Capítulo 38: Secretos

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Henry observó tranquilamente a Sunny. ¿Qué diablos era HeadSpace? Nunca había escuchado de aquello y tampoco era algo que hubiera querido escuchar. Había escuchado tantas cosas estúpidas o con nombres raros que terminaban siendo algo completamente un sin sentido que se estaba acostumbrando, pero la puesta de eso frente a Hero lo hizo arquear una ceja con anticipación. Sabía que Sunny quería obtener su perdón, pero no era algo que él pudiera darle así sin más y a la mínima de cambio. Pasaron años, sí, pero la herida seguía abierta en lo más profundo de él.

Necesitaba tiempo. Más del normal. Había dicho eso tantas veces que ya ni se acordaba cuántos días, semanas, meses o años pasaron. Pero sí sabía que no podía olvidar a Mari. Esa sonrisa que lo marco y lo hizo enamorarse por única y última vez en su vida... Algo así no podía olvidarlo.

- ¿HeadSpace? -. Preguntó al aire. Sunny asintió con la cabeza y miró al cielo, plagado de nubes con tonalidades grises.

- Verás... Cuando maté a Mari, me encerré en casa los últimos cuatro años. Eso ya lo saben todos ustedes -. Henry asintio. Sabía toda la información de antemano. - Bien, ustedes sabían eso, pero no saben lo que hice en esos cuatro años, exactamente -.

- Déjame adivinar. Comías, te encerrabas, dormías y así un ciclo sin fin -. Sunny lo vió con una expresión ligeramente sorprendida. - ¿Qué? ¿Piensas que era posible que alguien pudiera vivir cuatro años sin alimentarse o despertarse? -.

Bueno, si lo ponía de ese modo, sí, era totalmente predecible bajo esa premisa. Sunny no siempre se había caracterizado por ser alguien con grandes cantidades de grasa que su cuerpo pudiera consumir para no morir, así que una fuente de alimento era necesaria para su existir.

- Bueno, en eso tienes razón. Verás, no les conté toda mí travesía -.

- ¿Cuántos más secretos vas a ocultarnos, Sunny? -. Hero lo interrumpió.

Sunny lo vió a los ojos. Hero parecía candado de tanto misticismo que Sunny traía consigo, ¿no confiaba en decirles eso?

- Bueno, nunca pude contarles porque una gorila rosa me golpeó -. Sunny se excusó. - Además, tranquilo... Sólo les estoy ocultando una cosa más. No miento -. Henry se masajeó las cejas, con un cierto malestar.

- Agh, sólo... Cuéntalo. Ya estamos aquí, y tampoco tenemos mucha prisa por llegar a tu casa. Además, Aubrey todavía duerme y no quiero que estemos los dos sólos. Es un poco incómodo -.

Quizás no fue una muy buena idea decirle a Hero que aún faltaba asomar el iceberg completo a la superficie, pero tenía que arriesgarse. Al final del día, el que arriesga no gana, al menos eso decía Rowan.

- Bien. Desde que maté a Mari , me empecé a plantear que refugiarme de todo sería una buena opción. Primero dejé de ir a la escuela y mí mamá consiguió un tutor privado, pero tampoco funcionó. Ya ni salía de casa y mí padre nos dejó al no haber aguantado el perder a su hija más querida, seguramente. Luego de eso, empezó la época donde mí horario de sueño cambio por completo -.

Sunny miró su mano, mientras que Hero escuchaba atentamente. Sí, sabía que su padre los había abandonado pero no exactamente la razón. Que padre tan malo tenían esos dos.

Aún recordaba cuando el padre de ambos los obligaba a quedarse y ensayar para que dieran el "máximo" desempeño posible. Cabe aclarar que desde el inicio parecía no querer mucho a Sunny por su personalidad tímida y poco expresiva. Por eso amaba a Mari por sobre todo lo demás. Ella era lo más "perfecto" que podía de haber conseguido.

Que mal padre.

- Mis horarios cambiaron drásticamente a medida de que pasaron las semanas. Las veces que dormía al medio día, me despertaba al día siguiente sin explicación alguna, y si era una noche, terminaba despertando en la noche del día siguiente. Claro, la mayor parte del tiempo me levantaba para comer o beber algo, aunque también iba al baño pocas veces al no comer tanto. Ya no sabía distinguir ni que día era, y el tiempo pasaba, aunque recuerdo cómo empezó HeadSpace. Básicamente, era mí mundo ideal -.

Si, Hero pudo suponer que el nombre iba ligado a una especie de refugio mental o algo similar que Sunny inventó. Recuerda que dejaba fluir mucho su imaginación aún estando despierto.

- Era un refugio dónde podía aislarme del dolor y la tristeza que tenía dentro. Poco a poco fui creando todo el lugar y mis recuerdos fueron reprimidos. Me hice creer que Mari estaba en la universidad, o quizás no, ya no recuerdo mucho. Irónico. El punto, es que había olvidado que yo maté a Mari. Y luego de tanto, pude terminar HeadSpace. Recuerdo que yo era una versión mía en blanco y negro muy joven. Un yo de doce años -.

- Seguramente el trauma y el impacto que tuvo el hacer eso te hizo olvidar la verdadera razón y crear otra realidad. Tengo un amigo psicólogo, él me enseñó un par de cosas -. Sunny parpadeó ante la respuesta de Hero. Estaba bastante preparado e informado, por lo que supo.

- Sí, claro... Ejem. Bueno, me llamaba Omori en mí mundo fantástico. Estaban todos ustedes. Tú, Aubrey, Basil, Kel, Mari... Todos estaban vivos y teníamos aventuras tontas por todo mí mundo, pero luego... Todo se fue al traste. Kel estuvo tocando la puerta de mi casa. Al principio lo ignoraba, no quería saber nada, pero al final abrí la puerta. Él me llevó fuera y, en el fondo de mí, quise arreglar nuestra amistad y ayudarlos. HeadSpace luego de dormir, me quería hacer recordar lo que le hice a Mari, lo que en verdad pasó, pero no podía... Principalmente y como dijiste, el trauma fue fuerte, sí, pero había otra razón. Omori. En un inicio fue un caparazón y unos ojos que podía usar para explorar HeadSpace, sin embargo, su misión principal pareció cambiar cuando empecé a descubrir la verdad de a pocos -.

Sunny suspiró, mientras tragaba un poco de saliva. La garganta le ardió ligeramente al haber hablado por tanto tiempo.

- Omori tenía la misión de protegerme para no saber la verdad de lo que ocurrió. Sin embargo, la estaba empezando a recordar. Con el tiempo, los malos pensamientos comenzaron a inundar HeadSpace y Omori empezó a cambiar. Ya no lo controlaba a él, él me controlaba a mí. Se convirtió en mí culpa y demás cosas que trataba de ocultar y negar. Él empezaba a influir de a poco en mí, y se convirtió en la culminación de todo lo negativo dentro de mí. Sin embargo, pude derrotarlo y salir airoso de allí. No queda nada de ese lugar, y espero no recordarlo en mucho tiempo -.

Cuando Sunny terminó, Hero miró al cielo también. Entre las nubes grises con agua dentro de ellas, el sol se asomaba entre ellas.

- ... Entiendo lo que quieres decir. Sufriste demasiado al tener eso oculto por tantos años, pero... ¿Qué tratas de decir con todo esto? -.

- No sólo quería decirte lo más profundo que tenía guardado. Henry, el sentido del por qué te conté esto, es para que sepas que no eres el único que la extraña o piensas siempre en ella. Yo aún no lo supero, y tuve que tomar pastillas para dejar de ver por el momento la imágen de Mari colgada. Tú perdiste a tu novia por mí culpa, pero ella no va a salir de un ataúd y decir que todo va a estar bien. Te arrebaté a alguien importante, pero también lo era para mí. La diferencia es que yo sí pude soltar a medias, ¿pero y tú? -. Hero se quedó cabizbajo. - ... Siempre me decías que ser el mayor era dar ejemplo. Ahora no me lo estás dando -.

- ... Eso ya lo sé. No es fácil, para nada. Es simplemente duro querer dejarla ir. La gente muere si es olvidada, pero yo no quiero olvidarla -. Sunny suspiró mientras le daba unas palmaditas en su espalda.

- No morirá. Todos vamos a tenerla presente en nuestras memorias. Hero, sé que necesitas tiempo, yo también lo tuve, pero con el tiempo esa herida que dejé va a sanar y cerrar. ¿Dejará marca? Probablemente... -. Sunny miró al cielo nuevamente. - Pero ella no querría verte así, no de esa manera. Ella quisiera verte levantarte y avanzar, como el héroe que eres... Aunque te diré que mí historia tiene algo más que sólo decirte eso -.

Hero lo miró. Sunny pudo ver que estaba con unas ganas tremendamente grandes para echarse y llorar, pero no podía. Seguramente, estaba seco por dentro.

- ¿Y qué es? -.

- Abrirse. Yo me encerré por cuatro años, ¿y cómo terminó todo eso? Con yo sin un ojo, y unas amistades probablemente rotas en ese entonces. Ahora las cosas mejoraron, sí, pero ciertas cosas se mantienen. El punto central, es que no tenemos que encerrarnos en nuestra propia burbuja. Sigue adelante en la vida y las nuevas experiencias opacaran las antiguas. Extraño el pasado, no lo voy a negar, pero uno no puede avanzar sin dejar el pasado atrás. Ese es un paso crucial, Hero -.

Sunny se levantó del banco y comenzó a ir al auto. Hero lo miró, con una ligera sonrisa. Había olvidado que el era el "hermano mayor" del grupo. También miró a Sunny. Había crecido tanto...

- Mari, si tan sólo pudieras ver cuánto ha crecido, estarías orgullosa... -. Susurró para sus adentros. Pudo sentir el viento mecerse sobre su nuca, y se levantó. - Sunny... -. Lo llamó. El mencionado detuvo el paso. - ... Gracias -.

- Para eso están los amigos, ¿no? En las buenas y en las malas -. Sunny le sonrió a Hero. Pudo notar que este último había limpiado alguna lágrima traicionera.

- Sí. Y me gustaría saber algo... ¿Cuál es el otro secreto, Sunny? -. El tuerto lo miró, con cierta intriga. - Tranquilo, se quedará entre nosotros dos. Lo prometo -.

- ... Bien. No diré nombres. Cuando les conté la verdad, mentí un poco. Era para proteger a alguien. Yo... -. Tragó saliva. Hero se acercó, mientras le daba una pequeña palmada en la espalda. Sunny sonrió. - ... No colgué a Mari. No voy a- -.

- ... Fue Basil, ¿no? -. Sunny se calló al instante. - Sunny, tú no tenías la fuerza para levantar siquiera una silla de madera, ¿y piensas que tú ibas a poder levantar un cadáver? -. Diablos. - Cuando lo contaste tuve mis dudas en ese tiempo, pero ahora tu silencio me dió la respuesta... -.

- ¿No le harás nada a Basil? -.

- Estamos para las buenas y las malas. No estoy enojado con él, pero sí voy a charlar. Querer colgar a alguien no es muy sano -.

- Sí, creo que no lo es -.

Sunny se rió un poco, mientras que Hero, algo más animado, le revolvió el cabello. Una parte del viejo Hero volvió en si, y Sunny estaba tan feliz de eso... Aunque no fueron los únicos que estuvieron escuchando a Sunny.

Aubrey estaba ciertamente despierta y escuchó todo en el asiento trasero. Tuvo sus reacciones personales, pero no mucho más... Aunque también iba a hablar con Basil al respecto.

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