tratan demasiado bien, casi parece que la quieren adoptar. Según mi madre, ella no se puede resistir a lo tierna que le resulta y se conmovió más cuando le platiqué la situación de Nora y su madre.
—Oye, Jenny. ¿Por qué no intentas salir con alguien? —pregunta mientras caminamos—. Sería bonito también poder ayudarte en alguna cita.
—No soy como tú, no me interesan esas cosas ahora —lo digo de la manera más sincera posible, para no verme sospechosa—. Tampoco quisiera que me rompieran el corazón cada rato.
Además, no tengo ni idea de cómo acercarme a otra mujer de esa manera. A la única que he conocido que es igual a mí es Wilson.
—Sé que he tenido una pésima elección de chicos. —Su rostro se entristece—. Empezando por Philip.
Descubrí que Nora no le gusta hablar del pasado, por lo que no me ha querido contar nada de su antigua escuela o sobre lo que pasó con Philip. Lo único que sé es que ella sí sentía algo por Philip y él... parecía que también, pero al parecer fue mentira. Quizás solo también jugó con ella. Qué imbécil.
—Luego te animaste a salir con uno que conociste en una tienda de discos en diciembre, en enero con otro que conociste en la cafetería y el último de este mes a alguien que conociste en la heladería —continuo yo—. Con todos terminaste llorando con una sola cita por lo idiotas que fueron.
—Pero sigo manteniendo la esperanza de algún conocer a esa persona especial...
—Como en los cuentos de cuando era joven —la interrumpo—. Lo sé, lo repites tanto.
—Lo siento por ser tan fastidiosa. —Suspiró—. Es que... se lo prometí a alguien y no puedo fallarle. Además, la idea me parece hermosa. Encontrar a mi otra mitad.
Quisiera decirle lo tonta e infantil que me parece su forma de ver el amor, pero creo que también es esa inocencia lo que me atrae de ella.
Creo que debería considerarme una masoquista.
Me torturo a mí misma al estar junto a alguien que siempre buscar el amor, pero que nunca me ha volteado a ver a mí.
Vaya vida.
—Quizás esté más cerca de lo que piensas, Nora —murmuro para mí misma y para mi suerte, ella no me escucho por el ruido de la lluvia.
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