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Había pasando un tiempo desde que Sunny se mudó allí con su madre para vivir tranquilamente. No la veía tan seguido debido a sus arduas horas de trabajo y solamente se entretenía con Rowan y Abby en la escuela. Pero no siempre podía depender de ellos para distraerse. A fin de cuentas, ellos también tenían sus propias vidas, aunque Rowan parecía estar siempre desocupado y jugaba con Sunny en el parque cuando tenía la oportunidad.

Sin embargo, y aunque Rowan tuviera una especie de obsesión para jugar junto a él o con alguien en general, no siempre quería jugar Sunny con él.

¿La razón? Simple, y esa razón tenía un nombre: Omori.

Desde que había tenido ese cambio de mentalidad con su creación imaginativa que aparentemente adquirió consciencia, la mayor parte del tiempo no era realmente "el" quien hacía las cosas, si no que Omori tomaba su lugar la mayor parte del tiempo sin consentimiento.

No podía controlarlo, ya que tenía algo que le impedía decir que no. Era como si él quisiera protegerlo a toda costa…

De todas formas, esto era un inconveniente a futuro… Vamos a ver el por qué.

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Omori abrió los ojos mientras se retorcía en la comodidad de su cama. Si fuera "El Soñador" le daría un 10/10 a su cama, pero él no era su creador, era su guardián. Su protector.

Últimamente había visto a Sunny avanzar, hizo dos amigos y empezó a familiarizarse con la gente de alrededor. Él seguía su vida pacíficamente, pero él y "Algo" se quedaban impregnados dentro de él. Eran como el cáncer. Daba igual cuánto te intentaras deshacer de él, siempre volvía de una u otra forma.

Por algún motivo, Omori no pudo ser borrado al igual que la presencia de "Algo". En el fondo, sabía que "El Soñador" no se iba a soltar de algo tan fácilmente, ya que es mucho más simple aferrarse a algo que dejarlo ir. Por eso creó HeadSpace en primer lugar, para aferrarse a la idea de que Mari seguía vida.

Aunque se hubiera perdonado así mismo, y lo derrotó finalmente en su enfrentamiento por saber la verdad, aún no se sentía realmente feliz eliminándolo de la existencia.

Omori había puesto a Sunny a dormir junto a "Algo" mientras que él se encargaba de proteger a "El Soñador" en el mundo real. Debía de solucionar la baja autoestima que su creador tenía, pero supuso que sus nuevos amigos podrían darle una solución a aquello. "El Soñador" tenía muchos problemas físicos, mentales, metabólicos, etc. Por eso, y para protegerlo, él iría y mejoraría su salud, proporcionando una larga y duradera vida a Sunny.

— Me duele la espalda —. Susurró mientras se sobaba la zona adolorida. Aunque era un diez su cama, su espalda decía lo contrario.

Con lentitud y sin temer a que el tiempo corriera, se colocó sus zapatos al igual que se vistió rápidamente. El mismo conjunto de ropa era visible en el espejo del baño.

Se tocó el parche del ojo suavemente, mientras sentía la cicatriz de la piel traspasar el parche desechable de su ojo. Todavía necesitaba de usar el parche, pero luego tendría que dejar de usarlo en algún momento. Era molesto ver de un lado, sí, pero iba a acostumbrarse a eso.

— Necesito darme una ducha, desayunar y… eh… —. Al ser un Sábado no había demasiado para hacer. Seguramente Rowan tocaría la puerta de su departamento para sacarlo al parque. — ¿Por qué me vestí si me voy a duchar de todas formas? —. Todavía no podía pensar para sí mismo.

Era un defecto ciertamente problemático.

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— ¡Sunny, Sunny, mira! —. Rowan lo llamó, mientras que Omori observaba con pocas ganas al jóven hiperactivo tirarse por un tobogán.

— Parece divertido… —. Comentó sin más. Su destino siempre fue seguir las órdenes de "El Soñador". Nunca le había dicho las maneras en las cuales debía de cumplirlas.

Quizás debió de haber pasado un poco con sus métodos, pero sus resultados eran incapaz de ser negados como algo "poco efectivo". Podían criticarle una cosa, más no la otra.

Aunque le pareciera divertido el hacer eso, estaba siendo precavido con lo que si hacer y lo que no hacer. Debía mantener a salvo y saludable a Sunn- … "Al Soñador". Esa era la misión que se impuso hacer cuando tomó contról de su cuerpo con daño verbal.

¿Cruel? Si. ¿Efectivo? También.

— ¡Deberías de intentarlo también, es divertido! —. Ver a Rowan con arena en la la cara era sinónimo de no hacerlo. Parecía peligroso, y no iba a arriesgarse a ello.

— Peligroso… —. Sí, debía de intentar no pensar en palabras.

— ¿Peligroso? ¡Ha! ¡No es peligroso, es mí forma de divertirme! —.

— Cuando tengas dos huesos rotos, ahí va a ser muy divertido —. Comentó con una tranquilidad ciertamente alarmante para Rowan.

— Estás siendo más raro y cruel que de costumbre… —.

Sí, ciertamente eso fue cruel aún considerando que eran adolescentes un tanto… ¿Tontos? ¿Cuál era la palabra correcta para definirlo?

… Meh, ya se le ocurrirá algo.

— No soy tan cruel —.

— Para nada… ¿Sucede algo? —. Preguntó con cierta curiosidad en su voz.

Omori negó con la cabeza para consternación de su amigo. Sin estar realmente convencido, retomó su juego para divertirse antes de que anocheciera.

El ser no pensante solo lo miraba fijamente. ¿Así era como "El Soñador" se divertía usualmente? No era nada alejado a lo que hacía en HeadSpace, pero ahora que tenía un cuerpo en el mundo real que debía de proteger a toda costa.

Aunque se tirase por el tobogán y se pusiera a jugar con él, podría dañarse. No era realmente algo seguro en lo que jugar.

Si tenía que proteger a "El Soñador" con todo y debía de tomar su cuerpo más que de costumbre… Lo hará.

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Y así, empezaron unas semanas raras para Rowan y Abby. Los dos pasaban el tiempo junto a "Sunny", pero parecía que los únicos que se divertían eran ellos dos con sus peleas, pero "Sunny" no los detenía. Siempre usaba una excusa.

"No quiero dañarme", decía. Eso era totalmente tonto para Rowan, pero comprensible al mismo tiempo.

Que alguien como Sunny fuera capaz de detener una pelea contra dos tipos con ese físico de papel era totalmente imposible. Abby tenía una fuerza equiparable a la de Aubrey, o incluso mucho más. Rowan, en cambio, era el capitán del equipo de fútbol americano, por lo que su fuerza era comparable a la de un toro en estampida.

"Sunny" no se sentaba con ellos cerca de la barandilla. No sabían la razón, pero simplemente decía "odio las alturas" y lo dejaban pasar.

Los primeros días fueron tolerables.
Luego ya fue bastante raro.
Y con el pasar del tiempo, las alarmas se encendieron.

No sabían el por qué actuaba así, pero tenían que hacer algo al respecto.

En cambio, Omori, se mantenía al margen con las cosas. Se sentía más y más cansados al tener que usar el cuerpo del soñador la mayor parte del tiempo, pero tenía que hacerlo para poder proteger a su creador de los peligros de afuera.

Comió más saludable para que estuviera mejor y tuviera algo de grasa. No era saludable ser así de flaco cual hoja. Hacía más ejercicio… Claro, si caminar dos minutos al día se consideraba ejercicio, podía ser el mejor caminador del mundo.

Aunque era complicado de cumplirlo realmente por sus horas de sueños altamente demandantes, podía mantenerse en pie, aunque no realmente…

Ya se iba a acostumbrar.

Sin embargo, cree que esta sería una buena idea de hacer que "El Soñador" liderase su lugar un rato… Se sentía cansado. Las clases agotaban a cualquiera…

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[ ¡Omori ha liderado a Sunny! ].

[ … ].

[ Sunny está confuso y perdido ].

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Era otro día, y el trío de amigos se encontraban en su lugar de reunión habitual: la azotea. El viento golpeaba sus rostros mientras cenaban pacíficamente.

— Es bueno ver que estás aquí nuevamente. Actuaste muy raro antes —. Comentó Abby, comiendo un poco de una manzana.

— Ni yo sé qué ocurrió… Mí cuerpo a veces es como si lo controlara alguien más —. Comentó Sunny mientras se sobaba el ojo adormilado.

— ¿Tienes doble personalidad? Eso explica mucho —. Se rió un poco Rowan, siendo callado por un ligero golpe de su hermana.

— No, no, que yo sepa no tengo… Pero me gustaría dejar de despertar en medio de cosas que ni recuerdo, pero vagamente y por instinto logro reaccionar —.

No sabía la razón exacta, pero por alguna razón se sentía usualmente más saludable, con mucho más sueño de lo usual, y sus piernas dolían menos cuando subía las escalares… Le habrá hecho algo raro.

— Siempre puedes tomar una psicoterapia. Ayuda mucho en eso —. Comentó Abby lanzando el corazón de manzana a la cara de su hermano.

Con una vena en la frente, Rowan habló. — Eso, o puedes tomar esto — De sus bolsillos saco una caja la cuál agitó para tratar de sacar algo. Unas pastillas salieron y se las dió a Sunny. — Me ayudan con mis problemas. No creo que solucionen lo tuyo, pero puedes intentarlo —.

Abby las observó. Sabía que tenía pastillas, pero no sabían realmente que hacían realmente. Supuso que eran cosas personales de Rowan, por lo que no iba a meterse en ello.

— Lo haré. Gracias —. Sonrió levemente.

Era bueno tener dos amigos como estos…

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Parece que funcionó. Omori no volvió a ocupar su cuerpo hasta nuevo aviso, siempre y que tomara esas pastillas. Aunque sabemos que no es realmente un "trastorno" en sí.

Solamente es una creación de su mente imaginativa que tomó consciencia y forma. Nada más, y nada menos.

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Aunque ahora estaba mejor físicamente. Tenía que agradecerle a Omori eso.

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Sí, este capítulo fue para justificar el hecho de que Omori no aparece hasta el final de la serie.