Prólogo: Me lo merezco
¡Así es, otra historia de Omori!
Lo siento, es que me encanta Omori. Bueno, sigamos.
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[ Tengo algo que decirles ].
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Un silencio ciertamente incómodo se formó en la sala. Hero, Aubrey, Kel, estaban al lado de un Basil totalmente inconsciente y con sus heridas vendadas.
Aunque no lo pareciera, los dos se golpearon muy fuerte para que los dos acabaran con vendas por todo el cuerpo... Era eso, o sus cuerpos son muy débiles ante los golpes. También cabía la posibilidad de que se golpearan con objetos de por ahí, pero no era probable teniendo en cuenta la única pieza de jardinería encontrada allí.
Ahora, Sunny estaba parado. Mirando enigmáticamente, con una expresión cansada y decidida hacía su grupo de amigos... Bueno, por el momento lo era.
- ¿Sunny? ¿Qué haces levantado de tu cuarto? -. Preguntó, ciertamente sorprendido Hero ante la presencia del Suzuki menor.
Pese a que parecía estar de pie y serio por fuera, por dentro Sunny era un manojo de nervios y complicaciones. Tenía que decirlo ahora mismo, no había vuelta atrás. Desde ese momento, nunca lo hubo.
Si bien se reconciliaron hace apenas unos días, iba a romper su relación con ellos ahora mismo con lo que diría. Sin embargo, ¿Basil merecía eso también?
Iba a condenarlos a los dos con la verdad retenida desde hace años. Sí bien fué Basil quien recomendó colgarla, Sunny la había matado. Basil dió una solución poco ética, pero él jaló el gatillo para acabar con su hermana de este mundo...
No solo fué que Basil lo ayudara a fingir todo, si no que él está emocionalmente mal también; su abuela murió, o al menos eso entendió al no verla en la casa y al amante de las flores encerrado en su cuarto todo el día. Murió su abuela, sus padres parecían no quererlo, Aubrey participaba en su Bullying, ayudó a colgar a Mari y, aún con todo eso... Aún lo considera su mejor amigo.
Basil lo había ayudado esa vez con el tema de Mari, y si bien lo había recibido con unas tijeras de jardinería haciendo que perdiera su ojo... Basil merecía un mejor final.
Después de todo, Aubrey, Kel, Hero, todos los que conoce viven en Farawaytown, un pueblo alejado de toda población en Estados Unidos. ¿Cómo sería la vida de Basil si se sabe la verdad? No puede irse como él, y teniendo en cuenta de que los rumores se esparcen como la pólvora no sería poco tiempo en el que Basil tomara una decisión precipitada.
Suicidio por la presión, quizás.
- ... Tengo que decirles algo -. Repitió, repleto de nervios internos.
- Ya lo dijiste antes, ¿qué vas a decirnos, Sunny? -. Kel preguntó, inquieto mientras estaba al costado de Basil.
Aunque una parte de él gritaba que quería correr, refugiarse y pudrirse en su casa, no podía hacerlo; escapar otra vez no arreglaría nada y más en esta situación.
La verdad tenía que ser dicha de una vez por todas.
- ... Es sobre Mari -. Hero suspiró, pensando que era algo sentimental.
- Sunny, no tienes que segu- -.
- ¡No! -. Interrumpió, alzando un poco la voz, pero no tanto. Henry pareció sorprenderse ligeramente ante el tono del menor. Su garganta ahora picaba - ... Ya escapé l-lo suficiente de esto -.
- ¿Escapar de qué, Sunny? -. Aubrey interrogó, ciertamente preocupada con las palabras de su amigo.
Una corriente de nervios subió por todo su cuerpo, mientras se mantenía de pie. Apretó los puños, arrugando su piel y dándoles un tono blanquecino a estos.
- ... L-La maté... -.
- Sunny, ¿dijiste algo...? -. Kel preguntó.
Sunny no podía hablar muy alto debido a todo el tiempo que no había hablado; 4 años para ser exactos.
Sus cuerdas vocales dolían por el grito con el cuál respondió a Hero anteriormente, pero eso lo detendría. Todo su cuerpo se erizaba y le imploraban que corriese del lugar. Que mienta y vuelva al mundo de fantasía que tanto había tardado de construir.
Volver con sus amigos de los sueños.
Volver con Omori.
Volver con Mari...
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No. No lo va a hacer, ya había tomado una decisión; ¿de qué sirve prometerse algo si no lo va a cumplir? Solo serían palabras vacías y sin ningún valor.
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- Mari no se suicidó -.
El tiempo parecía haber sucumbido en esa misma habitación, mientras el silencio y un sentimiento frío envolvía a todas los presentes. El cuerpo de Sunny, débil, parecía palpitar con una fuerza inconmensurable al mismo tiempo que su corazón palpitaba de la misma manera. Los pasos envolvieron los oídos de Sunny, siendo el único sonido que podía escuchar traspasar los mismos.
Una mano, con un tanto de fuerza, lo tomó del hombro. Sunny, temeroso, miró hacia arriba para notar a Hero. Tenía una mueca imposible de describir, tanto visualmente como narrativa. Habían tantas emocionar conjuntas en una misma persona, que era imposible decir si estaba triste, molesto, confundido, conmocionado... Ni siquiera un profesional podía decir una descripción exacta de lo que Hero parecía tener ahora mismo.
- ¿Disculpa? -. Preguntó Hero, con la voz baja.
Sunny se empezaba a sentir mal, con su estómago regocijarse de la mala sensación que era decir todo lo que estaba por decir. Por lo que Kel le había contado antes de que Hero volviese a Farawaytown era su fuerte depresión por el "suicidio" de Mari. Sunny se sintió como un monstruo personalmente, ahora que recordaba todo lo que Omori trataba de ocultar con el fin de protegerlo.
Lo sentía por Hero, por todo ese dolor en su interior que cargó dentro de sí mismo por años, culpandose por la muerte de su novia... Sunny se sentía horrible.
- No hubo suicidio -. Reiteró Sunny. Su inexpresividad no parecía romperse por fuera. - La asesinaron, y luego la colgaron... -.
- ... -. Los ojos de Hero se dilataron y se alejó de Sunny, sosteniendo su cabeza con su mano derecha, mientras que la izquierda temblaba.
- ... ¿Cómo sabes eso, Sunny? -. Aubrey interrogó. Su mirada estaba un poco pérdida, mientras que Kel estaba perplejo mirando al suelo.
Sunny la miró con su único ojo funcional y disponible. Parecía mirar en el fondo del alma de Aubrey, pero a la adolescente rebelde no le importó. Caminó y caminó, hasta llegar al jóven y único hijo Suzuki. Sus manos, temblorosas, fueron llevadas a los hombros del chico pálido. Sus manos podían sentir las vendas a través de la bata y la piel de papel del chico. También podía sentir los huesos del desnutrido chico, pero solo quería saber la verdad por ahora...
- S-Sunny, respóndeme... ¿C-Cómo sabes eso y los policías no dijeron nada...? -. Parecía desesperarse, y aumentó, inconscientemente, el agarre. - ¿P-Por qué no dijiste nada...? -.
La garganta del jóven era un nudo enredado entre un millar de nudos más pequeños y difíciles de desenredar. Sus músculos faciales y sus labios, principalmente, no querían abrirse debido al miedo que sentía. Sunny estaba aterrado.
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"No es tan aterrador como crees!".
Esas palabras inundaron sus corazón con la misma calidez que Mari había llenado en los momentos más felices de su vida. Ahora, solo eran un gris apagado y aburridos días, dónde Sunny acabó con ellos de manera totalmente abrupta. Ahora que lo pensaba mejor... Todo esto era por su culpa.
Era bueno equivocarse algunas veces, pero en toda su vida... Tenía algún problema.
¿El recital? Se arruinó por su vagancia, la cuál es de sus más fuertes debilidades.
¿El antigüo lugar secreto? Dejaron de ir cuando él casi se ahoga ahí.
¿Mari? La empujó por las escaleras por instinto y miedo. Murió por el violín. La caída fué dura, sí, pero abría sobrevivido. Si tan solo no hubiese tirado el bendito instrumento...
¿Sus amigos? Sufrieron por su culpa y la de Basil.
¿Basil? Sufrió acoso por Aubrey debido a los rayones en el álbum de fotos.
¿Hero? Se culpaba por la muerte de Mari a diario y lo hizo sentir miserable.
¿Kel? Lo hizo sufrir indirectamente. Aunque el basquetbolista no lo demostrara, el lloró y mucho cuando sepultaron a Mari.
¿Aubrey? ... Él hizo que se perdieran los rastros de aquella Aubrey adorable y tierna que recordaba. Él la hizo un bully que acosaba a Basil, y eso nunca va a poder perdonarselo.
Los labios de Sunny se curvaron, en una expresión de duda; tenía miedo, mucho miedo de contarlo... Pero tenía que hacerlo.
- ... Yo maté a Mari. La arrastré y lo hice parecer un suicidio -.
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Basil por fin despertaba. Su cuerpo ardía y dolía por las heridas de la batalla contra Sunny. Recuerda los ojos de "algo" mirándolos fijamente y cuestionando sus actos. Un dolor de cabeza, junto a un molesto zumbido lo hicieron cerrar los ojos un poco. Aún recordaba el grito que dió Polly cuando los encontró a los dos. Las sirenas de la ambulancia, y sus amigos pidiendo que pudiesen ir con él y Sunny. Sunny... SUNNY, SU OJO-!.
Se sentó en la cama repentinamente al recordar que le había quitado, literalmente, el ojo a su mejor amigo y cómplice de asesinato. Hiperventiló, mientras se llevaba la mano al pecho.
- O-Oh dios, ¿qué carajo hice...? -. Basil hiperventilaba notablemente. Su corazón palpitaba mucho, y su presión, medida por la máquina, empezó a aumentar sus pitidos.
- H-Hey, Basil, cálmate... -. Una voz suave lo intentó calmar, mientras posaba su mano en su hombro. Basil lo miró, confuso y desorientado.
No se veía a simple vista por el tono blanquecino, pero luego de acostumbrar los ojos lo pudo ver. Era Sunny, aunque tenía algunos... Golpes en la cara? Eso era raro. Pero, además de eso, tenía una ligera sonrisa triste.
- S-Sunny... -. Los ojos del jóven rubio se humedecieron con lágrimas, viendo dónde debería estar el ojo derecho del jóven. Su culpa incrementó, y "Algo" surgió nuevamente, aunque era un poco menos intenso. - LosientoLosientoLosientoLosientoLosiento-.
- ¡Basil, cálmate, estoy bien! -. Su garganta ardió un poco cuando habló, y dolió aún más cuándo tragó su saliva. Estaba muy mal. Sus palabras calmaron el ataque de pánico momentáneo del jóven florista. - Está bien... E-Es solo un ojo, no es la gran cosa. Me las arreglaré -.
- ¡Q-Que digas que te las vas a "arreglar" no soluciona nada el hecho de que te arranqué el maldito ojo, Sunny! -. Exclamó, mientras solo derramaba algunas lágrimas de frustración.
Sunny lo miró. Su mano nunca dejó su hombro, haciendo que se sintiera más seguro. "Algo" desapareció momentáneamente.
- ¿Te calmaste? -. Basil asintió con la cabeza, vacilante. - Bien, me alegra saber eso... -. Sunny se frotó la garganta, no estaba muy acostumbrado a hablar en tanto tiempo.
...
- ¿Por qué tienes golpes en la cara, Sunny? -. Preguntó Basil, mientras solo suspiraba levemente. - S-Son míos, ¿no? -.
El jóven Suzuki observó a Basil. No mentía que su amigo rubio tenía una fuerza ciertamente oculta y que le dolió. Era por su cuerpo débil, obviamente, pero aún así le dolió. Sunny, lentamente, negó con la cabeza para sorpresa de Basil.
- ¿N-No? ¿Q-Quién te golpeó, entonces? -. Basil trató de llegar al fondo de esto, aunque sus nervios pudieran más que él.
- ... Hero me dió una bofetada y Aubrey... Digamos que se enfureció mucho, y me golpeó unas 6 veces -. Sunny resumió, sin darle mucha importancia.
- ¡¿Qué?! -. Basil preguntó, sorprendido -. ¡¿P-Por qué?! ... Oh, no me digas que... -.
Basil vió como Sunny asentía con la cabeza. Su corazón se sintió mejor sabiendo eso, y un peso se le quitó de encima. "Algo" iba desapareciendo.
- Eso sí, puede ser que me saltara algunos detalles -.
- ¿Cuáles? -.
- ... Bueno, me eché toda la culpa a mí. Tú estás impune -.
Por alguna razón, Basil se puso el doble de nervioso y confuso ante eso.
- ¡¿P-Por qué?! ¡Yo te dí esa estúpida idea! -.
- Lo sé, pero eres mi único amigo... Simplemente no puedo perder a nadie más -. Sunny sonrió, débilmente. Vagos recuerdos llegaban a su mente.
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"Yo... No quiero compartir habitación con un asesino". Hero estaba asqueado. Lloraba a mares, y quitó a Sunny de su costado de una bofetada que casi lo hacía caer.
...
"...". Kel solo miró a Sunny, quién se sostenía la mejilla enrojecida, pero un poco salvada por el vendaje. Su expresión se hizo una mueca, y salió corriendo de la habitación. Se podían ver ligeras gotas salir de sus ojos, siendo la primera vez que lloraba en años...
...
"¡Primero matas a Mari, y luego vas a por Basil porque el sabía la verdad...! ¡Tú...!". Aubrey, enfurecida, arremetió contra el chico. Lo golpeó algunas veces en la cara y se detuvo, mientras se quebraba. "¡Nos reunimos nuevamente luego de tantos años... Y lo rompes así de la nada! ¡N-No significamos nada para tí!". Aubrey se quebró, mientras su flequillo tapaba uno de sus ojos, por los cuales lloraba.
...
"¡Te odio, ojalá nunca hubieses nacido!".
...
Sunny se llevó una mano a su corazón, que aún palpitaba por suerte y regalo bendito de dios. Miró a Basil, y le dió la sonrisa más suave que pudo.
- Yo... No quiero perder a nadie más. No ahora -. Sunny atrajo a Basil en un abrazo, mientras Basil no parecía entender la decisión del chico.
Dos monstruos encubrieron el crimen más grande; matar a alguien y solo fué el monstruo más inesperado el que confesó toda la culpa para él. ¿Y él? No era justo, no merecía ser felíz. No merecía la oportunidad que Sunny le estaba dando... Sin embargo, su abuela habría querido que viviera la vida. Que no se atascara en un bucle vicioso de culpa y remordimiento por algo de hace 4 años.
El monstruo detrás del plan fué perdonado, pero ¿y el ejecutador?
Algún día alguien, quién sea, ¿perdonará al monstruo quién empujó a Mari...?
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[ ¡"Algo" se ha unido a Sunny! ].
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