Capítulo 37: Recuperado y pasado

.

.

.

Ya era el gran día. Sunny finalmente iba a ser dado de alta y podría dejar aquél hospital con un toque tan deprimente en ella. Aubrey no lo iba a tener que cuidar más y él podía caminar sin tener la ayuda de alguien externo a su persona. Con casi cuatro semanas de recuperación, Sunny pudo finalmente caminar de manera estable. No podía correr o algo parecido, pero poder caminar ya era suficiente para poder poner en marcha su día a día.

Sunny estaba sentado en su cama, vistiendo sus ropajes habituales que usaba cuando estaba en Farawaytown. Le sorprendía a Aubrey que él todavía guardara esas mudas de ropas tan poco atractivas y llamativas a la vista, dándole un toque de nerd. Pero si Sunny quería usar eso, no le iba a recriminar nada.

- Una pena que ya te hallas recuperado, yo quería verte más usando la silla de ruedas. Era divertido verte así -. Aubrey comentó con un puchero divertido que hizo reír un poco a Sunny.

- Ja, pues espera a que me algo me rompa las piernas otra vez y veré si se te cumple -. Sunny se dejó algunas vendas, ocultando algún que otro moretón a la vista.

La puerta del cuarto se entre abrió, dejando ver a la enfermera Carla.

- Vaya, veo que ya estás mejor. Sin dudas tuviste una pronta y excelente recuperación -. Comentó la enfermera.

- Sí, creo que sí -.

- Enfermera Carla, ¿hay un plazo para poder pagar lo de Sunny? -. Preguntó Aubrey. Ciertamente no tenían dinero y el celular de Sunny estaba con la batería muerta desde ayer, así que no podían contactar a su madre o algún que otro conocido.

- Oh, bueno, sí, la hay, de dos meses. Mientras paguen en cuotas estaría bien. En total serían unos 70.000 dólares, pero pueden pagar de a pocos. No recuerdo cuánto sería para empezar con el pago -.

- Entiendo. Gracias, enfermera Carla -. Agradeció Aubrey.

- No pasa nada. Vine aquí para decirles que alguien los ha venido a buscar. Hayan a recepción cuando estén listos -. Comentó sonriente, retirándose.

¿Alguien los fue a buscar? Eso era raro, no tenía ninguna clase de sentido de que alguien los fuese a buscar. Quizás era su madre, pero descartó la idea al saber que ella estaría trabajando en ese momento. Claro, él era su único hijo así que pudo haberse escapado del trabajo para buscarlo. Rowan era improbable. Él nunca se tomaba la molestia de ir a buscar a alguien. Casi siempre es al revés, y además tampoco quería verlo durante un tiempo. ¿Quién quedaba? Abby estaba cuidando a su tía, y sus amigos estaban en Faraway, ¿entonces...?

La cabeza de Sunny maquinaba bastante rápido, mientras que Aubrey le tiró una almohada a la cara para llamar su atención. Sunny se quitó la almohada y la miró con mala cara por su accionar.

- ¿Qué diablos, Aubrey? -. Preguntó con molestia.

- Si no nos movemos nunca sabrás quién te viene a buscar... Aunque francamente tampoco lo sé -. Se encogió de hombros. Sunny suspiró, derrotado.

- Bien, me tienes -.

Ambos se levantaron de dónde se encontraban sentados, recogiendo cada uno sus pertenencias de ante mano. Sunny se tambaleó un poco, pero no era nada que mantener bien el equilibrio no arreglase. Aún así, necesitaba a Aubrey para apoyarse en su hombro y caminar un poco más decente. Era momentáneamente hasta que su tambaleo tan tonto se calmara.

A los segundos, pudo caminar por su cuenta. Lento, sí, pero podía desplazarse usando sus queridas piernas que tan poco uso práctico tenían. Aubrey parecía reducir la velocidad para ir de par en par con él, pareciendo que aún quería ayudarlo por si se caía o alguna mierda parecida.

Miró hacia el frente, no sabiendo quién los iba a buscar. Parecía pensar mucho las cosas y Aubrey sabía bien esto. Sacando una tapa de botella de un cesto de la basura, apuntó y lo tiró en la cara de Sunny. No era bueno sobre pensar tanto llegados hasta este punto.

Sunny la miró, con una ceja levantada un poco molesto. Aubrey solamente se rió un poco, con bastante gracia.

- ¿Y eso por qué fue? -. Preguntó molesto.

- Piensas mucho. Deja que tus engranajes mentales se relajen aunque sea un poco -. Se cruzó de brazos aún caminando hasta la recepción.

- ... Bien, supongo que puedo hacerlo -. Aubrey estuvo satisfecha con esa respuesta.

.

.

.

- ¿En serio TÚ viniste a buscarnos? -. Aubrey preguntó con cierta sorpresa.

Frente a ellos dos estaba Hero. Con una expresión neutral en su rostro vió a ambos, mientras asentía con la cabeza en tono de respuesta. Aubrey simplemente se preguntaba muchas cosas en ese momento.

- ¿Cómo sabías tú...? -. Sunny fue interrumpido por Carla.

- Bueno... -.

.

.

.

Aubrey se había pasado con su respuesta hacia Kel y los dos lo sabían. No le gustaba lo mocosa que podía llegar a ser la joven berenjena, pero tampoco podía culparla. Estuvo tanto tiempo rodeada de probablemente malas influencias, un mal hogar y malas decisiones que la terminaron orillando a aquello.

Aún recuerda el cuchitril que era su casa cuando la fueron a buscar por respuestas del por qué le había hecho eso a Basil. Era un asco. No iba a hacer caso omiso y decir que todas sus actitudes estaban justificadas por su entorno, pero gran parte de ella venía de allí.

La joven Aubrey siempre había sido alguien demasiado entusiasta como Kel, pero estricta como Mari y él. Quizás adoptó eso de ellos o de sus padres, pero no importaba. Tapar el sol con un dedo era imposible, así que no iba a justificar todos sus actos.

También era caracterizada por tener una actitud impulsiva y bastante marcada. Si a ella no le parecía bien, no iba a cambiar de respuesta hasta que la convencieran. El hecho de que hubiera empujado a Basil en el lago de su escondite era prueba de ello. Su ira, muchas veces, se salía de contról y hacía actos tan erráticos que daba miedo.

Esa era Aubrey por ese entonces, alguien errática y totalmente consumida por la ira. Al menos así lo pensó Hero.

Cuando estaba persiguiendo a Kel y Basil, detuvo su andar cuando la enfermera Carla lo llamó.

- Oh, hey Henry, necesito hacerte una pregunta importante -.

- ... Eh, claro -. Se detuvo y fue con la enfermera. Era importante, supuso.

- Necesitamos el número de un adulto responsable para avisar de cuando esté listo para retirarse -.

Oh, claro. Miró su celular y buscó el contacto de la madre de Sunny, sólo para darse cuenta de que no lo tenía. Tenía el de Aubrey, Kel, Kim, Vance, Basil, etc. Se llevaban bien con algunos del grupo de Hooligans de Aubrey. Pero el número de la madre de Sunny no figuraba por ningún lado.

No lo tenía. Nunca lo pidió.

Pensó un poco. Era literalmente el único responsable del grupo y no se lo iba a confiar a alguien como, no sé, Charlie, por ejemplo.

- ... Bien, puedo darte mí número -.

.

.

.

- Así que le diste tú número. A una enfermera bastante linda -. Aubrey interrogó .

- Eh, ¿sí? -. Hero no parecía entender.

- A mí no me engañas, tú te la querías liga- -. Sunny le dió un ligero golpe en la cabeza, interrumpiendo su última palabra aunque se sabía qué iba a decir. - Perdón -.

- No es ni el momento, ni el lugar para hacer esas burlas, Aubrey. Eso déjalo para después -. Comentó Hero.

- Bien, bien -.

Sunny miró a Hero. Parecía que el último no quería, o por lo menos, insistía en no querer verlo durante un rato aunque se terminarían viendo en algún momento del día. Seguramente lo odiaba o alguna cosa similar. No lo culpaba.

- Bueno, vámonos -. Hero salió primero.

- Bien. Nos vemos, Carla, gracias por dejarme cuidar a Sunny -. Aubrey agradeció con una sonrisa.

- Le agradezco lo que ha hecho por mí junto a todos. Le pagaré, lo prometo -. Sunny asintió con la cabeza.

- Oh, no es nada, después de todo es nuestro trabajo. Y por el pago no te preocupes, lo vas a tener que pagar en algún momento... No queremos llamar a tu casa de manera incesante para que nos pagues y te metan preso por no pagar lo debido -. Carla sonrió.

- ... Sí -.

No pudo quitarse la sonrisa de demonio que tenía su enfermera.

.

.

.

El viaje en auto fue de lo más incómodo que vivió en su vida. Aubrey, para su buena o mala suerte, se quedó dormida a medio viaje. Por opinión de Sunny, iban a ir a su casa a comprobar ciertas cosas. ¿Lo malo? Estaban como a unas catorce horas de dónde él vivía. El hospital estaba más lejos que de costumbre.

Sólo estaban él y Hero despiertos por obvias razones. Uno estaba al volante, y el otro quería intercambiar palabras con su considerado hermano mayor de otra sangre. Aunque él ya no lo viera tan como su hermano de otra madre, Sunny seguía admirando a Hero.

- Así que... Auto nuevo, ¿eh? -. Preguntó Sunny para intentar aligerar el ambiente.

- ... Sí -. Una respuesta seca como el hielo. Diablos.

- ¿Cuánto costó? Quiero decir, un auto de por sí es caro -.

- No es mío, es de nuestros padres. Pero vale unos 250.000 dólares -. Sunny sintió su corazón salirse de su pecho al escuchar esa cantidad de dinero. Obviamente no eran millones, pero para alguien que vivía en un departamento y no era tan rico... Rayos, la calidad de vida lo golpeaba fuertemente.

- Y yo que pensaba que el espejo de mí cuarto era caro -. 3.000 dólares le salió. No se comparaba para nada en precio.

- Deja de intentar entablar una conversación. No va a funcionar, Sunny. Ya no -. Hero miró de reojo a Sunny, para volver a centrar su vista en el camino.

- Por lo menos puedo intentar -.

- No vas a lograr nada. Para -.

- ¡Pero...! -. Hero lo interrumpió.

- ¡Sunny! -. Alzó un poco la voz. Nunca lo había hecho. Hero se dió cuenta lo que hizo y aparcó en un parque cercano. Colocó el seguro y salió para respirar un poco de aire y calmarse. Suerte que Aubrey no se despertó.

Sunny salió del auto y lo siguió. Hero se sentó en un banco y Sunny hizo lo mismo.

- Hay una parte de mí que no quiere perdonarte, Sunny, pero siento que Mari quería que lo hiciera. Simplemente... no sé que pensar -.

Sunny entendió su pensamiento. Él tampoco perdonaría a alguien quien mató a una persona especial para él. Miró a Hero y suspiró. No podía obligarlo a perdonarlo ni aunque le contara todo lo que sufrió...

...

Una idea apareció en su mente. Quizás lo iba a catalogar como un esquizofrénico, pero daba igual, estaba peor que algo así.

- Hero, lo que te voy a contar puede ser que no tenga nada que ver con esto. No sé si vas a perdonarme algun día o no, pero necesito contarte esto... ¿Alguna vez te conté sobre HeadSpace? -.

Tal vez, si le contaba eso, podría haber un cambio... A la vez que ninguno, pero daba igual. La pregunta ya estaba sobre la mesa.

.

.

.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top