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La pandilla se encontraba sentada alrededor de una mesa, comiendo algo que Hero preparó con los ingredientes que se encontraban en el refrigerador. Mientras que Kel y Basil conversaban sobre alguna tontería y observando con atención la televisión, Aubrey y Sunny se echaban alguna que otra mirada de vez en cuando, siendo visto por obvias razones por el mayor del grupo. Sólo pudo reírse en silencio, mientras comía su platillo.

Todo era un silencio bastante benevolente y tranquilo, calmando las ansias de un Sunny y Hero. Uno estaba totalmente curioso y ciertamente nervioso por Sunny. Que una puerta estuviera abierta, cuando realmente debería de estar cerrada la mayor parte del tiempo de la nada, no era una buena señal. Además, no paraba de pensar en aquella carta tan... rara. ¿Con qué clase de gente se juntaba Sunny?

El tuerto, por otro lado, estaba más nervioso por otro tema. Ciertamente se habían declarado el uno al otro y los dos correspondieron a esos sentimientos, siendo sellado por un beso tan torpe que aún lo sentía en la comisura de sus labios. Y no era bonito que casi los atraparan con las manos en la masa...

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[ FlashBack ].

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Él recordaba cuando los suaves de Aubrey y los suyos se encontraron en un inexperto y torpe beso que cualquier novato haría. No eran expertos en esto. Rayos, no era una novela donde los dos podían besarse con la mayor profesionalidad del universo. Eran dos adolescentes de dieciocho años, por favor.

Al pasar de los segundos, los pulmones de ambos comenzaron a arder en busca de alguna fuente de aire. Despacio y queriendo disfrutar un poco más de la sensación, se separaron, respiraron levemente agitados.

- C-Ciertamente fue un... buen beso -. Aubrey comentó, jugando con sus dedos bajo el sonrojo notable que se denotaba en su rostro.

Fervientemente, Sunny sintió que su corazón corría una maratón al ver a una chica tan ruda como Aubrey así de nerviosa y... tímida.

Era tan tierna.

- S-Supongo fue bueno -. Sunny habló entre jadeos, mientras Aubrey asentía.

Ahora un silencio los envolvió en un cálido abrazo, siendo un silencio cómodo. Ambos todavía necesitaban cierto momento de descanso para poder recuperarse luego de un beso tan... bueno, duradero como el primero.

Simplemente se sentía tan bien que no querían dejarlo/a ir bajo ningún concepto...

- ... ¿P-Puedo tener otro? -. Los ojos de Sunny encontraron sorprendido la propuesta de Aubrey. Parecía más que tímida al pedir ello, y él también lo estaba y bueno, ¿cómo no estarlo a fin de cuentas?.

Su mirada, llena de una necesidad de hacerlo otra y otra vez oculta en una notable timidez, era palpable.

Ella necesitaba de él, y él necesitaba de ella.

- ¡C-Claro que podemos! No... v-veo una razón para no hacerlo... -.

La respuesta pareció servir para Aubrey, quién se acercó de manera totalmente desprevenida para el joven tuerto. Pudo sentir la respiración entrecortada de Aubrey raspar su cuello, y su cabello cayendo sobre su espalda cual cascada sobre ella.

Quería cernirse sobre ella y besarla tanto...

Sin embargo, la puerta se quería abrir tras unos murmuros desde afuera. Era Kel y Basil, quienes querían ver la habitación de Sunny.

Por suerte, ninguno de los dos mencionados sospechó y sacó conclusiones cuando los vieron a los dos... en una habitación... a oscuras... prácticamente casi rojos...

Sí, NADIE sospechaba nada.

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[ Actualidad ].

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- Así queeee... Sunny, ¿cuando vuelve tu madre? Me gustaría preguntar un par de cosas -. Hero sacó un tema de conversación en común.

Oh, cierto, su madre... ¡Aún ella no sabía que él estaba allí! Era un buen hijo.

- Oh, bueno, ella suele llegar por cerca de estas horas... ¿Quizás media hora más tarde? -. Sunny se encogió de hombros, provocando que cuando levantara los hombros, el brazo de Aubrey se moviera también de manera ligera con sincronía en el momento del joven.

Raro.

El mayor ojeó por debajo de la mesa, fingiendo que se le cayó un cubierto. Sí, lo que imaginaba, Aubrey estaba básicamente tomando la mano de Sunny con cierta y nula intención de soltarlo.

Eran una pareja bastante tierna...

Se colocó nuevamente en su silla, colocándose recto en el asiento para que no creciera una joroba en su espalda. Comió tranquilamente su comida, la cuál era una ensalada con pollo, tomate, lechuga, huevo y pedazos de papa cortada. Era una comida bastante buena, rica, fácil de hacer y nutritiva.

Que grande que eres Hero, pensó para sí mismo.

- ¡Diablos, no hay nada bueno en la televisión! -. Exclamó Kel, mientras buscaba incesantemente alguna cosa interesante como una película o algún capítulo de una serie animada. No había nada de eso, aparentemente.

Hero suspiró desde su asiento, preguntándose la razón del por qué le permitían a Kel ser quién fuera el sintonizador de canales interesantes para escuchar mientras comen.

- Puedes poner cualquier cosa -. Sunny le restó importancia.

- ¡"Cualquier cosa" es un concepto muy amplio! -. Exclamó Kelsey. Sunny estuvo ciertamente de acuerdo.

- ¿Y si pones un programa de cocina? -. Hero propuso.

Ninguno habló, habiendo que el mayor diera un jadeo silencioso y se tomara el pecho emocionalmente traicionado.

- ... Podían haber dicho algo -. Aubrey se rió entre dientes.

- Lo lamento, Hero, pero no sería bueno ver algo de cocina mientras comemos. ¡Imagínate que preparen algo que me dé más hambre de la que yo ya pude satisfacer! -. Hero no pudo negar que eso era un buen punto.

- Y yo queriendo que aprendan a cocinar para sus futuras parejas... -. Hero le dedicó una mirada divertida al dúo de quemaduras solares.

El dúo parpadeó ante lo que dijo Hero. Se miraron por unos segundos, para desviar la mirada suavemente y con atisbos de una coloración rojiza en sus rostros. Una pequeña risa se escuchó provenir de Hero, mientras que Basil ayudaba a Kel a buscar un canal bueno.

- ¿Y cómo sucedió, ya saben...? -. Por mucho que lo negara, Hero se parecía a Mari. Esa personalidad de mujer entrometida y un totalmente directa en las cosas que decía...

- H-Hoy, en su... cuarto -. Aubrey tosió hecha un manojo de nervios.

- Me declaré por... a-accidente -. Sunny recalcó, sólo para ser recibido por una sonrisa de Hero.

Estaba orgulloso de su otro hermanito menor.

- Ya veo... Hey, Sunny -.

- ¿Sí? -.

- Tengo una pregunta que hacerte... -. Hero rebuscó en sus bolsillos del pantalón, tomando la carta. La misma se desplazó por la mesa de madera, siendo recibida por la mirada extrañada de Sunny. - Eso estaba en tú cocina. Ciertamente no la abrí. Es privada y no sería bonito husmear en cosas que no me conciernen tanto de tu nueva vida... Aunque me da mala espina -.

Una ceja levantada por Sunny fue respuesta suficiente. Soltando momentáneamente la mano de Aubrey para su pesar, se levantó de la mesa y leyó la carta con sus ojos. El papel fino se escurrió por sus dedos y las palabras estaban allí, escritas, imperturbablemente sobre el papel.

"Hey, Sunny, soy yo, Rowan...
No sé dónde te fuiste, pero no te encontré por ningún lado. Pero no importa.
Me gustaría decir que rompí la puerta, pero parece ser que tu madre destruyó el mecanismo de la llave ella misma por salir apurada al trabajo.
Ella tiene una fuerza bruta impresionante, debo de aclarar.

De todas formas, eso no es lo que nos compete ahora.
Tengo algunas cosas que hablar contigo.

No sé cuando vas a leer esta carta, que supongo será dentro de no tanto.

Te espero en nuestro salón.
Ven solo, preferiblemente.
Y de noche.
Voy todos los días allí a esperarte. Es aburrido, ¡pero hey, no es tan malo!

Recalco.
Ven tú sólo.
No quiero hacer una escena.

;)".

Okey, esta nota excedía los límites de la rareza. Rowan no siempre se le conocía por ser un tipo extremadamente misterioso o que escondiera algo realmente siniestro. ¿Pero esta nota? Dios, parecía que estaba diciendo que lo iba a apuñalar a la salida de la escuela.

¿Estaba mentalmente estable...?

Se sintió mal consigo mismo. Miró a los chicos por unos segundos. Basil, Kel, Hero... Y Aubrey. No quería preocupar a ninguno, pero él también necesitaba respuestas por parte de Rowan...

Y las iba a conseguir esta noche.

Se disculpará con Aubrey y los demás luego. Por ahora, necesita respuestas...

... ¿Por qué puso a Aubrey encima de lo demás...?

Su corriente de pensamientos se detuvo cuando el picaporte de la puerta se giró, y del pasillo entró cierta figura de señora. Su madre se mantenía igual de siempre, solamente que ahora llevaba un collar en su cuello...

Raro.

- Dios, que día de trabajo tan duro... -. Suspiró con los ojos cerrados y, cuando los abrió, notó a toda la pandilla allí. - ... -. Su mirada vagó por el lugar. Primero vió a Aubrey, luego a Hero, Kel... Basil. Aunque le tenía rencor por lo que le hizo a su hijo en el ojo, no podía deshacer el error que ella tuvo también como madre.

Finalmente, su mirada se encontró con la de Sunny. Endureció la mirada, mientras se cruzaba de brazos.

- ... Qué bueno que me llamaste, ¿eh? -.

- ... Perdón -.

- ¿Perdón? -. La madre de Sunny se quedó allí, cruzada de brazos. ( omg dijo la frase, rianse). - Un sólo perdón no me sirve para calmar mí ansiedad al no saber que te había pasado... -.

- Lo siento -.

- Deja de disculparte. Ya no importa. Lo bueno es que estás aquí, ¿no? -. Su madre le sonrió un poco. Sunny correspondió al mismo, devolviendo la sonrisa.

- Sí, supongo que lo es... -.

Tenían mucho de qué hablar...

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